AMOR POR CONTRATO (Editando)

By GirlBroken07

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Teníamos un contrato donde especificábamos que no éramos amigos y mucho menos novios, aunque pasábamos más co... More

Sipnosis
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Quiero olvidarlo
Mike
Brasil
No estoy celosa
Eso esta por verse
Pronto.
Caricias
No puedo estar mas feliz
Te ganaste mi corazon
Hija perdida
Miedo de perderte
Enamorados
Confia en mi
Dulce sueños
A penas comienza
A salvo
Nadie nos va a separar
Siendo uno solo
Loco por ti
Una desición
Estupidamente enamorada
Sintomas
nota
Positivo
La verdad
El Fin
Nota
aviso

Capítulo 12

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By GirlBroken07

—Ay... no puede ser.—pongo mis manos en la isla de la cocina.

—Te ves muy mal.—dice el bajando las escaleras y arreglando el cuello de su traje.

—Estoy en perfectas condiciones —mentí.

—Sí claro.—se pone su reloj.—Tienes gripe

—Sip.—le afirmó ya que no estoy bien.—Pero no te importa. Sé cuidarme.

—Como sea.—entra a la cocina y toca mi frente y luego mi cuello.— Estas ardiendo, ¿cómo puedes decir que estás bien?

—Sí, bueno ya haré algo.— reí un poco y retrocedo.—Tienes que irte.

—¿Estas echándo de mi casa?.—alza una ceja y entrecierra un poco los ojos

—Sip.....ay.—me quejo, me duele todo.—Iré a descansar.

Iba a subir las escaleras pero en ese momento la vi muy extensa por lo que caminé al sofá y ahí me acosté.

—¿Quieres que me quede?.—lo veo caminar a mi.—No estaré tranquilo al sabes que estas enferma.

—No te necesito así que puedes hacer irte.—digo como puedo para después dormirme.

***
Siento como mi cuerpo duele y también tiembla debido al frío que tengo y que alguien con mucho cuidado me carga y comienza a caminar.

—Te llevaré a tu habitación.—no dije nada.—Tienes mucha fiebre.

—No me siento bien.—me quejo media dormida.—Mi cuerpo, duele.

—Lo sé.—sigue caminando.—Ya te sentirás mejor, te lo prometo.

Y por alguna extraña razón sonreí con mucho cuidado me deja en la cama y cubre mi cuerpo.

—Vendré en un momento.— se sienta a mi lado y le tomo la mano.

—No me dejes.. sola.—siento demasiado frío.

—Iré a ver que tengo para calmar tu fiebre.—su mano acaricia mi cabello—¿Bien?

—Bien.

Me senté en la cama e iba a ponerme de pie hasta que lo veo entrar a mi habitación.

—¿Que haces?

—Tratando en ponerme de pie.—pero el me vuelve acostar.

—Encontré esto.—me muestra unas pastillas.—Calmará tu fiebre y los dolores musculares.

—¿Desde cuando eres gentil?—sonreí.—Me agrada el Chris gentil.

Me pone dos pastillas en mis manos y me pasa un vaso de agua, me lo tomo sin pensarlo.

—Gentil.—me reí.—Que graciosa es esa palabra... Gentil.

—¿Como que estas hablando mucho, no crees?—hago un puchero tierno.—Bien, ahora descansas.

—¿Descalza? ¿Quien es descalza?

—¿Qué?—dice confundido.

—¿Qué?—digo yo más confundida.

—Estas loca.—me acuesta en mi cama y me acomoda.—El medicamento no tardará en hacer efecto por lo que te dará sueño ¿Bien?

—Si, señor.—hago como si fuese militar.

—Dios, dame paciencia.—susurra.

Por un momento me mantuve tranquila pero despierta aunque no sabia exactamente que era lo que estaba haciendo o diciendo.

—Oye..—el me pone atención sentado a mi lado.—¿Quieres besarme?

—No.—lo escucho reír y fue hermoso.—No voy a besarte.

El sutilmente acaricia mi mejilla y acepto aquel toque.

—Estás bajo medicamento que probablemente no recuerdes nada mañana.—me reí.—No voy a besarte... No en esa condición.

—De acuerdo.—sonríe de lado y en minutos me quedo dormida.

***
Bajo las escaleras y al llegar al último escalón veo a Chris sirviendo algo en una taza

—Aquí está tu té.—me dice y pone la taza en la isla.—Las pastillas.—me la entrega.

—Gracias.—estornudo, me tomé las pastillas con el té.—Gracias por llevarme hasta mi habitación.

—No hay de que..—lo miro su espalda de arriba hasta abajo.

—De casualidad... ¿Hice o dije algo?—el se gira y seca sus manos con una toalla.

—No.—responde enseguida.

—Mmmh—dudo.—¿Seguro?

—Sí.

—Bueno, iré a recostarme en el sofá.—el asiente —¿Estás seguro.. de que, no..?

—Solo te dormiste.—el toma un sorbo de café.

—Sabes.—entrecierro mis ojos y doblo mi cabeza a un lado.—No confío en ti.

—Lo sé.—toma otro sorbo para ocultar su sonrisa.

POV'S CHRIS

Noche anterior..

Realmente está muy enferma con su nariz roja al igual que sus mejillas y ojos la ví como se dejaba vencer por el sueño aunque luchaba por no dormir hasta que no pudo más. La luz de la luna través de la ventana caía  en su rostro, se había quedado dormida con su cabeza apoyada en una mano por lo que tuve que acomodarla, cubro su cuerpo con su sábana y toco su cuello, aún tiene temperatura pero ya empieza a sudar y le quito un poco de cabello en su frente. Doblo las mangas de mi camisa y la llevo hasta mis codos entonces recibo una llamada.

—¿Bueno?

Hermano, ¿por qué saliste a mitad de reunión? ¿Está todo bien?

—Mmmh.—pellizco el puente se mi nariz.—Sí, bueno.. no.

—¿Que ocurre?—está preocupado.—Algo grave debe de ser porque no eres de salir antes de que termine una reunión. Nunca me has dejado a cargo y está vez lo hiciste.

Es Alison.—la miro y ella se gira dándome el frente.—No.. no está bien.

—¿Que le pasa?—hubo silencio.—Chris.

—No debí dejarla..

—¿Que tiene ella?—dejo de mirarla y me pongo de pie.

—Tiene gripe.—Marco suspira.—Creo que debo de llevarla al hospital.

Tranquilízate solo es gripe.—camino de un lado a otro.—Supongo que le diste algo para la temperatura.

—Sí.

Bueno solo espera hasta mañana.

—No, no puedo con esto.—siento mi corazón latir y le cuelgo.

Me acerco a ella, está empapada de sudor camino hacia el baño y busco una toalla para humedecerla con agua vuelvo hacía ella para tomar asiento a su lado ella se remueve un poco y comienzo a pasar la toalla húmeda por su frente y cuello lo hice varias veces hasta que su temperatura bajara. Un rato más tarde me encuentro en la cocina y me sirvo una taza de café caliente al salir de la cocina y escucho como ponen la clave de la puerta principal y ésta se abre.

—Cariño.

—Mamá.—ella camina a mi y me abraza.—Marco.

—No te molestes.—rompo el abrazo de mi madre.—Me preocupé

—Tendré que cambiar la clave.—sonrío incómodo.

—¿Está todo bien? ¿Donde está?.—me pone su suave mano en mi mejilla.

—Está arriba.—me mira con ternura.—En su habitación. ¿Café?

Ellos se negaron y los tres subimos a la habitación de Alison quien está vez nos daba la espalda mi madre se acerca a ella sentándose en su cama poniendo una mano en su mejilla y nos mira bastante preocupada.

—Chris.. Tiene la temperatura muy alta.

—¿¡Qué!?—voy a ella y me pongo en cuclillas, está temblando.—Debemos de llevarla... Hay que llevarla.

—Tranquilo.—mi madre me toca el hombro.—Ella estará bien.

—¡No!—me pongo de pie.—Su temperatura había bajado, ¡Yo me aseguré de eso!

En eso Marco aparece con una toalla húmeda y una vasija con agua.

—Solo es gripe.—niego controlando mi respiración.—Si al amanecer no mejora te prometo llevarla al hospital.

—Mamá..–ella se pone de pie.

—No le pasará nada, hijo.—busca mi mirada.—La estás cuidando bien, estoy orgullosa de ti. Ahora ayúdame a ponerle la toalla húmeda.

Lo siguiente que hice fue sentarme en la cama y con delicadeza tomo su brazo  e hice que se sentara aún dormida y la recuesto en mi pecho ella se queja un poco y se remueve solo para acomodarse mejor.

—Tienes que subir su ropa.—miro a mi mamá y hago lo que me pide.

Desde su espalda subo su camiseta y dejo su espalda descubierta pasando mi mano por su piel, aclaro mi garganta y trago en seco.

—Oh, mi niña—dice mi madre al sentir su temperatura y luego pone la toalla en su espalda y ella vuelve a quejarse.—Estarás bien.

Yo acomodo su cabeza en mi hombro y su respiración es caliente llevo una mano a su cabello y llevo hacia atras para verla sonreír.

—Gracias, mamá.—ella sonríe y me mira.

—No tienes que agradecer, haz pasado por mucho.—exprime la toalla y la pone nuevamente en la espalda de Alison.—Sé que me necesitabas aunque ahora eres incapaz de pedir ayuda. Ella está en buenas manos.
***

Ella termina de tomarse su té mientras veía un poco de televisión quito mi mirada de ella cuando mi celular suena

—¿Sí?—es mí papá.—entiendo, sí estaré allá en unas horas.—cuelgo.

—¿Todo bien?—su dulce y agripada voz hace que la mire.—Te ves triste.

Sus ojos soñoliento y cabello despeinado dándole un toque de frescura pero también se enferma notó que no estaba bien.

—No creo que debas salir así quédate aquí.—le contesto evadiendo su pregunta.

Ella camina sin dejar de verme ni por un segundo hasta que se sienta en una de la silla de la isla.

—No respondiste.—suspiro, ella suelta un bostezo.—¿Que pasa?

Toma su último sorbo del té y me mira esperando una respuesta.

—El abuelo falleció.—ella cubre su boca con sus manos.—En la madrugada.

Ella se pone de pie y me abraza fuerte escondiendo su rostro en mi pecho y no se porque lo hice pero beso su cabeza.

—Lo lamento mucho.—escuché como su voz se quiebra.—Lo siento.

—Todo está bien.—seco sus lágrimas acariciando su mejilla y me quedé viendo sus ojos triste.—Debo salir.

—Iré contigo.—remojo mis labios y pongo mis manos en mi cintura.

—Estas enferma.—estornuda.—Te quedarás.

—Estas demente si piensas que me quedaré.—aprieto mis labios y suelto una risa seca.

Unas horas más tarde nos encontrábamos en la parte trasera del auto, ella traía un vestido negro manga mediana ajustado liso haciendo más pronunciada su curvas perfecta el vestido le llega justo en las rodillas su cabello ondulado y unos tacones no tan altos suelto y unas gafas de sol. Su nariz aún seguía roja por el resfriado pero por lo menos ya no tenía tanta fiebre. Llegamos al cementerio y ella me mira.

—¿Estas bien?—digo que si con mi cabeza y ella me sonríe leve.

Bajamos el auto y la ayudo a bajar y me lo agradece mientras caminamos viendo a mi familia a lo lejos luego miro a Alison quien trae dos rosas blancas en una mano y con la otra toma mi mano. Miro la multitud de personas ya sea familia, amigos y empleados.

—No me gusta esto.—dice de pronto.

—A mi tampoco.—la ví como frunció el ceño.

Cuando nos acercamos mi madre me abraza y acaricia mi mejilla para luego mirar con ternura a Alison quien no dejaba de estornudar. Todo nos sentamos para escuchar al padre dar unas palabras, mi abuelo fue una de las personas más importante de mi vida fue uno de mis mejores amigos siento la mano de Alison tocar la mía y le acepto uniendo nuestras manos, algunas personas dieron un pequeño discurso pero yo omití esa parte, los recuerdos con mi abuelo nadie tiene por que saberlo, después de su cristiana sepultura las personas comenzaron a irse mientras yo seguía parado.

—Señor.—se acerca Rose.— Lamento su perdida.

Me quedo callado con mi mente pensando en un sinfín de cosas.

—Déjame sola con mi esposo, Rose.—Rose asiente y se va.

—Cuando estés listo.—aprita mi mano con la de ella y espera junto a mi.

—Ve al auto.—estornuda.—Y espérame ahí.

—¿Por qué?—aprieto mi mandíbula.

—¿Puedes hacer lo que te digo por primera vez en tu vida?.—le alzo un poco la voz y suelta mi mano.

Veo que se contiene para hablar pero esta vez hizo caso y se marchó. Empiezo a caminar por unos minutos hasta que me encuentro con su tumba y solo me quedo ahí, mirando donde ahora ella descansa para siempre cierro mis ojos por varios segundos.

Veo su cuerpo sin vida

Abro mis ojos y deseo dejarla.. lo deseo tanto pero a la vez me siento culpable de la vida que le di y que nunca me lo perdonaré.

Entro al auto y me quito la corbata negra me quedo quieto de reojo miro a la mujer que le está mirando.

—¿Donde estabas?—es una curiosa.

—Necesitaba estar solo.—ella asintió.—Vamos a casa.

Ya en casa Alison se fue a a descansar a tu habitación, yo entro a la cocina y me preparo una copa de vino y subo a mi habitación justo cuando tomo el cerrojo de la puerta mi celular comienza a sonar.

—¿Bueno?—contesto.—De acuerdo.. no, no. Si lo veré en un momento, espero no encontrarme con una estupidez ya he tenido bastante en estas últimas semanas.

Entro a mi habitación y me quito botón por botón mi camisa pongo la llamada en alta voz y termino de quitarmela por completo y la lanzó al borde de la cama.

Debemos de enviar un equipo para que analicen el lugar.

Sí, yo me encargo de eso.—tomo mi Mac.—¿Ya tienen los bocetos?

Creo que no lo tienen listo.—respiro profundo y me siento en mi cama luego enciendo la lámpara de noche.

—Perderé la cabeza.—susurro de mal humor.—¿Algo más, Méndez?

No señor.—le cuelgo.

El sonido del cerrojo hace que mire hacia la puerta y miro una silueta para luego entrar.

—¿Todo en orden?—me pregunta y estornuda.

—Solo es trabajo.—le digo entrando a mi correo electrónico.

—Es tarde, déjalo para mañana.—se abraza ella misma.—Descansa.

—Tengo que ver lo que mis empleados hacen.—ella asiente.

—De acuerdo.

—Ven.—la invito a mi cama.—Acompáñame.

—¿Quieres... que te acompañe?—la veo dudar.

—Es lo que dije.—ella muerde su labio.

Se queda unos segundos pensando y cede, gatea en mi cama y se coloca a mi lado y ambos miramos los planos.

—¿Para que es?

—Remodelación de un hotel.—le muestro el diseño.—¿Ves esta pared?

—Sí.

—Pues la quieren demoler para hacer esta área más espaciosa.—le pongo el nuevo diseño.—Y dejarlo así.

—Es precioso.—apoya su cabeza en mi hombro.

Seguí mirando bocetos y planos algunos estaban horrible descartandolos por completo y otros más o menos odio los trabajos mal hecho se supone que tengo a los mejores arquitectos y esto es lo que me dan. Me muevo un poco y Alison ya está dormida cierro mi computadora para acomodarla pero ella se aferra a mi brazo termino de acostarla y retiro mi brazo de su agarre, paso mi mano por su cabello castaño para después ponerme de pie la miro por ultima vez y salgo de la habitación.

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