La Memoria Del Corazón

By WebnovelasAyA

85.7K 4.9K 190

Anahí y Alfonso formaban un sólido y bello matrimonio, o al menos eso era lo que Anahí pensaba... ya que cuan... More

CAPÍTULO 1
CAPITULO 2
CAPITULO 3
CAPITULO 4
CAPITULO 5
CAPITULO 6
CAPITULO 7
CAPITULO 8
CAPITULO 9
CAPITULO 10
CAPÍTULO 11
CAPITULO 12
CAPITULO 13
CAPITULO 14
CAPITULO 15
CAPITULO 16
CAPITULO 17
CAPITULO 18
CAPITULO 19
CAPITULO 20
CAPITULO 21
CAPITULO 22
CAPITULO 23
CAPITULO 24
CAPITULO 25
CAPITULO 26
CAPITULO 27
CAPITULO 28
CAPITULO 29
CAPITULO 30
CAPITULO 31
CAPITULO 32
CAPITULO 33
CAPITULO 35
CAPITULO 36
CAPITULO 37
CAPITULO 38
EPILOGO
FIN...GRACIAS!

CAPITULO 34

2.4K 122 2
By WebnovelasAyA

NARRA PONCHO

Acogedor sería para mí la palabra menos adecuada para describir este lugar. Es mi departamento, yo lo escogí... pero a pesar de los años, no he logrado sentirlo nunca como mi hogar. El hogar que yo construí, constaba de una hermosa mujer risueña y adorable que me volvía loco con sólo pensarla y una pequeña niña hermosa que tenía mi corazón en sus manos. Esto es sólo un apartamento vacío, sólo estoy yo y no importa cuántas mujeres pasan por aquí, jamás será mi hogar.

Voy a mi habitación para verla, sigue dormida. Decido hacer café cuando despierto, sé lo mucho que le gusta a Any despertarse con una buena taza. Cuando estábamos juntos, las mañanas en las que no tenía que trabajar intentaba siempre despertarme antes que ella para preparar la leche de Abril y tener su café listo en cuanto abriera los ojos y mi recompensa era su sonrisa y pasar una encantadora mañana con las dos mujeres que me traían loco ¿Qué más podía pedir?

Voy a la cocina. Tomo la cafetera de vidrio que está en el gabinete, busco el café que está en la alacena y pongo algunas cucharadas, lo lleno con agua y lo pongo en la estufa quedando con el sonido silbante y el aroma que me recuerda aquellos días felices.

-Buenos días -Me sobresalto al escuchar su voz porque en ningún momento la sentí llegar. Trae una de mis camisas puestas, su cabello está recogido en un moño flojo con mechones cayendo en su rostro, está natural y oh por Dios... está preciosa.

-Buenos días. Creí que seguías dormida -Ella se sentó en el taburete frente a mí y sonrío -¿Cómo amaneces? Estoy preparando café

-Estoy bien. Anoche dormí muy bien en tu cuarto

-Cómo te sientes hoy?

Ella levanta levemente los hombros y hace una fina línea con los labios

-Mejor. No creí que recordar iba a ser tan difícil. Lo fue... y mucho

-Tu mente estaba intentando protegerte del dolor y esa barrera de protección que había creado, eliminando tu memoria, se esfumó dándole paso a todas esas emociones que habías reprimido ¿No?

-Debiste ser psicólogo en lugar de médico -Dice riendo leve

-He tenido que trabajar de la mano con psicólogos en casos como estos. Por eso tengo algo de conocimientos. -Huelo el café. Me aparto para buscar un par de tazas, y las lleno y, en la de ella añado un poco de crema como le gusta y se lo pongo enfrente.

-Gracias -Bebe un sorbo. Yo me siento frente a ella y también disfruto de mi taza. Ambos bebiendo café en mi cocina, se siente tan bien, un poco como en los viejos tiempos y parte de mí quisiera poder parar el tiempo y quedarme así con ella para siempre. Pero no puedo detener el tiempo y hay cuestiones entre nosotros que aun necesitan ser aclaradas.

NARRA ANAHÍ

Bebimos café en silencio... un momento agradable, no tanto como cuando seguíamos casados, cuando nuestra vida era perfecta pero fue tranquilo y ameno.

- ¿Puedes dejarme preparar el desayuno? -Le pregunto y él niega de inmediato

-Descuida, yo puedo hacerlo.

-Pero yo quiero hacerlo -Me bajo del taburete - ¿Hace cuanto no pruebas las mejores tortillas de tu vida eh? -Bromeo a la vez que entro al refrigerador y saco unos cuantos huevos

-A decir verdad hace mucho-Lo miro y está sonriendo, tal como esperaba -Te ayudaré ¿Está bien?

-No. Déjame hacerlo sola, tú has hecho mucho por mí, quiero hacer algo por ti yo ahora ¿Sí?

-Any... no hago nada por ti esperando nada a cambio

-Lo sé. Y justo por eso quiero hacer esto. Tu ve a la sala a sentarte mientras yo preparo esto ¿Sí? -El se resigna y asiente levemente

-Sólo una condición

-¿Cuál?

-Déjame observarte aquí, te prometo que no tocaré nada -Sonríe de nuevo. La sonrisa de Poncho es cómo una bebida muy, muy refrescante en un día caluroso.

-Ok

Va y se siente sobre el taburete y me observa, yo me dispongo a cocinar para los dos, el sólo se limita a observarme y platicamos de cosas triviales, nada de gran importancia.

Luego de desayunar fui a darme un baño, el fue aún más amable conmigo al lavar y secar mi ropa mientras lo hacía así que cuando salí del baño, tenía ropa limpia, seca sobre la cama. Me vestí y me arreglé un poco... tal vez ya era hora de irme a casa así que salí de allí, lo busqué en la otra habitación y no estaba, así que salí por el pasillo y al llegar a la sala escuché murmullos, entre los cuales pude diferenciar una voz femenina. Fruncí el ceño y me acerqué para encontrarme con la sorpresa menos agradable. Zoraida.

Poncho está de espaldas a mí hablando con ella pero la expresión de sorpresa de Zoraida lo alerta de mi presencia así que se da la vuelta y me mira. Su cabello mojado me indica que acaba de darse un baño al igual que yo, tiene una camiseta gris y unos jeans y sus ojos penetrantes están mirándome.

-Lo siento -Fue lo único que dije y me aparté para dejarlos solos cuanto me voy, reanudan su conversación y no pude evitar quedarme esuchando detrás de la pared que da a la sala.

-Te estuve llamando pero no contestas tu celular. - Comenta ella

-Es que... lo perdí ayer. Perdona, es por eso. Pero cómo está tu padre ¿Ya está mejor? -Pregunta

-Sí. Claro, fue sólo un pequeño susto, el ya está bien, está en casa. Siento mucho haber tenido que cancelar nuestra cena anoche

-Descuida, es perfectamente entendible. Además yo ayer también estaba un poco ocupado

-Con tu ex? -Afino más el oído para escuchar mejor. Siento que mi corazón cae a mi estomago golpeándose tan fuerte que se quiebra

-Por ella no te preocupes. Nos encontramos de casualidad ayer y hubo un pequeño imprevisto así que la traje pero nada más, no es nada de lo que estás pensando, es más creo que en un rato la llevaré a casa

-No estoy pensando nada malo -Ríe. Cómo si la idea de que Poncho vuelva conmigo le parece graciosa. ¿Qué tendría de gracioso? -Está bien, te entiendo. Sé que eres bondadoso. Entonces ¿Nos vemos esta noche?

-Paso por ti

Mie*rda...

-Bien. Hasta luego -Se despide de un beso en la mejilla. Lo escucho. Luego escucho la puerta cerrarse y es cuando salgo a su encuentro, conteniendo mis ganas por reclamarle y preguntarle qué demonios tiene que ir a hacer con esa tipa. Ya no tengo ese derecho.

-Siento haber interrumpido -Intento tragarme la frustración -No sabía que esperabas visita

-En realidad no la esperaba -Se rasca la cabeza relajado, pero hace un pequeño mohín. Parece no querer entrar en ese tema

-Tienes planes con ella ¿Verdad? -Fue más que nada una afirmación, ayer lo escuché hablando por teléfono cuando seguíamos en el cementerio; pero esfuerzos por ocultar que la presencia de esa tipa me ha caído en la punta del hígado son vanos. Porqué creo que mi tono acaba de delatarme

-Sí. Si tengo planes con ella. Pues... habíamos quedado en salir a cenar

-Ah bueno debiste decírmelo, así no te interrumpía -Estoy molesta -De todas formas deberías llamarla y pedirle que vuelva y se quede contigo, yo ya me iba -Camino en dirección a la puerta pero el me toma del brazo deteniéndome

-Hey ven acá -Me da la vuelta haciéndome quedar frente a frente. Su ceño está fruncido y ahora parece que el que está sacado de onda es él - ¿Acaso estás molesta?

Me quedo en silencio. Sí, estoy molesta ¿Porqué? No es mi esposo, no es mi novio, ni siquiera sé que somos. Los padres de una niña que ya no está. ¿Eso me da derecho a celarlo? Absolutamente no. Pero es algo que no puedo evitar.

-Es que... ¿Porqué justo ella? -Me descargo - ¿Todavía te gusta Alfonso? ¿Te seguía gustando todo este tiempo después de haberme engañado?

- Ah, ¿Te importa ahora lo que pasó en nuestro matrimonio? -Sus ojos se abren más -Porqué hasta hace algunas semanas te importaba muy poco lo nuestro y te importó muy poco lo que yo sentía por ti.

-Al fin lo mencionas

-No tengo porque hacerlo pero no puedo dejar pasar esto sin recordarte que no tienes ningún derecho a reclamarme porqué tu decidiste terminar con todo -Se ve dolido -Dos veces

-Lo sé. Sé que no tengo ningún derecho pero...

-Pero nada Anahí!! Tu y yo estábamos casados, teníamos un matrimonio, una familia y un día sólo decidiste sacarme de tu vida ¿Por qué? -Su voz casi se rompe cuando pregunta eso último. Cómo si siempre estuviera queriendo preguntarme ese "Porqué"

-Fueron muchas cosas. Así cómo tu nunca intentaste hacer nada, nunca intentaste comprenderme -Su mirada muestra confusión y le entiendo, no estoy expresando exactamente lo que quiero decir

-Anahí siempre estuve ahí contigo, siempre intenté que habláramos, lo que dices es absurdo

-Sí pero siempre tratabas de esquivar que nuestra hija había muerto. Me hablabas de tu trabajo, hablabas del clima, de tu próxima reunión, de lo que íbamos a hacer la siguiente navidad con la familia pero nunca intentaste hablarme acerca de cómo me sentía en cuanto a la pérdida era cómo si se te hubiera olvidad que Abril había muerto y yo me sentía sola con mi dolor!

-Y tu en algún momento intentaste saber cómo me sentía yo?

-¿Cómo lo iba a hacer Alfonso si cada vez que te mencionaba a Abril tu evadías el tema y me decías que había que aceptarlo y continuar?

Se queda en silencio. Sabe que tengo razón

-Intentabas alegrarme, trayéndome regalos, llevándome a pasear -Continúo - pero yo sólo necesitaba que alguien me comprendiera y esperaba eso de tí más que de cualquier otra persona.

-No era muy fácil tratar contigo. Estabas irreconocible ¡Yo intenté hacer lo que pude porqué para mí también era difícil! -Dispara de vuelta

-Lo sé. Lo que quiero hacerte ver es que no fui solamente yo. Alfonso ya recordé todo y me sentía culpable todo este tiempo por haberte pedido el divorcio un día pero anoche antes de dormir pude pensar en muchas cosas y en realidad el problema estaba en nosotros, en ambos, no sólo en mí!

El sólo sacude la cabeza

-No es cierto.

-Sí lo es y no estoy tratando de echarte la culpa porqué al fin y al cabo reconozco que todos tenían que caminar en puntillas a mi alrededor en ese momento pero me dolía que nadie pudiera comprenderme cuando tu más que nadie debía hacerlo y parecías indiferente!

-Yo estaba intentando sanar a mi manera y la mejor forma para mí era evadir los recuerdos porqué dolían demasiado en cambio tu parecías querer ahogarte en ellos -Su voz tiembla. Trata de disimularlo pero lo he notado.

-Era nuestra hija, Alfonso. Era mi bebé, la llevé nueve meses aquí -Señalo mi vientre - Ella era mi mundo -El nudo en mi garganta duele - ¿Cómo no iba a recordarla a cada segundo de mi vida?

-Anahí yo también la recuerdo pero en ese momento lo único que quería era que tu estuvieras bien. Quería ayudarte y que nos ayudáramos juntos, muchas veces intenté que continuáramos pero...

-Pero era demasiado pronto para mí. -Le interrumpo y mi tono de voz es más alto de lo que esperaba -Ibas demasiado rápido y yo a veces sentía que estaba siendo un atasco para ti

-Maldita sea, Anahí, lo dices cómo si hubiese hecho algo malo con eso!

-No!! Pero estabas demasiado concentrado tratando de "sanar" que se te olvidó vivir el dolor de perder a nuestra hija!! -Señalo - ¡¡Sé que querías continuar, entiendo que querías ayudarme pero por momentos me sentía cómo si estuvieras intentando huir y en otras ocasiones sentía que eras tú el que estaba bien y que yo sólo te estaba arrastrando conmigo a un hueco oscuro de tristeza del cual no sabía cómo salir y no quería retenerte, no quería ser esa dificultad en tu vida, quería que salieras adelante y no era justo hacer que te estancaras conmigo en mi depresión!

-Debiste habérmelo dicho -Dice casi inaudible y lo repite más alto-¡Debiste haberme dicho cómo te sentías Anahí! Las cosas hubiera terminado mejor!!

-Muchas veces te dije que no me sentía capaz de continuar, muchas veces te dije que era demasiado para mí

-Pero me hiciste entender que nuestro divorcio era porqué supuestamente yo era el culpable por la muerte de nuestra hija por haberme negado a llevarla a un hospital cuando tu lo pediste -Levanta la voz pero más que enojo parece estar cargado de frustración - ¿Porqué? ¡Maldición!!

-Sabía que no ibas a irte de otra forma. Quería que tu salieras adelante y sabía que no ibas a poder conmigo allí y que no ibas a irte de otra manera -Suspiro y bajo mi tono de voz - Por eso preferí decirte algo que te lastimaría y haría que te fueras -Me detengo y respiro un segundo, todo esto me abruma -Yo sé que tu hubieras dado tu vida con tal de salvar la de ella pero creí que a lo mejor me iba a sentir mejor sin ti y tu ibas a poder continuar con tu vida sin mí pero lo cierto es que cuando te fuiste yo caí cada vez más en mi depresión y mis motivos para vivir ya no estaban -Las lágrimas se me escapan y la voz me tiembla

-Entonces tu excusa por haber terminado con nuestro matrimonio es porqué querías que saliera adelante sin ti? Eso incluso suena cruel Anahí ¿Eso es lo que crees que soy? -Está muy enojado -Yo te prometí que jamás te dejaría sola, te prometí un día frente al altar que estaríamos juntos en las cosas buenas y en las malas

-Lo sé... -Llevo mis manos a mi rostro, colmada. No encuentro las palabras exactas para que me comprenda - Y siento mucho si te hice daño

-Sí lo hiciste. Anahí después de que Abril murió, tú eras mi única razón para continuar -Frunce el ceño y traga grueso, esto parece dolerle. Podría incluso decir que está llorando por dentro, pero ese caparazón de hombre fuerte que suele ponerse no le dejará soltar ni una lágrima -Me dejaste roto con el divorcio, me dejaste completamente destrozado por que yo te amaba demasiado. Tú y Abril lo eran todo para mí. Aprendí a sobrevivir sin ti luego de mucho esfuerzo pero sólo sobrevivía porque a eso no se le puede llamar vida, yo ya ni siquiera sentía.

-Lo siento -Susurro en un sollozo. De verdad lo siento porqué a mi me hubiera destrozado que después de un suceso tan terrible cómo la muerte de nuestra hija él me hubiera culpado y me hubiera dejado. No sé cómo podría soportar algo así

-Y cuando sentía que al fin te había recuperado volviste a hacer lo mismo Any -Esta vez su voz es más serena, más liviana -Yo sé que te mentí cuando despertaste del coma, yo sé que te dolió que te ocultáramos la verdad pero juro que sólo quería protegerte porqué no podía perderte a ti también, no podía aceptarlo

-¡Lo siento!! -Grito esta vez. Cómo si rogándole que me escuche e intentando escucharme a mí misma, a ver si logro perdonarme y una vez más grito -¡¡Lo siento!! -Las lágrimas mojan mi rostro. No sólo estoy gritando que siento haberle hecho daño en algún momento, también siento que hayamos tenido que sepultar a una hija cuando se supone que debería ser al revés, siento no haber podido manejar la situación, siento haber intentado quitarme la vida y provocar todo esto. Siento mucho todo... tanto que no sé cómo he logrado sobrevivir -¡Lo siento!! -Grito de nuevo, quebrándome en llanto

El me interrumpe acercándome a él repentinamente contra su pecho, mientras siento su corazón latir con la misma fuerza con la que me aprietan sus brazos en un abrazo consolador que me hace sentir protegida por un instante

NARRA PONCHO

He entendido todo ahora, he entendido que el motivo del divorcio fue porqué ella quería que yo saliera adelante... sin ella. Es loco, es absurdo, pero a le vez me conmueve. Mi princesa... la tengo ahora entre mis brazos llorando y me atormenta porqué siento que yo provoqué su llanto; pero hace años que necesitaba descargarme en cuanto a esto, jamás pensé que cuando lo hiciera me iba a enterar que nos divorciamos porqué ella me amaba tanto que prefería no atarme a su depresión. No se si estar enojado o agradecido con ella... es algo loco. Pero a mi mente se viene cada momento, esos días cuando ella comenzaba a hablar de nuestra hija y yo sólo la desviaba, esos momentos en los que le reclamaba que era momento de continuar. ¿Estaba siendo cruel? Porqué juro por la memoria de mi hija que no era mi intención. Sólo quería seguir... y quería hacerlo con ella pero lastimosamente ambos estábamos viviendo el duelo de manera diferente, a un ritmo distinto y eso, por insignificante que parezca rompió nuestro matrimonio. Y mientras batallo con tantos pensamientos en mi mente y las sensaciones que me provoca ésta mujer, siento que algo en mi pecho se abre, un sentimiento tan intenso que hace que mi corazón se sienta a punto de reventar y me permito sentirlo. Lo dejo salir. Beso su cabello y sólo acaricio su espalda, quiero protegerla, quitarle todo ese dolor que siente

-A veces siento que lo mejor hubiera sido no despertar nunca de ese accidente. -Su voz es entrecortada por el llanto - No sé es difícil cada mañana despertar y recordar que ya no tengo más a mi niña. Tal vez hubiera sido más fácil irme también

La angustia al escucharla hablar así me traspasa y mi corazón late fuerte con sólo imaginarme este mundo sin ella.

-Anahí no digas eso. Por favor. No quiero que vuelvas a decir eso, ni siquiera de broma ¿Entendiste?

-Tú tienes razón en todo lo que dices, hice todo mal, desde que Abril murió soy todo un desastre -Jadea - No es que quiera morir ahora, no voy a volver a atentar contra mi vida porqué he prometido seguir adelante sin ella pero hay días como este que pienso que a lo mejor debía irme con ella y no sé...

-Any... Tu lugar es aquí ¿Ok? -Susurro a su oído -En esta tierra, en mis brazos, preciosa. Yo sé que hemos pasado por cosas difíciles pero tu lugar es aquí

Ella se separa y sus ojos azules y cristalizados están sobre los míos diciéndome miles de cosas que no sé descifrar.

-Quiero que me perdones -Susurra, acercando su rostro un poco más al mío haciéndome sentir el tacto de su delicada mano sobre mi mejilla -Sé que te debo más que una disculpa, he estado pensando todo este tiempo cómo te lo pediría porqué sé que un simple "perdóname" es demasiado poco comparado a lo que te mereces. Sé que lo que hice a lo mejor no estuvo muy bien, pero en ese momento lo necesitaba porqué creí que nos iba a hacer bien a los dos y no sabes cómo me atormenta saber que a lo mejor ya es demasiado tarde, porqué tu te has vuelto a fijar en la estúpida de Zoraida! -La angustia que notaba en sus ojos se convierte de repente en rabia con sólo mencionar aquel nombre - ¿Por qué precisamente ella caray?!

-Nunca me hubiera fijado en ella de nuevo si tú hubieras decidido que continuáramos. De hecho llegué a creer que me odiabas y que ya no tenía oportunidad contigo

-Nunca te odié. Sólo fue ira, tristeza... frustración. Jamás podría odiarte Alfonso, yo te amo. Eres el único hombre que podría amar y no quiero que estés con ella, por favor!

Eso último lo dice en un tono de voz muy bajo, casi inaudible porqué además agacha la cabeza pero la escucho claramente y me doy cuenta del inmenso poder que sigue teniendo ella sobre mí; mi corazón late fuerte, mi sangre vibra y siento todo mi cuerpo vivo una vez más, cómo si se hubieran liberado muchas cosas con esta conversación

- ¿Me amas? -Pregunto y ella asiente con la cabeza

-Sí. Pero ya que importa ¿No? Es muy tarde para mí, supongo -Sé que lo dice por Zoraida. Al demonio

-Lo resolveré entonces

Su mirada confundida está sobre mí mientras voy hacia el teléfono, marco el número de Zoraida y ella no tarda en contestar

-Sabía que llamarías

-Sí. Escucha Zoraida... sólo te llamo para algo muy simple -Suspiro -ahora seré yo quien cancele nuestra cita

-¿Qué? Pero que pasa... porqué lo estás posponiendo

-No. No lo estoy posponiendo, lo estoy cancelando. Definitivamente

Se queda en silencio algunos segundos

-¿Puedo saber que ocurre?

-Pasa que hoy estaré ocupado, me quedaré en casa.... Con Anahí

-Ah... -Es lo único que escucho luego de largos segundos

-Lo siento Zoraida. Es... algo complicado de explicar, de verdad siento hacerte esto.

-No. No tienes que explicar nada

-¿Estás bien? -Pregunto, por educación más que nada

-Sí. Aunque no dejo de pensar ¿Sabes? Todo el tiempo en el que ella estuvo en el hospital estuve deseando que muriera al igual que tu hija! -Su tono de voz es tranquilo pero es evidente que está cargado de rabia y odio -Creí que al fin me iba a librar de las dos y te iba a tener para mí, pero lastimosamente no fue así.

- ¡¿Que!!

-Cállate. Porqué ya no deseo su muerte tanto cómo deseo ahora la tuya. Eres un im*bécil Alfonso!

Colgó

Me quedó allí sorprendido, no esperaba aquella reacción agresiva, no esperaba mucho menos que involucrara un tema tan doloroso como la muerte de Abril en esto pero a la vez siento cierto alivio, cómo si me hubiera quitado un peso más de encima. Después de unos segundos miro a Any, está de pie frente a mí, abrazada sí misma, su rostro aún está mojado pero ya no llora

-Resuelto -Digo a la vez que dejo el teléfono sobre su base

Ella me mira, cómo si no supiera que decir y nos quedamos así por un momento sólo observandonos, no se que piensa ella pero yo sólo puedo observar lo bella que es. En este momento no tiene ni una pizca de maquillaje, sus ojos se ven brillantes, tal vez por las lágrimas y su cabello castaño ondulado cae sobre sus hombros. Además su piel se ve suave, dan ganas de acariciarla, de besarla todo el tiempo siento como si de repente ya no estuviera molesto con ella. Veo que la situación comienza a ser incómodo entre esas miradas así que esbozo una pequeña sonrisa y eso parece relajarla por qué me responde con una sonrisa más amplia que la mía. Finalmente me acerco y tomo su mano suavemente, acaricio sus nudillos y comienzo a preguntarme si esto es real. Tengo a Anahí de nuevo frente a mí y esta vez sin mentiras de por medio, sin lagunas mentales, sin simulaciones, nada de eso. Esta vez por cuenta de los dos, ella quiere esto y yo mil veces más.

Me acerco un poco más a ella y esta vez mi mano va a su mejilla, quiero besarla y sé que puedo hacerlo, es cómo si poco a poco vuelvo a sentirme dueño de ese privilegio de tocar sus labios

-Quiero besarte -Susurro y antes de recibir su afirmación la beso y ella me corresponde en un perfecto beso que me desmorona, quiebra ataduras y riega el profundo amor que siento por ella. Cuando se separa unos centímetros para mirarme, sus ojos se ven sonrientes, sus comisuras se elevan. En estos momentos, luego de verla llorar, ver la sonrisa de Any debe ser mejor que ver las siete maravillas del mundo, mejor que hallar la cura para el cáncer. Y es aquí cuando comienzo a sentirme vivo una vez más, cómo si cada parte de mi alma comenzara tomar color después de haberse convertido en blanco y negro cuando nos divorciamos.

Continue Reading

You'll Also Like

6.3K 276 60
Natalia, una chica que trata de luchar y sacar adelante lo mas preciado en su vida, con el fin de que este sea un poco mejor del como es ahora, lamen...
35.5K 2.3K 32
Esta web novela la encontré en Univisión espero que les guste!!!
10.6K 1.3K 40
El duque de villahermosa en españa, un hombre de corazón noble y temeroso de Dios, conoce a una dama sin título alguno, una chica encantadora, quien...
59.6M 1.1M 13
Sinopsis Kaethennis ha disfrutado de los placeres de la vida, mucho, casi se puede decir que demasiado. Un alma libre, al menos así se definiría el...