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"Nada de lo que tengas en mente sobre los debates se sostendrá ante el jurado. Todo se hace de nuevo".
17 de enero
Miami-Dade County Courthouse, Florida
El reloj marcaba las diez y media de la mañana, tiempo nublado y sin lluvia en Miami. El arcaico edificio de color beige, con su sofisticada decoración interior y exterior, era el centro de atención de la dueña de Jaguar's Agency y sus accionistas.
Quizá no el Estados Unidos en su conjunto, pero la industria de la moda estaba atenta, esperando ansiosa el veredicto de este juicio: si Michelle era declarada inocente, la mayor se convertiría en la más fuerte e influyente del mercado.
Lauren estaba sentada junto a su abogada, Allysson Brooke, en el tribunal donde tendría lugar el juicio.
Verónica, Camila, Clara Jauregui, Dinah, Alexa Ferrer y Lucy Vives ya estaban en sus debidos asientos como testigos. Todas en silencio, con una buena postura, vestidas apropiadamente para la ocasión que resultaría en la posible anulación de los cargos.
En el otro lado, y con un semblante extremadamente parcial, teníamos a Ariana Grande: una mujer de tan solo 26 años que tenía sobre sus hombros una condena mínima de 15 años. Vestía su uniforme naranja y tenía las muñecas libres.
No todo estaba perdido para Ariana, ya que contaba con una hermosa e inteligente mujer llamada Clair Davis, funcionaria del Estado, que abogaría por ella esta mañana.
Además, Keana estaba presente. De las dos testigos de Ariana, Keana Marie era la más importante. Su mirada se había centrado en la de Camila desde que llegó, y en ningún momento había dejado de mirarla.
— Señores. — la voz del oficial llenó la sala. — Pónganse de pie para recibir a Vuestra Señoría, el Juez Sr. Jones.
Exactamente, a las diez y cuarenta, el juez encargado del caso entra y toma asiento. Charles Michael Williams Jones, de cincuenta y seis años y, según las investigaciones de Ally, un juez muy bien orientado, que no se dejaba llevar por la entonación vocal del acusado, de su expresión corporal hasta su semblante, era justo y las últimas sentencias que dictó tuvieron un resultado satisfactorio.
Todos se pusieron en pie. Lauren, respirando más lentamente, se mostró respetuosa, colocando ambas manos delante de su cuerpo.
— Buenos días, señoras y señores, daremos inicio a la sesión de instalación del Tribunal. — Su voz es puntual y firme, demostrando por qué ocupaba este cargo desde hace más de 12 años. — Voy a comprobar las 25 papeletas de los jurados sorteados para esta sesión.
Los presentes tomaron asiento.
El Secretario presente pasa la lista, anota y comprueba los nombres de los jurados presentes, dejando las papeletas sobre la mesa. Habían comparecido los siete nombres.
— Pues bien, habiendo el número legal de jurados, declaro instalada y abierta la Sesión del Tribunal del Jurado de este Distrito. — el juez añadió. — El caso penal que Grande's Empire lleva contra Lauren Jauregui será llevado a juicio, con Ariana Grande, su antigua funcionaria, como víctima.
La policía se acerca a Lauren, donde la misma se situó frente a la mesa en la que se encontraba. A continuación, la mujer es presentada ante el juez, que le pregunta.
— Dígame su nombre. — le pidió.
— Lauren Michelle Jauregui Morgado.
— Edad.
— 37 años.
— Nombre de la abogada.
— Allyson Brooke Hernández.
El Secretario lo comprueba y toma nota. Los datos coincidían. Así que ordena a la acusada que tome asiento. Una vez sentados los siete miembros del jurado, el juez se levanta y lo aclara:
— Todos en pie, por favor, para el juramento del Consejo de Sentencia.
Se ordena a los jurados que juren en público, prometiendo su imparcialidad y que tomen su decisión en la sala secreta, según su conciencia y los dictámenes de la justicia.
— En este momento, iniciaremos la instrucción del caso aquí en la Plenaria de la Corte Suprema. Esta instrucción es una recopilación de pruebas en presencia de los Señores Jurados. Podemos escuchar a los testigos, el Ministerio Fiscal y la Abogada defensora, así lo deseen, y también escucharemos, obligatoriamente, al acusado.
Lauren miró angustiada a Ally, que se limitó a balancear la cabeza, pidiéndole que mantuviera la calma y respirara hondo.
Aunque Jauregui estuviera completamente segura de que sería absuelta de esta sentencia, la seriedad del juicio hizo que le flaquearan las piernas. Cualquier error que cometiera, cualquier palabra de más o cualquier comportamiento atípico por su parte podía despertar dudas en los miembros del jurado. Así que tenía que tener cuidado. Necesitaba aparentar estar calma.
— Le pido a la Fiscal Davis que comience este interrogatorio explicando los hechos a nuestros jurados. — La abogada de Ariana se levantó.
— Su señoría, Juez del Tribunal, es un honor, doctor, trabajar bajo su presidencia. — La bella mujer pelirroja y de ojos castaños saludó también a los miembros del jurado con una breve inclinación de cabeza y una sonrisa amable. — En un juzgado, esperamos que la justicia tome color, que palpite, que la ley viva...
— Sea más breve, Sra. Davis, por favor. — El juez da su primera interjección en el interrogatorio, lo que alegra a Ally y Lauren.
— Señoría, mi cliente, Ariana Grande-Butera, de 26 años, acusa a Lauren Jauregui, propietaria de Jaguar's Agency, a través de su empresa, de falsificación de datos; evasión fiscal, denuncia calumniosa; falsificación de estados contables; caja 2 y operaciones de cambios con fines de evasión de divisas en Luxemburgo.
— Sus acusaciones consisten, principalmente, en absolver a Ariana de los cargos de robo de 15 millones 500 mil dólares que fueron observados por la acusada; y de filtrar informaciones. Confirme si es cierto.
— Sí, señor. — Se dirigió hacia los miembros del jurado. — Señores y señoras del jurado, mi misión esta mañana es demostrarles, de forma clara y sencilla, los procedimientos que la Sra. Jauregui y su equipo han utilizado para culpar a mi cliente. Lauren Jauregui utilizó la coacción y su alto poder de negociación para forjar una situación que en realidad no existió.
El tribunal se quedó en silencio, entre otras cosas porque gran parte del público estaba a favor de la magnate, a la espera del veredicto final.
— Allysson. — murmuró Lauren, rascándose la garganta.
— Ella está tratando de intimidar. Sabe que está en desventaja. No te preocupes, Lauren. — Dijo la pequeña breve y firmemente. Estaba consciente de la posición en la que se encontraba.
Los miembros del jurado y el juez ya estaban al tanto de las acusaciones de Lauren contra Ariana. Conocían el caso de Stella y la confesión que Rosalía hizo la semana pasada sobre lo de Ariana ser el cerebro por tras de todo. El juicio de hoy no era un intento de la mujer de salir en libertad. Ariana sabía que eso no sería posible. Esta mañana, la única intención de Ariana era manchar la imagen de la magnate, aunque solo fuera un poco.
— Ariana trabajó en Jaguar's Agency durante más de ocho años. Entró como aprendiz, aprendió como nadie los mecanismos de la industria de la moda y actualmente trabajaba como auxiliar administrativa, la mano derecha de la acusada, Lauren Jauregui. — prosiguió la abogada. — A los veintitrés años, con una gran experiencia en el sector, todavía en su puesto actual y con la intención de hacer realidad un sueño de infancia, Ariana decidió abrir su propia agencia, Grande's Empire. Contrariamente a lo que afirman, mi cliente no se aprovechó de ninguno de los proveedores ni de ninguna información de Jaguar's Agency. El capital social con el que se creó la empresa de Ariana, inicialmente valorado en 2,7 millones de dólares, procedía de la venta de tres fincas que entonces poseía su padre. Y, por supuesto, debo recordar que la empresa de mi cliente llevaba ya más de tres años actuando en el mercado, con unos ingresos que rondaban los diez millones en el último trimestre del año pasado. Así que está más que justificado que Grande's Empire cueste hoy cincuenta y siete millones de dólares.
— Objeción, Señoría. — Brooke se levantó.
— Pronto se le concederá el uso de la palabra, Sra. Brooke. Le ruego que espere a que termine la Sra. Davis.
Allysson volvió a sentarse.
— Como iba diciendo, a partir de las facturas que aquí os presento. — Los miembros del jurado tenían sobre la mesa una fotocopia tras otra del estado de resultados de la empresa de Ariana de los últimos tres años. Estaba simplificando para facilitar la lectura. — Confirmo la transparencia de mi cliente y su empresa. Ariana no necesitó malversar ni un solo céntimo de la empresa de Lauren Jauregui, la acusada. Y al resolver este punto con vosotros, queda claro cuáles eran las intenciones de la Sra. Jauregui al acusar injustamente y bloquear las operaciones de su competidora, Grande's Empire: la intención de Lauren era impedir que Ariana tuviera más éxito en el mercado y la superara en términos de valoración.
Inmediatamente, Jauregui se quedó boquiabierta cuando Ally le agarró una de las manos. No pensó que Ariana pudiera montar semejante contraataque. Lauren sabía más que nadie que alrededor de U$15.500.000,00 habían desaparecido de sus cofres.
— [...] y los 15.500.000,00 de dólares, supuestamente malversados, son en realidad una acusación calumniosa, cuyo propósito es victimizar los años en los que Lauren Jauregui evadió impuestos al gobierno de nuestro estado y, a cambio, ingresó la cantidad en una de sus empresas offshore. Este dinero, señores, nunca ha salido de los cofres de Jaguar's Agency, y nunca lo hará, ya que está guardado y muy bien reservado en Luxemburgo. Y lo que es más, no aparece en la declaración anual de renta de Lauren Jauregui.
Camila, Dinah y Verónica miraron al fiscal y a Lauren totalmente asombradas.
— Respira, Lauren. — pidió Allysson sin arruinar su porte tranquilo.
Todos los presentes a favor de Lauren sabían que Ariana no daría el brazo a torcer tras no aceptar el "acuerdo de culpabilidad". Sin embargo, las pruebas que presentó la fiscal, además de calumniosas, estaban espantosamente bien estructuradas para provocar cuestionamientos.
— ¿Algo más, Sra. Davis?
La pelirroja lo niega y agradece al jurado su atención.
— En pie, Sra. Brooke. — Ally así lo hizo. — Tiene la palabra para su réplica.
— Gracias, Señoría. Buenos días a todos. — Ally Brooke saludó respetuosamente a los presentes, dirigiendo una mirada directa y cordial a los responsables del juicio. — En primer lugar, quiero agradecer a mi representada su confianza, porque creo en su inocencia, y haré todo lo que esté en mi mano para que hoy se haga justicia en su caso. — Miró brevemente a los ojos fijos y parciales de Ariana. Luego se dirigió al estrado del jurado. — Señores y señoras, Lauren Jauregui es una mujer honesta. Y no lo digo yo, lo dicen las noticias, las páginas web y sus familiares, que pronto darán su testimonio. A los treinta años, esta empresaria asumió la dirección de una empresa endeudada, poco después de la muerte de su padre. — Caminaba lentamente mientras gesticulaba con las manos. — A lo largo de casi seis años, gozó de gran prestigio y obtuvo excelentes resultados. Sin embargo, una cosa desconcertaba a mi cliente a medida que pasaba el tiempo: cuantos más eventos hacía, menos dinero en efectivo tenía para cubrir sus gastos. ¿Se trata de una situación contradictoria, todo el mundo está de acuerdo?
Allysson notó que algunos de los miembros del jurado asintieron.
— Resulta, damas y caballeros, que esta mujer... — señaló a Ariana. — Exactamente, esa mujer que está sentada frente a ustedes, desvió parte de los ingresos y ganancias de Jaguar's Agency a la empresa, cosa que, hasta entonces, Lauren, desconocía. — Ally se acercó a los miembros del jurado. — ¿Pruebas? Las tenemos. A la derecha pueden ver los extractos de las cuentas de Ariana, cuyo titular consta a su tío abuelo, fallecido hace más de veinte años.
Lauren empieza a rascarse la mano. Quería que se hiciera justicia cuanto antes.
— U$ 15.500.000,00 era la cantidad exacta que Ariana desvió de los cofres de la empresa de mi cliente. — Los miembros del jurado hojearon los papeles mencionados por Allysson, al igual que el juez Jones. — La venta de las granjas del padre de la Sra. Grande es veredicto, pero no es suficiente para poner en marcha una empresa. Siguiendo este razonamiento, según los datos del Estado... — se acercó a su escritorio y agarró un bloc de notas. — Hoy en día, para abrir una empresa de Capital Abierto del tamaño de la que ha constituido Ariana, se necesitan unos 7,5 millones de dólares. Ariana tenía 2,7 millones. Eso no es ni la mitad de la cantidad exigi...
— Objeción, Señoría. — Davis se arriesgó.
— Objeción denegada. Proceda, Sra. Brooke.
— La Sra. Grande no solo desvió U$ 15.500.000,00. — hizo hincapié en la cantidad. — También se aprovechó y mucho de las informaciones privilegiadas de Jaguar's Agency. Ariana hackeó el sistema de datos. Tuvo acceso a conversaciones privadas. Y aunque la prestigiosa abogada Davis nos ha dicho anteriormente que su cliente no se puso en contacto con ninguno de los proveedores de Jaguar's Agency, tenemos un informe escrito a mano por uno de nuestros antiguos colaboradores de tejidos brasileños. Por favor, os pido que dediquen un momento a mirar este papel, que está dentro de un sobre verde.
Todos los representantes agarraron la carta y la leyeron tranquilamente.
— Como consta, el director brasileño Ricardo Carvalho especifica por qué dejó nuestra agencia hace ocho meses y siete días. Ricardo Carvalho también señala que empezó a suministrar tejido a Grande's Empire, ya que siempre negociaba los precios con Ariana Grande, y, por lo tanto, creía en su proyecto, que según las palabras de la mujer a este hombre: "Ariana colaboraba con Jaguar's Agency, solo que en otro segmento de la moda".
El corazón de Lauren se estrujaba cada vez más.
— Señoría, las facturas que le entregó la abogada Davis detallan lo que se gastó en Grande's Empire durante tres años para hacer crecer su empresa. — Ally se volvió hacia el juez. — Por lo tanto, insisto en que todo, exactamente todo, lo que compró la Sra. Grande, también lo compró Lauren Jauregui, solo que en menor cantidad gracias, precisamente, a los consejos de su asistente administrativa, su mano derecha, que era Ariana.
Allysson pasó a hablar de las frías facturas de Ariana, que incluían un recibo por un servicio que ni siquiera se había llevado a cabo. Defendió a Lauren de las acusaciones de evasión fiscal. Cuando quedó satisfecha, volvió a su asiento.
Hay que recordar que aún tenían las confesiones grabadas en las que Ariana confesaba los delitos que había cometido. Pero dado que en esta grabación la pequeña mencionaba el motivo por el que lo había hecho, que dejaba al descubierto las relaciones de Lauren con sus funcionarias, Allysson optó por dejarla como segunda alternativa; en su opinión, sus argumentos eran sólidos y bien fundamentados.
Unos minutos después, los testigos de Lauren fueron llamados uno a uno a declarar a su favor. Camila fue la primera, por razones obvias, ya que en ese momento la defensa debía comprometerse a causar revuelo en el jurado.
Sin ceremonias, la latina prestó juramento y luego optó por hablar más de su convivencia con Lauren y de cómo presenció el robo a los cofres de su empresa. Contó cómo Ariana y su equipo culparon a Verónica Iglesias del robo. Fue un testimonio breve pero muy pertinente.
Dinah fue la segunda en declarar. Habló abiertamente y sin rodeos sobre cómo se había infiltrado en la institución y observó, en la medida de lo posible, los movimientos sospechosos en el equipo administrativo — en el que se centraba Ariana. Por indicación de Ally, Jane prefirió no mencionar a Rosalía, ya que el caso era muy complicado y no sería bueno que todo el tribunal recordara que Rosalía era la amante de Shawn y que Ariana se aprovechó de ello durante un tiempo, mientras Lauren y Camila mantenían una relación — aunque con la latina casada.
Vero y Lucy hablaron de lo que mejor sabían, es decir, de sus experiencias en Grande's Empire y de cómo funcionaba la pirámide de Ariana para captar a las funcionarias de Lauren.
La madre de Lauren, por su parte, no hizo más que hablar al jurado del buen carácter de su hija. Cómo Jauregui la ayudó incluso después de que Clara fallara en su papel de madre, o la forma en que Lauren se hizo cargo del negocio familiar tras la muerte de la persona a la que más quería (su padre), mientras que sus hermanos optaron por huir de la responsabilidad, marchándose a otros países.
Por último, y quizás una de las más esperadas, Alexa Ferrer. La ex mujer y ex socia, para deleite de todos, se deshizo en elogios hacia Michelle. De paso, habló un poco del turbulento matrimonio que tuvieron, asumió la culpa de la ruptura y la elogió sin filtro por la profesionalidad que mantuvo durante más de seis años tras el divorcio.
La abogada Clair Davis siguió con su trabajo. Como fiscal, interrogó testigo por testigo, pero afortunadamente todas ellas, especialmente Camila, consiguieron escapar de su interrogatorio. Allysson sabía que llevaba ventaja después de eso, ya que las seis mujeres consiguieron omitir el hecho de que Lauren había salido con docenas de modelos de su agencia. Eso era una gran ventaja.
— Ahora, en defensa de Ariana Grande, me gustaría llamar a sus dos testigos. Emma Thompson Durand — la ex modelo cuyas relaciones íntimas con Lauren quedaron en evidencia. — Y Keana Marie.
El 0,001% de posibilidades de derrota que tenía Jauregui estaba ahí. "Keana Marie".
Keana era el mayor temor de Ally, ya que su testimonio no tenía nada que ver con las acusaciones de Ariana. Su testimonio seguía siendo un misterio para todos.
Según la orden, Emma - la modelo - habló exactamente lo que todos esperaban: relató el trato agresivo y de superioridad de Lauren hacia sus ex funcionarias. Y aunque fue breve, Emma, en quince interrumpidos minutos de intervención, consiguió anular, testimonios importantes como el de Alexa, Camila y Clara cuando relató su relación sexual con la magnate, y su consiguiente despido después de que se acostaron.
Allysson interrogó a Emma tres veces, y en las tres ocasiones, la ex modelo se destacó. Ally dio un paso atrás, agradeció y volvió a su silla.
— ¿Qué hacemos ahora...? — se quejó Lauren con los labios fruncidos en cuanto la testigo de Ariana abandonó el estrado. Había vencido a Allysson.
— Sin desesperación, sabemos cómo tratar este asunto. — replicó con calma, como si todo estuviera bajo control, incluso después de haber salido "derrotada" en aquella primera declaración. — Nuestro problema no es Emma. — dijo, señalando discretamente con la mirada a una mujer que acababa de levantarse. — Nuestro problema es ella, Lauren.
Allysson se refería nada más y nada menos que a:
— Keana Marie, ¿juras decir la verdad y solo la verdad? — dijo el guardia mientras todos alrededor miraban a Keana.
Con una mano en el pecho y la otra levantada, tocando la Biblia, Keana dijo:
— Sí, lo juro.
Y ella se acomodó bajo la mirada ansiosa de todas las mujeres. Keana hizo todo lo posible para no mirar a Camila. Consiguió mirar a todos los presentes, porque en su mente, todos los presentes la habían herido directa o indirectamente — excepto Camila.
— Empieza por decirnos tu nombre, cómo empezaste a trabajar en Jaguar's Agency y así sucesivamente hasta llegar a Grande's Empire.
Karla la miró preocupada.
No podía apartar sus ojos marrones de Keana.
— Me llamo Keana, tengo veintiocho años y empecé a trabajar en Jaguar's Agency cuando tenía veinticuatro, después de superar el proceso de admisión de Lauren.
— Cuéntanos de su convivencia con Lauren, Sra. Marie. — Davis dictaba el orden de la declaración. Preguntaba a los testigos lo que fuera oportuno.
— Lauren nunca fue una persona paciente, como describió Clara Jauregui.
Por su parte, Jauregui tragó saliva.
Errores del pasado que, si pudiera retroceder en el tiempo, no habría cometido.
— La Sra. Jauregui siempre fue una jefa que se sentía superior y le gustaba demostrar su superioridad en gran parte del tiempo.
— ¿Señoría? — Allysson decidió intervenir poniéndose en pie.
— La testigo aún no ha concluido su testimonio para permitir una réplica. Por favor, Sra. Brooke, respete su turno de palabra.
Brooke asintió y volvió a sentarse.
— ¿Le gustaría comentar las apuestas que tuvieron lugar dentro de la agencia, avergonzando a las funcionarias, y bajo el conocimiento de Lauren?
Keana permaneció en silencio. Sus ojos se cruzaron con los de Camila de refilón. Pero la apartó rápidamente.
Ariana se mordisqueó el labio inferior. Había llegado el momento.
— Para ponerlos en contexto, jueces, audiencia y Señoría, existía una apuesta despectiva entre las funcionarias de Jaguar's Agency. Las testigos Alexa Ferrer, Verónica Iglesias y Lucy Vives incluso lo sabían, pero lo omitieron en su testimonio. — Explicó la fiscal.
— ¡Eso no es cierto! — gritó Verónica desde donde estaba.
Allysson intervino una vez más, pidiendo pruebas para demostrar la acusación. Poco después, toda la sala estalló en abucheos cuando la abogada Davis expuso mensajes y grabaciones sobre la supuesta apuesta, en la que estaba implicada Alexa Ferrer.
— ¡Orden! — golpeó su mazo una vez. — ¡Orden en el tribunal! — golpeó por segunda vez. — Sra. Brooke, ¡ordene a sus testigos que guarden silencio! De lo contrario, ¡tendré que pedirles que se retiren de la sesión!
Ally miró con reproche a Camila, Alexa y Verónica, que empezaron a debatir y discutir cuando se presentaron las pruebas.
— Señoría, ¡lo que intento decir es que esas acusaciones contradicen toda la investigación! — Exasperada, la más pequeña se puso en pie. — No tenía conocimiento de esas grabaciones. ¡No son pruebas legítimas!
— Sra. Brooke, como contradice el testimonio de tres de sus seis testigos, esta prueba será aceptada. También le ruego que baje la voz.
Lauren apenas podía respirar mientras miraba a Keana. El corazón casi se le salía por la garganta. No creía que fuera a responder por daños morales en este juicio, pero ya sabía lo que iba a decir en cuanto le tocara declarar.
— Adelante, Sra. Davis.
— Gracias, Señoría. — volvió a centrar su atención en los miembros del jurado, mientras Keana encaró a Camila. La latina estaba conmocionada y estaba siendo consolada por Dinah cuando se dio cuenta de la gravedad de la situación. — Como iba diciendo a los miembros del jurado, Lauren Jauregui no solo era una jefa arrogante que hacía que sus funcionarias quisieran dimitir, sino que además los avergonzaba dejando que por los pasillos de la Agencia vagaran apuestas relacionadas con los nombres de las funcionarias con los que se metía en la cama. Señores, el pueblo norteamericano es famoso por su ávido deseo de trabajar. — estaba causando revuelo. — Todas las mujeres que se han incorporado a la empresa de la Sra. Jauregui tienen un perfil típico: morenas, menores de 27 años. Mientras estas damas... — señaló a Keana. — Aceptaban la oportunidad de trabajo, actuando de buena fe, en el otro lado teníamos a Lauren, una mujer arrogante, que contrataba a estas mujeres para satisfacer su propio deseo carnal, acosando y coqueteando indebidamente con sus funcionarias mientras las apuestas sobre sus noches circulaban por la agencia.
— Allysson... — pronunció Lauren con un hilo de voz.
— Respira. Keana aún tiene que confirmarlo.
— Mujeres como Keana Marie, damas y caballeros, tuvieron sus sueños de construir una carrera espectacular, corroída, al encontrarse en un ambiente tan vergonzoso. Y hoy, incluso después de haber sido intimidada en la puerta de su casa por la modelo y novia de Lauren, Camila Cabello. — señaló a la latina y la misma frunció el ceño. — Keana está aquí, contando con que los jueces hagan justicia para que ella pueda perseguir sus sueños. ¿Sra. Marie? — Keana seguía mirando con culpabilidad a Camila. La cubana no la había intimidado cuando se fue a su casa. — ¿Sra. Marie?
— ¿Sí? — dijo, inquieta y preocupada.
No quería decir mucho. Solo quería contar lo que le habían pedido.
— Cuéntenos cómo fue el despido de Jaguar's Agency y en qué situación se encuentra actualmente después de que le impidieran trabajar en Grande's Empire, cuyo servicio fue interrumpido a petición de Lauren Jauregui.
Keana permaneció en silencio. En este momento, está mirando a Lauren y Ariana... Camila, Davis... el Juez Jones.
No era del todo mentira lo que Davis, la abogada, estaba afirmando por ella, pero Marie sabía las consecuencias que una coma añadida a la declaración podría tener sobre Lauren y toda su agencia.
El contrato de Luis se iría al traste. Lauren no lograría abrir sus patentes en otros continentes.
¿Realmente valía la pena seguir adelante con esto, sabiendo que perjudicaría a tanta gente por salvarse a sí misma?
— ¿Srta. Marie? — el juez le llamó la atención.
— Perdóneme, Se-señoría y Sra. Davis. — Tragó saliva, nerviosa. — Yo... — miró a su alrededor asustada, como si la estuvieran observando. — La ve-verdad es que fue Alexa la que me echó. — Sus ojos se cruzaron con los de Camila, la amiga más sincera y amable que jamás había tenido. Sus recuerdos volvieron rápidamente a los buenos momentos que habían pasado y cómo la latina fue la única que no se había burlado de su forma de hablar tan suave.
Camila no se merecía eso.
— ¿Y por qué razón? — preguntó el Juez Jones con tono frío.
En el fondo, a Alexa Ferrer y Lucy Vives se les estrujaba el corazón, listas para convertirse en las villanas del juicio, mientras Karla se apretaba su propio muslo, jugando con las manos, ansiosa y asustada por la conclusión.
— Porque... — Alexa y Lucy eran otro problema, una situación aparte. Lauren no debería pagar por un error de ambas, ya que fueron ellas las que habían inventado la mayoría de los rumores.
Keana se puso a pensar antes de dar su veredicto.
Realmente, no era culpa de Lauren que ambas se hubieran portado mal con ella. Camila, su verdadera amiga, tenía razón. Fue Alexa quien la despidió, no Lauren. ¿Debería la magnate averiguar por qué la despidieron? Sí, debería. Pero cargar sobre sus espaldas las malas acciones de Ferrer estaba mal.
Lauren no merecía pagar por el error de otra persona.
Herir a Lauren era herir a Camila.
Keana no quería eso.
Sin embargo, no quería ponerse en riesgo después de prometer testificar a favor de Ariana.
— Porque yo se lo pedí.
Ariana abrió inmediatamente los ojos de par en par, sin entender lo que acababa de escuchar, mientras Allysson y Lauren apenas respiraban.
Para Ariana, lo único que Keana tenía que hacer era decir la verdad, una verdad que habría anulado de una vez por todas los testimonios de Alexa y Lucy, complicando aún más el lado de Jauregui.
Pero Keana no lo hizo.
Miraba a Camila, respirando agitadamente, cuando mintió sobre la petición de abandonar la Agencia.
Keana vio esperanza y lealtad en los ojos marrones de su compañera modelo. Sabía que estaba en problemas después de cambiar su declaración en el último momento, pero ahora tenía que confiar en Camila, y que la misma la ayudaría a salir del lío en el que se había metido.
— Salí de Jaguar's Agency porque yo lo pedí. No había ninguna razón específica.
— Eso es inadmisible. — La fiscal Davis intentó intervenir en cuanto se dio cuenta de que una de sus testigos había cambiado su testimonio. — ¡Sra. Marie, díganos la verdad! ¡La verdad que estuvo defendiendo durante más de dos semanas!
Debería haber recordado que, cuando la invitó a declarar a favor de Ariana, había que tener en cuenta las características de Keana Marie, es decir, que era una chica introvertida e insegura de nacimiento. La única persona en el mundo que la permitía sentirse diferente a estas características, era su prometido y su ex amiga, Camila Cabello.
— Déjela terminar, Sra. Davis. — le pidió el juez.
Respiraba agitadamente, insegura de si había hecho lo correcto al seguir a su corazón en lugar de a su mente. Keana nunca había sido una mujer injusta, que buscaba hacer daño a los demás.
Keana se convirtió en una testigo convincente, sobre todo después de que Lucy, Rosalía, Demi y las demás modelos se rindieran. Era la única que no se había acostado con Lauren y tenía una coartada limpia de intenciones personales. Así que, desde el momento en que se posicionó a favor de Jauregui, Marie destruyó cualquier mínima posibilidad que Ariana tuviera de reducir su condena o cumplirla en libertad.
— Lauren nunca fue una jefa perfecta. — pronunció con el resto del valor que le sobraba. — Tenía sus picos de arrogancia, pero parecía dispuesta a cambiar su comportamiento. Camila fue una gran y buena influencia para ella. — Karla asintió, esta vez con lágrimas en los ojos, conmovida por lo que Keana acababa de hacer por ella y su mujer. — Intenté volver a Jaguar's unos días después de marcharme, pero ya era demasiado tarde. — Ariana la miraba sin comprender. Estaba con rabia. — En aquel momento, Lauren estaba sufriendo con su propio equipo. Demi, Rosalía y Ariana acababan de apuñalarla por la espalda.
La fiscal se pasó la mano por el pelo. No podía creer lo que estaba escuchando.
— Si me permite, Srta. Marie. — Keana asintió cordialmente al juez. — Usted acaba de afirmarnos sobre la culpabilidad de la persona a la que ha venido a declarar a favor. ¿Estoy en lo cierto?
— Sí.
Tenía el corazón en la mano.
Hace unas semanas, había recibido una nota en la puerta de su casa amenazándola.
En la carta, le decían que no se retractara de su posición, de lo contrario pondría en peligro la vida de su familia.
Recibió la carta dos días después de la visita de Camila.
— ¡Se está volviendo loca o la han comprado! — Ariana se alteró. — ¡Ya basta, Keana! Estabas pasando hambre por culpa de Lauren, y durante la visita de Camila la semana pasada, ¡Ella te sobornó! ¡Confiesa!
— ¡Orden! — Rápidamente golpeó el mazo. — ¡Silencio! ¡Todos!
La sala se había convertido en un caos tras la declaración de Keana Marie. Los testigos de Lauren parecían asustados, especialmente Alexa, que acababa de ver que por poco se le escapó la libertad de las manos si Keana decidía tocar el tema de las cosas horribles que le había hecho a Camila y a las otras modelos.
— La siguiente persona que vuelva a interrumpir a la testigo, será inmediatamente retirada de la sala. — Un silencio devastador inunda la sala. — Adelante, Sra. Marie, por favor.
Ella temblaba, su corazón latía mucho más de lo necesario.
— G-gracias, Señoría. — Respiró hondo y cerró los ojos. Nunca le gustó que la mirara mucha gente a la vez. — Yo... — miró a Camila y recibió una mirada llena de confianza. Keana volvió a respirar hondo, levantó la barbilla y evitó mirar a Ariana y a su abogada. — Camila no me sobornó. — explicó. — De hecho, señoría, no debería estar sentada en esta silla, testificando contra Lauren.
— ¿Y qué te hizo testificar?
Si le dijera que se metió en esta situación por el resentimiento que sentía hacia Camila, que luego se arrepintió y que solo no renunció a este testimonio y a la acusación de acoso porque estaba siendo amenazada indirectamente, Keana podría meterse en problemas.
Así que decidió guardar silencio.
— ¿Sra. Marie?
Allysson se mordía las uñas para intervenir y sacar a Keana de aquel aprieto. Pero como el juez le había pedido que no interfiriera, iba a seguir sus reglas.
— Sra. Marie, ¿comprende la magnitud del caso que estamos presenciando para que usted se posicione en contra de su testigo y ahora permanezca en silencio?
Los miembros del jurado miraron fijamente a Keana y luego anotaron algo en sus cuadernos.
— No quiero responder a más preguntas.
— ¿Estás consciente de que podría ser acusada de perjurio después de haber mantenido una posición sobre el caso durante los últimos cuatro meses y luego haber cambiado erróneamente su versión, Sra. Marie? — La fiscal Davis se levantó.
— ¡Objeción! Coacción. — Ally también se levantó inmediatamente.
— ¡Silencio! La testigo aún tiene la palabra. ¡La refutación no ha sido concedida!
Ambas se sentaron.
Keana fue entonces liberada de su testimonio y obligada a sentarse en el mismo asiento que antes, esto es, junto a Ariana. Fue vigilada por la menor todo el tiempo. Luego necesitaba que Camila o Lauren vinieran a saludarla para que pudiera decirles que estaba siendo amenazada implícitamente.
Las abogadas tuvieron la oportunidad de pronunciarse después de lo ocurrido. Pero Davis hizo poco por revertir su postura, en la que Allysson ganó protagonismo e incluso se abstuvo en las pruebas que simbolizaban las apuestas y las relaciones de Lauren con algunas funcionarias. Echó parte de la culpa en Alexa, diciendo que ciertas falacias eran invención suya debido al resentimiento que sentía en aquel entonces por el divorcio, lo cual no era del todo mentira. Y en el fondo, Alexa ya había entrado en este juicio conociendo sus condiciones. Ahora solo quedaba por ver si, una vez presentados los cargos contra ella, Allysson encontraría la manera de librarla en una otra oportunidad.
Lauren dio su testimonio de la forma más larga y coherente posible. Dijo lo que tenía que decir. No ocultó el hecho de que había sido arrogante con muchas de sus funcionarias durante muchos años, habló al jurado de su relación con algunas funcionarias y esto planteó la posibilidad de la venganza de Ariana, que ya estaba siendo estudiada por el juez.
Consiguió zafarse de lo que más le preocupaba: comentar sus relaciones con Ariana, Lucy Vives y las demás; y demostró que estaba adoptando un nuevo comportamiento con su equipo tras el descubrimiento de la empresa Grande's Empire.
Entonces, sorprendentemente, Ariana también dio su testimonio, pero no trató de revertir la situación. Ciertamente, defendió las pruebas que había presentado. Pero no utilizó su última carta. No quería parecer desesperada ante el juez. Sabía que le sería imposible cumplir su condena en libertad, así que utilizaría su última carta el día oportuno, cuando pudiera obtener alguna ventaja.
— Pregunto a la fiscal si desea hacer uso del derecho de réplica.
— No, Señoría. Gracias. — Davis ya había aceptado su derrota. No había contado con que Keana diera marcha atrás, así que todo el proceso y horas de estudio se habían ido a la basura por una sola declaración.
Era importante mencionar que la fiscal no sabía de las constantes amenazas que Marie estaba recibiendo.
El juez preguntó entonces a los miembros del jurado:
— ¿Entonces señores Jurados, están habilitados a juzgar o necesitan más aclaraciones?
Un joven levantó la mano.
— Adelante.
— No me quedó claro por qué la testigo Keana Marie renunció de su posición, Señoría.
— ¿Sra. Marie? De pie, por favor.
Keana se levantó.
— Usted tiene derecho a responder a la pregunta del jurado. Si aun así desea permanecer en silencio, esto se tendrá en cuenta a la hora de contar los votos.
Toda la atención se volvió de nuevo hacia la mujer. Lauren retorcía los dedos, mientras Camila siquiera respiraba.
Keana miró a Ariana. Sabía que ya estaba en problemas, pero si decía la verdad, enfurecería aún más a la pequeña y podría poner en peligro su vida y la de sus seres queridos.
— Deseo permanecer en silencio, Señoría. Considere mi postura inicial como un error, sin una motivación personal si no la ignorancia. Y que durante el juicio, me arrepentí y decidí decir mi verdad.
Sin ceremonias, los miembros del jurado fueron orientados a que entraran en la sala secreta. Allí, deberían debatir el caso hasta llegar a un acuerdo unánime. Si no se alcanzaba la unanimidad, el juez declararía un "juicio nulo", en el que ordenaría la convocación de un nuevo juicio.
Pasaron treinta minutos antes de que las decisiones sean definitivas. El juez pide a las partes y a los miembros del jurado que tomen asiento y se abrieran las puertas, haciendo entrar al acusado y anunciando la lectura de la sentencia:
— Pido a todos los presentes que se pongan en pie para la lectura de la sentencia.
A Lauren se le seca la garganta, quemando, mientras Keana bajaba la cabeza, sabiendo de las posibles consecuencias.
— Este tribunal declara por unanimidad la inocencia de la Sra. Lauren Michelle Jauregui Morgado. Y decreta la pena estipulada de 23 años para la Sra. Ariana Grande-Butera por los delitos de malversación, perjurio, empresa pantalla, emisión de facturas falsas, declaraciones contables falsas y otros casos de daños morales. Su implicación en el caso Stella aún irá a juicio, Sra. Grande. El delito se cumplirá en régimen cerrado con derecho a una visita a la semana. — Ariana no bajó la cabeza. Miraba a Lauren mientras recibía su sentencia. — Se embargarán los bienes de la empresa Grande's Empire, y dos tercios de lo recaudado se devolverán como lucro cesante a la Sra. Lauren Michelle Jauregui Morgado.
No había nada nuevo para ninguna de las partes. Y lo mejor fue que Allysson no tuvo que utilizar la grabación para explicar el porqué de las intenciones de Ariana.
— Con respecto a la testigo Keana Marie, el tribunal decide que la señora queda absuelta del delito de perjurio, debido al artículo segundo de nuestra constitución, ya que antes de que se dictara la sentencia, expresó la verdad en su testamento.
Keana empezó a llorar desde donde estaba. Se llevó las manos a la cara para que no vieran el alivio que sentía. Camila quiso correr a abrazarla, pero sabía que no podría hacerlo hasta que el juez terminara su discurso.
— En cuanto a la testigo, la Sra. Alexa Ferrer, el tribunal desea pedirle cuentas por el desagradable acto de apuestas que circulaba desde hace tiempo por los pasillos de Jaguar's Agency. — Alexa asintió y Ally la miró. La defendería en su juicio como había prometido. — Una vez aceptadas y comprendidas las sentencias, agradezco a la fiscal y a la abogada defensora, su comportamiento y sus palabras dirigidas a mí. También quiero agradecer a la Policía Militar, a los servidores de esta Cámara, al público presente y, por último, agradezco a los Jurados su presencia y el cumplimiento de su deber. — Agarró el mazo y golpeó el mallete, pero antes dijo: — Se levanta la sesión.
Ariana es llevada esposada por tres guardias de seguridad, mientras Camila se levantaba de su asiento, donde corrió a abrazar a su amiga.
— Eres valiente, Keana. — le susurró al oído, mientras le sujetaba la cara con ambas manos, emocionándose por igual. — Eres muy valiente, y no importa lo que te hizo cambiar el testimonio, quiero que sepas que estarás a salvo con nosotras. — La más pequeña asintió con lágrimas en los ojos. El pecho se le apretó de dolor mientras rodeaba con ambos brazos la cintura de Camila. — Haré todo lo que pueda para que estés bien y para protegerte, Keana. Gracias por lo que hiciste por Lauren. Nunca lo olvidaré. Te quiero, amiga.
Keana asintió entre lágrimas, echaba de menos a aquella modelo y la lealtad que mostraba siempre que estaban juntas. Entonces Camila se limitó a besar la parte superior de su frente, sellando para siempre su vínculo de amistad, llorando aliviada por tener de nuevo a su amiga a su lado.
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Menos de dos días después del juicio, Keana Marie se vio obligada a trasladarse a Australia a causa de las cartas que había recibido. Lauren reservó su alojamiento y proporcionaría una vida cómoda a Keana, su prometido y su familia, hasta que pudieran encontrar un nuevo trabajo en el país y ser autosuficientes en las tierras tropicales del sudeste de Australia.
Camila consiguió restaurar su ciclo con la entrenadora de modelos. Hablaban todos los días por videollamada y ya habían fijado fechas para verse en cuanto se calmara lo de la sentencia de Ariana.
Al final, llegaron a la conclusión de que el evento más cercano y coherente para reencontrarse sería el desfile de Luis, en Cuba, que tendría lugar en menos de dos meses y que definiría el éxito de Lauren como empresaria, además de su perfil y capacidad de liderazgo.
El resultado de este desfile sería por su futuro. Por el sueño de su padre. Por el sentido que le había dado a toda su vida y Lauren pensaba que estaba preparada para realizarlo.
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