Estoy recostada esperando a ser valorada por mi sexy doctor, él entra a la habitación y se sienta en el borde de la cama, su mirada es traviesa y sensual. Me excita.
—Buenas tardes señorita, hoy seré su doctor. Dígame ¿qué es lo que siente?
—Es mi corazón doctor Evans, creo que algo le pasa.
Con cuidado desabotona la camisa blanca dejando mi senos expuestos, él pasa la lengua por sus labios dejándolos mojados con saliva.
—Señorita Parrish, ¿sin sujetador?— dice con voz ronca, sus ojos oscurecen por el deseo.
—No he tenido tiempo de ponerlo esta mañana doctor ¿acaso hice mal?— respondo con voz melosa.
—Para nada— carraspea —veo que usted es cooperativa y facilita mi trabajo— posa su enorme mano sobre mi seno derecho y comienza a masajearlo suavemente, luego agarra con sus dedos el pezón y lo aprieta lo suficiente para estremecerme bajo su toque.
—Eso se siente muy bien doctor, pero ahí no está lo que busca— agarro su otra mano y con la palma abierta la coloco sobre mi corazón —aquí doctor ¿lo nota? me late muy fuerte justo ahora ¿A que cree usted que se deba eso?— muerdo mi labio tratando de controlarme para no saltar encima de él una vez.
—Es verdad señorita Parrish, tendré que examinarla más profundamente, voy a tener que quitarle la ropa.
—Como usted ordene doctor.
Se sube a la cama y me quita su camisa, luego desabrocha el botón de mi pantalón, lo baja lentamente y yo alzo las caderas para hacérselo más fácil hasta que terminan en el suelo quedando solamente en bragas, luego se coloca frente a mi hincado y sus manos comienzan a recorrer mis piernas desde abajo hacia arriba llegando a las caderas —es usted muy hermosa— se inclina sobre mi, pone sus brazos al lado de mi cabeza y nos besamos apasionadamente, las lenguas juegan en nuestras bocas deseosas de probarse, mis manos aprisionan su cintura —señorita Parrish ahora voy a valorarla si me lo permite.
—Tiene mi consentimiento pero doctor, creo que me valoraría mejor si usted también se quitara la ropa ¿no cree?
—Me encanta su dinamismo señorita, tiene toda la razón.
Agarra las esquinas de su playera azul rey y de un movimiento se la quita, ¡ese hombre es tan bello! de solo mirarle me quita el aliento. Sin quitarle los ojos de encima lo observo desabrocharse el cinturón, luego uno por uno los botones de sus Levi's, termina de quitárselos y queda solo con sus boxers. Ahora soy yo quien pasa la lengua por los labios, lo necesito ya pero él se toma su tiempo, va lento a propósito provocandome, pero este es su juego así que dejo que lo lleve a su ritmo. Alex agarra las tiras de mi ropa interior y me las quita lenta y tortuosamente, luego él se quita los boxers y ahora los dos estamos desnudos. Me toma de las manos y las tengo sobre la cabeza, él empieza a lamerme el cuello dejando besos a su paso, yo me retuerzo bajo de él buscando su roce pero él sigue llevándolo lento.
Y se me ocurre una idea.
—¿Sabías que hay cinco fases científicas que describen paso a paso lo que le ocurre al cuerpo humano cuando tiene sexo? Dos pioneros en sexología se encargaron de enumerarlas, se llaman Masters y Johnson y también la doctora Singer contribuyó con la primera fase.
Deja de besarme y alza su cabeza para verme —¿Eh? No, nunca había escuchado sus nombres— se acuesta junto a mi apoyando su brazo en su cabeza —lo que si sé es como reacciona tu cuerpo cuando hacemos el amor y estoy seguro te das cuenta lo que le pasa al mío— pasea su dedo índice por el centro de mi pecho hasta llegar hasta abajo —y se que ahora estas ansiosa.
—Yo se que tu sabes que estoy ansiosa señor Evans, pero volviendo al tema ¿no sientes curiosidad por saber cuales son esas fases?— ahora soy yo quien lo toca, paso mis dedos por su cabello y muerdo su hombro haciendo que su respiración se profundice, lo conozco y sé que hacer esto lo excita en un segundo.
—Sabes que me provoca escucharte hablar en términos médicos mi amor pero justo ahora estoy interesado en la práctica más que en la teoría— le da un pequeño mordisco al lóbulo de mi oreja.
—Pero es interesante, te lo aseguro— lo tomo del rostro suplicante.
—Hasta aquí llegué como doctor ¿cierto?
—Por favor ¿si?
Hace como que lo está pensando pero sé que está interesado en esto —adelante doctora Parrish soy todo oídos. Cambio de roles, ahora seré su estudiante— alza sus cejas coqueto.
—En ese caso yo seré su profesora. Muy bien alumno ponga atención, la primera fase es el deseo, debe haber atracción sexual entre la pareja.
—Esa fase ya la tenemos cubierta.
Alex se coloca encima de mí y yo abro mis muslos para que se acomode, pone sus brazos a mi costado y retoma lo que estaba haciendo minutos antes, besa mi cuello y mentón hasta llegar a mi boca, como apretando un interruptor mi respiración se torna irregular, luego sonrío porque ya se por donde va ahora el juego.
Y se va a poner interesante, muy interesante. Yo continúo.
—La segunda fase es...la excitación— mete su lengua en mi boca y jugueteamos, luego prosigo —se acelera el ritmo cardíaco y también la respiración, los pezones de la mujer se endurecen— Alex baja su cabeza hasta mi pezón y lo toca.
—Oh si, ya los tienes duros— y lo chupa.
—¡Ah!...si— mi cuerpo se contrae debajo de él, rodeo mis brazos en su cintura y lo pego a la mía.
—Fase uno, deseo; fase dos, excitación; ¿Cuál es la tercera fase profesora Parrish?— su mano recorre el interior de mi muslo con movimientos descendentes y me besa nuevamente ahora mas profundo, lleno de erotismo.
¡Oh dios estoy tan excitada!
—Luego...luego los vasos sanguíneos se dilatan por...por el contacto de los cuerpos, el pene se erecta y la vagina se humedece preparándose para la penetración— apenas si puedo hablar.
Baja su mano hasta mi centro y masajea la entrada de mi vagina, alzo mis caderas por instinto y las muevo en círculos contra su palma, veo su rostro, tiene la boca abierta y su respiración está tan acelerada como la mía. Está tan excitado como yo.
—Ya estás lista para mí...y yo también ¿ves?— centro la mirada en su erección y jadeo —¿Y ahora qué nena?— me susurra.
—La siguiente fase es la penetración, debe ser lenta para no lastimar las paredes de la vagina.
Abro mas las piernas para concederle la entrada a su pene erecto, Alex se posiciona y con delicadeza poco a poco se hunde dentro de mí, al sentirlo dejo escapar un gemido y elevo mi pélvis para tenerlo completamente dentro, observo sus gestos cuando lo hace, abre su boca y cierra los ojos cuando me llena, luego aprieta su quijada y expira fuerte. Yo aguardo a que se mueva pero no lo hace, él espera que yo continúe hablando y no se como lo consigo, pero lo hago.
—Cuando se introduce el pene...¡ahh! la...la vagina se ajusta a su tamaño— lo miro a los ojos —estoy hecha a tu medida.
—Me doy cuenta de eso mi amor— dice jadeando —puedo sentirte— nos damos un beso con pasión —¿Y lo siguiente es?— me pregunta juguetón.
—M-¡movimiento!— logro decir —deben mantenerse los cuerpos en fricción constante, es la tercera fase y se llama...m-meseta.
—Meseta...ahh...interesante profesora Parrish.
Comienza a moverse adelante y atrás, su pene sale y entra en mi, muevo las caderas a su ritmo para acompañarlo en su embate, aprieto sus nalgas con ambas manos con el deseo de sentirlo mas dentro, luego subo las piernas y envuelvo su cadera con ellas, lo siento tensarse sobre mí cuerpo, su ritmo aumenta cada vez más intensificando el deseo también.
—¡Ohh madre de Dios!— cierro los ojos con fuerza, ahora se cuando dicen que hacer el amor es una experiencia religiosa.
—Que sigue Jordan, sigue hablándome— dice entre jadeos y pega su frente a la mía sin dejar de movernos, ahora con más fuerza, más vigor, su respiración en mi rostro le envía descargas a todo mi cuerpo haciendo que me excite aun más.
—¡No...puedo!— alcanzo a pronunciar.
—Si...si puedes— dice sin dejar de moverse dentro y fuera —me excita escucharte.
Santo cielo ¡En qué me metí! Trato de ordenar mi pensamiento y es tan difícil con él en mí, lo único que tengo en la mente es él, pero quiero complacerlo así que hago lo que me pide.
—Ahora el...ritmo cardíaco y la res..piración están al... al limite— siento que me falta el aliento, él está igual —la fase que sigue es el .....es el.....¡¡OHH!!— mi mente se nubla por el placer.
Justo en ese momento nuestros cuerpos se tensan anticipando el orgasmo, yo lo tengo primero y Alex se viene después.
—¡Ahh!— no puedo evitar cerrar los ojos y apretar mis muslos contra él, siento esas contracciones dentro de mi reclamando que me entregue todo de él.
—¡Jordan! ¡Arg!— dice mi nombre en éxtasis y me llena por completo.
Ver su expresión cuando llega al orgasmo me vuelve loca cada vez: su cuerpo se tensa, abre la boca, sin dejar de mirarnos, luego se queda quietecito y se viene dentro de mí. Después de hacer el amor nos damos un beso lento, cariñoso y luego se retira de mi gentilmente para acostarse al lado, estoy de espaldas y él está rodeándome con sus brazos.
—Me imagino que la siguiente fase es el orgasmo— me dice riendo.
—Si. Já, hasta el habla se me fue— tapo mi rostro con las manos —¡pero es que no es tan fácil concentrarse con usted señor Evans!
—Bueno maestra, ya que recupero el habla explíqueme. Ya lo sentimos, ahora dime en teoría que le pasa a nuestros cuerpos.
Sonrío, de verdad le interesa saber y eso me gusta. Giro mi cuerpo para tenerlo de frente.
—El orgasmo son pequeñas contracciones musculares, la mujer las tiene en la vagina para succionar el esperma, el hombre lo tiene en el pene, eyaculaste dentro de mi— lo beso tiernamente luego le digo —falta la última fase.
—¿Cuál?— bosteza, me da otro beso, acomoda su cabeza en la almohada y cierra los ojos.
—La resolución. Después del acto sexual el cuerpo vuelve a su estado natural, el pene deja de estar erecto, la respiración y el ritmo cardíaco se normalizan— volteo a mirarlo y sigue con los ojos cerrados —todos los músculos del cuerpo se relajan— acaricio su cabello —y se tiene la sensación de paz y de cansancio— digo en voz baja —eso es porque se libera serotonina, un químico que nos da tranquilidad y muchas, muchas ganas de dormir.
Beso su barbilla y me acomodo en su pecho, Alex me aprieta mas a él con sus brazos fuertes y protectores.
—¿Te gustó la teoría, alumno?— le susurro al oído.
Sonríe —Mucho profesora Parrish. ¿Y a usted la práctica?
—Me fascinó— y suspiro.
—Te amo.
Me dice con voz somnolienta y luego se queda profundamente dormido.
*****
Mis pastillas!! ¿Les gustó?
Es la primera vez que escribo algo así de "erótico", honestamente estoy nerviosa pero me decidí a publicarlo. Total jaaa que puede pasar?
Este es el capítulo extra final!!!!
Quiero agradecerles a TODAS nuevamente por acompañarme en todo el recorrido de El amor de mi vida, ha sido una experiencia muy bonita, de principio a fin lo disfruté pero todo lo que empieza tiene que terminar y hoy es el día para esta historia y este viaje maravilloso que comenzó gracias a un sueño loco que tuve hace meses.
Quiero comentarles que seguiré editando la historia, me falta la mitad y esto va para largo pero es una meta que me fijé y no tendré paz hasta que quede como quiero jeeee.
Por brindarme su tiempo, sus palabras, su amistad no tengo mas que darles las gracias!!
Las aprecio a todas!!!
GRACIAS!!! GRACIAS!!!
Janet.