Adriana
Gustavo permaneció mirándome con sorpresa, esperando alguna respuesta de mi parte.
Ni siquiera sabía que decir.
Cuando estaba allí abajo mi mamá dijo que no había encontrado boletos para mañana en la tarde. Entonces, compraron para hoy a la madrugada.
Cómo era de esperarse me re enojé, aunque claro, mi mamá no tenía la culpa.
Básicamente les grité que no era posible que no los hayan comprado antes. Eso me molestó mucho también. Adjuntando en parte que yo ya había hecho planes con Gustavo.
Abracé a Gustavo quien estaba enfrente mío. Sus brazos me envolvieron en un cálido abrazo. No quería separarme de él, si por mi fuera, me quedaría con él.
O es más, si tuviera poderes, congelaría el tiempo para quedarnos nosotros dos en el planeta. Sin ningún tipo de presión, ni impedimentos para ser quienes queremos ser.
Sollocé tratando de no hacer ruido. Gustavo me acariciaba el pelo.
Me sentía la peor, había hecho planes con Gustavo y no los iba a cumplir. También tenía miedo, tenía miedo de que él llegase a cambiar su actitud conmigo. O de yo cambiar con él sin darme cuenta. De que él me fuera a cambiar. O de que me olvidará.
Eran miedos bastante bobos para mucha gente, pero para mí no.
Lloré demasiado, podría asegurar que lloré un mar, y en ese mar, Gustavo era mi salvavidas.
Cuando estuve más calmada, me separé de Gus, solo un poco.
Los ojos de él también estaban llorosos. Verlo en ese estado me terminaba de quebrar a más no poder.
Me perdí en sus ojos celestes que me encantaban, quería grabarmelos en mi memoria. Gustavo limpiaba algunas lágrimas que se escabullían de mis ojos.
- No llorés, estoy con vos. - Susurró y su voz se entrecortaba a medida que hablaba.
- Gustavo... yo no quiero irme. - Lloré de nuevo.
- Amor, lo tenés que hacer ¿Sí? - Curveó sus labios en una sonrisa. - Te mandaré cartas, también te llamaré, siempre te tendré conmigo. - Sus palabras me enternecían tanto.
- Te voy a extrañar muchísimo, muchísimo. - Gustavo me dió un beso en la frente.
- Te amo. - Me susurró y unió nuestras bocas en un beso, que solo se podía interpretar como un último adiós.
- Te amo. - También le susurré una vez concluído el beso.
- Te tenés que ir. - Sus ojos aún estaban cristalinos.
- No, no. - Negué y él asintió.
- Tenés que, nena. - Limpio mis ojos y me dirigió al baño.
Cuando abrió la puerta, nos miramos al espejo, teníamos los ojos hinchados especialmente yo. Su brazo estaba envuelto en mi cuello y su otra mano en mi cintura, yo tenía mis manos abrazándome a mi misma. Parecía una nena chiquita.
- Mirá, que piba tan hermosa la de allá. - Gustavo señaló el espejo. Reí levemente.
Gustavo me enjuagó la cara, tuve que inclinarme junto con él. Abrió el grifo del agua y con sus manos hizo un pósito para agarrar algo de agua y acercarlo a mi cara.
Cerré los ojos y me trate de relajar. Sus toques era delicados, como si yo fuese una muñeca de porcelana o no sé.
Agarró un poco de jabón y lo esparció en sus manos, para regresarlas a mi cara, sentí la espuma en mi rostro y volví a cerrar los ojos.
Después de unos segundos, Gustavo se enjuagó las manos y volvió a tomar agua en sus manos, para quitarme el jabón de la cara.
Giró su cabeza a los lados en busca de alguna toalla para secarme la cara.
Cuando la vió, me hizo girarme hacía él para estar frente a frente. Estábamos cerca el uno del otro.
Fue dando toquesitos con la toalla en mi rostro, lo estuve mirando al rostro. La mirada de él estaba en los lugares donde daba los golpecitos para quitarme el exceso de agua.
Cuando terminó, volvió a dejar la toalla en su lugar y volvimos a quedar frente a frente, sus ojos en los míos y viceversa.
Tomé la iniciativa y lo agarre del cuello de la camisa para besarlo.
El accedió y siguió el beso. Colocando sus manos en mi cintura.
Nos separamos un poco por la falta de aire. Bajé mi mirada a sus labios y pude ver qué estaban rojitos e hinchados.
- Tenemos que salir. - Susurró Gustavo y yo asentí.
Salimos del baño y Gustavo estuvo ahí conmigo, observando como me arreglaba un poco para estar más presentable.
- Ya estoy lista. - Le sonreí al pibe más hermoso en esta tierra, que estaba sentado en mi cama.
- Te ves hermosa. - Me dijo con una sonrisita boba.
- No es para tanto, solo tengo este conjunto. - Tenía un conjunto gris, que no era mi pijama, era un poco más para estar cómoda.
Gustavo elevó los hombros y se acercó a mi para abrazarme de nuevo.
- Ten esto. - Saco algo de un bolsillo y me lo entregó. - No lo habrás hasta que llegues a Chile. Es mi regalo - Era un sobre muy abultado. Al parecer tenía muchas cartas.
- ¿Vos me dijiste que el regalo lo tenías en tu casa? - Gustavo asintió.
- Y bueno, te mentí un poquito. - Hizo un gesto con su mano. Para indicar "poquito".
Gustavo me miró unos últimos segundos y se acercó a la ventana de mi pieza.
No quería que se fuera. Ni yo tampoco me quería ir.
- Te amo. - Me lanzó un beso y su figura desapareció de mi rango de visión. Me asomé y pude ver su silueta que se giró para decirme "adiós" con la mano. Le devolví el gesto.
Suspiré y mire el sobre entre mis manos. Me mataba la curiosidad, pero Gustavo me había dicho que lo abriera cuando llegara a Chile.
Bajé las escaleras, con el sobre previamente escondido en el bolsillo de mi pantalón.
Mi mamá y mi hermano estaban sentados en la sala. Sus miradas se volvieron a mi.
- Ya nos vamos. - Mi mamá informó y yo asentí triste.
Mi mamá pidió un taxi al aeropuerto, subimos las valijas al maletero y mi familia y yo nos subimos.
En el camino estuve pensando en que tenía preparado el destino para mí, allá en Chile.
Total silencio, era lo único que reconocía de ese momento.
Llegando al aeropuerto, bajamos las valijas del maletero. Mi mamá le entrego el dinero. Cuando ya no faltaba nada, el taxi arrancó, suspiré. Estábamos enfrente de la aerolínea y estaba bastante nerviosa.
"Gustavo sabría cómo calmarme" fue lo único que cruzó por mi cabeza.
FIN
🦭🦭🦭
😭😭😭 Ya se acabó la primera temporada 😭😭, pero faltan los capítulos extras (serán dos).
De nuevo, muchísimas gracias por el apoyo a esta serie. Que ya tiene 1.14k (creo). Nunca pensé que llegaría a ser tan vista. (Para mí, es una banda).
Los amooo 🫶🫶🫶
Ahora sí, chau 🫂🫂🧸