Un giro inesperado [AppleRadi...

By Akahihanna

42.7K 5K 1.7K

Lucifer, el rey del infierno, se despierta en un mundo donde todo ha cambiado. En medio de una batalla para... More

0
1
2
3
4
5.1
ESPECIAL
5.2
6
7
8
9
ESPECIAL 2
10
11
12.5
13
14
15
espacio 3
16
17

12

1.2K 157 39
By Akahihanna

.

.

.

.


—Así que, Eva —dijo Alastor, caminando hacia una silla—. Estoy esperando.

—Te llamas caballero y no sientes compasión por una anciana —respondió Eva con un deje de sarcasmo en su voz.

—No eres una anciana.

Eva se levantó tambaleándose ligeramente, sintiendo el peso en sus huesos frágiles. Apoyándose en su espalda, se acercó a la silla frente a la reina.

—Es una pena, como pájaro, te veías más adorable —continuó burlándose Alastor—. Verte ahora es realmente lamentable. No entiendo por qué no te gusta esa forma.

—Quién sabe... —respondió Eva indiferente, mientras conjuraba una tetera junto a tazas de té—. ¿Cómo ha estado tu hija?

—¿A cuál de las dos te refieres? —preguntó Alastor.

—La más normal.

—Demia—

—La otra —interrumpió Eva, vertiendo el té con destreza. El nombre de la otra mocosa estaba prohibido para ella.

Alastor esbozó una sonrisa irónica, mientras sus ojos se tornaban en diales.

—No creo que tengas interés en saber nada de Charlie— dijo, deslizando un dejo de veneno en sus palabras—No desde que fallaste en la única tarea que tenías. 

Eva permaneció en silencio, sintiendo cómo la rabia se deslizaba por su garganta. ¿Acaso la perra del rey creía que sus poderes respondían a su voluntad? Incluso levantarse era un logro diario en su situación; con su cuerpo, apenas podía moverse.

Tampoco era culpa suya que la idiota de su hija no hiciera caso a sus predicciones y fuera tan despistada. Era un verdadero peligro ambulante, y cuidarla se había convertido en una tarea casi imposible. Le había advertido que no regresara al cielo, la había vigilado de cerca en la forma de esa estúpida ave, le había instado una y otra vez a mantenerse alejada de Lilith y de la otra rata con alas. Sin embargo, una y otra vez, era subestimada, la trataban como a una vieja loca y continuaban haciendo lo que les daba la gana.

—Bueno, dejando eso de lado —siguió Alastor, dando un sorbo de su té—. ¿Hasta ahora qué sabes?

Eva lo miró por unos instantes antes de chasquear los dedos para invocar un espejo.

—Te dije que si no me beneficiaba, no tenía por qué tomar este trabajo —repitió—. Mi único deber es mantenerte al tanto de lo que sucede en este lugar y cuidar a tu primera hija. Sin embargo, cuando busqué entre mis libros, recordé que leí algo similar cuando aún estaba en el cielo.

—Sigue —ordenó Alastor.

—Al principio pensé que tu familia finalmente se estaba volviendo loca, pero me di cuenta de que realmente existe algo de lo que mencionaste. Cuando estábamos en el cielo, Dios dijo algo acerca de que dejaría que los humanos tomaran decisiones, pero vivirían por siempre con las consecuencias de sus actos de una u otra forma.

—Entonces era cierto —susurró Alastor, mostrando interés.

—Junte eso con las teorías de los universos alternos —dijo Eva, señalando un punto en el espejo—. Y al final la única conclusión es que para todo existe una línea primaria, podría considerarse una realidad original. Cada vez que ocurren anomalías, esa realidad cambia, pero sigue siendo influenciada por la realidad original. 

Eva comenzó a trazar líneas que partían del mismo punto en el espejo.

—Eso no es nada nuevo para mi—respondió Alastor—. ¿No lograste averiguar nada más?

—Claro que sí, estoy dos pasos adelante de ti  —respondió—. Cuando confirmé eso, empecé a rastrear el universo original y me encontré con algo curioso.

Eva cambió la imagen del espejo, revelando la imagen de un hotel. Era idéntico al hotel de su hija, pero este parecía estar mejor construido. Observo cómo la escena cambiaba, mostrando lo que parecía ser un enfrentamiento. Una versión diferente de su hija emergía junto a otros pecadores y luego...

—Vaya, así que ese soy yo —murmuró Alastor, observando cómo una copia suya crecía de tamaño para luego devorar a los atacantes—. Nada mal.

De repente, otra figura salió volando con fuerza, estrellándose contra el suelo y dejando una enorme grieta. Seis alas blancas se desplegaron, acompañadas de una sonrisa presumida en su rostro.

—Ese es... —Alastor abrió los ojos con sorpresa y se acercó para observar con detenimiento—. ¡Lucifer!

—Los años de matrimonio te enseñan a distinguir. Nunca pude obtener ese don. Ese es tu marido, terminó en ese lugar —bromeó Eva—. Aléjate de mis cosas, no quiero que terminen oliendo a venado.

Por un instante, Alastor sintió cómo su pecho se llenaba de un enorme alivio. Era como si un peso se levantara de sus hombros. Su rey, el hombre al que había jurado lealtad eterna, su esposo, su alfa, estaba ileso.

—Lulu...—susurró, fijando la mirada en el espejo con intensidad, como si deseara traspasar su superficie y abrazar a su esposo. Pero su alivio se vio abruptamente interrumpido cuando una imagen desagradable se desplegó en sus narices.

 Un escalofrío recorrió su espina dorsal y sintió como la ira empezó a arder en su pecho mientras veía a su esposo, a su Lucifer, besándose con esa versión alternativa de sí mismo. Un siseo escapó de sus labios y sus astas comenzaron a emerger.

—Eso no lo puedo explicar—dijo Eva sonriendo.

—Claro que no—exclamo molesto alejándose.

Por supuesto que era inevitable. Estaba tan envuelto en sus propios problemas que ni siquiera se detuvo a considerar la posibilidad de que, en esa realidad alternativa, Lucifer pudiera haberse divorciado de Lilith. Tenía todo el sentido del mundo que si su otro yo fuera una réplica exacta, aprovecharía esa oportunidad.

Para simplificarlo, podía verlo de una sola manera. Su esposo era incapaz de engañarlo; era imposible que, al llegar a ese mundo, lo primero que se le ocurriera fuera engañarlo con su otra versión. Estaba seguro de ello. Lucifer seguramente ni siquiera había considerado la posibilidad de que ese fuera otro mundo; tal vez ni siquiera sabía lo que ocurría a su alrededor. Entonces, ese Alastor vio la oportunidad y engañó a Lucifer, haciéndose pasar por él mismo.

Y allí estaba su otra versión, sacando provecho de su esposo.

—Lo mataré... —susurró, apretando sus colmillos afilados mientras un líquido negro se deslizaba a su costado.—Continúa, y quita esa visión de mi vista, inmediatamente.

—Lo que ordenes—contesto Eva riendo internamente—Entonces esa es la situación, fue difícil ubicar esa realidad porque me encontré con muchas otras. 

—¿Sabes quien provoco todo esto?—pregunto directamente, tratando de quitar la imagen en su cabeza que parecía repetirse como un bucle. 

—Aún no—respondió Eva—Pero puedo asegurarte algo, hay una irregularidad especial en ese mundo que provoco que muchos otros por lo mismo.

—Explícate adecuadamente.

—Para empezar el Lucifer original de ese mundo no debería haberse enamorado del Alastor original.

.

.

.

.

—¡Perfecto! —exclamó Rosie, mirando con satisfacción cómo el gran jefe del infierno estaba atado contra una de las esquinas—. Es un alivio que el arnés del pequeño Erick le quede tan bien. Mira esa cinturita. —Bromeó mientras le picoteaba un costado.

Lucifer frunció el ceño, tratando de zafarse sin éxito, obviamente , eso tenia algún hechizo de Alastor que automáticamente desactivaba su fuerza. 

—Explícame una vez más ¿Por qué estoy usando esto? —preguntó con frustración.

—¿Por qué no usarías eso?—devolvió la pregunta con otra pregunta.

—¡Porque no soy un juguete! —exclamó, intentando mantener su dignidad.

—Oh, vamos majestad—replicó Rosie riéndose—Ambos sabemos que eso no es cierto.

Lucifer no entendía ni un poco a esa mujer. 

—Entonces, ¿Cuál es el plan aquí? ¿Jugamos a las mascotas por el día y por la noche atendemos el infierno? 

—Desearía que fuera eso —respondió Rosie con una sonrisa traviesa—Pero sin el permiso de Alastor no puedo hacer nada, así que por el momento ¿Qué le parece un poco de té? 

¿Té? No era precisamente lo que esperaba de alguien que parecía tan perturbadora como esa mujer. Aún así, una taza de té sonaba bien, solía tomarlo a veces con Alastor cuando no se la pasaban peleando. 

—Supongo, ya que no hay mucho más que hacer —comentó, resignado.

Rosie dejo salir una pequeña risa y preparo lo necesario. Acercando una silla a la esquina en donde estaba Lucifer. 

—Majestad—llamo sonriendo mientras le pasaba una taza—¿Qué tal le va en su matrimonio?

El comentario repentino de Rosie tomó a Lucifer por sorpresa, y un sorbo del té que acababa de recibir se convirtió en un charco en el piso del cual Rosie se alejo con asco. 

—Eso... eso no es asunto tuyo —respondió de manera automática, tratando de mantener la compostura.

—¿Enserio?—pregunto Rosie sonriendo—Lo siento, majestad. No quise ofenderlo. Pero como amiga intima de la familia siempre he recibido cierto trato "especial" a diferencia de los otros. 

—¿Especial?

—Ya sabe—dijo guiñándole el ojo—Usted me pedía consejos sobre como ser una bestia en la cama.

Esta vez, la bebida terminó en una pequeña lluvia sobre Rosie, quien parpadeó sorprendida y se empezó a limpiar rápidamente. 

—Por favor, no sigas —murmuró Lucifer, sintiendo cómo el malestar de su estómago se intensificaba con cada palabra de Rosie.

—Ay, majestad, no sea tímido —dijo Rosie—. Si hay algún "problemita" en el que necesites ayuda, con todo gusto te daré consejos. Soy una dama, pero también tuve un esposo alguna vez con el mismo problema.

—Solo para dejarlo en claro—dijo Lucifer—No tengo ningún problema en la cama.

—¿Me lo jura? 

—¡Si!

—¿Entonces todo esta perfecto?

—¡Por supuesto!

—¿Ningún problema en su matrimonio?

—¡Claro que no!

—¿Y el nombre de su esposa es...?

—¡Lilith!

—Gracias—termino de decir Rosie entrecerrando los ojos.

Lucifer se quedó unos momentos pensando antes de darse cuenta lo que había dicho.

—¡No, espera! ¡Alastor, quise decir Alastor! —exclamó, intentando corregirse rápidamente.

La beta sonreía en su asiento, satisfecha de que su plan hubiera funcionado a la perfección. Conocía a su majestad desde hace años. Esa familia no le podía esconder nada. Por eso, en cuanto tuvo a su pequeña alteza delante suyo, no dudó en presionar los botones necesarios para hacerlo estallar, tal como lo había hecho tantas veces en el pasado.

—Me sorprende que haya tardado en caer, su otra majestad cae en la segunda pregunta —comentó la beta, divertida por la situación.

El rey se agarró la cabeza con las manos, reconsiderando por qué todos en ese mundo parecían burlarse de él. 

—¿Cómo te enteraste? ¿Acaso medio circulo del infierno lo sabe?

—Tranquilo, majestad. Soy cercana a la familia así que es normal que me de cuenta cuando las cosas van mal.—respondió Rosie colocando una mano sobre el hombro de Lucifer— Además sus hijos no son tan discretos que digamos.

—¿Cuál de los tres?

—Todos—respondió tomando algo de té.

—¿Cómo te diste cuenta tan fácil? ¿El otro Lucifer es tan diferente a mi?

Rosie se tomó un momento para reflexionar antes de responder.

—Hmmm... —susurró, sumergiéndose en sus pensamientos—. No necesariamente diferente, pero hay detalles que delatan. Para alguien como Alastor, sería obvio. No tardaría más de unas semanas en detectar si dices la verdad o no.—dijo Rosie—Pero para mi fue un poco más complicado darme cuenta. 

Un breve silencio llenó la habitación, solo interrumpido por el sonido de los sorbos de té.

—¿Y? ¿Es todo? —preguntó Lucifer, esperando más detalles.

—¿Quieres saber más? ¡Oh, querido! No seas tan metiche, es un pecado —bromeó Rosie antes de continuar—. ¿Por dónde debería comenzar? En nuestro primer encuentro, su majestad, el original, normalmente es un caballero que siempre sale a saludarme. Sin embargo, usted solo me vio como si hubiera visto a una bestia —dijo riendo—. Luego fue en nuestro segundo encuentro, me sentí muy ofendida esa vez. Pero supongo que lo que más me hizo dudar fue su comportamiento con Alastor.

A Lucifer le picaba la curiosidad, no es que quisiera preguntar porque realmente le interesara pero no sabia que oportunidad tendría de saber más sobre la relación de esos dos. 

—¿Cómo era su relación?—Murmuró

—Disculpe no logro escucharlo.

—¿Cómo era su relación?—trato de decir más alto.

—Perdón pero escucho su voz un poquito pequeña.

—¡¿Como era su relación?!—finalmente estallo gritando. 

—Ohhh era eso—esa mujer sabia como controlarlo—Esos dos se amaban mucho, no puedo decir mucho de su historia de amor porque cuando conocí a Alastor ya estaba casado con el Rey. Pero en los años que viví como humana y pecadora puedo decir que verlos llegaba a dar envidia.

—Si claro, como un amo controlando a su perro favorito—susurro recordando su primer encuentro con Alastor.

"Pero déjame recordarte que aquí no eres más que mi esposo, mi juguete. Y harás exactamente lo que yo diga"

—Tampoco es culpa completa de Alastor; digamos que el Rey suele ser algo despistado y complaciente —comentó Rosie con una mueca comprensiva—. Le otorgó el poder a su reina porque sabía que en algún momento esta situación podría suceder y, en parte, porque adoraba tanto a su esposo que sentía que cualquier elección que tomara era la correcta. ¿Dime dónde encontrarías a un hombre que adore a su esposo de esa forma? ¿Al punto de confiarle su vida entera? Ya no hay de esos en estos días.

Lucifer recordó vagamente a Lilith; era cierto, nunca había hecho eso por ella porque nunca se vio realmente en la necesidad. Se amaban, estaban juntos y listo, realmente no lo pensaba mucho, o tal vez quería mantener su estatus igualado al de Lilith.

—Yo nunca hice eso con Lilith —se escuchó a sí mismo salir de sus pensamientos.

—Todos tienen una manera diferente de amar, majestad —respondió Rosie—. Algunas son más intensas que otras, pero no por eso son inválidas. Sin embargo, si dudas de lo que hiciste, es porque realmente dudas de tu amor. 

—Ya veo...—dijo pensativo.

—Si realmente estuviera seguro que la ama entonces no me estaria diciendo eso.

Rosie miro a Lucifer que se quedo absorto en sus pensamientos. Era algo aburrido verlo así pero tambien le daba algo de lastima, al parecer su relación no había funcionado. 

—¿Hay otra cosa que quiera saber majestad?

—¿Qué? —respondió Lucifer, desorientado—. No, digo, sí. ¿Tú sabes quién fue el responsable del incidente con Charlie?

—Hmmm, digamos que sí, pero a la vez no —contestó incomoda. 

—Otra vez con acertijos —murmuró Lucifer—. ¿Qué quiere decir eso?

—Esta vez no es un acertijo, majestad —aclaró Rosie—. Si realmente supiera quién lo hizo, ya hubiera tomado venganza con mis propias manos. Pero fue algo como un trabajo en conjunto.

—¿Conjunto?

—Charlie era una niña tan traviesa... —comenzó Rosie, recordando con una mezcla de nostalgia y preocupación—. Los habitantes del barrio caníbal incluso la ayudaban a repartir volantes.

—¿Entonces, qué salió mal? —preguntó Lucifer, interesado en conocer más detalles.

—Hubo un día en el cual nos descuidamos. Durante el día del exterminio, confiamos en que estaría segura en el castillo y nos pasamos encerrados en nuestra parte del infierno. Hace semanas atrás, la princesa había hecho amistad con un grupo de imps que prometieron ayudarla. El nombre de su jefe era Blain, no, Blinzo o algo así. Bueno, el punto es que ellos fueron la semilla inicial para que todo comenzara. De lo poco que sé, fueron contratados para proteger a ciertos pecadores y engañaron a su alteza para que los protegiera mintiéndole con la idea de que eran sus primeros residentes. Luego sucedió lo que usted ya sabe.

—Aun no entiendo a qué te refieres con trabajo en conjunto —dijo Lucifer, aún confundido.

—Como dije, ellos fueron la semilla, pero existe alguien que alertó antes del día del exterminio la ubicación de la princesa, por eso solo atacaron el hotel. Nunca logré descubrir quién era, y ella nunca me quiso decir.

—¿Ella?

Antes de que pudieran continuar, un grito resonó a lo lejos y un color verde intenso comenzó a brillar.

—¡¿Cómo que le diste información a Lilith?!

.

.

.

.

.

.


Continue Reading

You'll Also Like

7.2K 423 11
𝘚𝘰𝘭𝘰 𝘥𝘪𝘳𝘦́... 𝘔𝘐𝘚 𝘗𝘈𝘗𝘐𝘚
30.3K 3.6K 26
Fanfiction - Alastor quiere averiguar los secretos del rey del infierno Lucifer para molestarlo y hacerle sentir inferior, pero con el tiempo pasando...
508K 81.4K 34
Park Jimin, un padre soltero. Por culpa de una estafa termina viviendo con un completo extraño. Min Yoongi, un hombre solitario que guarda un triste...
137K 8K 15
El maldito NTR pocas veces hace justifica por los protagonistas que tienen ver a sus seres queridos siendo poseidos por otras personas, pero ¿Qué suc...