Amarte, Dalia.

By nepstar

165K 14.2K 1.1K

Esta historia contiene ABDL Leer con discreción. More

Dalia
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
25
26

24

2.8K 387 21
By nepstar


SEAN

"Nena, vamos a sentarnos mientras Ian mete las cosas" pido, permitiéndole entrar a la casa con los zapatos puestos. Ella camina raro, su frente se arruga en cada paso que da hasta que se sienta, así que tomo esto como una señal y no aguardo más. Ella me ve con sus ojos miel muy abiertos. "¿D-e que hablas?", pregunta vagamente escondiendo sus dedos en sus puños.

"Quiero saber qué te ocurre" pido de forma directa. "Algo te pasa" afirmo.

"Y-o" Dalia esquiva mi cara, suspiro, ha estado actuando así desde la visita a la casa de Charlotte. Su cara se suaviza un poco al yo mencionar su forma extraña de caminar, parece aliviada. Aliviada de que no pregunte por otra cosa. Un pequeño nudo se forma en mi pecho, le pasa algo más... algo más de lo que le he dicho. Suspiro.

Una cosa a la vez, trato de no ser necio y empujarla más de lo que ella puede sobrellevar. "¿Algo te molesta?" Pregunto como sí tratase con un infante. Ella tarda en responder, pero lo hace afirmativamente. "¿Es dolor en tu cuerpo o..." no termino de preguntar cuando ella suelta un "sí" pequeño, pero firme y muy rápido. Achicó mis ojos, algo más le pasa y está tratando de evadir el tema.

Así que planifico rápidamente mis opciones, primero: saber qué le está ocurriendo físicamente; segundo: terminar mi pregunta anterior.

"¿Me puedes decir en donde duele?" Pido más gentil de lo que suelo ser, todo lo que hago por esta nena hermosa que no se comunica.

"Ehm..." suelta nerviosa "es... este... hm... en el cuerpo" divaga. No quiero asustarla, pero tengo que empujarla un poco más para que encuentre el valor de decirme exactamente que le ocurre.

"Nena, me gustaría que fueras directa" pido tratando de hacer que no suene tan a regaño "pero sí no crees poder hacerlo, puedo hacerte preguntas de sí y no hasta que adivine"

Definitivamente, esa segunda opción no me gustaba en nada, existían mil y un síntomas para mil y un cosas distintas, adivinar lo que le estuviera ocurriendo tardaría mucho tiempo y tomaría más paciencia de la que tengo, la incertidumbre y yo no somos buenos amigos, y mucho menos cuando se trata de Dalia.

Dalia se toma un tiempo para responder, pero al final lo hace. "Es... atrás" frunzo el ceño.

"¿Es tu espalda?" Pregunto tratando de adivinar. Las cicatrices que había visto no eran recientes, pero la conversación que tuvimos de las mías y sí me dolían me hacía pensar en que tal vez eso era lo que la estaba incomodando. Tal vez una mala cicatrización le produce dolor. Ella niega. Yo continuo.

"¿Tu tobillo?" Indago. Aunque el tobillo no se encontrase en la parte posterior de su cuerpo, no podía dejar pasar la pequeña lesión que había tenido. Las radiografías que habían tomado no mostraba que el hueso de su tobillo estuviera lesionado. Así que...

"¿Es tu cabeza?" Me asusto, me asusto más por mis pensamientos que por su respuesta negativa que no veo "Dalia, ¿te golpeaste la cabeza?" Esta vez la adrenalina corre por mis venas. Tal vez cuando la encontré tirada afuera tuvo una contusión... una contusión no se puede ver en radiografías. Necesitaríamos ir al hospital. Me acerco a ella, a su bonito cabello secado y liso, mis manos pasan por la parte trasera de su cabeza, en búsqueda de una zona abultada.

"Noo" Dalia suelta una ahogada negativa encogiéndose más en el sofá. Permanezco inmóvil "Es mi trasero"

"¿Qué le pasa a tu trasero?" Pregunto confundido. ¿Tendrá alguna fisura? ¿Hemorroides? ¿Algún absceso?

"Duele" su respuesta es directo, concisa, pero no me da la información necesaria.

"¿Te caíste?" Cuestiono.

"No" respira fuertemente antes de continuar "Es que... duele cuando la piel roza"

Las palabras correctas traen las acciones correctas.

Creo saber lo que es.

De lejos escucho que Ian continúa hablando por teléfono fuera de la casa, al entrar había cerrado la puerta para que el frío no entrara.

Usando voz de doctor profesional que no vive en la misma casa que su paciente, desbordando suavidad y empatía, le pido que me muestre lo que está ocurriendo.

DALIA

Puede ser peor, puede ser peor. Me repito mientras le doy la espalda a Sean.

"Mierda" La maldición de Sean, aunque fue muy baja y casi imperceptible, me hace asusta. Me giro para poder ver su cara.

"¿P-pasa algo?" Arrastro las palabras, no sé qué ha pasado, pero estoy asustada. Sean está preocupado y eso me preocupa. Aún más cuando usa esa palabra.

"Nena, esto te debe de doler demasiado" afirma indicándome que me vuelva a voltear, lo hago de forma insegura. Una brisa fría me pone chinita la piel, pero no me vuelvo a mover.

"¿Qué ocurre?" La voz de Ian llega de algún lado, gimo contra el mueble, mis manos cubren mi cara. Me quiero enterrar viva debajo de la casa. Un silencio pasa hasta que escucho un grito.

"¡Santa mierda!" Vuelvo a escuchar aquella palabra, pero esta vez mucho más alta, mierda. Unas manos volteándome hacen que me sobresalte, Ian me ve, su cara está arrugada, parece enojado, pero su voz me dice lo contrario. "Dalia, ¿desde cuándo estás así?" Pregunta angustiado.

No recuerdo cuantos días han pasado, no sé qué día es... pero sí sé que el sol se ha ocultado y aparecido varias veces. Mi respuesta no es directa, así que solo susurro "días". Esto parece enfurecerlo, gimo acercándome más al respaldar del mueble. Que esté medio desnuda no impide mi necesidad de huir, y como no lo puedo hacer lo que me queda es pegarme lo más que pueda al sofá y desear que me derrita entre los cojines.

"¡¿Cómo puedes ser tan descuidada?!" Pregunta con su voz alterada llena de reproche. Me hago pequeña, quiero que el sofá me trague viva.

"Nena, quédate aquí, ya volvemos" Sean indica mientras toma a Ian de un brazo y lo empuja hacia otro lugar.

Me subo los pantalones e inmediatamente me hago bolita en el mueble, trato de esconderme con los cojines restantes, soy lo suficientemente pequeña para que los tres cojines logren ocultarme. Quiero irme a esconder, pero la indicación de Sean me lo impide. Trato de hacerme lo más pequeña que puedo, escondiéndome más. En la lejanía escucho cómo Ian sigue alterado por mi culpa, gimo tapándome la cara con un cojín. No quiero llorar, pero esto me sobrepasa. Fue mi culpa. No sé qué he hecho, pero sé que fue mi culpa... siempre ha sido mi culpa. Sollozo contra el cojín.

"¡Tú eres el doctor!" Exclama, desde la lejanía, la voz enojada de Ian. "Yo no sé de eso". No logro escuchar bien lo que dicen. Después de un tiempo de solo balbuceos, tratando de controlar mi llanto, escucho aún más cerca la voz de Sean.

"No, vas caminando" dice firmemente. ¿Qué está pasando? ¿Lo ha echado?

SEAN

"Vamos, ve yendo" incito, Ian ha perdido un poco el control. Lo he tenido que alejar de Dalia al notar como la angustia se apoderó de sus palabras. Culpar a Dalia por lo que le pasa no es una buena idea, y mucho menos cuando se trata de un tema tan íntimo como esté "Compra varias" Tal vez no nos quiso decir nada por vergüenza. Y la sobrerreacción de Ian no ayuda en nada.

"¿Cuántas es varias?" Pregunta pasando frenéticamente la mano por su cabello, desordenándolo, acomodándolo y volviéndolo a desordenar, una y otra vez.

"Debemos glasear la zona por completo" hago un ademán con las manos como sí fuera un pastel.

"Entonces muchas" refunfuña. Antes de que pueda tomar el auto y salir en este estado a las calles, tomo las llaves de su bolsillo.

"¿Qué haces?" Interroga muy irritado. "Devuélvelas" exige, haciéndome levantar una ceja. Oh Dalia, nuestro Ian ha perdido los estribos.

"No, vas caminando" Digo firme. Necesito que vaya comprando las cremas mientras yo, tranquilizo a Dalia, desde acá puedo escuchar su llanto, y no es de extrañarse, ella nunca ha visto a Ian en este estado. Ian refunfuña, suelta una maldición al viento y sale de la casa con dirección a la farmacia.

Armándome de valor entro a la sala, Dalia se oculta entre los cojines, su pie aun con el zapato puesto la delata. Es cuidadosa al no montarlos en el sofá, los deja en el aire mientras se hace bolita. "Nena" llamó suavemente, ella solloza un poco más fuerte. "Corazón" vuelvo a intentar "voy a quitarte los zapatos para que estés más cómoda" suelto, pero antes de hacerlo pregunto "¿Estás bien con eso?". Dalia responde afirmativamente mientras se absorbe la nariz. Sentándome a su lado, la tomo con cuidado de uno de sus tobillos para que me dé espacio para desamarrar sus cordones. Decido dejarla con sus calcetines puestos al recordar lo friolenta que es. Luego, me armo de valor para sacarla de su escondite.

"Preciosa Dalia" llamó lentamente acercando mi mano a su cabello, lo acaricio despacio, tratando de hacerla sentir aún que sea un poco más cómoda. "Ven conmigo nena" solicito moviendo un poco el cojín que oculta su cara. Ella levanta su vista llena de fantasmas húmedos, estiro mis brazos a ella solicitando de forma corporal si puedo tomarla en brazos.

Dalia entra en mis brazos con pequeños sollozos, yo hago lo mejor para calmar su angustia.

DALIA

"Está enojado" afirma acariciando mi cabello. Levanto la cara, lo veo de cerca.

"¿Por mí?" Susurro insegura, yo... yo no quise hacerlo enojar... yo no sé qué hice que lo enojará tanto. No puedo evitar el movimiento de mi labio inferior.

"Oh, nena, no" Afirma "Claro que no" Indica pasando sus dedos por el costado de mi cara. No logro creerle. Tal vez lo está diciendo para que no lloré... he llorado mucho desde que llegue con ellos, como sí, todo el tiempo que pasé sin llorar al estar con Maestro lo estuviera recuperando ahora. Soy una llorona. Ian se enojó conmigo por algo que no sé qué fue... y ahora Sean me miente, porque no quiere que llore. Porque ya llore. Y ahora estoy a punto de volver a llorar. "Dalia" Ambas manos de Sean sostienen mi cara, guiándola hacia atrás para que lo vea. "Está enojado con él mismo" manifiesta.

"¿Con él?" Pregunto confundida, quito la única lágrima que logró escapar de mi ojo. "Pero no hizo nada" replico aún más confundida.

"Por eso" responde suavemente, lo observo. "Él siente que te debió de cuidar mejor" suelta, antes de que pudiera replicar, continua. "Cree que fue su culpa por no haber pensado que eso te pudo haber pasado" dice moviendo suavemente sus dedos sobre mis mejillas. "También se culpa por no haberlo notado sin que dijeras algo"

Yo me quedo viéndolo. "Entonces... ¿No está enojado conmigo?" Pregunto de nuevo insegura, tiene un poco de sentido lo que Sean me ha dicho, pero necesito volver a confirmar.

"No, nena" su confirmación quita el peso imaginario que sentía. Permanezco abrazándolo, mi cara queda del lado contrarío a su cuello, no me molesto en moverme.

Me encojo ante los pensamientos que empiezan a volar por mi cabeza. Ellos me han dado mucho, demasiado, pero no puedo evitar querer más. Me odio por no poder controlar este sentimiento. Me odio por no estar conforme con todo lo que me dan, me odio por querer más... más de lo que ellos me pueden dar.

Ian llega tiempo después, es complicado decir cuanto tiempo ha pasado, pero se ve que ya no está enojado. Al menos eso me hace respirar un poco más tranquila.

Ahora me ahogo en vergüenza, pero lo bien que se siente aquella extraña crema sobre el área que tanto me incomodaba, me hace olvidarme del pudor. Ian es el que ha querido arreglar lo que estaba mal en mí, Sean permanece a mi lado acariciando mi pelo. Él confía que Ian hará todo bien, y yo también.

"Has estado así por varios días, ¿No?" Ian pregunta suavemente, después de volver a colocarme los pantalones, ahora la vergüenza vuelve a mí, asiento lentamente. "Nena, ¿qué ocurrió?" Esta vez Sean es el que interroga. Trato de ignorarlos, pero esta vez, no dejan de verme. Así que decido hablar antes de pensarlo de más.

"Olvidé cambiarme cuando fui a trabajar contigo" Tal vez hablé muy bajo, porque Ian a los segundos pregunta que he dicho, Sean le responde recitando lo mismo, pero un poco más alto.

"Conejita, ¿por qué no dijiste nada?" Ahora su preocupación me hace sentirme mal.

"Pensé que no tenía arreglo" lo dejo salir.

"Oh corazón" Sean me arrastra más a él, ahora quedo sentada con mi espalda en su pecho.

"Necesito que cualquiera, cualquier cosa que pase, que te pase, que te moleste, de cualquier forma nos lo hagas saber" Sus palabras son duras y me asustan. Pero sé, que no lo dice para lastimarme.

El alivio en mi piel, y el saber que ya no está enojado con él mismo por mi culpa, me relaja.

Pero aun así no dejo de pensar de más. Lo mismo, una y otra vez. Estoy cansada, agotada. Las pesadillas me atormentan en la noche y mis pensamientos en el día. Solo quiero estar en paz, pero tal vez eso nunca pasará.

"Las cosas siempre tienen arreglo" Ian afirma acercándose para besar mi frente, cierro los ojos. Le creo. Dentro de mí, le creo.   

Continue Reading

You'll Also Like

256K 6.9K 28
¿Que pasara cuando louis se entere que va a tener otros Hijos? ¿Olvidara a su primer hija por los otros? No se Aceptan copias ni Adaptaciones
71.5K 3.3K 29
la vida de Brenda en el orfanato le va muy mal, ella desea ser adoptada, tener una familia, pero en el orfanato la mayoria que adoptan son de 1 a 10...
6.9K 490 6
Continuación de mi historia "Julia". No será necesario leer el primer libro para entender este, pues habrá un breve resumen en el primer capítulo. Hi...
3.5K 187 10
Melany una chica de 14 años , la cual solo busca ser querida por alguien , un dia decidio simplemente escapar de casa , sin saber que ese dia su vida...