Gordo sentía como su piel erizaba a medida que se acercaba al pueblo, la sensación de que estaban quebrantando sus barreras lo cabreaba. Podía sentir la magia de Aileen a través de los poros de la tierra, Mark mantenía la espalda tensa mientras caminaba pegado a Gordo. La manada se había dividido en diferentes puntos, para poder atacar. Todas las personas vulnerables habían sido avisadas a tiempo para que se escondieran y los cachorros estaban en un lugar seguro.
Aun así, Gordo sentía algo confuso, su pecho cosquilleaba de forma extraña, al igual que cuando abrazaba a Gareth, era agradable pero lo distraía demasiado, gruño molesto masajeando su pecho para poder eliminarlo. Pero aquella sensación seguía en su interior, Mark lo miró preocupado al ver que caminaba cada vez más despacio.
-Estoy bien. – el lobo sobo el vientre de su compañero con la cabeza para asegurarse. – Hay niños delante, no seas así... - Jack cubrió su rostro avergonzado. – No es nada malo. – Mark entrecerró los ojos.
-Señor Livingstone... - murmuro Jack, tomando una ligera distancia de precaución. – Si se encuentra mal, yo puedo ayudarlo. – sonrió con timidez. – Me enseñaron como...
-Estás asustando al niño con tus gruñidos. – se quejó Gordo. – Mark, comportante. – el lobo asintió. – Olvida todo lo que te haya enseñado Aileen, seguramente no sirva para nada.
-Pero... Señor Livingstone.
-Si te atacan defiéndete con todo lo que sepas. – Jack entrecerró los ojos sin comprender. – Si tienes la oportunidad de atacar, no pienses demasiado y si sientes que no eres capaz de hacer nada de eso, escóndete en algún lugar. Luego si nos acordamos, te buscaremos.
Mark podía notar a su compañero algo enfadado con Jack, Gordo estaba preocupado por él, pero no quería decírselo, que lo hubiese retado segundos antes de salir a la batalla lo había molestado demasiado. Sabía que Gordo se había contenido al regañarlo, y si hubiese tenido más tiempo habría logrado convencerlo. El brujo también había pensado en la posibilidad de empujarlo para que cayese en el bunker, pero los cachorros estaban demasiado cerca y se negaba a hacerles daño. Así que, su decisión había sido molestar a Jack por no haberle hecho caso. Gordo entrecerró los ojos al escuchar reír a Mark.
-Si un lobo te ataca directamente usa esto. – Gordo le tendió una bolsita llena de polvo de plata. – Con esto crearas una pequeña distracción. – le entrego una pistola. – Las balas están cubiertas de plata, ten cuidado.
-Sí, señor Livingstone. – sonrió con ternura.
-No estaré pendiente de ti, si te hacen algo tendrás que apañártelas por ti mismo. – Jack se quedó quieto. – Si te quedas sin balas, no será mi problema, esa arma pertenece a Bambie, así que cuídala bien.
Gordo sintió como Mark golpeaba su cabeza en su muñón, el brujo bufó enfadado, mientras seguía hablando con Jack. El lobo lo observaba con los ojos entrecerrando, escuchando como estaba mintiendo sistemáticamente a Jack, y él se lo estaba creyendo todo, Mark se controló para no reírse, si hacía enfadar a Gordo más de lo que estaba, lo pagaría con él.
-Jack... - el brujo lo miró con miedo, en su cabeza cabía la posibilidad de que Gordo le quisiera golpear de verdad. – Tu seguridad es importante, si ves que no puedes con ellos escóndete, no te arriesgues demasiado, aún eres demasiado joven e idiota. – suspiro cansado. – Tienes que crecer y convertirte en un idiota por completo, nada de hacerte el héroe para sorprender a nadie ¿lo entiendes?
-Señor Livingstone ¿y si usted está en peligro?
-Mark me protegerá. – apoyo su mano sobre el hombro de Jack. – No cometas ninguna locura, ni siquiera para protegerme a mí, ya que no voy a agradecértelo. – Jack miró a Mark de reojo. – Si quieres formar parte de la manada, tienes que confiar en nosotros. – Jack hizo una pequeña mueca. – Rescataremos a tu hermana, y salvaremos a todos los cachorros que estén en las garras de Caswell, eso te incluye a ti.
Los ojos de Gordo brillaron llenos de determinación, Mark froto su cabeza de nuevo en el pecho del brujo haciendo que se molestará con él. Jack lo observo con tristeza, mientras dejaba que lo abrazara.
-Cuanto todo esto termine, tengo que hablar seriamente contigo. – refunfuño, apartando a Mark de su lado. – Rico quiere tomarse unas semanas de descanso para cuidar a Bambie, así que necesito un sustito en el taller, y aunque Marco sea buen compañero de trabajo aún es demasiado joven para hacerlo trabajar. Así que de rebote te toca a ti.
Jack espero unos segundos a que Gordo lo volviera a llamar idiota, pero lo hizo. Gordo apoyo su mano sobre su espalda y lo empujo hasta conseguir ponerlo a su lado, Mark froto su cabeza sobre el cuerpo de Jack para marcarlo como parte de la manada.
-Si no te importa, te usaré de escudo para que este lobo tonto deje de sobarme todo el tiempo. – gruño, al ver las intenciones de Mark.
Ox aúllo la canción del alfa para darles la bienvenida a los visitantes de Caswell, los aullidos de los betas y los humanos se entremezclaron creando una declaración de guerra.
Joe y Elisabeth los esperaban junto a Ox en la entrada de Green Creek, Gordo dejo que las barreras se rompieran del todo, para invitarlos a entrar, el brujo sintió como si alguien intentará de él con fuerza, Jack lo sostuvo para que no se cayese, ganándose un gruñido de su parte, Mark comenzó a reírse a su lado. Jack seguía sin entender cómo podían reírse siendo lobos, en Caswell nunca lo había visto.
Ox se reunió con Joe al escuchar los pasos de diferentes lobos, no podían notar ni a Aileen ni a Patrice por ningún lado, los estaban usando para crear una distracción. El alfa sentía como muchos de ellos caminaban sin rumbo fijo, como si algo les impidiera ver.
Joe gruño furioso al reconocer a algunos de aquellos lobos, un centenar de ojos morados brillaban con intensidad, seguidos de una pequeña parte de betas. Los omegas respondían a los gruñidos de Joe para provocarlo, mostrándole los dientes. Joe sonrió con burla al ver sus intenciones absurdas, muchos de los lobos a los que habían ayudado, decidieron volver a ser a ser omegas, tan solo para obtener un poder que no podían controlar.
-Alfa Matheson. – la voz de Aileen resonó por encima de la cabeza de los lobos, la brujo aún no quería dejarse ver. - ¿Cómo has estado? ¿Te divertiste con nuestros cachorros?
Elisabeth regaño a Joe para que deje de gruñir como un lobo, al escuchar que pronunciaban el nombre de "Maddie", Aileen comenzó a burlarse de la muerte de la pobre loba que había tenido que llevar al bebé en su vientre, quejándose de que había sido una pérdida de tiempo.
-Todos vuestros cachorros fueron errores. – sonrió la bruja. – Fue divertido deshacernos de uno de ellos.
El aullido de Gavin se pudo escuchar casi a la misma intensidad que el de Ox, Carter no había podido detenerlo a tiempo, el gran lobo gris se abalanzo hacía donde creía que estaba Aileen.
Los lobos de las primeras filas empezaron el ataque cuando vieron que Gavin se movió de su posición, muchos de ellos buscaban atacar al alfa directamente, tropezando en consecuencia con Joe.
Aquellos lobos estaban cubiertos por la magia de varios brujos, podían sentir el sabor a hierro en su boca cuando los mordían. Los omegas luchaban torpemente, abalanzándose sobre la manada, sin medir la fuerza, muchos de ellos terminaban chocándose con los árboles.
La sensación de que no podían ni ver ni oir, se iba haciendo cada vez más grande en la manada Bennett. Rico pudo esquivar sin problema a un pequeño omega color café que se había lanzado contra él, el lobo sentía que algo no estaba bien con aquel omega. No podía controlar su propio cuerpo, era como si llevase un disfraz.
Chris y Tanner hicieron que varios de esos omegas se chocaran entre ellos, creándoles confusión, ambos tenían la misma sensación que Rico. El cuerpo de aquellos lobos eran demasiado grande para ellos, les faltaba algo. Habían peleado con omegas antes y nunca se sintieron de aquella manera, les costaba reaccionar y sus movimientos eran cada vez más lentos.
Los ojos de aquellos omegas les pedían ayuda, podían sentir su agonía, el aire apestaba a miedo, ellos no querían estar allí. Chris se acercó a uno de ellos con precaución, seguido de Tanner, para poder observarlos de cerca, no tardo en escuchar los sollozos de aquellos cachorros.
Los berrinches de aquellos omegas, eran parecidos a los de los cachorros cuando se enfadaban. Chris apoyo su hocico en el pecho de uno de ellos, quien se intentó esconder entre los cuerpos de sus compañeros, Tanner bufó enfadado levantando la cabeza para saber que hacían el resto de la manada. Al igual que ellos, Kelly y Robbie dejaban de luchar con los omegas al tenerlos cerca, Carter y Gavin los acorralaban en pequeñas trampas haciendo que se tropezaron con sus pies. Los estaban separando de los betas.
El pequeño omega de color café empezó a aullar de dolor mientras golpeaba su cabeza en el suelo, Chris le gruño para que deje de hacerlo, pero el omega no podía escucharlo. El cuerpo del lobo se iba volviendo cada vez más pequeño.
"Son niños" Pensó alarmado Rico, el lobo que lo había atacado se retorcía en el suelo, luchando para mantener su transformación. Los únicos que atacaban directamente al alfa eran los betas, lobos adultos.
"No ataquéis a los niños" les ordeno Ox.
"¡Son cachorros!" Robbie intentaba mantener controlados a los omegas que tenía bajo sus patas, podía ver como sus garras cambiaban a manos pequeñas llenas de heridas. Ellos no le habían provocado ninguna de esas heridas, si fueran adultos, se curarían con rapidez, ya que eran superficiales.
-¡Ayuda! – le suplico una de los omegas, la mitad de su rostro era humano. - ¡Duele! – se aferró a la pata de Kelly. - ¡Ayuda!
Jack temblaba asustado, no había tenido la intención de separarse del lado de Gordo en ningún momento, ni siquiera cuando Mark fue atacado por uno de esos omegas. Bajo las patas del lobo se encontraba un niño pequeño, quien sollozaba mientras sostenía su cabeza con una mezcla de manos humanas y garras de lobo.
-¿Por qué ibas a dispararle? – lo regaño Gordo. - ¿En que estabas pensado? – Jack dejo caer su cuerpo lentamente. – Mark ¿estás bien? – el lobo asintió. – Jack...
-Lo siento... - los ojos de Jack se clavaron en el suelo, donde había impactado la bala, Gordo seguía sosteniendo su mano con fuerza. – Señor Livingstone ¿Por qué? – murmullo. - ¿Por qué son niños? – grito. – Tay... tengo que encontrar a Taylor. – sus ojos se llenaron de lágrimas. – Ella... - suspiro. – Señor Livingstone, ella...
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Caswell usando a cachorros para distraer a la manada y atacarlos.
La manada Bennett sabiendo como actúan los cachorros porque ya están entrenados.
Joe furioso porque han dicho que su princesita fue un error y que no sirve para nada.
Caswell ya no sabe como cabrear más a la manada Bennett.
Lo que aún no sabe la manada es los secretitos de los gemelos Livingstone.
No os preocupéis por los cachorros, su siesta sigue, todos duermen plácidamente en las colchas del bunker, incluso los gemelos Livingstone. Usar sus poderes los han agotado completamente.
Luca ha conseguido transformarse en lobo sin apenas dolor, ahora se encuentra un poco asustado, porque no sabe como volver a ser humano. Está esperando a sus papás para que se lo expliquen. Mientras tanto, Luca está siendo usando como una estufa por los cachorros, hace un poco de frio en el Bunker.
Bambie se sigue preguntando que ha pasado con los gemelos, no entiende nada de lo que acaba de ver, aunque tiene que admitir que no le parece demasiado extraño.
Espero que os haya gustado :)
Fantasmitas, os veo 👀👀👀
Voten y comenten 🥰💕🥰💕🥰