me gusta; nicki nicole
- ¡DALE MADI, DESPERTATE! -gritó la rubia interrumpiendo mi sueño, tirandome una almohada. - Son las dos de la tarde mamita, tenemos que ir a comprar las cosas para la noche.
Me habia olvidado completamente que hoy era 31 y se festejaba año nuevo, iba a ser la primera fiesta sin festejar con mi familia ya que la tenia un poco lejos, pero al menos la tenia a Lola y nuestro plan de hoy era ponernos bien en pedo y recibir el año de esa manera, lastima que tenia que trabajar.
- La puta madre -putee en lo bajo y me tape la cara con la manta, rápidamente mi amiga volvio a destaparme. -Déjame.
- No, cámbiate y vamos a comprar -dijo -Te hago un café y unas tostadas, ¿querés? -asentí sin decir ni una palabra.
Luego de unos minutos disociando antes de levantarme de la cama, por fin tomé fuerzas y me separé de una de mis cosas favoritas ahre exagerada.
Ya en el baño me lavé la cara y finalicé poniendome mis cremas, los dientes me los lavaria despues de desayunar. Me dirigí al comedor y ahí me esperaba Lola sentada mientras tomaba unos mates, frente a mi silla habia un plato con dos tostadas con queso y una taza de café.
- ¿Ya estas más despierta? -asentí. -Re cargosa, pero tenemos que comprar todo ahora antes de que se llene más de gente, no te desperté más temprano porque tenia miedo de comerme una piña.
Reí -dejame desayunar que despues me cambio y vamos -dije y le dí un sorbo al café, haciendo una mueca al saborear lo amargo que estaba y luego agregarle unas dos cucharadas más de azúcar.
Viboreabamos de todo mientras que cada una desayunaba, lastimosamente nuestra charla tan entretenida fue interrumpida por unos golpes provenientes de la puerta.
- ¿Esperas a alguien? -pregunté yo y ella negó confundida, sin más me acerqué a la puerta y la abrí.
- ¿Que manía tenes con abrir la puerta sin antes preguntar quién es? -dijo el pelinegro alto del lado de afuera de la casa.
- Ah, sos vos -dije sin expresión alguna -¿Que te trae por acá?
- Que ortiva, ¿lo esperabas a el otro? -bromeó él pero para mi yo recién levantada no le causo nada de risa -Bueno che, perdón.
- ¿Que querés? -pregunté nuevamente.
- Me voy a pasar año nuevo a la casa de mi mamá y me quedo un par de dias ahí, la gata no puede viajar conmigo asi que queria ver si me la podias cuidar -dijo él señalando con la mirada a la gata de manchitas naranjas que estaba dentro de una jaulita, la miré para luego volver mi vista hacia él.
- Si dale, no hay problema -respondí tranquila y saqué a Adela de su jaula para agarrarla entre mis brazos y dejarla en el sillón, era una gata bastante tranquila. Blas se adentró detrás de mi para dejar la jaula de plastico al lado del sofa.
- Igual la semana que viene calculo que vuelvo, asi que la vengo a buscar, gracias madi -me agradeció y yo le brinde una sonrisa sin mostrar los dientes.
- Feliz año -dije antes de que se vaya, este se volteó a verme y sonrió.
- Igualmente -respondió para continuar caminando para retirarse del piso.
Cerré la puerta y Lola me miraba mientras un poco más y se atragantaba con una tostada.
- ¿Que?
- No, nada -dijo negando -Ustedes tienen que ser como Juani y yo, somos ex y amigos -hizo una mueca.
- Vos porque todavia te lo seguis garchando, cara dura -le respondí sentandome nuevamente en mi lugar, mientras sentia como la gatita debajo de la mesa ronroneaba pasando su pelaje por mis piernas. -A parte a vos Juani no te gorreo.
- Bueno che, siempre recordando las cosas malas vos -contestó haciendo una mueca -Mira que Juan también se las mando, pero yo prefiero quedarme con lo bueno porque de la bronca soy capaz de ir hasta Madrid y meterle una piña. -reí.
- Al menos Adela todavia me quiere como su mamá -dije y la rubia rió mientras observaba a la gata debajo de la mesa.
Blas y yo habiamos terminado hace unos cuatro meses, como dije anteriormente; me gorreó.
Para ser justos y no dejarlo tan mal parado voy a decir que la verdad no estabamos pasando por un buen momento como pareja, según él eso paso cuando nos habiamos separado, pero quedamos a mano cuando se enteró de que una noche me fui a dormir con su amigo Matias, estuvieron peleados por unas semanas pero hasta el dia de hoy hacen como si no hubiera pasado nada, ya saben como son los hombres.
Igualmente eso habia pasado también cuando nos separamos, admito que quizás estuvo mal que haya sido con su amigo pero fue solo una vez y podia decir que ahora estabamos a mano. Finalmente terminamos cuando hablamos sobre nosotros y nos dimos cuenta de que el amor habia desaparecido completamente y simplemente estabamos ahí por costumbre. Hasta el dia de hoy tratamos de llevarnos bien pero el rencor de cada uno hacia el otro no se va, aunque tampoco nos llevamos fatal, hasta hacemos chistes sobre ello pero la posta era que nuestra relación no era como la de mi amiga con su ex.
- Bueno, me voy a lavar los dientes y me empiezo a cambiar -dije y abandone la mesa.
Luego de haberme lavado los dientes y maquillarme un poco me vestí, opté por un simple short de jean y un top blanco, cuando salias afuera te asabas por lo tanto decidí agregar una gorra también blanca a mi outfit, finalicé calzando mis zapatillas blancas y agarrando un pequeño bolso con lo necesario dentro de el.
Lola me esperaba tirada en el sillon a patas arriba mientras chusmeaba su celular, al notar su presencia sonrió emocionada y agarro una tote bang para las compras, sabia que las fiestas la emocionaban muchisimo y ademas de todo eso, era nuestro primer año nuevo en donde lo festejabamos juntas.
- Agarra ese -le indiqué mientras señalaba una botella de smirnoff de manzana.
- ¿Que más? -pensó luego de agarrar la botella y quedarse mirando la gondola llena de alcohol.
- Yo estoy para unos shots, eh -dije con una sonrisa y ella hizo lo mismo para agarrar una botella de tekila.
- Con tekila porque yo me la re banco -bromeó y ambas volvimos a reir.
Amaba a Lola, fue la única amiga que si supo ser una amiga conmigo, adémas nunca habia coincidido tan bien con una persona como ella.
Era mi segunda en todo y no tenia problema en acompañarme a algun lugar a pesar de que estuviera lloviendo o sean las cuatro de la mañana, sabia aconsejarme muy bien y escucharme, cuando ambas estabamos en pedo y nos pintaba lo mélancolicas deciamos que nosotras nos conociamos de otra vida.
Habiamos comprado mucho alcohol, quizás eran muchas botellas para tan solo dos personas pero la vida es una, ¿no?.
Compramos sanguchitos de miga, papas fritas, hamburguesas y muchos mas ingredientes para ponerle; esa iba a ser nuestra cena. Muchos iban a pensar en que quizás podriamos haber comprado algo más elavorado como carne o directamente asado, pero la triste verdad era que el verdadero asado te lo preparaba un varón, osea, los asados más ricos que comí en toda mi vida siempre fueron los de mi papá en los domingos. Ademas, las hamburguesas con papas fritas era más facil de cocinar y más rico, no pidan mucho tampoco.
Al ser solamente dos personas celebrando el 31 la verdad es que el ambiente era medio deprimente, no se nos ocurrió mejor idea que decorar un poco y poner unos globitos plateados con los numeros 2024.
Ya hecha la decoración ya eran las cinco casi seis de la tarde, me metí a bañar mientras que la rubia esperaba su turno y la hora pasaba volando.
- ¿Trabajas hoy? -preguntó la ojiverde mientras peinaba su pelo mojado.
- Y si. Tengo que trabajar, estoy haciendo horas extras, los 31 en los boliches se llenan muchisimo -comenté.
- Yo te voy a hacer la segunda pero, si me pongo del orto me bancas ¿dale? -me sonrió inocentemente.
- Voy a estar en la barra hasta las cuatro nomás, despues me cubre el ortiva -dije riendo mientras nombrabamos con nuestro tan creativo apodo al chico mala onda que trabaja junto a mi en la barra.
- Presiento una buena noche -dijo Lola con una sonrisa y yo asentí copiando su acción, esperemos que sea así.