Clases después, Harry comenzó con el hechizo aturdidor, mejor conocido como Desmaius.
El frío ya se encontraba en el castillo, pequeñas capas de nieve comenzaban a notarse en los techos, ya todos los estudiantes del ED se encontraban en la sala de menesteres, dada por iniciada la clase.
Harry decidió hacer unos pequeños duelos, con algunos para ir practicando los hechizos que han aprendido todo el este tiempo.
— Vamos Nigel, da tu mejor tiro — exclamo, Harry del otro lado de la sala
— ¡Desmaius! — grito, el pequeño haciendo caer a Harry al igual que a él mismo.
— Bien hecho, Nigel — dijo, Hermione.
— Tienes que trabajar en no caerte — comento, Harry al levantarse del suelo.
Luna se acercó a Nigel para ayudarlo a levantarse — ya que estas ahí, ¿quién quiere un duelo con Luna? — pregunto, Harry.
— Yo — levanto la mano, Cho.
Ambas chicas estaban frente a frente a distancia razonable, Pansy dio la señal de que comenzarán, la rubia rápidamente soltó el hechizo adelantándose a su compañera de casa.
— ¡Eso estuvo genial, Luna! — grito, Harry emocionado y aplaudiendo al mismo tiempo —felicidades — la abrazo.
Cho seguía en el piso sobándose el trasero, no literalmente, pero moría de rabia estando en el piso.
— Tú puedes levantarte — susurro, Pansy mientras la jalaba de su uniforme levantado a la chica — no vuelves a mirar a Looney de esa manera — sonrío — bien hecho, Cho... solo a la otra di el hechizo más rápido, ¿sí? — exclamo, para que la vieran.
— Ahora... Ron y... — comenzó a hablar, Harry.
— Yo — grito, Hermione interrumpiendo a su hermano.
— Vamos entonces... — dijo, Ron retándola con las manos — no te preocupes, lo haré con cuidado — dice y algunos ríen.
— Gracias, Ronald — dijo con sarcasmo la castaña.
— Ahora — grito, Pansy.
Ambos se quedaron mirando, esperando el ataque del otro, Hermione estaba decidida a tirarlo al suelo, solo esperaba que tratara atacarla. Pansy observaba a Ron luego a Hermione sucesivamente al igual que todos lo de sala, algo noto raro en la mirada del pelirrojo y Hermione se dio cuenta igual, bajo la varita lentamente.
— ¿Ron? — se acercó Pansy — ¿te encuentras bien? — le pregunto y noto que su mano apretaba la varita y su mirada estaba siguiendo a Hermione sin perderle de vista — ¿recuerdas quién eres? — le susurro al oído.
— Herms... — la llamo, Harry estirando su mano para acercarla a él — ¡la clase termino!, vayan a su sala... — ninguno se movió de lugar — ¡ahora! — exigió.
Los únicos que quedaban eran los Weasley y las hermanas Lovegood.
— ¿Qué sucede? — pregunto, Ginny
— No tengo idea — dijo preocupada, Pansy.
—Tienen que hacer algo — exclamo, Lynne.
— Eso es lo que intentan — Luna defendió a sus amigos.
— Amor... — dijo, Pansy tomando la cabeza del pelirrojo para exigirle que la mirara — mírame... Ron... mírame — pero nada, él seguía mirando a Hermione.
— ¿Por qué me mira? — pregunto, Hermione.
Pansy rápidamente levanto la manga izquierda observando la manga, seguía igual.
— Cariño... ¿me recuerdas? — se acercó a besarlo, pero él se negó apartando su cabeza de ella.
La castaña les dio una señal de que se apartaran, saco su varita, él iba atacarla — ¡desmaius! — lo derribo al instante y Pansy se acerco al pelirrojo.
— ¿Por qué ha sido eso? — pregunto, sobándose la mejilla
— ¿Qué te ha sucedido, Ron? — pregunto, Fred y George.
— ¿Ya se acabó la clase? — pregunto, al notar que nadie se encontraba.
— Algo así — respondió, Harry.
— Deberíamos ir con Dumbledore... — recomendó, Hermione.
Todos asintieron, decidieron que solo lo llevarían los gemelos y Pansy, los demás se dirigieron a sus respectivas casas, al pasar por el gran salón notaron que habían agregado otro decreto:
Los estudiantes serán interrogados por sospechas de actividades ilícitas.
— Debe estar bromeando — dijo, Harry.
— Tenemos que advertirles a todos — recomendó, Hermione.
— No importará de mucho, es como si no conocieran a la cara de sapo, utilizará Veritaserum... pero existe algo que se toma antes y evita que sueltes toda la verdad, puedo hacerlo si comienzo ahora... — explico rápidamente, Lynne.
— ¿Estás hablando en serio? —pregunto, Ginny.
— Recuerdan que no soy la mala, ¿cierto? — comento, sonriente — por supuesto que estoy hablando en serio, tengo que irme para comenzar, podre hacerlo en mi habitación y así que nadie lo encuentre — salió corriendo hacía las mazmorras.
— ¿Le crees? — pregunto, Harry.
— Eso creo — sonó un poco convincente, Hermione — debemos dejarte afuera de la sala de Ravenclaw — le dijo a Luna.
...
Pasaron los meses, no habían descubierto al ED gracias a Lynne por su antídoto contra el Veritaserum, ese acto hizo que Fred quedará más que enamorado, si eso es siquiera posible.
Las clases siguieron con un montón de hechizos defensivos más, levitaron cosas, hasta personas... Cho seguía de extraña según si le preguntabas a Luna, pero si te acercabas a Pansy ella rápidamente responde que Cho está en la etapa de las hormonas y justo anda loca por Harry.
A Ron le permitieron seguir en el ED mientras no se enfrentará a duelo con ninguno, según Dumbledore, él pelirrojo sigue en una guerra de personalidad.
Mientras Harry seguía expulsado del quidditch de por vida, Angelina tuvo que buscar su reemplazo, encontró a un tal Cormac, un año mayor que Harry que justamente anda loco por Hermione desde el año pasado, según dicen por ahí.
La última clase del año se había pasado como agua.
— Nos volveremos a ver después de las fiestas — aseguro, Harry — sigan practicando por su cuenta y los felicito por su excelente trabajo.
— Bien hecho, hermano — le sonrió Hermione.
— Gracias — le respondió sin perder de la vista a Luna
La observo correr por su mochila que se encontraba al otro lado de la sala, quería hablar con ella cuanto antes, aprovechando que Lynne no había venido por sus deberes de prefecta.
— Estábamos pensando... ¿pastillas vomitivas en el té de Umbridge? — preguntaron, los gemelos
— Chicos... ¿podemos hablar de esto luego?... — dijo, rápidamente.
— Bien — dijeron al unisonó.
Luna se quedó mirando el espejo en el cual habían colocado cualquier tipo de fotos y entre ellas encontró una de su madre, se imaginó que Lynne la puso en ese lugar.
— Ella es mi madre — dijo de repente al sentir a Harry detrás.
— Es muy hermosa, Looney — toco su hombro al notar que de su mejilla caían algunas lágrimas. — ¿estás bien?, me dijeron que Umbridge fue dura contigo
— Sí, estoy bien — dijo, cabizbaja — de todas maneras, vale la pena — siguió viendo la hermosa foto de su madre — solo es... que... aprender todo esto... me pone nostálgica — explico.
— ¿Por qué? — pregunto, Harry.
— Es... solo... cuando estoy en un duelo... muero de miedo — soltó con las manos temblorosas — me da miedo que algún duelo de verdad no pueda ser rápida y muera — él tomo su mano para que se relajara.
— Me encargaré de que eso no suceda... aunque me llegue a costar la vida — le prometió.
— Eres un buen maestro — dijo soltando su mano — nunca había podido aturdir nada antes.
— Muérdago — comento, Harry al notar la pequeña planta justo en sus cabezas.
— Probablemente este lleno de Nargles — se burló, Luna sonriendo.
— Sí... — rio Harry — posiblemente sea eso — sonrió
— Harry — comenzó a hablar, la rubia.
— Perdón — dijo de repente, Harry — fui un idiota — ella acomodó su cabello detrás de la oreja y miro al suelo.
— Ya lo sabía — sonrío — no te preocupes.
— Luna... — la llamo y esta lo miro — ¿crees que deberíamos...? — él esperaba que completará la oración.
— ¿Deberíamos qué? — pregunto, Luna.
— No sé... ¿volver? — pregunto nervioso, Harry.
— ¿Volver a qué? — soltó otra pregunta tratando de esconder su enorme sonrisa.
— ¿Quieres ser mi novia? — le pregunto, tomando en cuenta que nunca le había pedido desde un principio.
— Harry... — lo miro y se acercó — lo siento — colocó su mano en su mejilla — ¡no podía esperar más! — exclamo sonriendo y lo abrazó.
Ambos se adentraron a un beso, Luna coloco sus brazos en los hombros de Harry y sus manos en la nuca, él lo único que hizo fue acercarla más en un abrazo, al terminar el hermoso y tan esperado beso de la pareja se miraron como si nunca se hubieran visto a los ojos.
— ¿Eso es un sí? — pregunto, Harry.
— Oh... ¿tú que crees? — respondió con una pregunta y otro pequeño beso — es un súperduper sí — rio pues Harry la seguía abrazando — ya puedes soltarme — comento.
— Tienes razón — la soltó para luego sonreír nervioso — te extrañe — susurro mientras tomaba su mochila, la de Luna y la mano de su ahora novia oficial.
— Yo igual — dijo, y le dio un beso en la mejilla.
— Espera... — se detuvo en seco — ¿qué hay de tu hermana? — pregunto preocupado.
— ¡Ay por dios! — exclamo harta — que se busque una vida — dijo bromeando — o un novio pelirrojo un año mayor que ella, ¿no? — volvió a su voz soñadora y tranquila de siempre.
— El novio es mejor idea — dijo por último Harry antes de dejar la sala.
Dejo a Luna justo afuera de su sala común, se despidieron de un adorable beso que fue conformado por varios pequeños besitos, Harry ya se encontraba en su cama minutos después, se puso su pijama y se quedó totalmente dormido, se había tardado dos horas en llegar a su habitación luego de que la clase terminará, así que, su hermana y su mejor amigo ya se encontraban dormidos, mañana les contaría cada detalle cómo le gusta a Hermione.
Quizás Voldemort este buscando algo, algo que no tenía la vez pasada
Harry
¿Señor Weasley?... este debería ser un sueño... ¿por qué diablos soy una maldita serpiente?... ¡Señor Weasley!... ¿por qué lo estoy atacando?... ¡Basta!
— ¡Weasley! — grito, Harry al despertar — ¡Ronald! — lo despertó con el grito.
— ¿Qué sucede, amigo? — pregunto.
— ¡Tu padre! — se levantó de la cama rápidamente, éste lo siguió
Ambos corrieron por los pasillos oscuros hacia donde McGonagall, la despertaron y ella los acompaño a donde Dumbledore se encontraba.
— ¿En el sueño, estabas parado junto a la víctima o viendo la escena desde arriba? — pregunto, Dumbledore.
Ya los demás Weasley se encontraban en la sala junto con una Hermione media dormida.
— Ninguna de las dos... yo estaba... — trato de explicar sin que sonará como un loco — ¿me puede decir qué está pasado? — pregunto
— Everard... — Albus ignorando la pregunta, le hablo a uno de sus cuadros de retratos. — Arthur está de guardia hoy — aseguro — que lo busque la gente correcta — le pidió.
— ¡Señor! — exclamo, Harry sin resultados.
— ¡Phineas! — llamo a otro cuadro — ve a tu retrato a Grimmauld Place, diles que Arthur Weasley está gravemente herido y que sus hijos llegarán allá pronto por traslador — le ordeno — lo atacaron, es grave, pero creen que se va a sanar.
— El señor tenebroso no logró obtenerlo — aseguro, Everard que había investigado de aquello.
— Gracias a Merlín... ahora... — empezó a hablar.
— ¡Míreme! — exigió, Harry. Todos lo miraron extrañados — ¿qué me está pasando? — le pregunto al fin.
— ¿Deseaba verme, señor director? — pregunto, Severus que se encontraba en la habitación.
— Severus, me temo que no podemos esperar, ni siquiera hasta mañana — comento, Albus — si no, todos correremos peligro — aseguro
Snape tomo a Harry del cuello y lo saco de la sala.
— ¿Qué le hará? — pregunto, Hermione.
— No le dañara ni un cabello — dijo, Dumbledore.
— Más le vale a todos que no le arranquen ni un cabello... — amenazó a su tío con el dedo — si no le verán conmigo, ¿comprenden? — volteo a ver a McGonagall que tenía una mano el pecho por la preocupación.
— Sí, comprendo — aseguro, el director — deberían descansar, mañana toman el tren de regreso sus casas. Menos ustedes — señalo a los Weasley — ustedes se van de una vez...
— ¿Mando a hablarme? — pregunto, Nym que entro tallándose un ojo por el sueño que tenía.
— Necesito que escoltes a estos niños a Grimmauld Place — ordeno a la metamorfomaga.
— Será un placer — dijo sonriente — ya me había aburrido de no poder cuidar a Ron y Pansy por las ordenes de Umbridge, pero tampoco poderme ir por la culpa de Umbridge — miro a Ron — oh, ¿aquí estás? — sonrío nerviosa — era broma, ya sabes... la típica Tonks, ¿no?
...
Las Vísperas de Navidad habían llegado a Grimmauld Place y se notaba en todas las habitaciones ocupadas, todos los Weasley estaban, incluido Arthur que ya se encontraba mejor, los Black, los Longbottom, incluido la abuela de Neville, Pansy que decidió no pasar las fiestas con su familia, sin faltar los Potter y los hermanos Dumbledore.
La cena de noche buena había sido épica, según Sirius nunca se había visto tan llena la mesa con persona felices y conviviendo, se dieron regalos unos a los otros, no falto nadie de un obsequio.
En la mañana de Navidad todos estaban desayunando, era un total caos, la señora Longbottom ayudaba a Molly hacer panqueques para todos.
— Esto es una locura — dijo, Hermione.
— Me encanta — susurro, Pansy para que no lograrán escucharla.
...
Los días pasaron, los Longbottom junto con Albus habían dejado Grimmauld Place, el año nuevo había llegado, luego de que los muggles soltaran fuegos artificiales en celebración del 1997, ya todos se encontraban sentados y la mayoría (o sea Ron) ya comía de su plato, Ginevra golpeaba su vaso levemente.
— Bueno... tenemos año nuevo y con ello nuevas noticias... — comenzó a hablar, Ginevra.
Todos le dieron su total atención a la mujer que hablaba y se ganó la mirada sin comprensión de Demetria.
— Estamos esperando un bebe — soltó de repente dando pequeños aplausos.
Molly salió disparada de su silla hacia su pequeña hermana, sería tía de nuevo, la abrazo y abrazo sin parar para luego ir con Sirius, todos hicieron lo mismo.
— ¡Voy a tener una hermana! — exclamo emocionada dando brinquitos.
— O hermano — dijo, Sirius.
— Sería genial que alguien salvara el apellido — explico, Ginevra.
— ¡Tienen razón! — dijo por último para abrazar a sus padres.