Allen
James no ha dicho ni una palabra desde que nos alejamos de Wes, yo quería preguntarle algo pero tampoco quería parecer un metiche, las clases ya habían terminado. Estamos caminando hacia la salida, James miraba pensativo hacia el suelo, se veía enojado.
-James... -lo llamé con algo de duda, él me miró con una sonrisa amable.
-Dime -dijo sin dejar de sonreír, arqueé una ceja.
-Ya estamos en la salida -dije mirándolo con algo preocupación, él no parecía estar consciente de lo que sucede a su alrededor, miró sorprendido como los estudiantes se iban para sus casas.
-Ohh, es cierto, hasta mañana Allen -contestó en un susurro mientras se iba, yo solo asentí.
Lo miré mientras se alejaba, Josh y Cat llegaron hasta mí y los tres nos fuimos en dirección hacia nuestras casas, Josh iba pendiente de su celular y Cat iba mirándome con sospecha.
-Te agradecería que dejaras de mirarme así -dije mirándola, ella sonrió con burla y suspirando asintió, luego de eso no volví a sentir su mirada sobre mí...
Nos despedimos y nos fuimos por caminos diferentes, caminé hasta mi casa pensando en lo que había ocurrido hoy, cuando estaba llegando vi como Wes se bajaba del auto de Tiffany la zorra, me pregunto si él sigue de puto...
-Hoy estuviste increíble -escuché como dijo la zorra mientras soltaba un gritito. ¿Esos dos tuvieron sexo? Tengo ganas de golpear algo.
Wes y Tiffany son tal para cual. No puedo creer que he aceptado ser su enemigo con derecho, siento asco de mí mismo. Sabía que Wes no dejaría de andar de puto pero aún así acepté su estúpido trato. Estoy siendo un hipócrita al decirle zorra a Tiffany... Ya que estoy actuando igual que ella.
En cuanto llegué a la puerta Wes notó mi presencia y se despidió de la zorra, yo ni lo miré y entré a la casa rápidamente antes de que él también entrara, corrí hacia mi habitación y cerré la puerta con seguro, no quiero ver a Wes hoy.
Me quité el uniforme y entré al baño a darme una ducha, cuando salí me vestí, me puse un short y una camiseta, me tiré en la cama, vi que Josh estaba conectado en Skype así que lo llamé, voy a contarle lo que pasó. Si le digo a Cat sé que vendrá y castrará a Wes... Mmm... Aunque esa no es una mala idea.
Josh respondió a la llamada de una vez, apareció frente a mí sonriendo.
-¿Ya me extrañas? -preguntó sonriendo todavía, rodé los ojos y le sonreí.
-Mucho, amor. Tengo que contarte algo. ¿Podrías venir? -dije con voz melosa. A Josh y a mí nos gusta hablarnos así a veces.
-Está bien, iré para allá, cariño -dijo él mientras se desconectaba.
Al rato volvió a conectarse pero esta vez desde su celular, lo vi caminando por la calle.
-Ya casi estoy llegando, primero haré una parada -avisó mientras miraba al frente.
-Bien -dije mientras lo veía entrar a un café.
-¿Quieres algo? -preguntó él mientras me mostraba lo que había en el café.
-Mmm... quiero un pedazo de pastel de chocolate con fresas y un batido de vainilla -dije sonriendo, él puso el celular frente a su cara otra vez, lo vi asentir.
Josh estaba pidiendo la comida, tocaron a la puerta de mi habitación.
-Alleeen, amor, tengo hambre.
Escuché como dijo el puto afuera, rodé los ojos. Tiene el descaro de llamarme "amor" ¡Dile a Tiffany que te cocine! Tenía ganas de gritarle eso pero no pude, sonaría como una novia celosa o algo así.
Dejé mi laptop sobre la cama y me levanté, caminé hasta la puerta, la abrí y ahí estaba Wes como un cachorro abandonado, al parecer si tenía hambre. Sentí algo de pena así que caminé hasta la cocina sin decirle nada mientras él me seguía.
Cuando llegamos le preparé un poco de arroz con pechuga de pollo y vegetales, él me abrazó por detrás mientras yo servía la comida, mi cuerpo se tensó de inmediato.
-¿Qué haces Wes? -le pregunté en voz baja mientras me sonrojaba, él no dijo nada y me masajeó el trasero.
-Ahh... -sin poder evitarlo gemí levemente.
Sus labios repartieron besos por todo mi cuello, él bajó una de las mangas de mi camiseta y besó mi hombro desnudo, yo recordé lo que pasó allá afuera así que me separé de él rápidamente, él me miró confundido, salí corriendo hacia mi habitación y cerré con seguro otra vez.
-¡Allen!
Escuché la voz de Josh, olvidé que lo había dejado hablando solo, me acerqué a mi laptop, Josh ya estaba llegando a mi casa.
-Entra por la ventana -le dije, él arqueó una ceja.
-¿Cómo haré eso? Por si no te has dado cuenta, no eres rapunzel -dijo burlonamente,rodé los ojos. No me digas, genio.
-Ya lo sé, sube por el árbol que está al lado de mi ventana -le dije sonriendo inocentemente, él asintió, no quiero que Wes lo vea.
-Ya llegué, hablamos ahora -dijo Josh mientras cortaba la video-llamada.
Me asomé por la ventana y lo vi allá abajo... Minutos después un sudado Josh estaba sobre mi cama asesinándome con la mirada, yo le sonreía apenado mientras comía mi pedazo de pastel. Al parecer no es fácil subir un árbol cuando llevas algo en las manos.
-Gracias por el pastel y el jugo, te amo -dije mientras bebía un poco del batido.
-Lo sé, lo sé... -dijo él mientras se acostaba en la cama. -Dime, ¿qué fue lo que pasó? -preguntó con curiosidad, yo suspiré y aparté la comida.
-Bueno... Wes y yo... tuvimos sexo... y somos algo así como enemigos que tienen sexo... -dije mirando al suelo, me siento avergonzado, seguramente Josh ahora piensa que soy un puto.
-Sabía que algo así pasaría -dijo él mientras acariciaba mi rostro, yo lo miré sorprendido.
-¿No piensas que soy un puto? -pregunté con duda.
-Jajaja, claro que no Allen, jamás pensaría eso de ti -dijo sonriendo, le sonreí y lo abracé con cariño.
-Otra cosa... Le dije a Wes que mientras seamos "enemigos con beneficios" dejara de tener sexo con cualquiera... pero él... él lo hizo con Tiffany -dije con amargura.
-Pienso que deberías dejar eso que tienes con él, si no quieres hacerlo entonces deberías tener cuidado, sabes cómo es Wes, puedes salir lastimado de esto -respondió con seriedad, suspiré. Eso lo sé Josh, eso lo sé.
Ambos estuvimos así acostados durante unas horas, luego Josh tuvo que irse, yo me quedé mirando el techo de mi habitación mientras pensaba.
Tengo que hablar con Wes y dejar las cosas claras.
Decidido me levanté de la cama y abrí la puerta, bajé al primer piso y vi a Wes acostado en el sofá, tenía los ojos cerrados y el ceño fruncido.
-Wes... -Lo llamé en cuanto me acerqué a él, él abrió los ojos y se quedó mirándome.
-¿Qué pasa Allen? -Preguntó cuidadosamente, seguro piensa que voy a salir corriendo como lo hice antes, suspiré y lo miré seriamente.
-Dejaremos de ser "enemigos con beneficios" -Dije haciendo comillas con los dedos, él me miró sorprendido.
-Apenas llevamos un día, ¿por qué quieres terminarlo? -Preguntó con voz neutra mientras se sentaba en el sofá.
-No quiero ser una de tus putas -Dije mientras apretaba las manos en puños y lo miraba a los ojos.
-No lo eres y jamás lo serás, ¿por qué piensas eso? -Preguntó él frunciendo el ceño.
Me puse rojo de la rabia, en serio me pregunta por qué, en el instituto se folla a las zorras y pretende hacerlo conmigo en la casa, aún así pregunta porque pienso eso.
-Jajaja, Wes... Quieres que tenga sexo contigo aún sabiendo que lo haces con otras en el instituto o quién sabe dónde, eso me hace otra de tus putas, eso creo yo. Por eso te pedí que te controlaras en el instituto mientras tengamos este estúpido trato pero ni caso me hiciste -Dije con algo de amargura en mi voz, él frunció aún más el ceño y se levantó del sofá.
-Allen, no eres "una de mis putas" y solo pienso tener sexo contigo mientras seamos enemigos con beneficios -Dijo el mientras se acercaba a mí.
-No me mientas. Se lo que hicieron Tiffany y tú, los escuché cuando venía del instituto -Dije indignado de que me mintiera en la cara. Él me miró confundido pero luego sonrió.
-Ahh. Ya veo... Piensas que ella y yo tuvimos sexo, déjame decirte que estás equivocado -Dijo el sonriéndome coquetamente, yo lo miré arqueando ambas cejas, yo sé lo que escuché, no estoy equivocado.
-Piensas negarlo... Eres un idiota Wes pero está bien, haz lo que se te venga en gana, yo también haré lo que quiera -Dije enojado, me resulta irritante el solo pensar en que Wes y Tiffany hicieron algo.
-Ella me estaba elogiando por el juego de basketball que tuvimos hoy, no tienes por qué estar celoso... Desde ayer solo pienso en ti -Dijo él con una sonrisa sensual mientras me agarraba por la cintura.
Yo me sonroje, no puede ser cierto... No estoy celoso, miré a Wes a los ojos y vi la sinceridad en su mirada. El y Tiffany no hicieron nada y yo he montado una escena de celos, ¡qué vergüenza! Admito que siento una especie de alivio al escuchar esas palabras salir de su boca, lo miré a los ojos, él sonreía y me miraba.
-No estoy celoso -Negué lo que es obvio, él sonrió aún más y acarició mi rostro.
-Claro... Como no -Dijo con un tono sarcástico y una mirada burlona que hizo que me sonrojara aún más.
Él acercó su boca a la mía y me besó con pasión, yo con algo de timidez cerré los ojos y le seguí el beso, sus labios eran dulces y suaves, cuando separamos nuestros labios yo recargue mi cabeza de su pecho, él me abrazó con delicadeza...
~Horas después~
No sé cómo llegamos a esto pero Wes y yo estamos en mi habitación, para ser más específicos en mi cama, abrazados. él se puso sobre mí, yo lo miré con una tímida sonrisa. Estoy algo avergonzado y nervioso desde que nos dimos ese abrazo allá abajo.
-Mmm... Estas algo tímido a comparación de lo salvaje que estabas anoche -Dijo mientras acariciaba mis mejillas, yo me puse rojo hasta las orejas.
Traté de salir debajo de él pero puso sus manos en mis caderas impidiéndome salir.
-¿A dónde crees que vas? -Preguntó mirándome como un león mira a su presa, mi respiración se aceleró en cuanto sus cálidos labios tocaron mi pecho.
-We-es... -Gemí su nombre cuando él mordió uno de mis pezones.
Me quitó toda la ropa en un abrir y cerrar de ojos, sentía mi piel arder en las zonas donde sus labios y sus manos me tocaban, yo le quité la ropa mientras el besaba mi cuello, él agarró el aceite de coco que había en mi mesita de noche y lubrico su miembro con el, acercó su pene a mi entrada, yo lo miré expectante, en ese momento me miró a los ojos, cuando nuestras miradas se encontraron sentí que mi estómago se encogió, sentí una especie de conexión que jamás había sentido, seguro son nervios... Wes me miró intensamente con una sonrisa, yo me sonroje por la intensidad de su mirada y aparté la mía de sus ojos, él tomó mi mentón y me hizo mirarlo.
-Mira como entro en ti -Dijo a la vez que entraba su miembro en mi interior, mis labios se entreabrieron dejando salir un gemido.
-We-es...Ahhhh -Gemí su nombre con fuerza cuando él entró de una sola estocada, él sonrió complacido sin soltar mi mentón aún.
El me besaba mientras daba lentas y profundas embestidas.
-Ma-as... Rápido-o... Ahhh... -Gemí por más, Wes puso una gran sonrisa y comenzó a embestirme rápidamente, yo me agarré de su espalda con fuerza...
Pasaron varios minutos... Wes me embestía con brutalidad, se me salieron algunas lágrimas del placer, siento que me voy a partir en dos, no he dejado de gemir y gritar su nombre, este chico hace maravillas en la cama... No puedo creer que he pensado eso, mordí levemente su cuello, ambos estamos sudados, Wes parece imparable, sentí un cosquilleo en el estómago, mis labios temblaron... Terminé corriéndome sobre nuestros pechos, él lo hizo dos segundos después dentro de mí. Luego cayó exhausto sobre mí, yo respiraba irregularmente mientras lo abrazaba.
El salió de mi interior y se acostó a mi lado abrazándome fuertemente, yo comencé a sentir el cansancio y me quedé dormido, dejando que los brazos de Wes abrazaran mi cuerpo.
~Al día siguiente~
-Allen... Despierta -Escuché la voz de Wes llamándome pero tenía tanto sueño que no quería ni abrir los ojos.
-No... Cinco minutos más -Dije mientras abrazaba mi almohada. Lo escuché suspirar y levantarse de la cama.
Escuché sus pasos por la habitación, me da igual lo que esté haciendo, dormiré un poco más...
Dos minutos después cuando ya estaba por caer profundamente dormido otra vez, sentí algo frío bajar por mi cuello, no le di importancia, luego sentí como algo mojaba toda mi cara. Alarmado abrí los ojos y me senté de golpe en la cama, ese idiota me había tirado agua fría. Lo vi parado frente a mí, solo tenía puesto el bóxer, estaba riéndose mientras me miraba, lo asesine con la mirada.
-¡¡Weees!! -Grité enojado mientras me levantaba de la cama, él salió corriendo de la habitación, sin pensarlo dos veces lo seguí.
El corría por toda la casa mientras se reía como desquiciado, yo fruncí el ceño mientras lo perseguía, ¡¿De qué se ríe tanto ese idiota?!
Él estaba rojo de la risa, yo sentí mucho frío de pronto y un dolor en el trasero, me miré y vi que estaba desnudo, frene de golpe y me sonroje violentamente, así que de eso se reía el idiota. Él había dejado de correr y se quedó mirándome con una sonrisa pervertida.
-¡¡Deja de mirarme, pervertido!! -Grité mientras me daba la vuelta y corría de regreso a mi habitación. Escuché la carcajada que soltó, me sonroje aún más.
Él se acercó a mí y me cargó en su hombro, yo refunfuñe pero no intenté oponerme, me duele el trasero que puedo hacer, el me dio una palmada en este, eso me hizo dar un respingo, le di un manotazo en la espalda, su cuerpo vibró... Se estaba riendo. aghhh, él me llevó hasta mi baño, vi que había preparado la tina con agua y espuma, justo lo que necesito en este momento, me dejó en ella con delicadeza. Yo ni lo miré a los ojos, esto es vergonzoso... Él se quedó ahí parado, mirándome.
-Vete -Dije removiéndome algo incómodo por su mirada.
-Que malo eres, ¿no me invitaras a bañarme contigo? -Preguntó con una falsa mirada dolida, yo suspiré y le di la espalda.
-Haz lo que quieras -Dije mientras abrazaba mis rodillas y jugaba con la espuma.
Lo sentí entrar a la espaciosa tina, se puso justo detrás de mí, con sus piernas rodeó mi cuerpo, mi piel se erizo debido al contacto, él tomó una esponja y enjabono mi espalda.
-Tienes varios lunares aquí atrás, se te ven bien -Dijo en un susurro a mi oído, yo me sonroje hasta las orejas y me reí un poco, luego me recosté en su pecho suspirando. Sus brazos me rodearon...
-¿Por qué me odias tanto? -Le pregunté mientras jugaba con la espuma. Nunca he comprendido por qué Wes me molesta.
-No te odio... -Respondió él pasando sus manos lentamente por mi espalda. Mi piel se erizó ante la delicadeza de sus manos y el tono suave que usó.
-... Entonces, ¿por qué me molestabas?
Él se quedó en silencio por unos segundos, iba a girarme para verlo pero él puso sus manos en mi cintura, deteniéndome. Luego las bajó hasta mi trasero y pasó sus manos con suavidad por este.
-No quise saber de ti desde que mi mirada se dirigía a este lugar cada vez que nos tocaba educación física y teníamos que bañarnos...-Dijo él con un tono ronco mientras pasaba sus manos por todo mi cuerpo.
Yo abrí mucho los ojos al escuchar eso. ¡¿El playboy del instituto se quedaba mirándome desnudo?!
Recuerdo que cuando entre al instituto la clase de deporte nos la daban con otro curso, donde estaba Wes. Bueno... A veces me encontraba raro que el sexy chico rubio me mirara tanto y luego saliera enojado de las duchas...
-Ohh... Ya entiendo... -Dije soltando una pequeña risa, sentía mi rostro arder. Él me abrazó por detrás haciendo que sintiera maripositas en mi estómago, cerré los ojos y me deje abrazar por él.
Creo que me quedé dormido en la tina, cuando abrí los ojos me encontraba en mi habitación, acostado en la cama, seco, aunque mi cabello está húmedo, solo tenía un bóxer puesto, me puse rojo al imaginar a Wes secando mi cuerpo desnudo, tome mi almohada y la abracé con fuerza.
Wes entró por la puerta, él tenía el uniforme del instituto ya puesto, me miró arqueando una ceja.
-¿Me engañas con la almohada? -Preguntó Wes mirándome con sospecha, yo abrí mucho los ojos, "engañar" pero si él y yo ni estamos saliendo.
Él se dio cuenta de su error y frunció el ceño, yo sonreí.
-Jamás, la almohada no me complace como lo haces tú -Dije sonriendo pervertidamente, ¡¿En serio dije eso?! Ahora el que sonrió fue Wes, seguro su ego acaba de subir hasta el cielo.
Se acercó a mí y me sorprendió con un beso, yo le correspondí, me sonroje en medio del beso, él acarició mi rostro.
-Se hace tarde, deberías arreglarte ya -Dijo Wes en cuanto nos separamos, él miró mi rubor con curiosidad, yo me tapé el rostro con la almohada.
-Está bien, adiós -Dije apresurándolo para que se fuera.
-Mmm... Bien. -Dijo el con duda, escuché la puerta cerrarse así que me quité la almohada.
Suspiré al ver que ya se había ido, ¡¿por qué me sonrojo por un simple beso?! Aghh, ¿no será que me gusta Wes? Claro que no... Eso no puede ser, golpee la almohada con fuerza, ¡eso no puede ser!
-¡Aghhhhhh! -Grité con frustración.
Wes es mi enemigo, a pesar de que ya sé porque él me molestaba tanto eso no quiere decir que ya seamos amigos o algo así... Aunque admito que siento una extraña emoción en mi interior cuando recuerdo las veces que él me ha tratado con delicadeza, cuando hemos tenido sexo, cuando el me abraza... Aún así, eso no cambia el hecho de que es mi enemigo.
-No me gusta... No me gusta... No me gusta... ME GUSTA -Grité esto último mientras pataleaba.
Quiero llorar, ¿por querer me tiene que gustar un mujeriego? No solo eso, sino quien me ha hecho la vida imposible desde hace un año. Esto debe ser una equivocación.
Me levanté de la cama, Wes entró a mi habitación mirándome con una sonrisa. Yo me puse nervioso enseguida pero no lo demostré, lo miré con indiferencia.
-Ya me voy, nos vemos luego -Dijo mientras se acercaba, me agarró por la cintura y me beso. Yo le correspondí mientras enterraba mis dedos en su rubio cabello.
Cuando nos separamos, yo lo miré a los ojos, él me miró y sonrió, luego se fue... Yo suspiré y miré disimuladamente por la ventana, Tiffany estaba en su descapotable rojo ahí afuera, vi a Wes salir y subirse al auto de ella, Tiffany se acercó a besarlo pero Wes la frenó antes de que lo hiciera, la vi algo enojada, una gran sonrisa apareció en mi rostro al ver eso.
Con mis dedos toqué mis labios y sonreí aún más... Já y aún así digo que no me gusta... Eso ni yo me lo creo...