My Favorite Neighbor

By Arctic_Mondays

138K 8.7K 827

¿Cuánto tiempo puede resistir el amor a la distancia? O mejor aún, ¿cuánto puede resistir al abandono? Violet... More

My Favorite Neighbor
1-. Un Nuevo Comienzo
2-. Venecia
3-. En la oscuridad todos los rostros se parecen
4-. Y en el día, las confusiones son aún más grandes.
5-. Starbucks
6-. Como en casa
7-. Sorpresa
8-. Creo que me confundes
9-. ¿Y si no es lo correcto?
10-. Descartada
11-. Grandes Noticias
12-. Respuestas
13-. La Gran Noche
14-. Sus labios
15-. No lo hiciste
16-. En jaque
17-. Sólo tienes que decir "sí".
18-. Quiero disculparme
19-. Los tres juntos
20-. Ahora somos cinco
21-. Tiempo
22-. Una semana
23-. Te quiero a ti
24-. Quédate conmigo
25-. Fuerte
26-. El último adiós
27-. Whisky
28-. Esperando
Capítulo especial: The Anthony's Letter
29-. El último beso
Capítulo especial: La verdad sea dicha
30-. Siempre te he elegido a ti
31-. La primera cita
32-. La reconciliación
33-. En la bañera
34-. En la oscuridad todo se intensifica
35-. Eso se acabó
36-. Planeando el regreso
37-. Tienes un problema
38-. Situación incomoda
39-. Bésame
40-. Un nuevo rival
41-. De nuevo en la oscuridad
42-. El recuento de los daños
43-. Antes del adiós
44-. Un Vistazo al pasado
45-. Chicas
46-. Tenemos que hablar
47-. La llamada
48-. La bienvenida
49-. El primer mes
50-. Crisis
52-. Previo al examen
53-. El examen
54-. La propuesta
55-. Prueba de fuego
56-. Viejos fantasmas
57-. Conversaciones pendientes
58-. Visita Obligada
59-. Piccadilly Circus
60-. Louis
61-. La negociación
62-. Bradford
63-. La fotografía
64-. Es tiempo de jugar
65-. ¿Quién es ella?
66-. Ebrios: unos de alcohol y otros simplemente de celos.
67-. Somo víctimas de nuestras propias decisiones.
68-. Él Diego y yo Frida.
69-. El funeral
70-. Las penas con pan son buenas; la resaca con café no tanto.
71-. Miedo
72-. Tóxico
73-. ¿Podemos empezarlo todo de nuevo?
74-. El corazón quiere lo que quiere
75-. Algunos lo llaman Karma, yo lo llamo justicia.
76-. Noches de insomnio
77-. Muerte y desinfectante
78-. Sonidos Molestos
79-. Si este es un castigo, pienso portarme mal todos los días.
80-. Hijos
81-. El Paradero de Liam
82-. Como un libro abierto
83-. Rosas Rojas
84-. Los Nuevos Mejores Amigos
84-. Los Nuevos Mejores Amigos // Parte II //
85-. Tú y Yo
85-. Tú y Yo // Parte II //
86-. Patrones de conducta.
86-. Patrones de Conducta //Parte II //
Nota; estoy de vuelta.
87-. Con el corazón en la mano
88-. No todos los extraños pueden ser amigos.
89-. Tú no estás sola.
89-. Tú no estás sola // Parte II //
90-. Lúgubre
91-. Iker
92-. La pesadilla comienza
93-. En la mira
94-. Todo lo que quería
95-. La lista de sospechosos aumenta.
95-. La lista de sospechosos aumenta //Parte II//
96-. No solo el diablo tiene abogados.
97-. Durmiendo con el enemigo
97-. Durmiendo con el enemigo // parte II //
98-. Cuando gritar no es suficiente
99-. Él está de vuelta.
99-. Él está de vuelta // Parte II //
99-. Él está de vuelta // Parte III //
100-. Es mi fiesta y lloraré si quiero.
100-. Es mi fiesta y lloraré si quiero // Parte II //
100-. Es mi fiesta y lloraré si quiero // Parte III //
101-. Tomar aire
102-. Domingo por la mañana.
103-. Al final, quizás no fue una perdida de tiempo.
104-. Sorpresa, sorpresa.
105-. No estaba muerto, andaba de parranda.
Nota II
106-. Él era un lobo con la piel de un cordero.
106-. Él era un lobo con la piel de un cordero //Parte II //
Jay.
107-. Complejo de Héroe.
107-. Complejo de héroe // Parte II //
108-. Del amor y otros demonios.
109-. ¿Héroe, villano o mártir?
109-. ¿Héroe, villano o mártir? // Parte II //
110-. Venganza.
111-. Cosechamos aquello que sembramos.
111-. Cosechamos aquello que sembramos // Parte II //

51-. Las cosas mejoran

1.8K 68 13
By Arctic_Mondays

Zayn se recostó junto a mí e inmediatamente me atrajo hasta sus brazos, él se encontraba tan empeñado en hacerme dormir que incluso había comenzado a cantarme una canción de cuna, pero evidentemente eso no funcionó y solo permanecimos ahí, durante horas, abrazándonos.

-¿Estás dormida? –su pregunta fue casi ininteligible debido al bostezo que profirió.

Sin embargo, la curiosidad repentina me obligó a alzar solo un poco la mirada hacia su rostro, zayn mantenía los ojos parcialmente cerrados y en ese estado lucía tan tierno.

-No –contesté con una pequeña sonrisa-, pero todo indica que pronto lo estarás tú.

-Creo que podrías ayudarme a mantenerme despierto –abrió por completo solo uno de sus ojos-. ¿O tú qué crees?

-Quizás podría intentar algo –comenté con una sonrisa maliciosa mientras me acomodaba en una posición que me permitiera verlo por completo.

La cama ni de broma resultaba amplia, al contrario, Zayn recargaba todo su peso sobre uno de sus costados en un intento por brindarme el mayor espacio posible; sin embargo ese inconveniente fue solucionado cuando me coloqué encima de su cuerpo.

Comencé a esparcir pequeños y suaves besos por la base de su cuello; sin embargo, estando en aquella zona no lo resistí más y comencé a mordisquearlo. Ascendí lentamente por la parte trasera de su oreja y comencé a acariciarla con mis labios al mismo tiempo que Zayn tocaba y apretujaba mi trasero.

-¿Ya te sientes más despierto, eh? –cuestioné con una sonrisa traviesa mientras observaba con atención sus encantadores ojos.

Zayn mordió sus labios con algo de picardía y por el brillo que había en sus orbes marrones supe lo que cruzaba por su mente.

-Siendo sincero, una parte de mi comienza a despertarse... –meneó sus caderas contra mí tratando de darle énfasis a sus palabras y lo logró.

-¿Realmente vamos a hacerlo en una cama de hospital? –mi pregunta fue acompañada de una carcajada. No cabía duda alguna, Zayn y yo estábamos completamente locos.

-Ese es el plan –colocó sus manos sobre mis mejillas-, a menos que nos interrumpa alguien.

-Entonces apresurémonos –aconsejé para después besarlo.

Zayn y yo estuvimos jugueteando durante algunos minutos. Nos besábamos y acariciábamos pero nada era enserio, ambos nos encontrábamos consciente de las interrupciones que podrían presentarse en el hospital y no era algo por lo que estuviéramos dispuestos a pasar o por lo menos hoy no.

Zayn se encontraba sosteniendo una de mis manos entre las suyas cuando la puerta fue abierta.

-Hola, Violett –Alexandra saludó con una gigantesca sonrisa mientras se apeaba frete a mi cama-. ¿Cómo has estado?

No me encontraba muy segura de si esa era una pregunta capciosa o no, pero de lo que sí estaba segura era de su gran cambio de humor, de nuevo se encontraba radiante, no existía rastro alguno que sugiriera la existencia de aquella desesperada mujer que se presentó en mi departamento hace un par de días.

-Bueno –miré a Zayn-, gracias a mi novio ha sido soportable mi estadía en este lugar.

Su sonrisa se amplió aun más.

-Entonces lo que vengo a decirte va a encantarte –hizo una pausa eterna antes de volver a hablar-. Venturi accedió a dejarte salir del hospital.

Respiré aliviada.

-Eso es genial.

-Supongo –Alexandra asintió-, bien, señor Malik, necesito que firme la orden de salida –le entregó varios documentos.

-Listo –Zayn le devolvió todas las hojas después de algunos minutos.

-Ok, entonces entregaré esto en recepción y ustedes podrán irse –explicó con su eterna sonrisa.

-Gracias, Alex.

-De nada, linda –musitó mientras abandonaba la habitación.

-Se siente bastante bien –musitó Zayn contra mi oído obligándome a prestarle toda mi atención.

-¿A qué te refieres?

Zayn me miraba de esa forma indescriptible con la que siempre lo hacía y me encantaba.

-Cuando dices que soy tu novio mi corazón se hincha de orgullo.

Sonreí aun más ante aquello.

-Mi corazón se encuentra de esa manera cada vez que tú me miras.

-No imaginas lo agradecido que estoy de que me hayas encontrado –acarició mis mejillas suavemente-. Tú cambiaste mi vida por completo.

La intensidad de su mirada me hizo apartar la vista, pero solo fue durante algunos segundos, me resultaba imposible no admirar la sinceridad que había en sus ojos.

-Y sin duda alguna, yo volvería a hacer todo lo que hice si con eso asegurara estar aquí, contigo el día de hoy.

-Eres lo mejor que me ha sucedido.

-Tú eres lo mejor que ha sido mío –sentencié mientras me acercaba a sus dulces labios.

Zayn me besó lentamente, dulce, profundo y sin interrupciones, justo como me gustaba que lo hiciera.


El roce de sus labios contra los míos resultaban algo tan placentero; sin embargo, tuve que alejarme de su lado o de lo contrario no podría contenerme ni un segundo más y terminaría siendo suya en una cama de hospital.


-Ve a vestirte, linda –aconsejó acompañado de una gran sonrisa-. Tus pertenencias están en el baño.


Me levanté con cierta rapidez de la cama, siendo sincera deseaba salir de este lugar lo antes posible. Los hospitales eran mis lugares menos favoritos en la tierra, en ellos podía olerse la muerte y en algunas ocasiones eso era literal.


Tras vestirme, busqué de nueva cuenta el celular en mi mochila y como era de esperarse no estaba ahí.


Salí del baño con la idea de obligar a Zayn a devolverme mi teléfono, él estaba siendo sumamente exagerado al negármelo, pero antes de siquiera poder decir algo, Venturi lo hizo.


-Violett, has ganado –comentó con actitud seria-. Colton me convenció para dejarte ir sin esos exámenes médicos...

¡Oh! Colton.

-Pero si vuelves a sufrir una crisis como la hoy –siguió hablando-, entonces no habrá poder humano que me haga desistir de someterte a esas pruebas.

Asentí. No pensaba decir nada más, no quería tentar a mi suerte con alguno de mis comentarios.

-Zayn, tengo un par de recomendaciones para ti –Giancarlo lo observó-. Quiero que durante algunos días Violett se abstenga de beber café...

El aun no terminaba de hablar cuando mi voz sonó nuevamente.

-¿Por qué? –exigí saber.

-La cafeína aumenta la ansiedad en las personas... –su frase volvió a quedar en el aire por mi interrupción.

-Y también es lo único que me mantiene despierta por las mañana –le hice saber con un tono un tanto hostil.

-Estoy seguro de que encontraras otra forma para mantenerte despierta –me mostró una sonrisa victoriosa.

-Yo me encargaré de que ella no beba ni una sola gota de café –aseguró Zayn con la mirada fija en mí.

Ya veremos si podrás cumplir con tu promesa, Malik, pensé mientras una sonrisa engreída aparecía en mi rostro.

-Bien, entonces ambos pueden irse –autorizó aun con una gran sonrisa en su apuesto rostro.

-Gracias por todo –murmuró Zayn mientras me despojaba de mi mochila y se la echaba al hombro.

-Solo hago mi deber –se limitó a contestarle antes de centrarse de nuevo en mí-, y espero que no te molestes conmigo por eso, Violett.

A pesar de todo, entendía que este era su trabajo y todas y cada una de sus órdenes eran en busca de mi bienestar.

-Adiós, Gi –me despedí con una pequeña sonrisa.

No quise decirle adiós a Alexandra pues ella se encontraba sumamente cerca del consultorio de Colton y no quería provocar un encuentro fortuito con él, así que solo nos fuimos.

Zayn me trataba con sumo cuidado, era como si temiera que me rompiera en cualquier momento y aunque al principio eso me pareció tierno, ahora, que nos encontrábamos cerca de llegar a nuestro edificio, comenzaba a molestarme.

-¡Violett! Ragazza –Donna se acercó sorpresivamente a abrazarme-. Lamento tanto lo ocurrido.

-Donna, está bien, ¿sí? –traté de reconfortarla pues ella lucia sumamente mortificada-. No ocurrió nada de gravedad.

-Nada de gravedad –repitió Zayn con un tono de voz inexpresivo-, pero es necesario que Violett descanse, así que si nos permite marcharnos...

-¡Oh, claro! –sonrió aquella dulce mujer mientras nos cedía el paso.

Todo apuntaba a que Zayn iba a conducirme de nuevo al ascensor pero yo terminé halándolo del brazo hacia las escalinatas.

-¿Segura que puedes subir las escaleras? –me detuvo al pie de éstas y contempló mi rostro por algunos segundos.

-Sé que no soy la persona más atlética del mundo –acepté con un ligero movimiento de cabeza-, pero estoy lo bastantemente convencida de poder subir seis pisos por mis propios medios.

Llegué hasta mi piso sin problema alguno, aunque claro, hice mucho más tiempo del que usualmente hacía pero estaba bien, no iba a exponerme a otro incidente en el ascensor.

Esperaba que mi departamento estuviera hecho un desastre, pero no fue así, el lugar se encontraba reluciente y sospechaba que se debía a ese equipo de limpieza con el que Zayn contaba.

-¿Tienes hambre? –cuestionó Zayn mientras se sentaba a mi lado en el sofá.

-No –acomodé mi cabeza sobre su regazo.

-Debes comer, Violett –me hizo saber mientras pasaba sus manos entre mi cabello.

-Lo sé pero no me apetece en este momento –cerré los ojos decidida a disfrutar de sus suaves caricias.

-¿Y qué te apetece? –su voz tenía ese tono pícaro que tanto me encantaba.

-Generalmente habría dicho que tú en mi cama haciéndome el amor –abrí los ojos solo para observar los suyos que contaban con un brillo singular-, pero en este momento me siento bastante cansada y sólo quiero ir a dormir.


-Entiendo, eso es algo bueno –apartó un par de mechones de cabello de mi rostro-, debes descansar, así que vamos.


Zayn me tomó entre sus fuertes brazos justo en el momento en el que me apeé. Su acción me sorprendió a tal grado de hacerme proferir un grito.


-No me acostumbro a esto –confesé mientras llevaba mis brazos alrededor de su cuello.

-Pues deberías –esbozó una pequeña sonrisa-, porque pienso hacerlo cada vez que tenga la oportunidad.

-Estás consistiéndome demasiado –le hice saber al mismo tiempo que apoyaba mi cabeza contra su pecho.

-Esto no es nada, Violett –reconoció poco antes de colocarme sobre la cama-, cumpliré todos tus caprichos.

-Vas a malcriarme –murmuré mientras me metía bajo las sabanas.

-Lo vale si con eso te hago feliz –se acomodó junto a mí y rápidamente me acerqué a abrazarlo.

-Tú no necesitas hacer nada para mantenerme feliz –le recordé lo obvio mientras lo observaba a los ojos-. Tu sola presencia me es suficiente.

-Eso es reconfortante –depositó un pequeño beso sobre mi frente-, pues no pienso apartarme de tu lado nunca más.

Aquello se escuchaba sumamente bien. Tener a Zayn junto a mí es lo único que quiero, lo único que siempre quise y que por fin estuviera ocurriendo era algo vivificante. A penas hace un par de meses atrás si quiera pensar en encontrarme de nuevo con Zayn era algo más que inverosímil, pero aquí estábamos, ambos acurrucados sobre mi cama.

***

Abrí los ojos abruptamente cuando sentí a Zayn moviéndose lejos de mis brazos.

-Vuelve a dormir, preciosa –susurró suavemente mientras se alejaba por completo de mi lado-. Yo regresaré pronto, solo iré a ver quien está tocando la puerta.

-Ok –murmuré aun adormilada.

Intenté cerrar los ojos de nuevo pero el sueño se había disipado por completo, y entonces algo llamó mi atención.

La voz de Zayn se escuchaba en el pasillo, se trataba solo de un susurro pero era bastante audible o por lo menos la última frase lo fue.

-¡No quiero que se lo digas! –en condiciones normales aquello debió sonar como una súplica, pero se trataba de Zayn, él ordenaba esperando que sus palabras se cumplieran al pie de la letra.

La puerta hizo ese característico sonido previo a abrirse y por mero reflejo cerré los ojos súbitamente.

-Violett, cariño, Sam está aquí –avisó con suavidad al mismo tiempo que lo sentía acomodarse junto a mí.

-¿Sam? –murmuré mientras abría poco a poco los ojos.

-Si quieres puedo decirle que se vaya –debido a la sonrisa que esbozó era evidente que esa idea le agradaba demasiado.

-No, está bien –comencé a incorporarme en la cama-, hazlo pasar.

-¡Entra! –le indicó con un grito. Y siendo sincera, eso era más de lo que esperaba que Zayn hiciera por él.

Sam hizo su aparición después de algunos minutos y para variar sonreía de oreja a oreja.

-Hola –saludó y antes de que yo pudiera responderle Zayn llamó mi atención.

-Iré a mi departamento por ropa, cariño –besó la cima de mi cabeza una vez más-. Regresaré pronto.

Asentí antes de que él se machara.

-Es todo un amor, ¿cierto? –la expresión irónica en su rostro correspondía totalmente al tono de su voz.

Al salir, Zayn dejó la puerta entreabierta y tras mirar de reojo en esa dirección me percaté sobre la sombra que se proyectaba. Él seguía ahí, sólo aguardando.


-Zayn es un hombre maravilloso –alejé la mirada de la entrada y me centré en Sam-, aunque con un carácter bastante fuerte...


-Es demasiado temperamental –me interrumpió con aquella acusación.


-Somos artistas, Sam –le recordé lo obvio pues tal parecía que lo había olvidado-, se supone que seamos así.


El chico frente a mi entornó los ojos.


-Estás muy gruñón hoy –le informé y rápidamente me imaginé el porqué de su estado-. ¿Dónde está Clara?


Un gran suspiró lo abandonó mientras se sentaba junto a mí.


Sam comenzó a hablar y hablar pero yo dejé de prestarle atención, observé hacia la puerta pero la sombra ya no estaba. Zayn por fin se había ido.


-¿Ya no está? –Su pregunta me tomó por sorpresa. ¿Él sabía...?-. No pongas esa cara, Violett –comentó con una risita-, era evidente que tu novio no iba a dejarme a solas contigo.


-Pero lo hizo –relajé un poco el entrecejo-, y tú vas a contestar todo lo que te pregunte. ¿Qué fue lo que Zayn te prohibió que me dijeras?


-Violett, no quiero meterme en problemas –así que simplemente negó.


-Pues vas a estarlo si no me contestas –decidí hacerle otra pregunta esperando tener más suerte que la obtenida anteriormente-. ¿Qué ocurrió con la exposición?


-El chico nuevo hizo un gran trabajo –contestó sin tapujos-, e intento darte crédito pero como era de esperarse...


-...Matterazzi no lo permitió –terminé su frase.


-Malik va a matarme pero tienes que saberlo –la seriedad en sus palabras comenzaba a asustarme-, Matterazzi nos hará un examen mañana.


Comencé a maldecir en mi fuero interno pero me detuve cuando entendí algo. La actitud tan extraña de Zayn se debía a ese estúpido examen y su negativa a entregarme el teléfono no era más que una medida para que yo no hablara con Sam o con alguien que pudiera comunicarme lo que ocurriría mañana.


Apreciaba sus intentos por mantenerme tranquila, pero él no podía pretender ocultarme esto. Zayn estaba siendo muy aprensivo.


-¿Les dijo que estudiar? –pregunté después de varios minutos en silencio.


Sam sacó un libro de su mochila y comenzó a recitarme todos los temas que debían estudiarse y casualmente eran todos aquellos que se habían visto en las clases que yo falté, ¿casualidad? No lo creo.


-Ok –se apeó de la cama-, me iré antes de que regrese Zayn y se entere de lo que te dije –se acercó más a mí y me abrazó-. Me alegra que estés bien, vendré pronto a visitarte.


-Gracias por venir, Sam –murmuré mientras él se encaminaba a la salida.


-Ni lo menciones –la sonrisa fue lo último que pude ver de su persona antes de que se marchara.


Permanecí en la cama por algunos minutos, sólo pensando en lo que iba a hacer, tenía claro que debía presentar ese examen pero, ¿cómo iba a librarme de Zayn? Él no permitiría que me presentara en la escuela.


Aún sin un plan en mente me dirigí a preparar la bañera, estaba segura de que un baño relajante me ayudaría a pensar en algo; sin embargo, Los minutos transcurrían y por mi cabeza nada coherente pasaba.


-¿Violett? –debo admitir que el grito proferido por Zayn no me sorprendió en absoluto, incluso ya se había tardado en regresar a mi lado.


-En la bañera –le indiqué con suavidad.


-¿Y Sam? –Su voz se escuchaba cada segundo más cerca-. ¿Ya se fue?


Las palabras salieron de mi boca incluso antes de poder evitarlo.


-No, está aquí conmigo –la ironía era sumamente evidente en el matiz de mi voz.


Todo se mantuvo en silencio durante algunos minutos por lo cual decidí abrir los ojos. Zayn se encontraba recargado contra el umbral de la puerta, sosteniendo una botella de vino y un par de copas de cristal.


-Eso no fue gracioso –comenzó a acercarse a mí.


-Nunca dije que lo fuera –admití con algo de pereza.


Zayn no dijo nada más o por lo menos nada relacionado con Sam.


-Estando en mi departamento me tope con esta botella de vino –se sentó en el borde de la bañera-, y decidí traértela, una copa te ayudara a relajarte.


Zayn descorchó la botella y se apresuró a verter aquel líquido tinto en las copas para después ofrecerme una.


En cuanto tuve el vaso en mi mano bebí el vino de un solo trago.


-Con mesura, Violett –musitó mientras rellenaba mi copa-, o terminarás ebria.


-No estaría nada mal –reconocí mientras le daba un pequeño sorbo-, hace tanto tiempo que no lo hago.


-¿Desde aquella vez que te rescate del club? –se aventuró a preguntar y acertó.


-Sí –admitir aquello no era algo que me hiciera feliz y mucho menos orgullecer pero sin duda alguna repetiría todo lo suscitado aquella noche si eso me asegurara el estar aquí, junto a Zayn, ahora.

-Pensándolo bien –hizo una pequeña pausa mientras le daba un sorbo a su bebida-, creo que es mejor que no bebas, tú en estado de embriagues eres sumamente conflictiva.

Al escuchar aquella afirmación tuve la necesidad de reír, resultaba irónico que él me acusara de conflictiva cuando nuestros problemas más recientes se debieron a su exceso con la bebida.

-Conflictiva o no –coloqué mi copa vacía en el suelo-, sé que siempre vas a estar ahí para protegerme.

-Siempre –confirmó mientras se acercaba a besarme. Sus labios se encontraban tan jugosos y eso me hizo más difícil la labor de soltarlo.

-Debo confesar que me encantó la forma en la que pusiste en su lugar a esos imbéciles –mordí mis labios ante el lejano recuerdo-, resultaba sumamente excitante verte golpeándolos.

Zayn sonrió antes de besarme nuevamente.

-Me alegra haber estado ahí esa noche –acarició mi rostro antes de que su ceño se frunciera-. La sangre comienza a hervirme de tan solo pensar en lo que pudo ocurrirte si yo no hubiese aparecido –apretaba la mandíbula con fuerza.

-Pero lo hiciste –acaricié una de sus piernas con toda la intención de calmarlo-, y me alegra, pues esa fue la noche en la que todo empezó entre tú y yo, mi gran soldado espartano.

-Me gusta cómo suena eso –ronroneó-, deberías intentar llamarme de esa forma cuando estemos en la cama.

-Puedo llamarte de la forma en la que te plazca, amor –le sonreí coquetamente.

Zayn me sirvió un poco más de vino y después se colocó detrás de mí. Se sentía tan bien tener sus manos sobre mis hombros, la presión que ejercía en ellos era deliciosa.

-¿Quién te enseñó a pelear de la forma en la que lo haces? –decidí preguntar después de permanecer en silencio por tanto tiempo.

-En la calle.

Su respuesta había logrado tomarme por sorpresa, nunca esperé que su talento con los puños lo hubiese perfeccionado en las calles, sus movimientos lo hacían lucir mucho más elegante que un simple peleador callejero.

-Interesante –murmuré con estupefacción-, ¿Cómo es que un chico rico terminó peleando en callejones?

-Desde que tengo memoria siempre he asistido a escuelas públicas, así que el término de "chico rico" no me define en lo absoluto, yo nunca compartí los ideales de esos bobos –dejó de tocar mis hombros-. Alrededor de los 15 años me uní a una pandilla...

Giré con rapidez mi cuerpo para poder apreciar su rostro. Zayn se encontraba serio y no pude evitar que una carcajada abandonara mi garganta.

-¿Es enserio? –Zayn me respondió con un ligero asentimiento de cabeza-. Esto es increíble –no tenía la menor idea de porque esto me extasiaba tanto, quizás solo se debía al vino corriendo por mis venas pero esto me emocionaba demasiado-. ¿Te hiciste algún tatuaje como rito de iniciación? –comencé a reflexionar sobre todas y cada una de las marcas que había en su cuerpo para así intentar encontrar aquella que lo ligara a su pandilla pero no lo logré.

-No –sonrió-. Los tatuajes vinieron después de desertar.

-Pensé que eso estaba prohibido entre ustedes los pandilleros –confesé-. Que la muerte o la cárcel eran las únicas salidas para esto.

Ahora fue el turno de que Zayn riera a carcajadas, y debía admitir que amaba la forma en la que su nariz se arrugaba, esa acción lo hacía parecer tan tierno.

-Has visto muchas películas, Violett –una sonrisa se mantuvo en su rostro-. Aunque supongo que existe una tercera opción para abandonar un clan y esa es tener como amigo a Liam Payne.

Que Zayn lo nombrara sin el perpetuo tono de molestia que solía utilizar en las últimas semanas era algo sumamente bueno.

-Liam y papá me hicieron apartarme de esas personas la noche en la que me encontraron en la estación de policías.

-¿Lo ves? –pregunté victoriosa-. Mi teoría no estaba tan equivocada después de todo, tú desertaste tras ir a la cárcel.

Zayn se limitó a sonreír.

-¿Por qué te llevaron a la estación de policías? –lo miré con atención, presentía que lo que se aproximaba sería algo interesante.

-Me atraparon pintando sobre una pared –murmuró con una tranquilidad total.

Sonreí. Cada cosa que Zayn decía me sorprendía más que la anterior.

-¿Eras un grafitero? –el asombro se hizo presente en mi voz al igual que el estupor. ¿Quién iba a imaginarlo? El recto Zayn Malik en sus días de adolescente fue un chico malo.

-Yo prefiero el término muralista –me mostró una pequeña sonrisa.

-¿Usabas brocha? –cuestioné.

-No –por su expresión era evidente que sabía al punto al cual quería llegar-, solo aerosol en lata.

Sonreí nuevamente sabiéndome vencedora.

-Entonces lo que hacías era grafiti y no murales –sentencié antes de darle la espalda nuevamente.

Tome una vez más mi copa y le di el último trago.


-Esto es excitante, ¿sabes? –Cerré los ojos en un intento por disfrutar aún más de las sensaciones de placer que causaban sus manos sobre mí-. Yo siempre quise salir con un chico malo y ahora salgo con el chico más malo de todo Bradford.


-Lamento decepcionarte, cariño, pero no soy malo –comenzó a besar la base de mi cuello enviándome una serie de escalofríos por toda la columna-, aunque por ti podría pretender que lo soy.


-Yo te amo justo como eres, Zayn –me giré de nuevo a él-, así que no intentes cambiar nada.


-Cambiaré algunas cosas, amor –tomó mi rostro entre sus grandes manos-, tú mereces tener un mejor yo cada día.


-Eso es muy dulce –murmuré mientras me perdía en lo más profundo de sus ojos.


Con Zayn se cumplía a la perfección eso de no necesitar ojos claros para poseer una mirada hermosa. Un solo vistazo a sus intensas orbes marrones y todo dejo de tener sentido para mí.


-No más que tú...o tus besos –susurró sobre mis labios.


Amaba que Zayn me besara, que me tocara, amaba todas y cada una de las sensaciones que me provocaba con su sola presencia, lo único que no me gustaba era cuando se apartaba de mi lado.


-¿Por qué no entras conmigo en la bañera? –comencé a incitarlo, no me encontraba preparada para dejarlo ir, necesitaba sentirlo cerca.


Zayn introdujo una de sus manos en la tina, gemí cuando lo sentí aproximarse peligrosamente a mi zona íntima.


-El agua ya está algo fría, ¿no crees? –retiró su mano mientras una sonrisa socarrona relucía en su rostro.


-¿Entonces qué sugieres? –le quité el tapón a la bañera con el pulgar de mi pie y poco a poco comenzó a desaguarse.


-Vayamos a la ducha –susurró contra mi oído poco antes de besar mi lóbulo-, ahí el agua estará hirviendo, yo me encargare de eso.


-Está bien, tú ganas –accedí mientras me apeaba dentro de la bañera.

Zayn me tomó por la cintura y en cuanto mis pies tocaron el suelo, se abalanzó sobre mis labios.


Mis manos se movían ávidas por todo su cuerpo mientras intentaba desprenderlo de su ropa, necesitaba con urgencia colocarme bajo la regadera o que Zayn iniciara a acariciarme con mayor intensidad pues estaba congelándome.


Zayn se alejó un poco de mí, lo suficiente como para poder deslizar sus pantalones por sus piernas, aproveché la circunstancia y deshice el chongo que había en mi cabeza, permitiendo que mi cabello cayera en cascada sobre mis hombros.


Zayn se irguió de nuevo frente a mí y se mantuvo observando mi rostro durante un par de minutos.


-¿Qué ocurre? –demandé una respuesta con una risita nerviosa, de esa manera me ponía el que Zayn me mirara fijamente durante tanto tiempo sin decir nada.


-Eres hermosa –me contempló embelesado. Su expresión era la misma a la que tendría de estar admirando a una auténtica obra de arte.


-Tú siempre sabes que decir –reconocí con una pequeña sonrisa en mi rostro mientras bajaba la mirada a mis pies.


-Tú me llenas de inspiración, Violett –me tomó de la cintura y me acercó por completo a su cuerpo.


Ambos nos encontrábamos totalmente desnudos y hallándonos sin ningún impedimento, lo llevé hasta la regadera.


El agua resbalaba por mi cuerpo creando una especie de calor reconfortante, pero esa sensación no era nada comparada con el fuego que se propagaba por todo mí ser mientras Zayn me sostenía entre sus brazos.


Sus besos quemaban al igual que lo hacían sus caricias, pero no sentía la necesidad de alejarme de su lado, me gustaba sentirme en las llamas de la pasión.

El rozaba mis hombros y gran parte de mi espalda con sus suaves labios, mientras sus manos ascendían hacia mis pechos.

Eché la cabeza hacia atrás cuando Zayn comenzó a apretujar mis senos, los amasaba con firmeza y pellizcaba los pezones a su completo antojo, pero estaba bien, yo gozaba con el más insignificante de sus toques.

Giré entre sus brazos hasta quedar de frente a él. Zayn sonreía con jactancia, era sumamente consiente de todo lo que era capaz de provocar en mí y le gustaba fanfarronear sobre ello, pero yo también sabía utilizar bastante bien las manos en busca del placer.

Me acerqué a besarlo apasionadamente mientras paseaba mis manos por su musculoso y húmedo pecho, poco a poco fui descendiendo hasta llegar a su miembro, lo tomé con vigor entre mis manos y comencé a acariciarlo justo como él me lo había descrito en nuestra llamada caliente; sobándolo desde la base hasta la punta. Zayn jadeó contra mi boca cuando comencé a palpar en formar circular sus testículos.

-No eres el único que sabe jugar, cariño –esbocé una sonrisa juguetona mientras acercaba de nuevo mi boca hacia la suya.

Zayn bajó su mano hasta mi vagina e introdujo profundamente y sin piedad alguna un par de sus dedos, los movía con una maestría placentera y tras unos cuantos minutos logró que me corriera.

-Podrás jugar, amor, pero yo sigo siendo el mejor –musitó altivamente contra mi oído mientras sus manos me impulsaba hacia sus caderas.

El agarre que ejercía en su cintura con mis piernas era débil pues mis extremidades se encontraban de esa manera después de aquel estremecimiento provocado por el regocijo que me otorgaban sus íntimas caricias.

Gemí nuevamente cuando sentí la fría pared contra mi espalda, Zayn la estaba usando de apoyo mientras me presionaba contra ella.

Llevé mis brazos alrededor de su cuello y lo acerqué de nuevo a mis labios. Nos encontrábamos aun en el primer beso cuando Zayn se deslizó con fuerza dentro de mí, la humedad de nuestros cuerpos lograba que la fricción entre nosotros resultara mucho más fácil, él entraba y salía de mí con absoluta soltura; todas y cada una de sus embestidas eran mucho más profundas y poderosas que la anterior, y en pocos minutos llegué al orgasmo más ruidoso que había experimentado en los últimos días.

Descansé mi barbilla sobre uno de sus hombros mientras esperaba a que mi pulso cardiaco se regularizada, cuando esto ocurrió, Zayn me colocó de nueva cuenta en el piso.

-Esto me gusta cada vez más –confesó mientras me sujetaba en sus brazos, esa era una acción inteligente pues en este momento me encontraba tan endeble que cuestionaba enormemente la capacidad de mantenerme de pie por mi propia cuenta.

-Es bueno escuchar eso –admití lánguidamente-, por que acabas de matarme y ahora deberás enterrar el cuerpo... -le informé.

-¿Qué significa eso? –cuestionó mientras una leve carcajada lo abandonaba.

-No lo sé –cerré los ojos y me abracé aun más a su cuerpo-. Tú haces que todas mis energías se esfumen, siempre que me haces el amor me dejas medio moribunda –hice una pausa involuntariamente-, pero me gusta, ¿sabes? Es como si una parte de mí muriera y otra emergiera desde lo más profundo de mí ser.

Por minutos nada además del sonido de las gotas chocando contra las baldosas fue perceptible, hasta que Zayn se dignó a hablar.

-No tenía idea de que así te hacía sentir –su voz se escuchaba reflexiva. Era difícil determinar cuál era su humor en este momento.

-Eres el único que lo ha logrado –confesé poco antes de depositar un suave beso sobre uno de sus hombros.

Zayn me llevó de nuevo bajo la regadera y decidí que era el momento indicado para abrir los ojos, aunque no podía decir lo mismo de mi boca.

-Conozco tu enorme y obscuro secreto... –dije, quizás inoportunamente.

-Creí que lo sabías desde la primera vez que te hice el amor –sonrió pícaramente. Con su comentario resultaba evidente que había hecho referencia a su miembro.

-Yo me refería al examen –solo aquella frase necesité para que la sonrisa desapareciera de su rostro.

-Sam es un bocón –lo acusó pero no parecía molesto, creo que en el fondo Zayn nunca esperó que Sam le guardara el secreto realmente.

-Fue lindo lo que intentabas hacer –acaricié sus mejillas-, pero era imposible que no me enterara, Zayn.

-Creí poder mantener esto oculto hasta mañana –admitió mientras me miraba directamente a los ojos.

-¿Y después qué? –Pregunté con serenidad, me interesaba realmente saber cuáles eran sus planes-. ¿Qué ibas a hacer cuando yo regresara a la escuela y me enterara?

-Eso ya no importa, Violett –limpió el excedente de agua que escurría por mi rostro-, tú estás al tanto de todo. Mejor contéstame, ¿qué planeas hacer ahora que lo sabes?

-Bueno –me abracé de nuevo a él-, yo esperaba ayuda del maestro más sexy que he conocido.

Lo escuché reír contra la cima de mi cabeza.

-¿Quieres mi ayuda?

-Nadie sabe más que tú de arte –comencé a adularlo esperando que eso me facilitara aun más las cosas.

-¿Y qué ganaría yo? –cuestionó con cierta inflexión de interés en la voz.

Me alejé de él. No diré que no esperaba que Zayn intentara "negociar", aunque tenía la ilusión de que se apiadara de mí; sin embargo, sabía cómo convencerlo.

-Pues si me ayudas yo sería muy feliz –Zayn me miraba expectante-, y si yo soy feliz habría la gran posibilidad de que sea buena contigo –le sonreí provocadoramente.

-Hmmm.... –comenzó a sopesar mis palabras-, suena sumamente interesante.

Tomé a Zayn por sorpresa y comencé a besarlo con deliberada lentitud mientras él me acercaba una vez más a su ejercitado cuerpo.

-¿Vas a ayudarme? –lo observé con atención esperando que Zayn aceptara mi propuesta.

-Sí –accedió después de permanecer varios minutos bajo mi mirada suplicante. Con rapidez me acerqué a besarlo intentando demostrarle mi gratitud-, pero prométeme algo.

-¿Qué cosa? –le sonreí.

-Que mañana solo irás a hacer ese tonto examen y que al terminarlo regresarás a casa –me miró con seriedad.

-Zayn... –comencé a protestar pero él detuvo inmediatamente mis quejas.

-Necesitas descansar, amor –me recordó con suavidad-, tú amigo Venturi lo recomendó.

Sonreí con ironía.

-¿Descansar? –Arqueé una ceja-. Es curioso que solo lo recuerdes cuando no se trata sobre tener sexo.

-Lo tomas o lo dejas –me advirtió.

-Esto es increíble –negué con indignación por la postura que mostraba.

Tomé la esponja de baño y comencé a tallar mi cuerpo; sin embargo, Zayn me la arrebató después de tan solo unos segundos.

-Cariño, yo solo quiero lo mejor para ti –comenzó a pasear la esponja por todo mi cuerpo-, y si creyera que un poco de sexo sería perjudicial para ti, te aseguro que no intentaría nada contigo.

Traté de no hacer contacto visual con él mientras tallaba algunas partes de mi cuerpo.

-Está bien, Violett –aceptó aun no muy convencido-, voy a ayudarte a estudiar y tú puedes hacer lo que se te venga en gana.

A pesar de lo bruscas que sonaron sus palabras, sabía que él no estaba realmente molesto conmigo.

-Gracias –sonreí antes de besarlo y él me correspondió casi de inmediato.

-Me es imposible estar molesto contigo –confesó mientras dejaba que yo lo enjabonara esta vez.

-Es porque sabes que yo tengo la razón... –Zayn me arrebato la esponja y la arrojó a cualquier lugar.

-No quiero discutir, Violett –me impulsó una vez más hacia su cintura, logrando que mis piernas lo rodearan-, en lugar de eso, intenta convencerme para acceder a cualquiera de tus caprichos.

-No creo que sea necesario, tú siempre cumples mi voluntad –mordisqueé su cuello-, pero intenta convencerme tú para que mañana vaya solo a la escuela a hacer ese estúpido examen.

Zayn esbozó una sonrisa torcida mientras la lujuria fulguraba en su mirada.

-Tus deseos son ordenes para mí, preciosa –sentenció antes de besarme con entusiasmo y frenesí.

Continue Reading

You'll Also Like

2.4M 250K 134
Dónde Jisung tiene personalidad y alma de niño, y Minho solo es un estudiante malhumorado. ❝ ━𝘔𝘪𝘯𝘩𝘰 𝘩𝘺𝘶𝘯𝘨, ¿𝘭𝘦 𝘨𝘶𝘴𝘵𝘢 𝘮𝘪𝘴 𝘰𝘳𝘦𝘫...
322K 21.9K 94
Todas las personas se cansan. Junior lo sabía y aun así continuó lastimando a quien estaba seguro que era el amor de su vida.
140K 20K 62
nacido en una familia llena de talentos aparece un miembro sin mucho que destacar siendo olvidado sin saber que ese niño puede elegir entre salvar o...
270K 7.2K 36
﹝🐍﹞ ── Traducciones de historias sobre los Slytherin Boys