Dos mundos, un universo.

Von LunaDeMiel12

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Hasta ahora, los terríbolas vivían tranquilamente su vida cotidiana y los Countryballs se ocupaban de sus asu... Mehr

Dos mundos, un universo.
Countryballs
Astrobola
"Eres tóxico"
"Son reales"
Estudiando planetas.
Segunda misión
Un día para ayudar.
Conflictos.
Venus.
El Salvador (1/2)
El Salvador (2/2)
Bitácora de Astrobola.
China y Taiwán.
Rusia y Ucrania.
SAR (1/2)
SAR (2/2)
¡Dinámica! (no es cap)
Preguntas/Respuestas
Reunión.

Marte.

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Von LunaDeMiel12

Las cámaras del lado exterior de la nave de Astrobola estaban enlazadas a los satélites que orbitaban la Tierra, los cuales a su vez enviaban la señal a cualquier medio de comunicación que estuviera en la superficie y al alcance de los terríbolas. Teléfonos, tablets, computadoras y la televisión transmitían en vivo y en directo las imágenes del cohete de Astro entrando en la atmósfera de Marte.

Ahora seguían la transmisión muchísimas más personas que las que estuvieron para ver la entrevista. Desde todos los rincones del mundo los terríbolas podían apreciar como uno de ellos llegaba por primera vez a un planeta vecino, les venían vendiendo desde hace años la idea de que podían colonizar Marte y que la Bola Humanidad algún día avanzaría y serían capaces de vivir en él. Y ahora, por primera vez, esa idea se sentía real. El aterrizaje exitoso de Astrobola sobre suelo marciano hizo sentir a todos los que lo vieron que realmente podrían lograr cualquier cosa, fue emocionante, hasta llegaron a olvidarse por un momento de que ese astronauta sufría alucinaciones.

Al ver a Astro salir de su nave y pisar la superficie de Marte por primera vez en la historia, la Bola Humanidad se sintió presa de una oleada de alegría y orgullo que se hizo sentir en todos los rincones del planeta. Una gran celebración colectiva invadió a los terríbolas, en todos los países se escuchaban vítores y aplausos e incluso fuegos artificiales que festejaban este gran logro conseguido, durante varios días no se hablaba de otra cosa que no sea el astronauta esquizofrénico que había logrado llegar a Marte.

Mientras tanto, durante todo ese tiempo Tierra estuvo escuchándolos. Escuchó cada grito de alegría que los terríbolas dieron cuando Astro aterrizó en la superficie de su mejor amigo, se tragó todo el humo de los fuegos artificiales que ellos explotaron en su festejo, y aguantó con paciencia todo el alboroto que ellos hicieron durante días incluso después de que la transmisión en vivo se cortó.

Hace mucho tiempo Tierra hubiera creído que la llegada de uno de sus terríbolas a otro planeta lo llenaría de orgullo y satisfacción, después de todo era algo que había querido, la expansión de sus creaciones por el sistema solar para que llevaran sus cosas buenas a los demás. Ciertamente cuando llegaron a la Luna se sintió muy orgulloso, pero la constante habladuría de ellos diciendo “terraformemos Marte” “mudémonos a Marte” “¡Vivamos en Marte!” Le estaba quitando la alegría de este acontecimiento histórico, ¿Por qué parecía que cada vez más deseaban a Marte como hogar? ¿Por qué ya no querían vivir en él? ¿Acaso estaba haciendo algo mal? La verdad ya no estaba tan seguro de querer que ellos se sigan expandiendo a otros planetas.

Pero lo que más le dolía eran esos “chistes” constantes de tener un lugar seguro para huir en caso de una guerra nuclear, algo no tan descabellado considerando los problemas políticos que estaban teniendo lugar actualmente, por eso la “conquista” de Marte se sentía más como un primer paso para abandonarlo que un gran paso para el desarrollo humano. Simplemente no entendía porque hablaban de dejarlo en lugar de tratar de resolver sus problemas, él luchaba por ser un buen hogar para ellos, entonces también ellos deberían luchar por la paz. Las cosas podrían mejorar muchísimo si tan solo fueran un poco más amables entre ellos.

Él conocía muy bien a su Bola Humanidad, conocía muy bien a sus Countryballs, pero a veces simplemente no los entendía.

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—¡Auch! ¿Qué rayos? ¿Qué fue eso?

Marte estaba tranquilo en su órbita disfrutando de un momento a solas cuando repentinamente sintió un dolor que atravesaba su atmósfera. No era lo mismo que cuando jugaba con Tierra a quemados con asteroides y uno lo impactaba; no, esto era algo más agudo, como cuando una persona recibe el pinchazo de una aguja, pudo sentir como un objeto se iba abriendo camino a través de las capas de su atmósfera y aterrizaba en su superficie. Habían sido movimientos calculados, como si el objeto tuviera control de su velocidad y antes de estrellarse la disminuyera para tener un aterrizaje suave. Nunca antes había sentido algo así pero no creía que fuera al azar, tenia que tener una explicación, acaso era…

—¿Será que Astrobola por fin va a realizar esa misión de la que tanto hablaba? Pero no me dijo nada, ni siquiera me pidió permiso antes de entrar en mi atmósfera… que grosero. Le diré a Tierra que eduque mejor a sus… ¿Qué? ¡Oh cielos! ¿Qué es eso?

Marte se quedó muy quieto al seguir experimentando sensaciones extrañas, pero esta vez no era algo doloroso sino todo lo contrario. Al concentrarse en esa sensación pudo percibir que algo, o mejor dicho alguien, se estaba moviendo en su superficie. Eran movimientos lentos y constantes, parecía que Astrobola se estaba desplazando afuera de su nave, y fue entonces cuando de golpe sintió una de las sensaciones mas maravillosas que jamás haya experimentado.

Sintió una conexión.

Desde lo más profundo de su núcleo pasando por su alma y dominando todo su ser, un lazo invisible tiró desde su interior y lo unió con el único habitante que había en su superficie. Entonces Marte por primera vez pudo sentir el aliento de la vida recorriendo su atmósfera. De pronto el tiempo se detuvo y el universo dejó de moverse, toda la atención de Marte estaba dedicada a Astrobola al sentir como el alma de ambos se había enlazado en un lazo de unión perfecto. Ahora podía sentir cada paso que daba, cada respiración de su aliento e incluso fue capaz de sentir los latidos de su corazón.

En ese momento no existían nadie más que ellos dos, solo eran Marte y Astrobola en el vacío del universo. Así, en tan solo un segundo, Marte fue capaz de comprender lo que era la sensación frágil y valiosa de poseer vida, el terríbola que se paseaba en su superficie ajeno a todo el enredo de emociones que estaba sintiendo era frágil, él caminaba y hacía sus cosas en total ignorancia y se sentía tan frágil, una pequeña vida habitando una superficie tan inhóspita y lo único que podía pensar Marte es que era demasiado frágil.

Se sintió paranoico por un momento de que algo malo le pasara pero se recordó asimismo que Astrobola no era tan débil, había sobrevivido muy bien en el espacio y salió bien librado de su accidente con Venus; no, por más que sintiera que la vida era demasiado frágil Astrobola iba a estar bien. Mejor debía concentrarse en lo valioso de ese momento, en cómo su conexión con Astro le permitían sentir el calor de la vida y el privilegio de ser un protector para él, ahora Marte solo quería hacer todo lo posible por cuidarlo y hacer de su estadía un lugar tranquilo, no quería que nada malo le pasara al terríbola que le dio el regalo de conocer la sensación de tener vida.

Durante los próximos días se dedicó por entero a hundirse en ese sentir tan maravilloso que le llenaba el alma y satisfacía su interior, sabía que Astrobola no lo habitaría por siempre así que lo mejor era disfrutar de esa conexión mientras pudiera, después de todo el pequeño solo era un explorador. Agradecía que Tierra no lo haya ido a buscar para jugar porque quería estar solo en ese tiempo… bueno, solo con Astrobola. Fueron días serenos en los que eran simplemente planeta y habitante, y Marte le había tomado a Astro más cariño ahora de lo que jamás le tuvo cuando andaba en el espacio.

Pero las sensaciones extrañas no se detuvieron ahí, en esos días Marte se dio cuenta de que sentía algo más que la presencia del terríbola. Le tomó tiempo darse cuenta de que Astro hizo algo en su superficie que había cambiado su suelo marciano; pero era como si… como si fuera una nueva conexión. Marte no lo entendía así que fue donde Tierra para preguntarle sobre esta nueva situación.

—¡Hey! Hola amigo, ¿Qué haces? —saludó con solemnidad, se sentía bastante tranquilo y contento con la nueva experiencia que Astrobola le estaba haciendo sentir —¡Hola! ¿Todo bien? —Tierra no lo escuchó así que Marte volvió a saludar un poco más fuerte, pero como seguía sin escucharlo no tuvo más opción que gritar —¡Hola! ¡Me escuchas!

—¡Ah! ¿Qué? —Tierra al fin respondió un poco sobresaltado—. ¡Marte! No te vi venir, estaba… estaba perdido en mis pensamientos.

—Si, lo noté. ¿Y que cuentas?

—Nada en especial, no ocurre nada ni en mi superficie ni en el espacio —respondió Tierra con una agradable sonrisa. Él mentía en su respuesta y en su sonrisa, pero Marte no tuvo ni idea.

—Oye, ¿Sabías que Astrobola está en mi superficie? Parece que al fin le dieron luz verde para esa misión que nos contó la primera vez que hablamos con él.

—Si, escuché algunos de mis terríbolas mencionar algo —la verdad es que la palabra “Marte” parecía no abandonar la boca de ellos, ya lo tenían hasta la madre.

—Bueno… ¡Pues es algo emocionante! Ahora entiendo lo que tú sientes amigo, entiendo de que hablaba la Luna, ¡Incluso entiendo como se sintió Venus! Es una sensación tan única que solo puedes comprenderlo una vez que lo vives —Marte hablaba muy feliz, Tierra quiso compartir esa alegría pero sus sentimientos negativos se lo impedían. Oír a su vecino hablar sobre la vida solo le recordaba que los terríbolas querían cambiarlo por él.

—Lo sé ¡Es genial! Bienvenido al club de los planetas que conocen la sensación más cool del universo.

—Jajaja gracias amigo. Pero… en realidad venía por otra cosa —Marte hizo una pausa para intentar explicar lo que sentía. Tierra solo lo miraba intrigado—. Sé que Astrobola hizo algo en mi porque me siento diferente, pero no puedo entender muy bien lo que pasa… verás, es como si el suelo de mi superficie hubiera cambiado. Solo la parte donde está Astro por supuesto. Pero siento algo ahí, estático y tranquilo, como una pequeña vida inmóvil que solo está existiendo. ¡Ah! No lo sé ¿Tiene algo de sentido lo que estoy diciendo?

Marte se quedó molesto por no encontrar una manera clara de expresarse, creyó que solo estaba diciendo cosas raras pero Tierra le entendió a la perfección.

—Seguramente Astro ya plantó las plantas de tomate.

—¿Las qué…?

—Ok —Tierra sabía cuál era ese sentir extraño, lo conocía muy bien—. ¿Sientes que esa sensación es cálida como la vida de Astrobola pero más pequeña y menos fuerte?

—Si.

—¿Sientes que depende de ti, que se alimenta de ti y que es como una extensión de ti?

—C-creo que si.

—Así se sienten las plantas. Una pequeña y fugaz vida casi imperceptible, pero vida al fin y al cabo. Una misión secundaria de Astrobola era cultivar plantas de tomate en tu superficie y parece que ya lo hizo… ahora sabes lo que se siente tener vida vegetal.

Marte se quedó boquiabierto al escuchar esto. ¿Vida vegetal? ¿Tierra tenía una conexión con sus plantas? Sabía que su amigo sentía lazos especiales que lo unían con los terríbolas pero honestamente nunca se le ocurrió pensar que esos lazos también podían establecerse con las plantas, esa era una nueva información, le añadía un toque diferente al sentimiento de poseer vida. Pero Tierra estaba lleno de vida vegetal ¿Cómo se sentía exactamente?

—¡Oh cielos! Eso no me lo esperaba, nunca nos dijiste que podías sentir a tus plantas —a Marte le parecía que nunca dejaría de aprender cosas nuevas de él. Tierra solo rió suavemente, está vez no fingió su risa.

—Bueno… no es que pueda sentir a cada planta, pero a diferencia de los terríbolas ellas dependen directamente de mi. Nacen desde mi suelo y se alimentan con mis nutrientes; crecen, se reproducen y mueren dependiendo de mi, ellas no pueden moverse así que toda su vida la viven pegadas al suelo… pegadas a mi. Por lo tanto puedo sentir “el aliento de vida” que hay en ellas como un conjunto en general, es más como una suave conexión, tranquila y discreta.

—¡Vaya! Cuántos detalles, creo que la calidez de la vida es especial y poderosa aún en los más pequeños seres, incluso en algo tan inofensivo como una planta —Marte estaba maravillado, la vida vegetal se sentía diferente a su conexión tan fuerte y exótica con Astrobola, tal y como había dicho Tierra era un lazo más sutil, como si solo existiera para decir que las plantas existían y estaban vivas—. Con tantas plantas y árboles en ti debes de sentirte lleno de vida.

—Jajaja, si, así es ¡Viven plantas hasta en mis océanos! —Tierra se sintió feliz de compartir esos datos de si mismo con su amigo, pero lo que no le compartiría es sobre la deforestación masiva que los terríbolas hacían en su superficie. Él entendía que ellos necesitaban los recursos para sus obras y proyectos, pero lo que ellos no entendían es que estaban abusando demasiado, hectáreas de tierras alguna vez vestidas de verdes se estaban perdiendo porque ellos no ponían límites. Desearía que fueran tan solo un poco más amables con los recursos naturales.

—Bueno, Astro debe de haber plantado al menos una docena de tomates en mi lo cual es nada comparado contigo jaja, pero agradezco la oportunidad de sentir esto, es algo que no esperaba.

—Te va a gustar. El Reino vegetal es muy tranquilo.

Marte tenía una sonrisa complacida en su rostro, Tierra se preguntó si le haría feliz tener su superficie cubierta de vegetación así como él. ¿Y si también tuviera a todos los terríbolas? ¿Le haría eso feliz de la misma manera en que los terríbolas parecían felices de quererlo como hogar? ¿Y si… y si Marte resultaba ser un mejor planeta y hogar que él? Tierra comenzaba a sentirse muy inseguro.

—Un momento, puedo escuchar algo —dijo de pronto Marte.

—¿Ah? ¿Será a mí hablándote?

—No, para nada. Es como una melodía… espera, creo que viene de mi interior —Marte escuchó con atención y pudo distinguir a Astrobola cuando dijo: “¿Creíste que lo había olvidado? Feliz aniversario amor?” Y luego empezó a cantar—. Awww que tierno, Astrobola le está cantando a su esposa.

—¿En serio? ¡Qué ternura! Yo también quiero escucharlo —dijo Tierra sintiéndose repentinamente emocionado apartando por un momento sus oscuros pensamientos. Entonces él también se concentró y buscó a Déborah para escuchar la llamada que ella estaba teniendo con Astro, cuando la encontró pudo escucharlo cantar—. ¡Oye! En realidad tiene una buena voz.

—¿Entonces esto es la música? Es una hermosa creación de los terríbolas —Marte se dejó arrastrar nuevamente por las emociones que la presencia de Astro le hacía sentir. Dejó que la música fluyera en el aire y llenara su atmósfera silenciosa, la voz del terríbola resonando en todo su ser haciendo que su núcleo se llenara de una agradable calidez—. Es tan hermoso y encantador, ¿Esto es lo que tú escuchas?

—Además de otras cosas… —usualmente el sonido más fuerte que escuchaba era el de la maquinaria pesada o los medios de transporte, pero cuando se concentraba podía oír a los terríbolas tocar y cantar música. Era bastante relajante escuchar la música instrumental, también le gustaban las canciones con letras he incluso tenía a sus cantantes favoritos, a veces bajaba a ver algunos conciertos al aire libre y cantaba junto a sus terríbolas, era bastante divertido.

Todavía recordaba cuando los primeros terríbolas inventaron los primeros instrumentos, eran artefactos de cuerda y aire bastante arcaicos pero ellos los hacían funcionar y tocaban dulces melodías. Ellos le enseñaron el concepto de música por primera vez y desde entonces había aprendido tantas cosas con ellos. Es verdad que a veces podían llegar a ser muy molestos, pero… no quería perderlos, los amaba, si tan solo ellos fueran un poco más amables con él las cosas serian perfectas.

—¡Me encanta! Ojalá pudiera escuchar música más seguido —comentó Marte distraídamente.

—Podrías hacerlo si tuvieras terríbolas viviendo en ti… de forma permanente, quiero decir —Tierra prestó mucha atención a la reacción de Marte, quería saber lo que pensaba sobre esta idea. Pero Marte simplemente rió con despreocupación.

—Jajaja, eso es imposible, no soy apto para la vida.

—Ellos podrían volverte apto…

—Eso sería muy difícil, los terríbolas son inteligentes pero aún no están tan avanzados.

—Podrían hacerlo si se lo proponen. Tú les interesas, a veces creo que te aman más que a mi —Tierra se esforzó porque su voz no sonara con resentimiento cuando dijo esto.

—Jajaja, vamos Tierra, eso es imposible —Marte rió con mucha diversión, no se tomaba en serio nada de lo que su amigo le decía. Estaba tan embriagado con esas nuevas sensaciones que casi no le prestaba atención—. ¿Cómo podrían amarme más que a ti? Eres su hogar, por supuesto que te quieren mucho.

Y con eso Marte dio por terminada lo que a sus ojos era una conversación absurda y se dedicó a escuchar lo último que le quedaba de la canción de Astrobola, pero Tierra no podía sacar de su mente la idea de los terríbolas viviendo en él, ¿Realmente estaban dispuestos a abandonarlo? A él le asustaba la idea de quedarse solo, ¿Marte de verdad era un sueño tan maravilloso? A ellos parecía hacerle tanta ilusión. Tierra se quedó reflexionando en esto mientras escuchaba la voz enamorada de Astro terminar de cantar.

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Marte estaba hablando con Phobos y Deimos cuando sintió un nuevo “pinchazo” en su atmósfera, como el que sintió cuando Astrobola aterrizó en su superficie. Esto lo dejó muy confundido ¿Acaso era otra nave? Pero no sabía absolutamente nada de un segundo cohete, era muy extraño. Decidió mejor consultarlo con la Tierra, talvez él sabía algo.

—Oye Tierra ¿Sabes por qué…? ¿Estás bien? —Marte se quedó un poco preocupado cuando vio a su amigo actuar de forma nerviosa.

—¿Qué? Claro que estoy bien, ¿Por qué no lo estaría? —Tierra hizo todo lo posible por actuar normal, no quería que nadie supiera que acababa de vomitar.

—Bueno… si tú lo dices —Marte no estaba del todo seguro de que las cosas estuvieran bien, pero su vecino ya había vuelto a tener su actitud normal así que lo dejó pasar—. Por cierto, ¿Sabes algo sobre una segunda nave que tenga una misión en mi superficie? Porque sentí un segundo aterrizaje.

—¿Una segunda nave? —esto dejó confundido a Tierra, ¿Se le había escapado alguna información? Bueno, no siempre podía enterarse de todo—. No recuerdo haber escuchado nada al respecto ¿Estás seguro de que hay un segundo cohete en ti?

—Si, lo sentí entrar, ¿Tú no sentiste nada salir de tu atmósfera?

—Honestamente ya no siento esas cosas, mi atmósfera está llena de basura espacial.

—Claro, debes estar acostumbrado. Pero te digo que sentí entrar una segunda… —repentinamente Marte se quedó sin aliento y en su interior lo embargó una angustia sin precedente que lo dejó muy aturdido. Pudo sentir como un fuerte tirón en su alma jalaba de su lazo con Astrobola con tanta brusquedad que terminó por romperlo dejándolo muy débil y atontado.

—No… no me siento bien.

—Marte, ¿Qué sucede? —Tierra se dio cuenta rápidamente que algo iba muy mal y se preocupó mucho.

—Siento… siento que he perdido algo valioso —entonces sintió ganas de llorar. Buscó y buscó en su interior el aliento de vida, la presencia de Astrobola, el sonido de su corazón, pero no encontró nada—. Cómo si hubiera perdido una parte de mi mismo.

Tierra, quien entendió lo que estaba pasando, entró en pánico y desesperación; reconocía esos síntomas pero no quería que fueran reales porque eso solo significaban una cosa: Astrobola había muerto. Sintiendo que también le faltaba el aliento, con rapidez comenzó a inspeccionar la superficie de Marte para buscar a su pequeño amigo, cada segundo que pasó recorriendo con sus ojos las tierras marcianas le pareció una eternidad hasta que por fin lo encontró, estaba tirado en el suelo sin su casco puesto ¡¿Por qué demonios se había quitado el casco?!

Tierra estaba a punto de entrar en crisis mientras Marte aún estaba procesando el dolor de haber perdido una vida, recuperándose del tirón en su alma que lo dejó sin aliento, cuando el planeta azul vio como una de esas máquinas que los terríbolas llamaban Robots se acercaba a Astro y le brindaba atención médica. No estaba seguro de qué fue lo que le hizo pero sabía que le había salvado la vida por la reacción que tuvo Marte después.

—¡Está de regreso! —exclamó dando una gran inhalación— ¡Puedo sentirlo! Cielos, es como si mi alma volviera a estar completa.

El rompimiento de ese lazo es una de las peores sensaciones que jamás haya experimentado, lo hizo quedar totalmente desorientado y aturdido, pero ahora ese lazo se había reparado y volvía a sentir la calidez de la vida y su conexión con Astro.

—¿Qué fue eso? —le preguntó a Tierra mientras se recuperaba de tan desagradable experiencia.

—En pocas palabras, probaste lo que es la muerte —le respondió recuperándose él también de ese susto. Le dio más pánico del que tuvo cuando Venus chocó con Astrobola.

—¿La muerte? ¡¿Astrobola murió?! —Marte no podía creerlo—. Pero eso fue… horrible. ¿Eso es lo que tú sientes a diario?

—Algo así… bueno, al principio cuando apenas tuve mis primeras formas de vida y aún me estaba acostumbrando a esa sensación de tener seres vivos en mi interior, debo admitir que la muerte me tomó por sorpresa. Me sentí tal como tú te sentiste, no fue fácil lidiar con eso —Tierra hacía un esfuerzo por recordar esa experiencia que tuvo lugar hace tantos milenios ya, puede que olvidara con exactitud qué pasó pero lo que sintió nunca lo olvidaría—. Me tomó algo de tiempo entender que mi gran logro de engendrar vida venía acompañada con un precio: la muerte. Pero una vez que pude procesarlo y aceptarlo se volvió más fácil convivir con ese concepto, ahora sé que soy un planeta de vida y de muerte.

—P-pero, se siente horrible ¿Cómo puedes acostumbrarte a esto? —Marte no podía creer lo que oía, ahora sentía mucha pena por su amigo ¿Todo este tiempo tenía que lidiar con esa sensación? Nunca lo habría imaginado. Otra cosa más que no sabía sobre él, otra cosa nueva que estaba aprendiendo ¡Nunca terminaría de conocerlo!

—Entiendo que para ti sea impactante. Astrobola es tu primera conexión, y una bastante fuerte, su muerte fue improvista y no tenías ni idea de que ibas a sentir eso, por eso te ha pegado tan duro —dijo con comprensión, de todos los cuerpos celestes del sistema solar él era el único que podía entenderlo—. Así fue para mí al principio pero actualmente ya no es una sensación tan intensa, comprendo ahora que la vida es fugaz, dura tanto como un suspiro y es tan pasajera como un parpadeo, disfruto de tener a mis terríbolas el tiempo que duren y luego acepto sus pérdidas. Aún soy capaz de sentir cuando los lazos se rompen, pero no es doloroso a menos que esté especialmente encariñado con ese terríbola.

—Oh, de hecho eso me consuela, ¿Entonces no te sientes mal todo el tiempo por la muerte? —Marte suspiró con alivio. La sensación de tener vida era hermosa pero el sentir de la muerte era todo lo contrario, por eso le alegró mucho saber que su amigo no sufría por ello… al menos, no demasiado.

—No, solo agradezco haberlos tenido y espero que hayan vivido una buena vida pero sé que la muerte es inevitable y no me queda mas opción que aceptarlo —a decir verdad, había aprendido a verlo de una manera más filosófica, eso lo hacía más llevadero ya que si se enfrascaba demasiado en ello podía deprimirse.

—Vaya, me alegra que no sea malo para ti. Eso significa que no la pasaste tan mal con la muerte de los dinosaurios.

—¿Qué? No señor, esa es otra historia —Tierra se vio un poco ofendido por esa afirmación—. Ni de chiste se compara la muerte de un terríbola con la extinción masiva de toda una generación de especies.

—Ah, de acuerdo, lo siento —Marte se arrepintió de haber mencionado a los dinosaurios. Debería haber recordado que ese es un tema prohibido para Tierra.

—Esta bien, mejor hay que concentrarnos en que Astrobola sigue vivo, ese pequeñín nos sacó un buen susto hoy —dijo volviendo a sentirse alegre, a veces las emociones de Tierra podían cambiar con mucha facilidad.

—¡Ya lo creo! Me alegra que esté bien. Pero también me alegra haber tenido esta conversación contigo, creo que de otra forma jamás habríamos hablado sobre esto —aunque no era una experiencia que deseara repetir, Marte estaba feliz de conocer nuevos detalles sobre las cosas que siente su amigo, talvez ahora podría comprenderlo mejor.

—Es cierto, nunca había tenido a nadie con quién hablar sobre estos temas, me alegra poder compartir experiencias con mi mejor amigo —Tierra también estaba feliz por esa conversación.

—¡Hey, lo mismo digo!

Así los dos compartieron un agradable momento bastante íntimo, en esos instantes no existían los problemas ni nada que perturbara esa paz. Solo eran dos amigos teniendo una conversación amena y conociéndose mutuamente de una forma más profunda, estrechando aún más su relación.

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Hola chicos 👀 hice un esfuerzo por actualizar esta semana porque sé que la otra de verdad no voy a poder y no quería dejarlos colgados. Así que disfruten 😉

Quise explicar un poco lo que siente Tierra con la muerte 🤔. En mi imaginación, Tierra debe estar acostumbrado a la muerte ya que forma parte de la naturaleza, pero tampoco al punto de que le sea indiferente.

A veces le duele la muerte de algunas personas, sobretodo de los Countryballs ya que siente un cariño especial por ellos. Entonces también es capaz de sentir tristeza y hacer duelo cuando pierde uno de sus Country's.

También me gustaría decir que a pesar de que los terríbolas son tremendos ellos siguen siendo muuuuuuucho más suaves que los seres humanos reales 😅. Los humanos reales pueden llegar a ser tan crueles y despiadados, pero los terríbolas no llegan a ese nivel de perversidad. Así que por favor 🙏 cuando los juzguen, no sean demasiado duros con ellos 😓 porque ya me los imagino crucificándolos por hacer sentir mal a Tierra 😅

Entonces, eso es todo, nos leemos cuando pueda actualizar 🫡 hasta la próxima 👋

Los dejo con un pequeño extra!! 🙃

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La euforia por el aterrizaje en Marte ya se estaba calmando y Tierra por fin sentía que podía respirar tranquilo. Todo comenzaba a volver a la normalidad y los terríbolas ya se estaban interesando en otros temas, él podía comenzar a olvidarse de ese “pequeño detalle” de que querían cambiarlo por otro planeta.

Por un momento se preguntó si Marte podría con la responsabilidad de lidiar con todos ellos, ¿Toleraría la contaminación así como él? ¿Soportaría los dolores esporádicos por la actividad terríbola en su superficie? ¿Manejaría con tranquilidad el caos de sus guerras y mantendría el temple a pesar de las bombas detonando? Ja’, lo dudaba muchísimo, él era el único que había evolucionado junto con su creación para ser capaz de soportar estas cosas. Él era el hogar perfecto para ellos simplemente porque nadie más les tendría la misma paciencia que él les tiene.

Ya quisiera ver a Marte soportar a China cuando se ponía de intenso porque el tontito no sabía cuando era hora de dejar ir las cosas, hace mucho que había perdido a Taiwán pero ahí seguía de aferrado queriendo una unión que ni siquiera necesitaba. O a ver si Marte podía tolerar al torpe de Rusia porque era otro obsesionado que cuando tenía una fijación con algo no lo dejaba ir, se había enfrascado tanto en no perder a Ucrania que fueron precisamente sus acciones las que lo hicieron alejarse. Y estaba seguro de que Marte no podría lidiar con su primera potencia, tan poderoso e indomable, pero que también estaba loquito. ¿Y que pasaba con el pequeño y frágil El Salvador? ¿Marte podría cuidarlo? Tierra no lo creía así, el niño era bastante delicado.

¿Y que hay con el resto? Tiempo le faltaría para nombrar a cada uno de sus Countryballs, con sus virtudes y defectos, que se paseaban en su superficie viviendo sus vidas en tranquilidad porque él se encargaba de ser un buen hogar para ellos. Si tan solo pudieran verlo, si tan solo supieran el esfuerzo que él hace para tenerlos a salvo de los peligros del espacio entonces talvez ya no querrían irse a Marte.

Talvez incluso hasta se arrepentirían de tratarlo mal y harían todo en su poder para reducir la contaminación a la menor cantidad posible, entonces de esa manera todos serían más felices porque encontrarían el equilibrio perfecto para vivir en paz. Tendrían una relación perfecta entre planeta y habitantes.

Él no pedía mucho ¿Saben? Tan solo que fueran un poco más amables.

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Palabras:

4,832.

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