Destruí el último Orco con otro golpe.
— Parece que ese es tu límite actual. Después de 3 técnicas, te quedas sin maná de fuego, y 2 más con tu Mp.
— ¿Alguna idea para mejorarlo?
— No. Cultiva — Reus negó con la cabeza como si fuera lo más obvio del mundo.
— ¿No lo estoy haciendo ya todos los días? Incluso alcancé la 3era etapa de la Formación de Huesos.
— Sí, y considerando el poco maná de la ciudad, vas avanzando rápido, pero debes buscar otro espacio con mejor concentración de maná y pureza.
— ¿Dónde sería eso?
— En otro país o hay casos donde se forma un espacio concentrado en una mazmorra o en los alrededores.
— Lo del otro país no es recomendable ahora. ¿Puedes avisarme si sientes algo?
— Claro. También te avisaré de cualquier fluctuación a tu alrededor.
— Gracias, eso ayudará.
Mientras hablábamos corté las cabezas de todos los Orcos y los metí en la bolsa de almacenamiento.
Justo cunado terminamos de hablar...
— ¡Uhooo! — escuché los gritos de un toro salvaje y sabía lo que se acercaba.
Al ver el Radar, había 4 puntos que se acercaban a mí a gran velocidad.
— Eso es raro. Los minotauros no viajan en grupo.
Tomé mi lanza preparando mi Mp para la pelea. Aunque no recuperé toda mi energía interna, tengo confianza si tengo que escapar.
3 minotauros salieron de unos bosques a máxima velocidad, destruyendo los árboles como si estuvieran hechos de papel.
Parecían asustados por alguna razón.
— ¿Pero qué es eso..?
Detrás de esos 3 minotauros apareció otro. Solo que más grande... Casi el doble, midiendo 4 metros. Con algunas marcas rojas circulares por todo su pecho y brazos.
El minotauro cargaba una hacha gigante que usaba como un simple cuchillo de cocina en una mano. Alcanzó rápidamente a los otros.
*Golpe*
*Cortar*
*Cortar*
El gigante cortó a 2 de ellos y golpeó la pierna del otro, aunque intentó resistirse en el suelo le clavó uno de sus cuernos de la cabeza en el pecho. Sin duda murió al instante.
— ¡¡Orguaa!! — Se golpeaba el pecho una y otra vez celebrando su victoria y bailando con su hacha como un indio.
— Ese... No estaba en el libro.
No recuerdo el capítulo de un minotauro gigante que cace a otros
— Curioso... Parece que tienes mucha suerte, discípulo.
— ¡¿A esto llamas suerte?!
Parece que tiene buen oído, ya que se volteó y cargó hacia mí con sus brazos y piernas como un toro enfurecido.
— Urgh... Si eso es lo que quieres.
Usé una combinación de [Punto de Redirección] y la lanza para desviar el golpe del cuerno en su tacleo y asesté un codazo con mi mano libre en su sien, reforzado con [Piel de adamtino].
Gracias a que el muy tonto solo atacaba sin pensar, rodó aturdido dejando un sendero de rocas y árboles destruido a su paso.
— Sí, suerte. Ese minotauro parece tener un orbe de maná puro en su cuerpo. Eso te ayudaría mucho en tu cultivo.
Traté de pensar en un plan mientras rotaba la lanza de un lado a otro preparándome para su próximo ataque.
— Mátalo sin que lo agote todo — Este maestro... En serio me pide lo imposible siempre.
Justo cuando el maestro hablaba, el minotauro se levantó con toda su piel rojiza y su cabeza en un tono escarlata.
Supongo que ese color no es por el enojo
El minotauro tomó su hacha y la extendió encorvando todo su cuerpo. Parecía la postura de un lanzador de discos.
— Espera, ¡Esa hacha no se lanza, cerebro de vaca!
Pero ya era muy tarde.
La arrojó con todas sus fuerzas y el tono rojo que marcó por un segundo todas sus venas, se concentró en el arma.
Creando una rueda de fuego directo a mi pecho.
— ¡¿Sabes qué?! 2 pueden jugar a eso.
Recubrí la lanza con todo el maná que me quedaba. Formando una especie de flecha gigante de fuego.
La arrojé tensando todos los músculos de mi brazo.
En serio parecía una flecha.
*Estruendo*
Ambas armas en el aire crearon una explosión que se extendió por toda la zona.
El minotauro salió del humo creyendo emboscar al humano, pero había desaparecido por completo.
Miró por toda la zona buscándolo en vano. Hasta que sintió su pierna atravesada desde el suelo.
*Crujir*
— ¡Aarrgg! — El minotauro ni siquiera lo pensó mucho y usó su gran brazo para aplastar todo el espacio que rodeaba la lanza.
*Quebrar*
Dejó un cráter hondo a su alrededor. Por suerte la lanza seguía intacta y a su alrededor, una especie de sombra con la forma del humano se desvanecía hecho pedazos.
~ Sorpresa ~
Aparecí en el costado del minotauro con una daga en la mano y usé toda mi fuerza para cortar su garganta. Aunque no fue tan profundo, sin duda era letal.
El minotauro retrocedió sorprendido, trató con ambas manos de parar el sangrado. Yo recogí rápido la lanza y usé todo el Mp que me quedaba.
Si esto no lo mata, tendré que retroceder para recuperar el aliento.
— Técnica N°8: Apuñalada Ígnea
*Cortar*
Con la lanza brillando su punta. Parecía que se había multiplicado en tres imágenes de la misma borrosas, una debajo de la otra.
Luego la extendí con todos mis músculos tensos y la cara casi tan roja como la del Minotauro antes. El monstruo se detuvo como si se hubiera convertido en una estatua.
Le hice un agujero perfectamente circular, entre su garganta y el pecho. Literalmente podía ver el otro lado del bosque desde ahí.
El resto de su cuerpo se desplomó al instante.
Y obviamente yo le seguí de inmediato por el cansancio.
Mi pecho no dejaba de latir como loco y si no fuera por que estaba en una zona peligrosa, me habría dejado caer en los brazos de Morfeo (Si es que existe en este mundo).
Me apoyé en la lanza para caminar y acercarme al cadáver del monstruo.
— El núcleo está en el área de su dantian. Por suerte no fallaste con ese último golpe o todo habría sido en vano.
— Estoy bien, gracias por preguntar — Sabía que podía escuchar mis pensamientos, así que no paré de insultarlo hasta que llegué a mi recompensa.
Siguiendo sus instrucciones, saqué una especie de perla del tamaño de mi puño de color rojo que brillaba con intensidad.
— ¿Ahora qué? — Me senté con las piernas cruzadas mientras Reus se sentaba a mi espalda mientras ponía su mano en mi espalda.
— ¿Puedes sentir el maná en el orbe?
— Sí, nunca antes sentí tanto maná en un solo punto. Ni siquiera cuando cultivé la 1° vez.
— Pues vas a hacer exactamente lo mismo que esa vez, vas a devorarlo de golpe.
Miré al Reus en blanco.
¿No fuiste tú el que dijo que eso era una locura?
— En el momento en que trates de absorberlo, mucha energía se desperdiciará en el entorno. Tu método tal vez fue peligroso, pero efectivo. Usa esa habilidad. Yo estaré a tu lado, guiando la energía.
— Dolerá más que esa vez, ¿no?
— ¿No es así cómo te gusta? — La sonrisa cruel de mi maestro me dio escalofríos por todo el cuerpo.
Conociendo el historial de mis elecciones pasadas, no tengo nada que decir en defensa.
Creo fielmente que el mejor método es el más efectivo, el dolor no importa.
— Muy bien, empieza.
Tomé el orbe entre ambas manos activando esa habilidad que solo uso en combate. Solo que esta vez redirigí la energía por mis venas.
— [Devorador de maná]
La energía que entró de golpe se acumuló en mi dantian. Sentí como si todos mis órganos se hinchaban y mi cuerpo se quebrara.
— ¡Argg...!-
— ¡¡No pares!! Sigue absorbiéndola — Sentí como el maestro guiaba esa energía facilitando el proceso, pero eso no disminuyó el sufrimiento.
Concentrándome lo más que pude, sentí como si la paredes del dantian se quebraban una tras otra.
*Crujir*
Esto es... Superar varios niveles de golpe.
4ta, etapa en el reino de la Formación de Huesos.
5ta.
6ta.
7ma.
...
...
...
Tomó un tiempo estabilizar tanta energía y pude sentir como todos mis huesos quebraban de un lado a otro, como si estuviera mudando de piel.
Después de calmarme por completo, sentí como el área donde cultivé había formado unas cuantas grietas en el suelo. Parece efecto secundario.
— Me preguntó que ocurrirá cuando avance en otro Reino...
Dejé esos pensamientos futuros de un lado y revisé mi cultivo actual.
8va etapa del Reino de Formación de Huesos. Apenas superé la 7ma.
— Sin duda es un gran avance. Hubiera sido mejor llegar a la Formación de Sangre, pero con eso creo que será suficiente por ahora...
Reus hablaba como si nada cuando claramente casi muero por tanta energía entrando de golpe en mi cuerpo.
— ¡Al menos felicita a tu discípulo, tacaño!
— Más bien deberías felicitarme a mí, por ayudarte a sobrevivir — Lo comentó con indiferencia.
Retorcí los ojos cansado.
En serio no puedo con este tipo
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Ya estaba camino de regreso a Elmor.
Me tomó un par de días más cazar a los Orcos y Minotauros que faltaba.
Me habría gustado subir de nivel, pero me conformo con mi avance en el cultivo.
La técnica de cultivo del Big Bag era increíble.
Después de aumentar mi maná, también mis 5 sentidos se amplificaron. Incluso sin mi habilidad, podía ver con precisión a casi 300 metros de distancia o escuchar el aleteo de una mosca a esa distancia.
Los colores a mi alrededor también se volvieron más brillante.
Pero el cambio más extraño fue que de pronto tenía una especie de 6to sentido a mi alrededor.
No era como la típica intuición o sentido del combate, sino más bien una conexión con mi entorno, como si fuera parte de la naturaleza misma.
— Esa conexión se hará más fuerte. Créeme, te ayudará más adelante.
— Solo con esto, ya siento la ayuda.
La razón por la que tardé tan poco en cazar al resto fue gracias a eso. Sentí donde estaban los monstruos incluso a un rango mayor al Radar.
Al llegar a la ciudad, esta vez sí hice la cola para entrar por la puerta.
Aunque casi no me quedaba dinero, preferí seguir las reglas por ahora.
Se vería muy extraño tener una casa y no pagar el mínimo de impuestos si no quiero que me molesten.
— Identificación, por favor.
El guardia que me atendió, parecía muy aburrido de su trabajo.
Le mostré mi placa de aventurero color bronce con la C adornándola.
El hombre automáticamente se sorprendió y se paró firme y nervio como si hubiera aparecido su jefe.
— ¡Bienvenido señor Crane! Felicidades por su regreso — Incluso hizo un saludo militar.
¿Qué mierda?
— Jejeje, parece que ya eres toda una celebridad, mocoso.
Ignoremos al rarito.
— ¿Cómo sabes mi nombre? — Solté un poco de mi aura para intimidarlo un poco, y sin duda tuvo efecto.
— S-Se nos notificó de todos los guardias sobre su salida por el gremio. E-el gremio ya pagó por su entrada. Puede pasar.
Este trato preferencial... Me incomoda.
Tomé mi identificación y seguí mi camino.
— Ella en serio se esfuerza por ti, Ryu.
— No es que no lo aprecie, pero es vergonzoso.
— ¿Prefieres pagar la entrada?
— Eso nunca.
Ambos reímos mientras nos dirigíamos al gremio en busca de mi recompensa.