MI DULCE REGALO

By CrystalCassanova

369K 27.9K 2.9K

Él es un militar. Ella es una escritora. Él no cree en el amor. Ella escribe sobre hombres amorosos y perfect... More

Prólogo
CAST
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
22
23
24
25
26
27
28
29
30
Epílogo
Extra 1

21

6K 505 110
By CrystalCassanova


Y sí, entiendo que quieras hablar, que aveces necesitas saber de mi, pero no sé si quiera saber de tí, vivir así, pensando en ti. Suelta mi mano ya por favor, entiende que me tengo que ir, si ya no sientes más este amor, no tengo nada más que decir. Suelta mi mano ya por favor, te entiendo pero entiéndeme a mi, cada palabra aumenta el dolor y una lágrima quiere salir...

—Suelta mi mano (Canción de Sin Bandera).

EMMA:

   Spencer.

   Spencer se ha dejado caer en el frente de su cama recostado de ella, agarrando su cabeza con sus manos.

   No puedo estar aquí ni un segundo más, es por su bien que hago esto. Es por su bien que me alejo. No quiero lastimarlo más de lo que ya lo hago.

   Dejo de mirarlo para poner la vista en Elizabeth quien me está mirando con una expresión de desprecio.

    —¿Qué esperas? ¿Qué te muestre la salida? —me pregunta ella colocando sus manos en su cintura—. Sal de aquí ahora mismo, no quiero verte jamás cerca de mi papá. Él no merece esto... —dice pasando por mi lado para ir con su papá.

   Salgo de la habitación y estando en el pasillo, me giro por última vez para ver como Elizabeth abraza a su papá mientras él coloca su cabeza en el hombro de ella.

   De pronto un nudo se coloca en mi garganta haciendo que se me dificulte tragar y respirar. Y sin querer una lágrima sale de mis ojos. Rápidamente seco mi mejilla con mis manos y utilizando toda mi fuerza de voluntad empiezo a caminar hacia afueras de la casa. Paso por la cocina y recojiendo mi bolso, me encamino hacia la puerta, pero entonces cuando la abro me quedó estática.

   Sebastián.

   Maldición.

   Tiene una venda en la cabeza, en la parte de la frente. Al parecer el golpe que le proporcionó Spencer fue muy grave.

    —¿Siendome infiel, esposa mía? —pregunta con voz gruesa entrando a la casa.

   Lentamente echo dos pasos hacia atrás mientras que él ya está dentro de la casa.

    Me va a golpear. Lo sé. Lo siento.

   Y así como lo sentí, así sucede.

    Me agarra del pelo y me echa la cabeza hacia atrás.

    —¿Te lo hizo mejor que yo, maldita perra? —pregunta jalandome la cabeza hacia atrás.

   Duele, maldición, duele.

    —No sé de que hablas... —respondo agarrándole la mano para que no me duela tanto el cuero cabelludo.

    No debí de haber dicho eso.

   Sebastián me da una mirada furiosa, antes de abofetearme la cara con toda la fuerza que tiene.

   Lo único que siento es que caigo al suelo, pero cuando caigo es allí cuando verdaderamente empiezo a sentir el dolor en mi rostro.

   Las lágrimas se deslizan lentamente por mi rostro, mientras mi mano acaricia mi mejilla adolorida.

   Estoy harta de esto.

   Trato de levantarme y es allí cuando me doy cuenta que está lloviendo. La lluvia empieza a estar más fuerte, tanto que el aire empuja particulas de agua a mi cara.

    Bajo mi cabeza para buscar en mis pantalones una servilleta, pero no me da el tiempo a hacerlo porque Sebastián agarra mi cabello nuevamente y empieza a sacarme de la casa arrastrándome por estos.

    —¡Sueltame, por favor! ¡Ya no aguanto esto, Sebastián! —grito queriendo que me haga caso, pero no lo hace. Sigue arrastrándome.

    La cabeza me duele demasiado por la presión que él está utilizando para arrastrarme, pero de un momento a otro siento que sueltan mi cabello.

  Caigo acostada en el suelo y la lluvia empieza a golpear mi rostro.

   —Gracias, Sebastián —expreso agradeciéndole por haberme soltado.

   Queriendo ver su rostro levanto mi cabeza y es allí cuando me encuentro a Spencer encima de Sebastián golpeándolo con furia.

    El dolor que tengo en este instante, desapareció como si fuera magia.

   Spencer lo va a matar. La forma en que golpea su rostro es como si fuera un robot. Su autocontrol lo tiró a la basura.

    Rápidamente me levanto del suelo e yendo hacia donde están agarro los brazos de Spencer.

   —¡Spencer no! —exclamo esperando que me mire, pero no lo hace.

   Los tres estamos empapados por la lluvia.

   Spencer lo suelta y se levanta del suelo.

   —¿Cuál es la razón por la que lo defiendes tanto? ¿Acaso quieres que él te mate, es eso? —me pregunta Spencer harto de todo lo que está sucediendo.

   Sus ojos me expresan lo que sus labios no. Está enojado conmigo.

   —Está bien que no quieras estar conmigo, yo... —deja de hablar y me mira. Sus ojos estan completamente cristalizados—. Yo trataré de superarlo aunque tal vez ni lo logre, pero es que él te maltrata. Aléjate de él, no lo defiendas, por favor... —me pide con voz entrecortada.

   Me acaricio el cabello hacia atrás.

   Como odio que él se sienta así por mi culpa.

   —Los acabo de separar y es por ti. No quiero que él te haga daño, Spencer... —expreso acercándome hacia él, pero Spencer coloca una mano deteniéndome.

   Niega dos veces.

   Maldición.

   —¡Ay, pero que bonitos se ven, malditos imbeciles! —dice Sebastián riéndose fuertemente.

   Sebastián saca un puñal de su pantalón y apunta a Spencer con este.

    —Vamos a ver si eres tan hombre ahora... —menciona acercándose a él con furia, pero antes de que llegue hacia donde estamos, Spencer me empuja y caigo directamente en el suelo desparramada.

   Trato de levantarme colocando mis codos en el lodo para levantar mi cabeza y ver que sucede.

   Spencer se echa hacia la izquierda, haciendo que el golpe con el puñal no acierte en su cuerpo y es allí cuando aprovecha esos segundos donde la distracción de moverse contribuye a que Sebastián se quede estático, para agarrar su cabeza y la mano que tiene el puñal.

   Sebastián hace fuerza para que Spencer le suelte la mano y aunque físicamente Sebastián se ve mas fuerte que Spencer, llego a darme cuenta de que no lo es.

   Spencer aún mantiene su mano en su cabeza colocando el cuerpo de Sebastián despaldas al de él. Lentamente acerca el cuchillo a su cuello mientras que Sebastián intenta desviarlo, pero no lo logra.

   ¡Lo va a matar!

   ¡No!

   ¡No, por Dios!

   Me levanto del lodo casi volviéndome a caer y cuando observo el puñal está ya en su garganta, entonces cuando voy a caminar vuelvo a caerme en el suelo.

   No.

   Lo mató.

   Spencer acaba de matar a Sebastián.

   Dios.

    —Maldito... —menciona apenas Sebastián, antes de caer en el suelo.

   Cae como si fuera un zapato, sin vida.

   La lluvia apenas me deja ver, pero viendo lo que puedo, observo como Sebastián de deja de dar su ultimo respiro.

   ¿Qué hizo Spencer?

   Spencer mira el cuerpo y luego se gira hacia la puerta.

   Como puedo me giro para ver a quién mira y es a Elizabeth la cual tiene un teléfono en su oreja hablando con alguien.

   ¿Qué está sucediendo?

   ¿El planeó esto?

   ¿Spencer planeó matar a un hombre en frente de su propia hija?

   No logro entender nada.

   Luego de que él la mira, empieza a caminar hacia mí, entonces cuando llega me extiende su mano para levantarme del suelo, pero no la acepto.

   Tengo miedo.

   Acaricio mi cabello hacia atrás tratando de verlo mejor.

   Él nota que no confio en él.

   Él acaba de matar a una persona. ¿Cómo quiere que confíe en él?

   Spencer me sonríe, lo hace cinicamente, con el fin de agacharse en el suelo y estar a la misma altura mía.

   Dios mío.

   —Eres libre. —menciona lentamente—. El hombre que estaba en República Dominicana que podría matar a tus padres, ya está muerto y tu esposo también.

    ¿Qué?

    ¿Cómo lo hizo?

   ¿Le pagó a alguien para que lo hiciera?

   —Sé que tienes muchas preguntas, pero no quiero escuchar ninguna. —expresa bajando su cabeza y colocando dos de sus dedos en el puente de su nariz—. Intenté comprenderte, intenté enamorarte y conquistarte, pero nunca pude lograrlo... —levanta su cabeza y coloca sus ojos cristalizados fijos en mí. De pronto empiezo a escuchar el ruido de patrullas de policías y teniendo miedo de que sea lo que pienso, fijo mis ojos en él—. Sí, lo sé. ¿Me enamoré demasiado rápido, no? —asiente respondiendose el mismo—, pero tampoco pude evitarlo. Todo contigo comenzó muy rápido y terminó de la misma forma... perdón, nunca comenzó... —Sonríe mirando mis ojos—, lo nuestro nunca comenzó.

   Trago saliva.

   4 patrullas de policía se estacionan en frente de la casa y los nervios me suben a todo dar.

   —Spencer, yo...

   —No digas nada, por favor. —menciona deteniéndome, para agarrar mi mano y acercarla a su boca, besando mis nudillos lentamente mientras acaricia y quita las gotas de lluvia que caen en mi mano—. Podría amarte tan solo yo, pero deseaba que tu también lo hicieras. Ahora sé que no sucederá, tú misma lo dijiste, tengo que tener algun problema para que no me amen. —él suelta mi mano para limpiarse las lagrimas—. Así que quiero que me hagas un favor. Quiero que te vayas lejos de mi, esperando que seas feliz. No te preocupes por mi, ni por Elizabeth. Ambos estaremos bien.

   Se levanta del suelo y empieza a caminar hacia la izquierda, entonces veo que Elizabeth viene corriendo para abrazarlo.

    Spencer se agacha y la abraza, dandole un beso en la frente.

   —Volveré lo más pronto posible, ¿si? —le dice a Elizabeth y ella asiente sonriéndole.

   —Está bien, papi. Ya llamé a abuela y a tu abogado. —ella levanta sus dos manos para juntarlas con las de su papá—. Siempre juntos, papi. Te amo un millón.

   Spencer la abraza nuevamente, antes de que la policia entre al jardín y vea el cuerpo de Sebastián.

   —Levante las manos y quédese quieto donde lo vea. —Spencer le hace señas a Elizabeth que entre a la casa y luego se gira levantando sus dos manos—. Tiene derecho a un abogado, todo lo que usted diga se utilizará en su contra...

   Los dos policias empiezan a llevarse a Spencer arrestado mientras que me quedo estática no sabiendo que hacer.

   Rápidamente me levanto como puedo y corro hacia donde él está. Los policias me empujan diciéndome que me aleje, pero no lo hago.

   —Spencer, me quedaré con Elizabeth, no te preocupes...

   Cuando digo esto él detiene su caminar y gira su rostro. Se queda mirándome con expresión neutral.

   —Emma... —me llama y asiento esperando a que hable—. Te amo, ahora ve y sé feliz. Alguien vendrá por Elizabeth, no te preocupes... —son las últimas palabras que me dice, antes de que los policias coloquen una mano en su cabeza y lo entren al auto.

   Dios.

   ¿Cómo pueden suceder tantas cosas en menos de una hora? Esto parece irreal.

   Miro hacia todos lados intentando despertar pero no lo logro.

   La policia arranca el auto y Spencer empieza a alejarse de la casa. Camino hacia afuera para verlo irse y me duele, me duele que se lo lleven preso por mi culpa.

   Es mi culpa.

   Él tenía tanta rabia por haberle dicho las cosas que le dije, que no supo controlarse. Sé que no debo culparme de las acciones de los demás, pero esta acción es mi culpa.

   Siento que algo me toca la pierna y cuando me giro me encuentro con Elizabeth.

   —¿Qué haces todavía aquí? —me pregunta con una mirada de desprecio.

   ¿Cómo pude dañar el amor que me tenía ella?

   —Me quedaré hasta que tu padre vuelva. —le respondo.

   —No, sé cuidarme sola, además mi abuela vendrá y mi papá saldrá mañana a mas tardar. —expresa cruzando sus brazos mirándome mal.

   Trago en seco.

   —¿Por qué me miras así? ¿Acaso ya no me quieres? —le pregunto y ella arranca a reírse con cinismo y burla.

   Elizabeth me mira y niega dos veces.

   —Qué cinismo usted tiene señora —expresa colocando una mano en su cintura—. Lastimaste a mi papá y hacer eso es como herirme a mí. Él te ama y tu le dijiste las palabras mas despreciables que he escuchado en toda mi corta vida. —se acerca a mí lentamente—. Él te seguirá amando, pero aquí estaré yo para ayudarlo a olvidarte y a encontrar a alguien que si lo ame y no lo lastime como tú. Ahora vete, no quiero volver a verte, Emma. Buenas noches y buena suerte.

   Empieza a caminar alejándose de mi.

   Agarro mi ropa y la estrujo en la parte de mi pecho.

   Me tiro al suelo y empiezo a llorar mientras veo como Elizabeth entra a la casa.

   No merezco a Spencer. No lo merezco. Lo lastimé, lo herí cuando él intentó ayudarme.

   ¿Ahora que haré?

   ¿Qué voy hacer sin él?

  Se suponía que cuando Sebastián muriera, él y yo estaríamos juntos, pero él me dijo contundentemente que quiere que me aleje de él y de su hija.

  ¿Qué hago?
  

 
Emma la recagaste y bien feo.

  Vamos a ver que sucede ahora.

  ¿Creen que Spencer la perdone?

  ¿O que algo los obligue a perdonarse?

Continue Reading

You'll Also Like

2.3K 93 14
-QUE QUIEREN QUE! -solo por unos meses -NO! JAMÁS VOY A ESTAR CON EL NI AUNQUE SEA FALSO...
986 146 25
Desde joven, su vida ha sido obstaculizada por la pérdida de numerosos familiares y personas importantes, llevándola al camino de una vida criminal h...
3.9K 396 4
¿Hasta donde llegaríamos juntos? ©Prohibida copia. Segunda parte de Tiger Roar.
405K 21.2K 41
Sara Becker no es una chica normal, siempre la trataron mal eh incluso su familia la odia, decidida se muda a Alemania para comenzar una vida desde c...