Era Max, así que con cautela la escuché.
Max: Te necesitamos en casa de Mike, ahora, hay un código rojo, ¡Ah! Casi lo olvido, trae a tu amigo contigo.
Colgamos y con prisa me levanté de la cama, despertando a Fany antes para que logrará cambiarse.
Arabella: Trata de levantarte ahora, Fany, los chicos nos necesitan, yo iré por Jone.
Me puse lo primero que me encontré y después bajé, pero en la sala, me encontré a mamá.
Olivia: ¿Puedo saber a dónde vas tan temprano?
Me detuve y me giré para verla.
Arabella: Iré por el vecino, quedamos de ir a desayunar junto con Fany.
Mi madre sorprendentemente me dedicó una sonrisa y asintió.
Olivia: Ese es el tipo ideal para ti, trata de no arruinarlo.
Con una risa fingida quise salir de casa, pero me detuvo.
Olivia: Olvidaba decirte que podrás ir a ver a tu padre, así que disfruta de esta semana, Bella.
Me quedé quieta en el marco de la puerta y al mirarla, solo asentí.
Caminaba hacía la casa de Jone, pero algo no me cuadraba, anhelaba ver a papá pero por alguna razón no me emocione como imaginé, hasta que algo me hizo regresar a la realidad.
El mismo auto que vi ayer, color vino, algo escondido, casi me atropella, pero por suerte caí en los brazos de Jone, el cual maldecía al conductor con todo lo que tenía, pero al tratar de analizar al conductor, recordé esas manos, esa mirada y un miedo me calcomió.
Era Gary.
El cual salió de prisa de ahí y Jone solamente me tomó con ambas manos de la cara.
Jone: ¿Te encuentras bien? ¿Qué es lo que pasa, Bella? Antes de que llegaras aquí, algo me decía que saliera y al verte, comencé a hablarte pero no hubo respuesta.
Yo tomé con fuerza sus manos, las cuales permanecían en mi rostro.
Arabella: Lo siento, lo siento tanto, digamos que amanecí un poco distraída.
No sé porque, pero no me salió decirle lo de Gary, creía que por el susto, tal vez lo pude haber confundido, así que para que dejará de cuestionarme, le conté de la llamada que me había hecho Max y seguido de eso, le pedí que llevará su auto y yo el mío para dirigirnos a casa de Mike.
Al llegar a casa de Mike, los chicos estaban reunidos en el sótano de Mike, les presente a Jone y seguido de eso, los salude.
Arabella: ¿Y bien?
Mike: Creemos que el desollamentes sigue aquí, en Hawkins.
Jone: ¿El desolla qué?
Todos lo miraron con algo de seriedad, pero yo solo tomé su mano y le pedí que escuchara.
Will: Al principio no pensé que fuera nada, es decir, creo que simplemente no quería creerlo. Cuando fuimos al cine lo sentí por primera vez
Mike: También hubo apagones anoche.
Will: Y luego lo sentí otra vez en el campo cerca de la granja Nelson, al día siguiente y de nuevo, ayer afuera del castillo Byers.
Max: ¿Cómo se siente?
Will: Es como... ¿Saben cómo se siente una montaña rusa?
Todos contestamos que si, menos Once, pero al platicar, Will nos hizo entrar en razón de que el desollamentes podría estar entre nosotros, pero al preguntar por el sospechoso, las chicas y yo nos miramos, sabiendo perfectamente de quien podría tratarse.
En mi auto, me lleve a las chicas y en auto de Jone, estaban los chicos, nos dirigíamos a la piscina donde trabajaba Billy y con suma cautela lo observamos, Jone, sin entender nada, pero estando ahí.
Max: No lo entiendo, para mí luce muy normal.
Dice Max mientras observa a Billy con los binoculares, seguido de eso, Lucas habló.
Lucas: ¿Normal? ¿Cuántas veces lo haz visto con una camiseta puesta?
Max: Es un poco raro.
Dijo Max, cambiando su expresión.
Mike: Más que un poco, estaba en una tina con hielo, al desollamentes le gusta eso, además, ¿Lo que vio Ce?
Después de una pequeña "discusión" los chicos se llevaron a Jone, diciéndonos que eran cosas de "chicos" que confiáramos en ellos, sabía que tenían un plan, eran demasiado listos, así que las chicas y yo, nos quedamos donde mismo por un par de minutos.
Cuando volvieron, nos contaron de sus ideas, de alguna forma, íbamos a llamar la atención de Billy, hasta hacerlo llegar hasta el sauna, donde lo encerraremos y lo calentaremos lo suficiente como para darnos cuenta si de verdad es el desollamentes o no.
Todos comenzamos a buscar cosas que podrían ayudarnos para nuestra estrategia, menos Fany y Max, ellas vigilaban a Billy, así que los demás nos dividimos y yo me crucé con Jone en el camino.
Había encontrado unas cadenas lo suficientemente grandes y gruesas como para encerrar a Billy en el sauna y Jone había encontrado una especia de llaves muy gruesas, que no sabía para que nos ayudarían, pero él las portaba seguro.
Arabella: No estoy segura de si eso servirá, pero creo que con tus habilidades médicas, ayudas demasiado.
Jone: Yo también tengo mis dudas, pero podrían sacarnos de un apuro, igual, gracias por reconocérmelo.
Ambos nos sonreímos, pero Jone dejó las llaves a un lado y me tomó de las mejillas.
Jone: Aquí estaré Bella, y daré lo mejor de mí, aunque no entiendo nada, para que todos estén bien, en especial tu hermana y tú.
Puse una mano encima de las de él y le sonreí, nos quedamos viendo unos segundos y antes de que pasará cualquier cosa, hablé.
Arabella: ¿Podría saber por qué eres tan servicial conmigo?
Jone: Realmente no lo sé, pero siento una conexión que me supera, como si te hubiera conocido tiempo atrás, como si supiera todo de tu vida y tú de la mía y algo dentro de mí, quiere protegerte a toda costa y no dejarte sola, para no volver a perderte como te perdí en donde sea que te haya encontrado anteriormente.
Yo deje las cadenas a un lado y lo abracé tan fuerte como pude, mientras él me devolvía el abrazo.
Arabella: No lo hagas.
Jone: ¿Él qué?
Arabella: Dejarme sola.
Me miró con unos ojos que me cautivaron y por un momento olvide porque estábamos en una bodega, en la piscina del pueblo, buscando cosas para defendernos, solo éramos él y yo, yo y él.
Jone, me tomó de la mejilla con cautela y seguido de eso, depositó un cálido y cuidadoso beso donde mismo, en la comisura de mis labios, yo solo me reí y lo tomé de la mano.
Arabella: ¿Por qué no me besas justamente dónde los dos queremos?
Jone: Porque solamente lo haré hasta que estés completamente segura de que serás para mí, completamente, toda para mí, hasta que sepas con certeza que Billy Hargrove no es para ti.
El momento dio un giro de 360° grados y con su pulgar, acarició mis labios, acercándose a mí y dejándome tan solo un suspiro en mi oído, lo cual fue suficiente para sentir un escalofrío que me recorrió el cuerpo entero.
Pero en ese momento, Once entró a la bodega y nos preguntó si estábamos listos, Jone y yo volvimos a la realidad y tan solo asentimos, tomando nuestras cosas y salimos junto a ella.
Estando todo reunidos, la gente fue yéndose y el lugar vaciándose, hasta que el lugar quedó solo y era momento de entrar en acción.
Billy estaba tomando una ducha y nuestro plan era atraerlo al sauna con una voz y una persona falsa.
Abrimos las puertas, llamando su atención, lo cual logramos con éxito.
Billy: La piscina esta cerrada. Dijo de mala gana.
Lo hicimos nuevamente y despertamos su ira.
Billy: ¡Oye, ¿¡Me oíste?!
Comenzó a caminar entre los pasillos, queriendo abrir la puerta, la cual no pude ya que estaba cerrada con un candado. Seguido de eso, Mike apagó la luz y comenzamos a llamarlo.
"Billy"
Billy: ¿Quién esta ahí?
"Billy"
La voz comenzaba a reírse, mientras Billy realmente lo buscaba y hablaba con él, hasta que logramos que llegará al sauna, donde se encontraba una especie de maniquí que Once había encontrado y con él, un radio pegado. Billy lo tomó y lo alzó con una mano
"Oye, detrás de ti"
Dijo Mike, y ahí se encontraba Once.
Once: Hola.
Billy intentó hacer algo en su contra, pero fue imposible, Once logró hacer que Billy callera dentro y después todos salimos a ayudarla a forzar la cerradura de la puerta, con un palo de metal y algunas cadenas que Will y yo habíamos encontrado.
Después de eso, Billy intentó abrir la puerta, hasta que comenzó a vernos y llegó a mí.
Billy: Bella. Dijo tranquilo, mientras me miraba muy escalofriante.
Arabella: Hazlo.
Le dije a Jone, el cual encendió la temperatura del sauna a la más alta.
En unos momentos, Billy comenzó a reírse, hasta que se sentó en el piso del mismo sauna y después, dio un brinco gritando mi nombre.
Billy: ¡BELLA! ¡DEJAME SALIR!
Me miraba con odio, y yo igual. Al ver que de mi parte no hubo respuesta, vio a Max e hizo lo mismo, pero Max lo veía con miedo y algo de tristeza, al final de todo, era su hermanastro.
Comenzó a maldecirnos y a escupir la pequeña ventana que había en la puerta, después de eso, comenzó a gritarnos y a golpear la puerta, para después volver a sentarse en el piso y comenzar a llorar.
Billy: No es mi culpa. Lo dijo en forma de sollozo.
Max y yo nos acercamos con cuidado a la puerta y nos asomamos a la ventana y ahí estaba, echo bolita, con sus manos haciendo una "súplica" como si estuviera rezando.
Billy: Yo les prometo que no es mi culpa.
Arabella: ¿Qué no es tu culpa, Billy?
Billy: He hecho cosas Bella, cosas muy malas, no quería hacerlo, él me hizo hacerlo.
Max: ¿Quién te hizo hacerlo?
Billy: No sé, es como una sombra, como una sombra gigante, por favor, Max.
Max empezó a hiperventilarse, mientras seguía hablando con él, Billy lloraba y Max le decía que todo estaría bien, pero algo no me comenzó a gustar y quise tomar a Max de la mano para hacernos para atrás, pero tal vez la empatía le ganó, ya que quitó mi mano con fuerza y en ese momento en donde Max volteó a verme, Billy había tomado un pedazo de azulejo y lo uso para darle a la ventana y romperla, mientras los vidrios nos caían a nosotras.
Jone rápidamente, nos tomó y nos hizo a un lado, mientras Billy logró asomarse por la ventana rota.
Billy: ¡DEJENME SALIR PERRAS! ¡DEJENME SALIR!
Billy quitó el palo que habíamos puesto en la puerta, y Jone rápidamente tomo una de las llaves que había encontrado y se la aventó a Billy, esté, cayó al suelo con dureza, mientras las luces del lugar comenzaban a parpadear, todos nos veíamos los unos a los otros, hasta que Billy comenzó a gritar de una manera muy fuerte.
Billy comenzó a golpear la puerta, aventándola, haciendo todo lo posible por poder salir de ahí, hasta que tomó vuelo y se empujo tan fuerte a la puerta, que logró salir.
Estaba parado viéndonos, hasta que Once levantó una pesa con sus poderes y se la arrojó a Billy, dejándolo contra la pared, Once hizo todo lo que pudo, pero Billy logró librarse de la pesa, la misma que de vuelta le arrojó y se abalanzó a mí.
Jone, me tenía entre sus brazos, pero el agarre de Billy fue más fuerte, así que me apartó de él y mientras me agarraba con mucha fuerza de los hombros, me arrinconaba contra la pared, cada vez más, hasta que me pegó a ella y comenzó a forsejearme.
Billy: ¿¡QUE MIERDA ES LO QUE CREES QUE HACES, BELLA!?
Arabella: Y...Y...Yo.
Comencé a sollozar del miedo e impotencia que sentía.
Billy: ¿¡PERO QUE!?
En ese momento, Billy me tomó de la mejilla con fuerza y en sus ojos se empezaron a formar pequeñas lágrimas, mientras agachaba la cabeza.
Billy: Yo no quería, Bella, no contigo...
Me dijo, en voz baja y en ese momento, me tomó del cuello y empezó a elevarme tal y como lo había hecho con el maniquí de la trampa.
En ese momento, Jone juntó a los chicos, hicieron lo posible por quitármelo de encima, hasta que Jone tomó el palo de metal que Billy había quitado de la puerta y lo golpeó, Billy volteó con una carcajada entre los dientes, soltándome y lanzándome hacía un lado.
Billy: ¿De verdad te crees tan capaz de poder conmigo?
Billy corrió y se lanzó sobre Jone, el cual fue golpeado bruscamente en el suelo, mientras los niños menos Once, intentaban ayudarme, Once en su defecto, intento ayudar a Jone, pero todo era inútil y si no hacíamos algo, esta vez, sería yo quien perdería a Jone. Así que con todas las fuerzas que tenía me levanté y le grité.
Arabella: ¡BILLY! Yo sé lo que quieres, así que déjalo y ven conmigo.
Billy se levantó con cuidado y al verme, su expresión era rara, inquietante, pero confíaba en que podía dominarlo, algo raro pasaba y es que los niños caminaron con cautela hacía Jone, pero Billy no los notaba ni les prestaba atención, era como una bestia admirando a su presa, solo él y yo.
Cuando tuve a Billy cara a cara, algo me habló, algo que solamente escuchaba yo.
"Tócalo, ahora"
Así que camine con firmeza hacía él y posé mi mano en su mejilla, Billy solamente cerró los ojos un momento, mientras las marcas negras de su piel, parecían moverse, lograba oler su miedo, sus ansias de huir de mi, pero estaba cansada de ser la presa.
Arabella: En este momento, eres mío y lo que yo te ordene, serás capaz de hacer.
Hice una seña, indicándole que se hincara, lo cual hizo al tiempo que se lo pedí, ya hincado, lo miré con tanta fuerza que mi cuerpo se sintió caliente, mi mano se magnetizo junto a la mejilla de Billy y mi garganta comenzó a secarse.
El odio pudo más que yo y con solo pensar en hacerle lo mismo que el hizo al ahorcarme, comenzó a elevarse y a retorcerse, su cara comenzaba a verse roja y se movía de una forma muy extraña, hasta que no pude más y lo lancé, haciendo que rompiera la pared y cayera al suelo del otro lado.
Todos me miraban con asombro, hasta que de un momento a otro, perdí la conciencia y lo último que vi, fue a los chicos corriendo hacía mi dirección, después de eso solo un gran golpe en la cabeza fue lo que recibí.