La campana sonó y así, el recreo dio por terminado.
Jos seguía bajo ese arbolito, muy concentrado pintando. No había escuchado el timbre para entrar a su clase, ya que, cuando él pintaba, dibujaba, miraba sus manos, o tenía un juguete en mano, No había quien lo sacara de su mundo.
Aunque, si lo hacían...
La profesora del pequeño Jos, se encontraba en el patio, verificando que cada alumno haya entrado a su aula. A lo lejos vio al niño nuevo, sentado tranquilamente bajo un árbol. Le llamó, pero no obtuvo respuesta, lo hizo una vez más, pero con un tono de voz un poco más alto. Sin respuesta. Extrañada por la actitud del chico, se acercó.
"José, cariño, es hora de entrar". Le dijo.
Nada.
La maestra ya un poco exasperada, tocó el hombro del niño, para que la volteara a ver.
"José, te he dicho que..."
No pudo terminar de hablar porque el pequeño Jos se paro de un salto alarmado y salió corriendo de ahí una vez más, dejando todas sus cosas en el césped.
"Este será un largo ciclo..." Murmuró la maestra, mientras recogía las cosas del niño.
||
Una coordinadora de la escuela encontró a Jos merodeando por ahí. Este se encontraba balbuceando cosas sin sentido mientras jugaba con un carrito, paseándolo por todo el pasillo. Ella le llamó la atención, cosa que el chico ni escuchó. La mujer ya molesta por la indisciplina del niño, lo tomo del brazo, lo cargo, y se dispuso a llevarlo a su aula, junto con un llamado de atención.
El pelinegro se encontraba en tremendo llanto por la gran desesperación de ser agarrado por un desconocido. Pero no podía hacer nada.
Jos no sabía porque las personas eran tan malos con él, si nunca ha hecho nada malo. Él solo quiere jugar.
Frente la puerta del salón, se encontraba Alonso, curioso de saber donde se encontraba... la maestra. En eso, divisó a alguien de la escuela, que creía ser la Sra. Espinosa -como todos le decían, Sra. Gruños-
junto a Jos. Y él se encontraba llorando.
Oh no.
Jos en un intento de liberarse, pellizco a la mujer en la mano. Ella se quejó, empezó a perder la paciencia con ese "mocoso". No le tenía mucha tolerancia a los niños. Trabaja ahí por la paga que tenía, solamente por eso.
Cuando iba a levantarle la voz al niño-pensando que nadie estaba ahí- una diminuta mano la apartó del peli negro.
"Hola Señora gr-Espinosa. Gracias por guiar al niño nuevo, de aquí me encargo yo, está en mi clase, no se preocupe. Nos vemos". Le sonrió y salió de ahí tomado de la mano del chico.
Jos en el momento no notó su mano entrelazada con el niño de ojos bonitos, porque aún se encontraba muy alterado, como para asustarse por otra cercanía. Aunque esta, no se sentía tan mal.
Entraron al aula y Alonso guió a Jos a su asiento. El pelirrojo le dio una mirada tranquila y se sentó. Al instante, la maestra llegó al aula, y vio que se encontraban todos los niños en sus asientos. Incluyendo a Jos.
"Siento la tardanza niños, estaba en un asunto. Bien, anoten la serie de números que escribiré". Dijo comenzando a escribir en el pizarron.
Todos se encontraban anotando lo que su maestra les dictó para después poder realizarlo.
Por el otro lado, Jos solo hacía garabatos en su libreta, muchos, muchos garabatos.
"Psst, psssssst". Le susurraron. Era esa niña de la voz chillona. La ignoró y siguió en lo suyo.
"¿Que haces? La maestra te va a regañar. Mira, si quieres te lo paso. Para que veas que soy una buena amiga". Le sonrió.
Su compañero ni se inmutó para mirarla.
"¡Oye! te estoy hab..."
"Laura, deja de hablar y termina el trabajo, ¿O ya terminaste?". La reprendió su maestra.
La niña negó avergonzada, para después seguir en lo suyo. Sin embargo, escuchó una pequeña risa, que provenía del pequeño Alonso. Ella solo le sacó la lengua.
||
Más tarde, sonó el timbre y las clases dieron por terminado.
Ya todos se habían retirado del salón de clases, solo quedaban Jos y su maestra.
"Cariño, no vas a salir?" Preguntó.
Su alumno se encontraba dibujando en su libreta de trabajo.
"¿No hiciste la actividad que les pedí, José?" Le dijo mirando el cuaderno. Cuando iba a tomarlo, el peli negro se hizo a un lado, evitándola.
Ella enarcó una ceja.
"Bien, ya tuve suficiente de rechazos pequeño. ¿Qué es lo que te pasa?"
Nada, ni un gruñido.
En eso, entra algo agitada al salón la madre de Jos, Mariana.
"¡Jos, bebé! Me asustaste ¿Por qué no estabas afuera con tus otros compañeros?"
El pelinegro escuchó la voz de su mami y reaccionó, fue corriendo hacía ella abrazando sus piernas, aferrándose.
Mariana rió, y lo cargó.
"Es hora de irnos bebé, seguramente Fernanda ya está esperándonos".
"¡Señora! Hola, soy Ally Gonzáles. Maestra de su hijo". Se presentó.
"Un gusto, soy Mariana. ¿Pasó algo con Jos?". Le preguntó.
La maestra titubeó unos segundos, no sabía si debía hablar, o no. "Em... No, nada. Fue un buen niño, algo tímido por ser el primer día, es todo". Le sonrió. "Y solo quería darle esto, el pequeño José lo dejó bajo un árbol". Dijo entregando su loncherita junto a sus crayones.
"Oh vaya, lo siento. Aveces Jos deja sus cosas regadas por ahí". Le comentó. "Jos, ¿Cómo se dice?".
El pequeño que estaba en brazos de su mami, solo se volteo y se escondió entre su cuello, abrazándola.
"Disculpa... y gracias maestra, nos vemos mañana". Dijo Mariana y se fue.
Vaya día.
||
"Alonso, bebé, por aquí!". Lo llamaron, era su mamá.
"Hola mami". Le saludó con un beso en la mejilla.
"¿Cómo estuvo tu día?". Le preguntó mientras se dirigían a casa.
"Bien, estuvo bien. Algo.... aburrido". Le contestó.
"¿Hiciste nuevos amigos?"
Alonso se quedo pensando, ¿Lo hizo? No. Bueno, ese tal Jos, hablo con el pero... No tanto como para decir que son 'amigos'.
"Pues no, bueno... hoy llego un niño nuevo, es algo callado y tímido pero, me agrada". Le comentó.
"Vaya, deberías hablarle bebé, debe sentirse muy nervioso". Sugirió. "¿Cómo es?"
"Mmm bueno, tiene ojos color miel, cabello negro, unas largas pestañas, se parecen a las de una niña...". Dijo eso último, curioso. "Ah, y un lunar arriba de labio". Concluyó.
La mamá del pelirojo lo miraba sorprendida, su hijo para recordar las características así en las personas era raro, es muy despistado.
"Vaya bebé, para no hablar con él, lo conoces muy bien. Si te preguntara cómo es tu hermano, ni siquiera me dirías el color de sus ojos". Se burló.
Alonso se ruborizó.
"Mamá...". Se quejó. "L-lo conozco bien porque se sentó atrás de mí".
Su mami rió.
"Si, esta bien hijo, te creo".
"Muchos de mi clase dicen que es raro y llorón". Hizo una mueca. "Eso me molestó pero no hice nada porque no quería que me molestaran también". admitió inocente.
"Eso esta mal bebé. No dejes que los malos comentarios de otros te hagan dudar en tus actos, tu eres un niño muy lindo y amable. Y no lo digo porque eres mi niño, lo digo porque te conozco muy bien. No dejes que otros influencien en ti". Le dijo sincera.
Y eso era verdad, Alonso era un niño demasiado amable.
Flashback.
"Una tarde, cuando Alonso tenía 4 años, estaba jugando en su patio a patear el balón, mientras su mamá lavaba las vasijas. Ella podía observar a su hijo desde una pequeña ventana que se encontraba ahí. Amaba ver a su hijo divertirse, hasta que en un movimiento equivocado, Alonso falló su patada hacia el balón. Por ende, él se fue hacia atrás.
Columba rió. Era algo usual el que su hijo cayera por estar jugando. Iba a salir para ayudar a su pequeño, hasta que algo llamó su atención.
Alonso se levantó y se sacudió sin problema, para después voltear a ver que era lo que había sentido al caer. Cuando lo hizo, se sorprendió bastante.
Había caído en una pequeña flor.
El pequeño no sabía que hacer, sus ojitos empezaban a cristalizarse. Se sentía muy culpable.
Columba seguía observando atenta la escena.
Alonso, después de tanto pensar, tuvo una idea. Comenzó a escarbar con sus manitas al rededor de la pequeña flor, hasta la raíz. Cuando al fin salió, corrió hasta donde se encontraban un montón de flores reunidas, y empezó a escarbar hasta hacer un hoyo. Tomó la flor, y la colocó ahí, ésta quedaba perfectamente. La enterró y corrió hacia la casa en busca de algo.
Columba fingió hacer cualquier cosa, en cuanto su hijo entró a la cocina.
Él intentaba actuar sigilosamente, cosa que no pudo, ya que hacía mucho ruido.
Al encontrar lo que buscaba, salió corriendo de ahí. Fue hacia la llave, y llenó con agua la pequeña regadera que tenía en manos. Para después, ir hacia donde se encontraba la flor.
¿Pueden adivinar qué hizo?
Exacto, el pequeño niño se hincó y regó aquella pequeña florecita.
Cuando acabó, se paró y se limpió con su manita, las pequeñas gotas de sudor que tenía en la frente. Haciendo que se ensuciara más. Así es, terminó todo lleno de tierra y lodo. Pero con una hermosa sonrisa en rostro.
Columba había visto toda esa escena muy sorprendida y conmovida por el acto de su hijo. Desde ese día pudo comprobar algo.
Su hijo es, y será una gran persona".
Fin Flashback.
Por eso Alonso ama tanto a su mami, ella siempre intentaba intentaba enseñarle los mejores valores, tanto a él, como también a su hermano.
"Tienes razón ma... Lo siento". Dijo arrepentido.
"No te preocupes Cariño, apenas eres un niño, y estás aprendiendo. Muchos como adultos, hemos pasado por eso y te entiendo, solo se seguro de ti y de quién eres". Acarició su mejilla y le sonrió.
Alonso asintió feliz.
||
Ya en casa, el pequeño subió a su cuarto a cambiarse para después, bajar a comer. Fijó su vista a la ventana que daba al jardín trasero. Su mamá le había dicho que alguien tiene poco tiempo viviendo en esa casa, la que anteriormente, era de su amigo Kevin.
La casa quedaba justamente atrás de la suya, y lo único que los separaba era una cerca.
Ellos se conocieron una tarde cuando al pequeño Alonso voló su pelota al otro patio. Por suerte, alguien se encontraba ahí, era Kevin, el le regresó su pelota en cuanto la vio caer. Después de eso hablaron por un buen rato, hasta se hicieron amigos. Jugaban en casa de los dos, y un día, a los pequeños se les ocurrió decirles a sus papás que construyeran una puertita para así no tener que dar toda la vuelta a la colonia para poder ir a jugar. Sus padres accedieron después de tanto insistir. Y así se la pasaron por 2 años, hasta que su amigo tuvo que irse de la ciudad por algo del trabajo de su padre.
Y bueno, el pequeño Alonso se preguntaba constantemente: ¿Quién vivirá ahí? ¿Será otro niño de mi edad? ¿Un ancianito que se moleste si mi pelota se va a su patio?
Vaya.
Su mami le había dicho que un día de esta semana deberían ir con sus nuevos vecinos para darles una cálida bienvenida.
Desde entonces, Alonso espera ansioso.
En fin, terminó de cambiarse y acto seguido, bajó a comer.
||
8:00 pm.
El pequeño Jos ya se encontraba en su camita recién bañado y arropado.
Mariana estaba al lado de él, su hijo no lograba dormir si no le cantaban o contaban un cuento.
"Bien bebé, ¿Qué historia quieres esta noche?" le dijo enseñándole sus cuentos.
"Ése". Él señaló su libro favorito emocionado. Que se titulaba 'La leyenda del Arcoíris'.
"Bien, recuestate". Le dijo y empezó a leer.
"Cuentan que, hace mucho tiempo, los colores empezaron a pelearse.
Cada uno proclamaba que él era el más importante, el más útil, el favorito.
El verde dijo: "Sin duda, yo soy el más importante. Soy el signo de la vida y la esperanza. Me han escogido para la hierba, los árboles, las hojas. Sin mi todos los animales morirían. Miren a su alrededor y verán que estoy en la mayoría de las cosas."
El azul interrumpió: "Tú sólo piensas en la tierra, pero considera el cielo y el mar. El agua es la base de la vida y son las nubes las que la absorben del mar azul. El cielo da espacio, paz y serenidad. Sin mi paz no serían más que aficionados."
El amarillo soltó una risita: "¡Ustedes son tan serios! Yo traigo al mundo risas, alegría y color. El sol es amarillo, la luna es amarilla, las estrellas son amarillas. Cada vez que miran a un girasol, el mundo entero comienza a sonreír. Sin mí, no habría alegría."
A continuación tomó la palabra el naranja: "Yo soy el color de la salud y de la fuerza. Puedo ser poco frecuente, pero soy precioso para las necesidades internas de la vida humana. Yo transporto las vitaminas más importantes. Piensen en las zanahorias, las calabazas, las naranjas, los mangos, las papayas. No estoy, todo el tiempo dando vueltas, pero cuando coloreo el cielo en el amanecer o en el crepúsculo, mi belleza es tan impresionante que nadie piensa en ustedes."
El rojo no podía contenerse por más tiempo y saltó: "Yo soy el color del valor y del peligro. Estoy dispuesto a luchar por una causa. Traigo fuego en la sangre. Sin mí, la tierra estaría vacía como la luna. Soy el color de la pasión y del amor; de la rosa roja, la flor de pascua y la amapola."
El púrpura enfureció con toda su fuerza. Era muy alto y habló con gran pompa: "Soy el color de la realeza y del poder. Reyes, jefes de Estado, obispos me han escogido siempre porque soy el signo de la autoridad y de la sabiduría. La gente no me cuestiona; me escucha y me obedece."
El añil habló mucho más tranquilamente que los otros, pero con igual determinación: "Piensen en mí, soy el color del silencio. Raramente reparan en mí, pero sin mí, todos serían superficiales. Represento el pensamiento y la reflexión, el crepúsculo y las aguas profundas. Me necesitan para el equilibrio y el contraste, la oración y las paz interior."
Así fue como los colores estuvieron presumiendo, cada uno convencido de que él era el mejor.
Su querella se hizo más y más ruidosa. De repente, apareció un resplandor de luz blanca y brillante. Había relámpagos que retumbaban con estrépito.
La lluvia empezó a caer a cántaros, implacablemente. Los colores comenzaron a acurrucarse con miedo, acercándose unos a otros buscando protección.
La lluvia habló: "Están locos colores, luchando contra ustedes mismos, intentando cada uno dominar al resto. ¿No saben que todos son necesarios en el mundo? Cada uno para un objetivo especial, único y diferente; junten sus manos y vengan conmigo.
Y así fue como formaron un gran arco de colores como recuerdo de que todos pueden vivir juntos en paz y como señal de esperanza para el mañana." Terminó.
Jos ya se encontraba profundamente dormido abrazado de su carro favorito.
Mariana besó la cabeza de su pequeño y salió, no sin antes poner el foquito que Jos usaba para poder dormir bien por las noches.
✖️✖️✖️✖️✖️✖️✖️✖️✖️✖️✖️✖️✖️✖️✖️✖️✖️✖️✖️✖️✖️✖️
Perdonen la tardanza.
En fin, les quería agradecer por todos esos comentario bonitos en el primer capitulo🙈💕 Me subieron completamente el ánimo y ya me siento más segura jeje.
No saben lo importante que es/son para mi.
gracias por todooo. ❤️
perdonen si hay errores o faltas ortográficas. Hay cosas que se me pasan.
Nos leemos pronto, chikis.
All the love. Xx
Fer💕.