¡He llegado a leer historias en las que la mitad de las oraciones están entre signos de exclamación! ¡Creo que los autores lo hacen para aumentar la tensión, pero no se dan cuenta de que este truco no sirve si se abusa de él! ¡Y además, se lee como si alguien estuviera gritando a cada rato! ¡¡¡AHHHHHHH!!!
El error
Creo que cada uno de nosotros tiene una mala costumbre de la que no se percata, algo así como un tic nervioso. De cuando en cuando me topo con autores obsesionados con los signos de exclamación. Particularmente se da en los escritores de ciencia ficción, fantasía y aventuras, porque se supone que ocurren cosas que ponen en peligro las vidas de los personajes.
El problema tiene múltiples repercusiones: para empezar, al poner una oración entre signos de exclamación, obligas al lector a enfocarse en ella. Es como marcar una línea con resaltador en una hoja de papel, lo cual es efectivo cuando se hace con mesura. Ahora imagina que resaltas un montón de líneas. Felicidades, acabas abusar de un recurso que puede ser muy útil.
Cuando usas tantos signos de exclamación, restas importancia a lo realmente fundamental, a lo que da emoción, un problema que tienes que resolver... poniendo dobles o hasta triples signos de exclamación ¡¡¡...!!!
No es buena idea usar esta práctica con demasiada frecuencia. Dime, ¿hay alguna diferencia en cómo lees las siguientes oraciones?
—¡No puede ser!
—¡¡No puede ser!!
—¡¡¡No puede ser!!!
No sé tú, pero yo las leí iguales. Si leo una oración entre signos de exclamación, automáticamente la leo en un tono de voz muy elevado. Si el escritor luego usa doble signo en otro lado, ¿qué se supone que haga? ¿Elevo la voz 10 decibeles? ¿La elevo 20 si luego me sale con un signo triple?
El signo de exclamación le indica al lector que debe elevar la voz. Por lo tanto, usar signos múltiples es inútil en la mayoría de los casos y no debe hacerse a menudo.
La solución
Recuerda que cada historia sigue un ritmo. La mayoría de los eventos tienen un ascenso gradual antes de llegar al punto de tensión máxima. Usa signos para resaltar ese punto, no para engañar al lector a creer que lo que ocurre es sorpresivo, porque ¿sabes qué? No puedes engañarlo. Solo puedes dirigirlo, guiar su atención para que el conflicto le resulte emocionante y el desenlace lo deje sin aliento.
Otra cosa: por lo general, los signos de exclamación se usan en los diálogos. Raras veces se colocan en los párrafos del narrador. No es que no puedas hacerlo, pero es algo que debes tener en cuenta a la hora de decidir si una oración amerita usar signos de exclamación o no.
Ya sabes lo que dicen: todo en moderación.
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