EL RÍO DE MIS ANHELOS Destino...

By eduardovcar

670 31 4

Hola, esta es la historia de Alberto, un joven gay que se encuentra en medio de muchos cambios cuando el des... More

Capítulo I EL AMOR DE MI VIDA
Capítulo II EL COMIENZO DE UNA NUEVA ERA
Capítulo III LA VERDAD
Capítulo IV EL PRIMERO, EL SEGUNDO Y EL TERCERO
Capítulo V EL HOMBRE, LA MUJER, EL MÁS JOVEN Y LOS DEMÁS
Capítulo VI JUNTOS: TU CALOR
Capítulo VII EL NIÑO DEL CORAZÓN DE PIEDRA
Capítulo VIII ALGO SUCEDE
Capítulo IX EL CABALLERO QUE NO ES UN HOMBRE
Capítulo X TEMPESTAD Y CALMA

Capítulo XI 19

39 2 0
By eduardovcar

-Feliz cumpleaños mi amor, feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños amado Alberto, feliz cumpleaños a ti. -Fue lo primero que escuche ese día, endulzó mis ánimos al instante.

-Buenos días.

-Buenos días, ¿Cómo está el cumpleañero más guapo?

-Maravillosamente, sobre todo por quien me acompaña.

-Me alegro. -Sonrió encantadoramente. –Te daré tu primer regalo de cumpleaños, te tengo otro para más tarde. Cierra los ojos.

-Estoy nervioso.

-Hazlo, por favor, ya quiero darte tu regalo.

-Está bien. -Esperaba ansioso, me besé, de la forma más tierna, quedamos unidos por ese pacto algunos segundos.

- ¡Listo!, puedes abrir los ojos. - Tomó mis manos y puso algo en ellas. -Ábrelo.

- ¿Qué? ¿El regalo no era el beso?

-El beso fue un poco más especial que de costumbre sí, pero espero que esto también te guste.

-Siempre eres muy detallista, prefiero el beso.

-Vamos ábrelo.

Solté el moño rojo que envolvía la pequeña caja azul, quité la tapa y encontré una cámara.

- ¿Te gusta?

-Sí, mucho.

- ¿De verdad?, es que creo que pensé más en mi al comprar tu regalo, tengo muy mala memoria y bueno, aunque siempre tendré muy grabados tus recuerdos, creí que también sería padre tener fotos nuestras de todos los momentos que pasamos juntos, llenaremos cientos de álbumes y se las enseñaremos a nuestra familia cuando seamos ancianos ¿Qué te parece?

-Me encanta esa idea, quiero una foto de nosotros justo ahora.

Arturo me abrazó y me besó la cabeza. Mostrábamos con una gran sonrisa lo felices que éramos, así quedó marcada nuestra primera foto juntos.

Al bajar y a pesar de que era muy raro encontrarnos a sus hermanos en las mañanas, todos estaban ahí, incluido su padre. Comenzaron a cantar las mañanitas mientras tenían al frente un pastel con un numero 19.

No pude evitar sonrojarme.

Querían que soplara las velas y pidiera un deseo, ya había pedido antes 18 deseos, uno mas no cambiaba mucho nada, pero mi deseo fue que las cosas fueran mejor, algo que me sorprendiera, así, ahora eran 19 deseos que pasarían quizá sin cumplirse.

-Feliz cumpleaños Alberto, te deseo mucha felicidad y bendiciones. -Nos abrasamos.

-Muchas gracias señor, por todo.

Todos sus hermanos me felicitaron entre abrazos y buenos deseos, e iban entregándome cada uno un obsequio suyo.

-Feliz cumpleaños Alberto, te quiero mucho.

-Yo también Sebastián, gracias.

-Toma, espero que te guste.

Abrí su regalo y era un estetoscopio con la figura de una carita feliz.

-Para tus pacientes pequeños.

Muchas gracias sonreí.

- ¡Por favor!, ¿Cómo le regalas algo así?, es como darle a una mujer en su cumpleaños una plancha, necesita algo que disfrute para sí mismo.

-No, no, en realidad es perfecto, me ha gustado mucho, no tenía uno así, muchas gracias Sebastián.

-De nada, nos vemos, tengo que ir a mi partido.

-Espero que ganen, ve con todo.

-Claro.

-Bueno Alberto muchas felicidades, lo del regalo era una broma, sé que lo que más puedes pedir es a tu familia, pero como te hemos dicho estamos aquí para cualquier cosa. Y bueno, mi hermano se ha entregado completamente a ti, así que te deseo, les deseo a los dos, que siempre sean muy felices juntos. -Nos abrazó al mismo tiempo. -Mi regalo es también para los dos, espero que lo disfruten.

Esteban nos había regalado un par de boletos para un concierto dentro de dos semanas de una compositora del norte del país, había escuchado antes algunas canciones suyas y me habían gustado mucho, por lo que me había causado mucho interés asistir a ese concierto.

-Muchas gracias, es increíble.

-No olviden tomar fotos con tu cámara.

Volteé a ver a Arturo.

- ¿Él sabía de la cámara?

-Sí, me acompaño a comprarla, sabe mucho de eso, aunque yo de los boletos no sabía nada, les había dicho a mis hermanos que sería tu cumpleaños, tenía la idea de que tuviéramos un pastel y estuviéramos juntos en familia, pero no me esperaba esto, mi papa me avisó ayer que había encargado el pastel, y ahora todos con sus regalos, la noticia se fue esparciendo y creo que todo se ha hecho muy grande.

- ¿De qué hablas?

-Mejor que Gaby te cuente, no quiero arruinar su sorpresa.

-Está bien, ya quero saber que trama Gaby.

-Es algo bueno, este día será muy especial, ya verás.

Le llevé a los chicos algo de pastel de la mañana y cuando Gaby me vio, corrió hacia mi frenética y gritando efusiva de emoción.

- ¡No lo puedo creer!, ¡Es tu cumpleaños!, ¡Que felicidad!, ¡Muchísimas felicidades!, ya eres un año más sabio, te tengo una gran sorpresa.

- ¿Qué es lo que tramas Gaby?

-Está bien, te lo diré, muero de emoción, te he preparado una fiesta de cumpleaños en un antro-

- ¿Tipo fiesta gay?

-No tan atrevida, estará la familia de Arturo y supuse que adornos de penes por todos lados y bailarines desnudos bailando incomodarían un poco a la gente. He conseguido un lugar más tranquilo, pero con buen ambiente, nos han reservado una zona VIP del antro, tendremos atención de primera, además la música es genial, tienen bandas en vivo y un DJ para después de medianoche.

-Bueno, eso suena bastante bien, Arturo me dijo que me tenías una sorpresa, pero, ¿Sabe en detalle de que se tata?

-Sí, no te reocupes por eso, no pasará nada que pueda incomodarlo, ya te dije que no habrá bailarines.

-No, no lo digo por eso, además de que él está más experimentado que yo en ese sentido, me ha contado que salía antes regularmente a antros y algunos bares de ambiente.

-Y mira donde tenía que buscar para encontrarte.

-La escuela, ¿fue algo típico no?

-Yo creo que fue romántico, conocer al amor de tu vida en la fila de servicios escolares, quiero una historia así.

-Bueno, tienes razón, fue un momento afortunado, pero hablando de ti, tú ya bienes un novio.

- ¿De qué hablas? David no es mi novio.

-Pero ben que sabes que me refiero a él. Mira, han salido casi todos los días por 2 semanas, ya están en segunda base, y se llaman cada 5 minutos. Talvez no es oficial, pero entre ustedes ya hay algo.

-No lo sé, es diferente que tú con Arturo, no todos podemos conocer al amor de nuestra vida e irnos a vivir con él a la semana de conocerse. Lo "nuestro", creo que lo estamos llevando a nuestro ritmo, queremos estar seguros que el otro también quiere algo más que casual.

-Bueno, está bien, te entiendo, creo que, si Arturo no se hubiera acercado a mí yo aún seguiría soñando con él en un amor imposible, por otra parte, el que nos arriesgáramos fue bueno, porque sentimos ambos lo mismo, hash, no sé, me he confundido tanto, creo que debo de dejar de dar consejos de amor, los míos los entiendo con trabajo.

-Bueno muchacho, olvidémonos ya de eso, que total hoy es tu cumpleaños y eres el protagonista del día.

-Gracias.

-Ven para acá, te daré otro abraso. Bueno te aviso que la fiesta empieza a las 7:00pm, Arturo te llevará, ya sabe perfectamente la dirección. Tu solo ponte deslumbrante para la gran noche.

-No tengo muchas opciones, la ropa de Arturo es muy grande.

-Entonces tendremos que ir de compras.

-No, le puedo pedir a Sebastián algo, la otra vez el me presto el traje.

-Pero necesitas algo que diga tu nombre.

-Aun así, no tengo dinero, ni modo que le pida dinero a Arturo.

-Bueno, son concubinos, podrías hacerlo, pero mejor no, yo lo pagaré, será mi regalo.

-Ya has hecho mucho con la fiesta, no lo puedo permitir.

-Que va, todos han puesto su granito de arena, han ayudado tantas personas que incluso me quede sin saber que poner, así que esa es la decisión, saliendo de clases correremos al centro comercial y no quiero ningún reclamo.

-Gaby...

-No, nada de reclamos. -Me miro con una mirada autoritaria.

-Gaby, te quiero.

-Y yo a ti, que por eso hago todo esto, no te ha quedado claro. -Reímos.

Debo decir que a pesar de algunas cosas no tan agradables que sucedían en mi vida, con mi nueva convicción de vivir el presente con todo lo que tenía, me estaba gustando, estaba muy entusiasmado por la fiesta, incluso por ir al centro comercial, nunca me habían gustado esas tiendas, pero ya me urgía tener algo de ropa propia.

Al salir Arturo nos llevó al centro comercial y decidió esperar afuera, pero había escuchado que hablaba por teléfono, él se traía algo entre manos, estaba emocionado.

Paseamos por los departamentos de ropa y entramos a casi todas las tiendas, Gaby hizo que me probara mil zapatos, pantalones entubados, acampanados, camisas, y todo lo que estaba a su paso, de toda la variedad de colores y para toda ocasión. Al final elegí unos pantalones beige y una camisa crema con diamantes celestes, que combinaría con mis mocasines cafés.

-Divino, definitivamente serás el centro de atención.

-Basta, no me interesa llamar la atención, solo quiero sentirme yo mismo.

-Lo sé, pero una vez al año no te haría daño, relájate déjate llevar.

-Bueno, no demasiado.

Gaby fue a su casa a arreglarse y ver los últimos detalles. Arturo y yo hicimos lo mismo. El escogió un pantalón gris y camisa rosa con saco plateado. Se cortó el cabello y ahora lucia aún más guapo aun con su cabello a olas. Con su perfume que me volvía a atar a él, sin querer separarme de su lado.

Llegamos al lugar, era un edificio amplio, de dos pisos, cuando entramos encontramos todo muy oscuro y derrepente se encendieron las luces, al fondo abajo aparecieron todos mis amigos, me cantaron "las mañanitas" y enseguida comenzó una ola de música disco.

Arturo me sacó a bailar, me dijo que era su canción favorita para bailar, Disco Medley, tenía muchos ritmos diferentes en los que Arturo se lucia, yo no quería bailar con tan tremendo bailarín, pero él siempre me enseñaba cada paso hasta que surgió la coreografía completa cada vez más rápido. Movíamos las caderas, dábamos vueltas, agarrados de las manos, nos separábamos, era una especie de cumbia electrónica muy enérgica, la canción duro como 10 minutos, pero la disfrutamos muchísimo, al acabar regresamos a tomar algo de refresco y volvimos a la pista, así estuvimos durante unas dos horas.

Luego Arturo dijo que volvería en un segundo, mire a dónde Gaby y ya estaban ahí Carlo y Ana, ¿Que hacia Ana en mi fiesta?

-Gaby, ¿Es broma?, ¿Salamandra aquí?

-Yo no quería, pero Arturo invitó a todos y no pude decir nada. No creo que se atreva a hacer uno de sus desaires en tu cumpleaños.

-Bueno, está bien, solo la ignoraré.

- ¿Cómo te ha parecido tu fiesta he?

-Es increíble, nunca en mi vida había bailado, y ahora que lo intento me ha gustado mucho, Arturo es un gran maestro.

-Ay si, y te digo esto de frente porque eres mi amigo, pero Arturo tiene un trasero tremendo, y su abdomen, en las vueltas se le levanta la camisa y tiene un lavadero de sueño.

-Si, a mí me vuelve loco, últimamente ha trabajado más su abdomen y los resultados pues, son increíbles.

-Pero por que no bailamos ahora, en lo que regresa Arturo.

-Sí, me debes una pieza.

Al parecer sonó su celular pues de inmediato buscó su celular en su bolso.

-Espera cielo, David ha venido, bailaremos cuando regrese.

- ¿No quieres que te acompañe?

-No, está bien así, descuida.

-Ok.

Miraba alrededor, veía a todos muy felices, Estela bailaba con su novio y Sofía bailaba con Vicky, Sebastián improvisaba algunos pasos con su amiga Wendy y el señor Javier desde su asiento también disfrutaba la fiesta. El único al que no veía era Esteban, pensé que era probable que estuviera en la cantina, no era una persona alcohólica, pero tomaba moderadamente para matar el tiempo. La salamandra había desaparecido, Carlo tampoco estaba. Si ellos dos estaban juntos no habría problema, pero no confiaba en ninguno.

Fui a buscar a Arturo porque había tardado ya en regresar. Cuando alguien me tomó del brazo.

-Hola, de nuevo nos encontramos. -Era el chico de la biblioteca y de la tienda.

-Sí, hola. -Fingí una sonrisa.

- ¿Cómo has estado? ¿Qué haces aquí solo?

-Es mi cumpleaños, no estoy solo, lo estoy celebrando con todos mis amigos y mi novio.

- ¿Aun andas con el mismo chico?

-Sí, estoy loco por él.

-Dices eso porque no has probado algo diferente. ¿Por qué no vienes conmigo a tomarte un trago?, yo invito al cumpleañero.

-No, gracias, iré a buscar a mi novio.

Intentó besarme, pero la lentitud con la que se encontraba por lo ebrio me dio tiempo de esquivarlo.

- ¿Qué haces? Detente.

- ¿Cuál es tu problema? Solo quería un piquito.

-Consíguete a alguien más.

-Lárgate ya, ¿Te crees que por tener una carita tan linda todos están a tus pies? A mí me respetan, los mocosos como tú no tienen nada que ofrecer.

-Como sea, imbécil.

Salí de ahí, y seguí buscando a Arturo, no estaba en la barra ni en los baños, así que fui a buscarlo afuera. Ahí encontré a salamandra que platicaba con Arturo, él estaba serio y no perdía atención en lo que le decía.

-Mi amor, ¿porque no entramos y seguimos bailando?

-Sí, vamos.

-La salamandra nos siguió adentro, iba sujetando a Arturo de la mano, llegamos a la pista y bailamos un par de canciones más hasta que fue al baño.

Solo estábamos Carlo y yo, era algo incómodo, pero él me hizo la plática.

-Alberto, no había podido darte tu regalo, felicidades. -Me abrazó la coqueta chica.

-Muchas gracias.

-Ábrelo, vamos.

- ¿Aquí?, ¿No quieres que espere?

-No, no, por eso te lo estoy dando.

-De acuerdo.

Abrí su pequeña bolsa y encontré adentro unas pulseras de plata con un grabado de mi nombre y el de Arturo.

- ¿Qué tal?

-Son hermosas, gracias Carlo.

-Por nada. Tú tienes que llevar el del nombre de Arturo y é el que dice tu nombre. Mi abuela decía que es de buena suerte que alguien te regale eso, le da prosperidad a la pareja.

-Entonces nuevamente gracias, es muy lindo tu detalle.

-Los quiero mucho los dos, son mis mejores amigos.

Era increíble, Carlo no solo no estaba interesado en Arturo, sino que me consideraba de sus mejores amigos. Si, había sido muy malo al juzgar a Carlo, por eso no debí hacerlo, me arrepentí mucho de eso y le ofrecí un trago en señal de amistad y al escuchar una canción merengue me jalo a la pista a bailar, sí que se movía bien.

Entonces llegó Ana adonde nosotros dos.

-Alberto, que tal querido, no te había visto, estaba muy ocupada con Arturo, de hecho, tengo que volver con él, estos baños son muy cómodos para ser un poco traviesos. Bueno, solo venia por una bebida, esto me caerá de lujo. -Me arrebató mi margarita y se la bebió, luego se fue y antes advirtió. -Si no quieres sufrir no deberías venir a ver lo que hacemos, te lo digo porque soy generosa y que te corten el da de tu cumpleaños es muy poco chic.

No creí lo que decía, ella era una víbora, una merecida salamandra que solo quería destrozar lo que Arturo y yo teníamos. Creí completamente en la fidelidad de Arturo, en las promesas que ambos nos habíamos hecho, que sería incapaz de hacer eso, y aun así seguí a Ana, Carlo iba detrás de mi creo que también incrédulo.

Llegamos hasta el baño, divisé que Ana entró en el baño el fondo, abrí la puerta y encontré a Arturo sentado en el WC, y Ana sentada sobre con su vestido levantado, tratando de quitarse su tanga.

-Oops mi amor, nos han descubierto. -Ana me miro, y dijo. -Lárgate, queremos estar solos.

Arturo tenía una cara llena de preocupación. Por un momento estuvo congelado, pero al terminar de hablar Ana, él se levantó y derrumbo a Ana al suelo.

- ¿De que estas hablando Ana? -Arturo estaba perdiendo la calma.

-De que nos amamos, e íbamos a hacerlo hasta que este entrometido llegó.

-No, eso no es cierto. -Me volteó a ver. –Mi amor, por supuesto que esto es mentira, yo no haría nada con nadie más, ella está mintiendo, entró derrepente al baño y se me echó encima.

Le creí, le creí cada palabra, pero aun así llore, porque me impactaba más lo que había visto.

-Ya no finjas Arturo, allá afuera dijiste que me querías, como yo a ti.

-No, te dije que te quería, pero como una amiga, solo éramos eso. Maldita, ¿Qué intentas hacer?

-Solo quiero que él se dé cuenta que queremos ser felices, solo estorba, ya no lo ilusiones más, tú necesitas una verdadera hembra, a mí.

-Ya basta, cállate, nada de eso es cierto, jamás engañaría a Alberto, yo le he entrado todo mi corazón, le pertenece, que te quede claro que entre tú y yo nunca habrá nada.

-Mi amor, anda vámonos, quiero divertirme esta noche, nadie como tú me hace sentir tan querida.

-Basta, ya basta. -Arturo la sujetó con ambas manos del cuello y por un momento pensé que se convertiría en alguien que no era, pero Carlo lo detuvo.

-Arturo, déjala, no lo merece, no le hagas caso, ella ha perdido la cabeza.

Ana había quedado toda sacudida y también pensó que la golpearía, pues pude oír como tragaba saliva incrédula.

-Mi amor, Carlo tiene razón, déjala.

-Alberto, ¿Sabes que digo la verdad? ¿Cierto mi amor? -Arturo lloraba de la desesperación rogando que yo le creyera.

-Por supuesto, no dudes que creo en tu amor.

Lo ayudé a ponerse de pie y salimos del baño. Ana seguía en el piso y Carlo también salió junto con nosotros. Afuera del baño había una botella de vino sin dueño, lo que Ana había hecho era suficiente como para sacar mi lado vengativo, regresé adentro.

-Salamandra.

Estaba llorando y su maquillaje estaba corrido, creo que estaba más preocupada por eso que por lo que había pasado.

- ¿Cómo me llamaste?

-Cállate, eres una trepadora, una salamandra apenas y te queda el nombre, resbalosa, espero que ahora entiendas que Arturo es mío, no te haría caso y mejor deja de estar de ofrecida. Ya que tanto querías disfrutar la noche, aquí te traje esto. -Sin pensarlo le vacié chorro a chorro el vino que estaba frío, le escurría por todo el cabello y el cuerpo entero. La salamandra alfín había sido derrotada.

-No te vuelvas a acercar a Arturo.

Regresé a la fiesta para alcanzar a los demás, pero no los vi, y alguien más me encontró a mí.

-Achís... ¿Te han dejado? Ven, yo pasaré la noche contigo. -Era el hombre de la tienda otra vez, pero ya estas más borracho, a punto de perder la cordura.

-Ya te dije que no, me tengo que ir.

-Ey, ey, ey, tú te vienes conmigo, ya tiene rato que quiero vaciar la manguera.

Ese tipo estaba loco, me iba a ir, pero él se levantó como pudo de la silla y me sujeto con sus dos manos, intentaba besarme y yo trataba zafarme, era inútil, él era muy fuerte aun ebrio, grité para que alguien me ayudara, pero creo que ya todos estaban ebrios.

-Dame un besito, mírate, estas más rico de lo que había visto. -Me agarro una nalga y yo le di una patada que no logro nada.

-No andes de travieso, vamos, el baño servirá si estas impaciente.

Me daba asco sentir las manos de alguien más tocándome, ese tipo era desagradable.

-Alto, no iras a ningún lado con mi novio. -Arturo sujetaba del hombro al hombre mientras me daba su mano. -Suéltalo, solo te lo diré una vez.

- ¿Tú quién eres?, vete de aquí, él no tiene novio.

-Claro que sí, y estoy aquí para defenderlo. Yo te lo advertí.

Arturo quitó de un movimiento sus brazos de mí y quedé libre, le dio un pequeño golpe en la mejilla y el ebrio se enfureció, embistió a Arturo, estaba dispuesto a comenzar los golpes, le dio uno en el abdomen, Arturo le respondió con un golpe más enérgico que el primero que lo llevó al piso, una vez ahí lo golpeó otras veces más. Aunque me estaba defendiendo, veía que por mi culpa estaba llegando a ser capaz de ser agresivo.

Lo detuve y el reaccionó.

-Anda ya mi amor, ya no le hagas daño.

-Sí, tienes razón, es que no iba a permitir que te hiciera daño.

-Lo sé, vámonos.

Pronto llegaron los cadeneros quienes se llevaron al ebrio afuera, alguien de los asistentes dijo que lo seguirían golpeando por ocasionar conflictos.

-Perdóname mi amor, quería que pasaras un día feliz, sin preocupaciones, y solo he logrado meterte en problema tras problema.

-No, no es así, me has salvado. Eso es lo importante, quitando los pequeños altercados la he pasado increíble bailando contigo y con todos aquí reunidos, eso es lo verdaderamente importante, y de verdad, me han dado uno de los mejores días que he tenido.

-Olvidemos lo que ha pasado y continuemos con tu cumpleaños.

-Me encantaría. Pero solo con una condición.

-Por supuesto, ¿Cuál?

-Que bailes conmigo toda la noche.

-Hecho, bailaré contigo, por siempre si es lo que quieres.

Los demás no se habían enterado de mucho, salvo Carlo. Aun así, todos pudimos retomar el ambiente de celebración que había en el inicio. La noche acabó y partimos otro pastel, lo había preparado mama chef, era el mejor que había probado en mi vida. La fiesta acabó como a las 2 de la madrugada, mis amigos y la familia de Arturo se despidieron deseando nuevamente buenos deseos. Arturo me dijo que aún faltaba que me diera mi otra sorpresa que había dicho. Fuimos en su carro por carretera hasta las pirámides de Teotihuacán, era un ambiente hermoso en medio de la noche ver esos cielos que hace miles de años habían cobijado a nuestros ancestros.

-Vamos, tú sorpresa esta por allá.

Detrás de la pirámide había esperándonos un gran globo aerostático en forma de corazón.

-Feliz cumpleaños mi amor, te amo.

- ¿Tú has hecho todo esto por mí? Eres el novio más perfecto y dulce que hay en el universo.

-Todo por ti, y bueno, el diseño del globo lo hizo Carlo, el me ayudó mucho en eso.

-Ya veo, Carlo es un muy amigo.

-Así es. Pero ahora subamos. El cielo nos espera.

Estuvimos suspendido en el cielo, en el mundo entero y en el universo por horas juntos en medio de una serie de sensaciones que nos hicieron estremecer hasta el punto en el que salió el sol y nos dio el más increíble amanecer de nuestros días.

Continue Reading

You'll Also Like

82.1K 14.1K 37
¿Y si es muy tarde para empezar de cero? Cuando Gia Davies se muda a Nueva York, está huyendo. Se ha dado cuenta de que su carrera no le gusta, su re...
21.8K 1.2K 37
Eva, una talentosa fotógrafa en ascenso, y Jase, un apuesto modelo, se cruzan en una fiesta caótica donde Jase, tras beber en exceso, cuenta con la i...
123K 2.9K 5
All along there was some invisible string Tying you to me? Julie y Charlotte no pueden ser mas contrarias lo único que tienen en comun que es la actu...
48.6K 2.7K 141
Valentina una chica con una vida normal hasta que el divorcio de sus padres cambiaría su vida por completo volvería los próximos años en los peores d...