Lo que un día fue » Justin Bi...

By hope-less

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❝Las promesas están para cumplirse, a pesar de lo que un día fue❞ Créditos tráiler: @/bieberfanficsof y @/pr... More

Sinopsis.
1. Invitación
2. Fiesta
3. Un baile caliente
4. Recuerdos dolorosos
5. Llamada telefónica
6. Viaje a California
7. Dejarlo con las ganas
8. Asientos compartidos
9. Los Ángeles, California
10. Aléjate de ella
11. ¡Vamos a surfear!
✖012.
✖13.
✖14.
✖15.
✖16.
✖17.
✖18.
✖19.
✖20. Maratón 1/5
✖21. Maratón 2/5
✖22. Maratón 3/5
✖23. Maratón 4/5
✖24. Maratón 5/5
✖25.
✖26.
✖27.
✖28.
✖29.
✖30.
✖31.
✖32.
✖33.
✖34.
✖35.
✖36.
✖37.
✖38.
✖39.
✖Capítulo final.
Epílogo
Aviso segunda temporada
Promesas (Segunda temporada)
Prefacio
1. De vuelta en donde todo empezó
2. Sospechas
✖3. ''Todo me recuerda a él''
✖4. "Despedida de soltero"
✖5. ''El reencuentro"
✖5. {Parte dos}
✖6. "Nuestra canción"
✖7. "¿Qué haces aquí?"
✖8. ''Cena para tres''
✖9. "Las palabras pueden abrir viejas heridas"
✖10. "Mis brazos siempre te abrigarán"
✖11. "Aléjate de mí"
✖12. "Seducirla"
✖13. "Muévete así para mí, nena"
✖14. "Niña de mis ojos"
✖15. "Dulce o truco"
✖16. "Labios tentativos"
✖17. ''Celos"
✖18. "Juego de seducción"
✖19. "Lo que siento por ti"
✖20. "Descubriendo verdades"
✖ 21. "Fue bueno mientras duró"
✖22. "Quédate conmigo esta noche"
✖24. "No está en mis planes dejarla ir"
✖25. "Mi corazón no puede con tanto"
✖26. "Estoy aquí contigo, ángel"
✖26. Segunda parte.
✖27. "Pero te amo a ti"
✖28."Hasta nunca, Justin"
¿ELIMINADA?
✖29. "Mi futura esposa"

✖ 23. "El corazón nunca se equivoca"

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By hope-less

Kelsey observaba el rostro de Justin, quien aún seguía durmiendo plácidamente. Una pequeña sonrisa se asomó por sus labios cuando Justin balbuceó entre sueños palabras sin sentido, se le hacía tan tierno verlo dormir. Amaba contemplar su sueño, como a él también. El sentimiento era mutuo. Desde que empezaron a dormir juntos cuando apenas eran novios, se les hizo una costumbre observar al que estuviese dormido. Habían tenido una muy buena relación, pero todo terminó cuando Justin cometió el peor de los errores. Cada vez que Kelsey recordaba todos los momentos vividos con Justin, las heridas volvían a abrirse. Y dolía.

—¿Sabes algo, Justin? Yo te quiero mucho... —empezó a decir, hablando muy bajo para no despertarlo. Justin tenía el sueño pesado y no se despertaba tan fácil, así que podía desahogarse mientras él estuviese durmiendo. —En realidad, te adoro con toda mi alma —susurró apenas audible.

La castaña estiró la mano para acariciar el cabello del ojimiel, quien aún seguía en el quinto sueño. Pero no tardaría en despertar, ya casi era hora de ir a trabajar y su cuerpo conocía perfectamente sus horarios mañaneros.

—Me encantaría darte una última oportunidad, pero no puedo —la voz le temblaba, y sentía sus ojos picar por las lágrimas que se aproximaban por detrás de sus ojos. —Fuiste mi primer amor y lo serás siempre, así pasen mil años. Parte de mí seguirá queriéndote hasta que mi corazón deje de latir...

Justin se removió en la cama y Kelsey se quedó callada, sintió que los nervios se apoderaban de su cuerpo. Pero no despertó. Suspiró aliviada y sonrió de lado, sin embargo Justin ya se había despertado, más o menos. Aunque no había abierto los ojos pese a que la castaña volvió a hablar.

—Logan es una persona muy importante para mí y lo quiero demasiado, estoy enamorada de él. No voy a mentirte con respecto a mis sentimientos hacia Logan, pero cuando estoy contigo el corazón se me quiere salir del pecho y las ganas de besarte y abrazarte son inmensas... —apretó los labios, sintiendo que se le formaba en nudo en la garganta. —Y ahora que estás herido, quiero repararte. Quiero hacerte sentir bien, porque no soporto ver que el brillo en tus ojos se ha perdido. Oh Justin, sin tan solo supieras cuanto te quiero y te necesito...

El corazón del ojimiel le latía con tal fuerza que pensaba que se le iba a salir del pecho. También quería gritarle que la quería y extrañaba, y que la necesitaba a su lado como nunca antes la había necesitado. Hacerle el amor y demostrarle cuando la amaba, que sin ella su vida no tenía sentido. Aunque quería hacerlo, pensó que todo lo que estaba escuchando era producto de su imaginación o de algún sueño que se sentía demasiado real, puesto que él aún seguía medio dormido.

—Pero debemos seguir con nuestras vidas, lo nuestro ya quedó en el pasado y es mejor no desenterrar las promesas que nunca se cumplieron.

Hizo una pequeña pausa cuando Justin volvió a balbucear entre dientes unas palabras que no logró entender.

—De todas formas, soy feliz siendo tu amiga —sonrió levemente. —Quizá para ti no sea suficiente, pero debemos intentarlo. No todo lo que deseamos se hace realidad —hizo una mueca, dejando salir un suspiro. —Nos acostumbraremos con el tiempo, no creo que sea tan difícil.

Mintió.

Se le hacía jodidamente difícil verlo como a un “amigo” después de todo lo que vivieron juntos. Y no importaba cuanto le doliese, lo haría por el bien de ambos.

Bufó y se acomodó en la cama, cerró los ojos para volver a intentar conciliar el sueño. Se estaba comportando como una estúpida.

Sus manos, inconscientemente, empezaron a recorrer su cuerpo desnudo, lo único que lo cubría eran unos simples bóxers de Calvin Klein. La chica ahogó un gemido cuando el ojimiel apretujó su muslo contra su entrepierna, sintiendo un leve bulto rozar su piel. Justin seguía con los ojos cerrados así que ella pensó que no lo estaba haciendo a propósito, y se quedó quieta; disfrutando del calor que emanaba el cuerpo de Justin. Las ganas de tocarlo de una manera muy íntima se hicieron presentes cuando sus ojos se clavaron en el escultural cuerpo de su ex novio.

«¿Cuándo se convirtió en todo un hombre maduro?» se preguntó interiormente mientras observaba sus rasgos físicos.

El aire se le cortó al sentir la mano de Justin por debajo de la camisa que él mismo le prestó para dormir más cómoda. Sus dedos le rozaron el pezón, el cual se endureció ante el tacto. Un jadeo se escapó de sus labios y su mente se nubló; no podía pensar nada coherente teniendo en cuenta que la estaba tocando. Mucho menos en el momento que las manos de él se dirigieron a sus muslos internos y tocaron su feminidad por encima de la delgada tela de sus bragas. Intentó apartar la mano del ojimiel, cosa que fue en vano. Acto seguido sintió unos húmedos labios sobre la piel sensible de su cuello, su punto más débil. Kelsey gimió y levantó las caderas, en busca de más contacto. El contacto de las manos de Justin sobre su, ahora, caliente cuerpo.

Santos cielos, estaba húmeda.

Añoraba sentir las manos de Justin por todo su cuerpo. Tocándola y besándola, haciéndole el amor de mil maneras diferentes.

—¿Kelsey? Oye, despierta... ¿Te encuentras bien? —movió su cuerpo para despertarla. Poco a poco los ojos de la castaña se abrieron y al ver a Justin retrocedió. —¿Por qué estás tan agitada?

—¿T-tú no estabas...? —tragó en seco, y lo miró avergonzada. ¡Ella había soñado que Justin la tocaba! Y para el colmo sus bragas estaban humedecidas, aparentemente por lo que había soñado. —Necesito ir al baño.

No lo miró.

Estaba tan avergonzada de sí misma que no tuvo el valor de mirarlo a los ojos. Seguramente sus mejillas estaban encendidas por el enrojecimiento. Podía sentir el sudor bajando por su frente. El sueño se sintió tan real que por un momento quería volver a cerrar los ojos, volver a soñar lo mismo y no despertar nunca más.

Definitivamente no fue buena idea dormir con Justin en la misma cama.

—¿Estás bien, Kels? Te noto muy agitada y nerviosa... —murmuró, mirándola preocupado. —Si te sientes mal, solo dímelo. Puedo llamar al doctor para que...

Lo interrumpió.

—No, no, no. Estoy bien, no te preocupes por mí —le dedicó una cálida sonrisa. —Solo necesito ir al baño, de todos modos gracias por preocuparte por mí.

—Mhmm, está bien —dijo no muy convencido.

Asintió con la cabeza, se levantó de la cama y caminó hacia el baño con pasos torpes. Cerró la puerta y apoyó las manos en la pared, miró su reflejo en el espejo e hizo una mueca de disgusto. Abrió el grifo del lavamanos y se echó agua en el rostro, incluso se pasó las manos mojadas por el cuello y brazos para así bajar la calentura de su cuerpo, cerró el grifo y limpió su rostro con una pequeña toalla que se encontraba a un costado. En el momento que levantó la cabeza observó el reflejo de Justin en el espejo, quien se encontraba detrás de ella.

Giró sobre sus talones y lo miró a los ojos, sosteniéndole la mirada.

—Quería asegurarme de que estuvieses bien.

—Estoy bien —respondió en voz baja.

—Me desperté cuando te escuché gritar mi nombre. Te movías mucho y estabas muy agitada, pensé que era una pesadilla y te desperté... Cuando por fin despertaste, te veías afligida —hizo una mueca. —¿Qué fue lo que soñaste?

—Ah sí... Y-yo soñé q-que te habían secuestrado —titubeó. —Intenté salvarte, pero ellos te mataron. Fue horrible.

—Hmm, me imagino que sí —soltó una pequeña carcajada, mirándola divertido. Kelsey frunció el ceño y lo miró extrañada. —¿Te bañarás tú primero o...?

—No tengo cepillo de dientes, ni ropa...

—Eso es lo de menos, ángel —sonrió de lado. —Tengo ropa nueva que te puede servir y en el tocador hay cepillos dentales nuevos.

—¿La ropa era de Natalie? Porque no tenemos la misma talla y dudo que me sirva, es más flaca que yo.

—No, claro que no —negó con la cabeza. —Es tu ropa.

—¿Mía? —frunció el entrecejo, confusa.

—Sí, cuando nos separamos dejaste ropa nueva en mi departamento. Nunca te la llevaste y la guardé —se encogió en hombros.

—Vaya... Nunca pensé que la conservarías.

—Quería conservar algo tuyo —susurró mirándola tímidamente. —También tengo otras cosas, así como fotos, vídeos, regalos y cartas.

Kelsey estaba conmovida.

Él había conservado muchas cosas significativas y especiales.

—Es un gesto muy tierno —esbozó una pequeña sonrisa. —Admito que yo también tengo algunas cosas guardadas.

—Que casualidad... —carcajeó. —Bien... Te dejaré a solas para que te cambies y hagas todo lo que tengas que hacer mientras yo preparo el desayuno.

—¿No tienes que ir a trabajar? Llegarás tarde.

—Soy mi propio jefe, puedo llegar a la hora que quiera —le guiñó un ojo. —Tú tranquila, no quemaré la cocina.

—¿Seguro? Porque no quiero llamar a los bomberos, la otra vez casi incendias tu antiguo departamento.

—¡Olvidé apagar el horno! Fue culpa del calentamiento global, estoy seguro.

—Sí, claro. Culpa al calentamiento global por ser tan inexperto en la cocina —rodeó los ojos, divertida.

—Igual fue divertido, admítelo.

—Tal vez... —entrecerró los ojos, y segundos después se echó a reír. —Sí, vale, fue divertido... ¡Provocaste que tus vecinos salieran corriendo del edificio! —exclamó, riéndose.

—Valió la pena. Pude ver a mi sexy vecina en ropa interior —sonrió con diversión y picardía. —Esa mujer tenía unas tetas... Madre mía.

—¡Justin! —lo golpeó en el brazo, mirándolo mal. —Eres tan... Tan... ¡Uh!

Sus palabras se quedaron en el aire cuando Justin acercó peligrosamente su rostro al suyo, casi dejándola sin aliento. El ojimiel aguantó las ganas de echarse a reír, pero sabía que eso la molestaría.

Vale, su intención era  molestarla un poco.

—¿Tan...? —la incitó a seguir hablando.

—Mhmm, bueno... Pues... ¿Tan cochino? —encogió los hombros.

—Ya... —ladeó la cabeza y sonrió de costado. —Cuando termines de bañarte y cambiarte, desayunaremos juntos.

—Está bien —asintió, echando un mechón de cabello detrás de su oreja. Él le regaló una pequeña sonrisa y salió del baño, dejándole su espacio personal.

«Esto es una completa locura» se dijeron a sí mismos cuando estuvieron solos.

¡Durmieron en la misma cama! Y no pasó absolutamente nada. Kelsey se sintió satisfecha cuando al despertar Justin aún seguía rodeándole el cuerpo con sus fuertes y cálidos brazos. Extrañaba despertar con él a su lado. Las mañanas siempre eran alegres cuando ellos dos despertaban juntos y hoy no era la excepción. Justin se sintió más que completo al despertarse con Kelsey a su lado, por un instante pensó que se iría y lo dejaría solo. Pero no lo hizo.

Los recuerdos de la noche anterior no se borraban de su memoria. Nunca lo harían. El alcohol no había logrado que sus recuerdos se borraran y agradecía al cielo que eso no hubiese pasado; no quería que ningún momento junto a Kelsey se borrara de su memoria. Quería mantenerlos para siempre dentro del baúl de los recuerdos, por si algún día volvía a irse de su vida. De solo pensarlo le causaba escalofríos. Y no, no permitiría de nuevo que ella se escapara de sus manos. No como la última vez. Jamás volvería a permitir que se alejara de él, ahora que había regresado solo podía pensar en recuperarla y nunca más dejarla ir. La amaba tanto que perderla de nuevo sería como si le arrebataran su último aliento.

Estaba loco por Kelsey.

Desde hace años su corazón y alma tenía nombre y apellido; Kelsey Cassey. La única dueña. Ni siquiera Natalie había logrado arrebatarle el alma, su corazón sí, sin embargo su alma siempre le perteneció a Kelsey. Y ya saben lo que dicen; el primer amor nunca se olvida. Siempre y cuando sea sincero, fiel y verdadero. Muy cliché, a decir verdad.

Justin terminó de preparar unos deliciosos crepes con relleno de chocolate, por encima tenía mermelada de fresa, crema batida y algunas fresas en forma de corazón, junto a dos vasos de zumo de naranja y dos tazas de café. Colocó el desayuno en una bandeja de plata y a un lado del plato de Kelsey, dejó una rosa roja. Sonrió satisfecho y se encaminó hacia su habitación, y sin hacer mucho ruido abrió la puerta y se le hizo agua la boca cuando encontró a Kelsey en ropa interior. Santo Jesús Cristo. Traía unas bragas que daban ganas de arrancárselas con los dientes.

Tenía una perfecta vista de su redondo y apetitoso culo.

—Jesús —susurró en voz baja, aferrándose a la sexy imagen. Tuvo la misión de él manipulando su exuberante cuerpo, succionando y raspando sus dientes sobre su hinchado clítoris.

Se mordió el labio inferior recordando lo dulce que era su sabor. Tragó saliva. Fuerte.

—¡Justin! —gritó Kelsey, irrumpiendo todos sucios pensamientos. El ojimiel se sobresaltó y casi estuvo a punto de tirar la bandeja al suelo.

—¿Q-qué? —respondió alarmado y sacudió la cabeza, apartando la mirada de sus pechos. —L-lo siento, y-yo pensé... Que y-ya e-estabas c-cambiada... —titubeó.

—Debiste tocar la puerta —le reprochó.

—Es mi habitación —se defendió. La castaña le envió una mirada asesina y él se encogió en hombros, esbozando una sonrisa burlona. —Okay, sí, debí tocar la puerta. Lo siento.

—Como digas —bufó. —¿Te darías la vuelta? Para terminar de cambiarme.

—Sí, señorita Cassey —dijo, imitando la voz de un soldado. Le dio la espalda y miró fijamente la puerta, golpeando su pie contra el piso. —¿Puedo voltearme ya?

—Ya casi termino, no seas tan impaciente —carcajeó. Justin sonrió y giró un poco la cabeza, mirándola por el rabillo del ojo. —Sé que estás mirándome, Bieber.

—Eres una diosa, ángel —dijo con voz ronca.

—No empieces.

—¿Ya te había dicho lo ardiente que te ves con esa ropa interior de encaje? Te queda de puta madre.

—Ése vocabulario... —lo regañó.

—¿Mencioné que tienes el culo más espectacular y bonito que nunca antes había visto?

—Por favor, ya deja los comentarios fuera de lugar.

—Oh, ¿y también dije que muero por tener tu ardiente cuerpo debajo del mío?

—¡Justin! —exclamó con las mejillas sonrosadas.

Sus palabras provocaron que su cuerpo se encendiera.

«Maldición, contrólate» dijo para sí misma.

—¿Qué? —se mofó.

—Ya puedes voltear... —murmuró.

Se volteó y una sonrisa se formó en sus labios mientras la miraba de arriba abajo.

—Te ves preciosa, Kels.

—Gracias —sonrió tímidamente. Le echó un vistazo a la bandeja y entreabrió la boca, sorprendida. —¿Tú preparaste todo eso?

—Sabes que soy bueno en la cocina, no me ofendas con esa pregunta —rió entre dientes. —Y lo preparé con todo mi amor.

—Aw, que tierno —pellizcó sus mejillas y sonrió ampliamente. —Todo se ve delicioso y muy... Romántico.

—Entonces... Pruébalo —dijo en voz baja, guiñándole un ojo. —Ah y esa era la idea.

Después de haber desayunado juntos, Kelsey se ofreció a fregar los platos y Justin aprovechó la oportunidad de prepararse para ir a trabajar. Cuando le faltaba poco para terminar, su celular vibró por unos segundos y le echó un rápido vistazo; tenía un mensaje nuevo. Mientras se ajustaba la corbata, leyó el mensaje y sonrió de oreja a oreja. ¡Ya tenía la excusa perfecta para ver otra vez a Kelsey! Le pareció una idea maravillosa, estaba seguro de que a ella le gustaría asistir. Ahora que Natalie no estaba junto a él, necesitaba el apoyo de alguien más. ¿Y qué mejor apoyo que Kelsey? Ella era la indicada.

Tomó su maletín y salió de la habitación con una sonrisa que iluminaba todo su rostro. Se sentía tan bien que hasta estaba molesto consigo mismo por no estar tan afectado por la reciente ruptura. No, en realidad sí le afectaba y mucho, no obstante al estar con Kelsey, todo cambiaba. Su estado de ánimo, su humor... Absolutamente todo.

Lanzó un suspiro al aire y una radiante sonrisa se formó en sus labios en el momento que encontró a Kelsey bailando y cantando la canción Shower de Becky G. Negó divertido y apretó los labios para no reír. La castaña movía la cabeza y sus caderas de un lado a otro, siguiendo el ritmo de la música. El ojimiel la observaba con ternura. Y con pasos cautelosos, se acercó a ella por detrás y rodeó su cintura, y ella se quedó quieta. El exquisito perfume que emanaba el cuerpo de Justin se impregnó en sus fosas nasales. Contuvo el aliento y lo encaró; se giró y quedó frente a su potente figura. Kelsey se encontró con unos ojos de un dorado oscuro que le recordaron a los de un tigre, y de inmediato, perdió la capacidad de respirar y una calidez pulsante se extendió entre sus piernas.

Maldijo mentalmente por esa respuesta sexual.

—Son las siete y media, me queda media hora para llegar más o menos temprano al trabajo. Hoy entro a las ocho, por suerte —expresó, forzando una sonrisa.

—¿Quieres que te lleve directo a tu trabajo? —le preguntó, observando cada uno de sus cambios de expresión.

—Mhm, no —masticó su labio inferior, sintiéndose mal de repente. —Tengo que hacer algo importante antes de ir al trabajo. Y mi auto está en el estacionamiento, no lo puedo dejar aquí. De todas maneras, gracias.

Era hora de enfrentar a Logan, si es que lo encontraba en casa.

—No hay ningún problema —le regaló una encantadora sonrisa. —Antes de que te vayas, me gustaría pedirte un pequeño favor.

—¿Cuál? —lo miró intrigada.

—Esta noche son los quinces de mi querida prima Susie, ¿te acuerdas de ella?

—¿La prima odiosa que según tú no soportas ver ni en pintura? —preguntó, dudosa.

—No, esa es Josephine —soltó una pequeña risita. —Creo que nunca te presenté a Susie... En fin, hoy es su cumpleaños y no tengo acompañante. Y quiero que me acompañes, sería genial porque todos estarán felices de verte.

—Me encantaría ir, pero no sé si esta noche saldré con Logan.

—¡Por favor, Kels! —rogó, haciendo pucheros. —La temática es de los años cincuenta y a ti te encanta esa época, habrá mucho alcohol, adolescentes con las hormonas alborotadas y buena música —aseveró Justin, mirándola suplicante. —¡Nos divertiremos mucho! Lo prometo. Vamos, nos sentiremos como si realmente fueran los años cincuenta.

—Por lo tanto hay que vestirse como en los años cincuenta, ¿no?

—¡Sí! Recuerdo que veías esas películas y decías que te encantaría vestirte como en esos tiempos. Hoy es tu oportunidad.

—¿Y vas a invitarme a bailar?

—No tienes ni que preguntarlo.

—¿Te vestirás tipo como todo un chico malo?

Arqueó una ceja divertido, rió en voz baja y respondió: —Chaqueta de cuero y cabello engominado, como a ti te gusta.

—Suena convincente eso de la chaqueta de cuero... —entrecerró los ojos, poniendo cara de pensativa. —Te acompañaré —dijo finalmente, dedicándole una gran sonrisa.

—Sabía que no te negarías, nena —ríe leve. —Pasaré por ti a las nueve, ¿está bien para ti? Ya estoy ansioso por verte con un bonito vestido, el cabello recogido en un moño alto y todo lo que lleva el vestuario.

Kelsey negó con la cabeza mientras reía a carcajadas y lo miraba con un gesto divertido. A veces sentía que las mariposas volaban por su estómago cuando Justin le decía cosas bonitas o calientes, por así decirlo. Así como hace un rato cuando le dijo lo bien que se veía con la lencería que traía puesta, o los comentarios sobre su figura que lograban encenderla. Solo Justin lograba que su cuerpo se calentara con tan solo algunas palabras, y él lo sabía. Conocía las reacciones del cuerpo de Kelsey y le alegraba saber que aún tenía el mismo efecto sobre ella. No todo había cambiado entre ellos.

Todo saldría bien si Justin lograba ganarse por completo su confianza, si bien el plan aún seguiría en marcha. La idea era conquistarla a través de un anónimo, un poco estúpido, pero la esperanza es lo último que se pierde. Daría todo por ganarse su corazón, así fuese lo último que hiciera en la vida. Ahora que Natalie ya no estaba para sostenerlo, necesitaba de Kelsey más que nunca.

—Por bien está bien —asintió, sonriendo de lado. —Yo también estoy ansiosa de verte vestido de chico malo, así como Damon Salvatore. Te va muy bien el personaje —bromeó.

—Y a ti el de chica buena que en el fondo es una chica muy mala —le sonrió con picardía. La castaña se ruborizó y Justin sonrió enternecido, le encantaba hacerla ruborizar. —Lo mejor será irnos antes de que lleguemos tarde al trabajo.

—Tú sí puedes llegar tarde, eres tu propio jefe —le recordó.

—Lo sé —rió. —Y es genial.

Unos cinco minutos después ya se encontraban en el estacionamiento, casi estaban a punto subirse a sus autos correspondientes e irse a trabajar.

—Bueno... Nos vemos esta noche. Ten un buen día.

—Sí, gracias... Tú igual, ángel —se despidió con un gesto de regocijo.

Agitó su mano en forma de despedida y le dedicó una pequeña sonrisa antes de encaminarse hacia donde estaba estacionado su auto, pero se detuvo cuando sintió que alguien la tomaba del brazo.

—¿Y mi beso de despedida? —le susurró al oído, enviando escalofríos por todo su sistema nervioso.

Tomó una profunda bocanada de aire fresco y giró sobre sus talones, encarándolo. Miró hacia abajo y contempló sus manos entrelazadas, sintiendo aquel familiar cosquilleo. Levantó la vista, miró directamente a los ojos de Justin y sintió unas terribles ganas de abrazarlo y besarlo. Como solía hacerlo cuando eran novios.

—¿Un beso? —preguntó, rompiendo el silencio. —¿En serio? —arqueó una ceja.

—Solo uno pequeño... —hizo pucheros, poniendo cara de cachorro mojado.

—Bien, si eso quieres —revoleteó los ojos, mirándolo burlona.

Inclinó la cabeza para que pudiese alcanzarlo sin tener que ponerse de puntillas. Acercó lentamente su boca y presionó suavemente los labios en su mejilla y los dejó presionados durante unos cuantos segundos. Una sonrisa maliciosa se asomó por los labios de Justin; se arriesgaría a robarle un beso. La agarró por la cintura, giró el rostro y su aliento mentolado chocó contra la mejilla y los labios de Kelsey, provocándole un sinfín de emociones.

Justin estampó su boca contra la de Kelsey, quien no tardó mucho en responderle el beso. Sus lenguas se encontraron y empezaron un dulce y sensual bailoteo entre ellas. El ojimiel sonrió en medio del beso, sintiendo como el corazón le latía con fuerza. Y Kelsey sentía que se desmayaría en sus brazos.

Finalmente rompieron el beso cuando sintieron que sus pulmones necesitaban el aire que aquel beso les había robado.

—A esto yo le llamo un beso de despedida —susurró contra sus labios.

—Justin, y-yo... —la interrumpió.

—Shhh, no digas nada —atrapó con los dientes su labio inferior y tiró de él, haciéndola gemir. —Nos veremos esta noche, ¿okay? Espero que no me dejes plantado.

—No te dejaré plantado —afirmó.

—Muy bien... —murmuró, separándose lentamente. —Hasta luego.

—Hasta luego, Justin —dijo casi sin aliento.

Lo observó marcharse en su auto y se tocó los labios, recordando el dulce sabor de la boca de Justin, y sonrió tontamente como una adolescente enamorada.

(...)

Logan miró la hora en su reloj y apretó los puños, maldiciendo bajo su aliento. ¿Dónde diablos estaba metida su novia? En toda la noche no pudo pegar ojo, estaba muy preocupado por Kelsey. Y estaba tan decepcionado de que no se haya presentado en la cena que él mismo preparó para celebrar la gran noticia. Estuvo hasta las dos de la madrugada despierto, esperando que ella cruzara la puerta del departamento, pero nunca llegó. ¿Qué habrá sido tan importante como para dejarlo plantado? No le había dicho nada concreto como para dejarlo más tranquilo. La situación era preocupante.

Jamás le cruzó por la cabeza que las cosas cambiarían tanto de un momento a otro, ni siquiera se preocupó de que su novia mantuviera una amistad con su ex novio. Confiaba plenamente en Kelsey, sin embargo, ahora empezaba a dudar. Los cambios de actitud de ella no eran normales, nunca se comportó así con él; la conocía muy bien. Y creía que en cualquier momento la perdería... La idea lo aterraba.

Muchas dudas pasaban por su cabeza, pero se negaba a sacar una conclusión. No sin antes haber obtenido una explicación por parte de Kelsey, primero hablaría con ella y si algo estaba pasando, tomaría las riendas del asunto. A lo largo de su vida, Logan continuamente se había adaptado al papel de chico bueno al que siempre terminaban engañando como a un estúpido niño de tres años. No obstante, quien verdaderamente le rompió el corazón fue Rachell. Esa chica lo dejó devastado y con el corazón roto, y la única que lo reparó fue Kelsey.

Su dulce y hermosa Kelsey.

El teléfono empezó a sonar, sacándolo de sus pensamientos. Miró el nombre en la pantalla y suspiró pesadamente, y de mala gana contestó.

—¿Logan? ¿Dónde estás? —preguntó rápidamente, notablemente preocupada por su novio.

—En el trabajo —respondió seco.

—Pasé por el departamento y no te encontré —suspiró aliviada. —No sueles ir a trabajar a estas horas.

—Si hubieses estado aquí ayer en la noche, quizás te enterarías de mi nuevo horario.

—Lo siento mucho, se me presentó una emergencia y no pude llegar temprano a casa.

—Estabas con él.

No era una pregunta, mas bien era una afirmación.

La línea telefónica quedó en total silencio. Solo se escuchaban sus pesadas respiraciones y como no hubo respuesta alguna, Logan lo tomó como un sí.

—Lo sabía —dijo amargamente. —¿Por qué me mentiste?

—Pensé que te enojarías... —confesó.

—Bueno, ahora mismo estoy enojado porque me mentiste —declaró. —Se supone que confío en ti y tú confías en mí, ¿por qué hay que recurrir a las mentiras? No lo veo como algo necesario.

—Perdóname, por favor —rogó con voz temblorosa. —Justin estaba muy mal y no tuve más remedio que quedarme con él.

—¿Y por qué no me lo dijiste? Así podía dormir tranquilo. Ni siquiera llamaste, estaba preocupado por ti.

—En serio lo siento mucho, no pensé que te preocuparías tanto.

—¿Cómo no voy a preocuparme por ti? Eres mi novia y te amo, claro me preocuparé —bufó. —Todo lo que tenga que ver contigo me importa, Kelsey.

La vista se le nubló a causa de las lágrimas saladas y el pecho se le oprimió gracias a toda la culpa que sentía en esos momentos. Si tan solo Logan tuviese una idea de todo lo que pasó con Justin, la mandaría al diablo e incluso la tacharía como una maldita perra insensible.

—Oh Logan, lo siento tanto... —dijo en voz baja, echándose a llorar.

Y lo peor era que no se arrepentía.

Antes se convencía de que todo lo que pasara entre Justin y ella, sería un error. Hasta que recordó que... «Si tropiezas con la misma piedra más de tres veces, ya no es un error, es una elección». Kelsey no se arrepentía de tropezar una y otra vez con Justin. ¿La razón? Su corazón no se lo permitía. Y todos los besos, caricias, impulsos y confesiones nunca lo consideró como un error, mas bien fue una decisión que ambos tomaron.

Simplemente se dejaron llevar por lo que sentían.

¿Qué si sentía culpable por engañar a Logan? Claro que sí. Se sentía muy mal por mentirle y engañarlo, pero no podía luchar contra lo que sentía por Justin. Por más que quisiera alejarse del ojimiel, algo no se lo permitía. Lo quería tanto que no podía ni quería alejarse de él. Y lo peor de todo es que era una vil traidora y mentirosa por no confesarle toda la verdad a Logan, porque sabía que le estaba haciendo daño y nunca se perdonaría por todo lo que le estaba haciendo.

—Mi amor, no llores, está bien. Te perdono, ¿vale? Pero no llores —le pidió dulcemente, y Kelsey dejó escapar un sollozo. —Kels, cariño, deja de llorar... Sabes que no me gusta escucharte llorar.

—Soy una mala persona —murmuró entre sollozos.

—No, no, no lo eres. Tú eres perfecta, ¿de acuerdo? —dijo con voz suave, intentando calmarla. —Ya sé que te pones muy sensible cuando va a llegarte el periodo, pero te pido que respires profundo y te tranquilices.

—¡No estoy en mis días! —bramó, sorbiéndose los mocos. —Tú no entiendes porqué estoy llorando...

—¿Porque te hice sentir mal? —le preguntó con un tono casi divertido.

Él realmente no tenía idea de lo que estaba sucediendo.

—¡Kelsey, cariño! ¿Por qué lloras, lindura? —se escuchó una voz afeminada.

—¿Quién es? —frunció el ceño.

—Es mi jefe —musitó. —Te veré más tarde, ¿si? Y no me odies, por favor.

—No digas tonterías, yo te amo con todo mi corazón. Jamás te odiaría.

—¿Seguro?

—Te adoro, Kels. Nunca podría odiarte. Lo que siento por ti es tan grande que no podría odiarte, aunque quisiera —le aseguró. —Bueno, no quiero que tu jefe se enoje contigo, así que no te quito más tiempo. Nos vemos más tarde, cariño.

—Adiós, Logan... —colgó la llamada.

Logan se quedó mirando fijamente la imagen de fondo de pantalla y cerró los ojos, y miles de cosas se le pasaron por la cabeza. ¿Por qué no confiaba en él? Se suponía que eran novios, debían tenerse confianza y contarse todo lo que sucedía, sin importar lo que fuera. Kelsey nunca lloraba. Ni siquiera cuando estaba con el periodo, por más sensible que estuviese en esos momentos. Tenía que hablar seriamente con ella y si no sentía lo mismo por él, entonces se darían un tiempo.

Solo para que ella tomara una decisión.

Por otro lado, Kelsey no paraba de llorar sobre el regazo de Eric, quien tenía un paquete de pañuelos para cada lágrima que bajaba por el rostro de la joven. Intentaba consolarla, pero era él quien terminaba rompiendo en llanto. Odiaba ver a la gente llorar porque siempre terminaba llorando como un bebé. Ambos lloraban a moco tendido en la oficina de la castaña.

—Si sigues llorando, no pararé —rió entre dientes, limpiándose las lágrimas con un pañuelo.

—Lo siento cariño, tengo la mala costumbre de llorar cuando veo a alguien llorar —se sorbió sonoramente los mocos. —¡Oh, Dios mío! No te he preguntado nada, ¿qué pasó? ¿Por qué lloras?

—Justin me besó y me gustó —dijo apenas audible. —En realidad, nos besamos muchas veces.

—¿Me estás tomando del pelo? —abrió la boca, sorprendido. —¿Hubo lengua en el beso? ¿Se manosearon?

—Mhmm... —carraspeó la garganta, y se tapó el rostro. —Sí, uh, solo un poquito...

—¡No me jodas! —exclamó con emoción. —¿Cómo y por qué? ¿Qué tal estuvo? Estoy segurísimo de que Justin besa como los dioses, tiene unos labios...

—Lo encontré totalmente ebrio en su departamento —hizo una mueca. —Y estaba herido. Estaba así porque terminó con su novia... Pues supongo que estuvo bien, no sé... Me siento muy mal.

—¿Por qué te sientes mal? —frunció el ceño, mirándola confuso. —Sé que no tienen nada y tú tienes novio, pero también sé que sientes algo por Justin. Algo muy fuerte.

—Ese es el maldito problema... Siento muchas cosas por Justin —murmuró con voz rota. —Y le estoy haciendo mucho daño a Logan. Llevamos juntos dos años y no puedo echar a perder mi relación solo porque estoy confundida, no quiero perderlo.

—¿Y por qué permites que Justin te bese?

—Porque mi corazón no hace caso a lo que dice mi mente.

—Entonces has lo que pide tu corazón.

—No creo que sea correcto.

—A ver, ¿por qué no? —arqueó una ceja.

—Le rompería el corazón a Logan, y no se lo merece... —miró un punto fijo, sintiéndose fatal. —Él siempre estuvo ahí para mí.

—De todas maneras le estás haciendo daño, Kelsey. Tienes que aclarar tus dudas sobre lo que realmente sientes y tomar una decisión.

—¿Qué pasa si tomo la decisión equivocada?

—El corazón nunca se equivoca.






*******

Nota de la escritora:

¡Holaaaaaa chicas hermosas, mis chicas favoritas en todo el worl!<3 ¿qué tal todo? ¿Cómo están? Yo estoy bien, bastante aburrida, pero bien (mejor que hace unos días) ¿qué pasó esta semana? Estuve muy enferma y apenas me podía levantar de la cama, pero ya estoy mucho mejor ksks por si lo preguntan e-e okno:( a nadie le importa xd en fin, tenía varias semanas o un mes sin subir, ¿cierto? Y ya saben porqué estuve ausente unos días. Y si no saben es porque estaba en exámenes finales y se me quedaron materias, y eso significa que volví a repetir los exámenes de las materias que se me quedaron. Este año fue pésimo, no me concentré casi nada en mis estudios y no suelo tener bajas calificaciones, al contrario, mi promedio es bueno. Solo que este año me descuidé demasiado por estar tanto al pendiente de mis novelas y así, algo que no se volverá a repetir. Aprovecharé estas vacaciones para finalizar esta segunda temporada y ya solo tener que editar todo de nuevo, mejorar la primera temporada y corregir todo lo que esté mal o no me guste. Después de que termine todaaaaas mis historias, me dedicaré a editarlas y tal vez vuelva a subir otra historia, pero ya será cuando esté terminada porque se me hace muy complicado tener que escribir un capítulo muy rápido para no hacer esperar al lector. Es agotador y siéndoles sincera, me harta. Me frustro y se me quitan las ganas de escribir porque a veces pienso que es por obligación, ¿me doy a entender? Y es muy, muy frustrante.

Estas últimas semanas me la he pasado escribiendo y escribiendo mis demás historias, estoy cansada y sinceramente es demasiado para mí, pero tengo que hacerlo porque no me gusta dejar un trabajo a medias. Voy a terminar esta novela así me tarde mil años, ¿vale? Y la última vez que actualicé subí dos capítulos con más de 100 páginas y como 8000 mil palabras, lo juro. So... No me presionen demasiado, por favor:( los capítulos son larguísimos y se me hace más complicado escribirlos, igual lo hago porque es como una recompensa por mi tardanza.

En fin, me dedicaré más a la novela y pues trataré de terminarla para agosto. Vayan diciéndole adiós a Promesas ksksks extrañaré mucho escribir sobre Kelsey y Justin, son mi pareja favorita en todo el mundo. Really.

¿Qué tal les pareció el capítulo? ¿Les gustó? Pues disfrútenlo porque ya no habrán tantos momentos de “Jelsey” en los próximos capítulos /.\ no me maten plz xd de todas formas, pronto se vendrá el salseo y toda esa mierda dramática... Ahora que lo pienso, falta mucho para el final JAJAJAJAJAJA lel mátenme. Yo que pensaba que faltaba muy poco pero no es así y como no me gusta hacer las cosas rápido u_u

¡Voten y déjenme muchos comentarios! Por favor, no les cuesta nada comentar:((( me deprimo cuando veo pocos comentarios t-t es lo único que les pido; que voten y comenten. No creo pedir mucho, ¿o si? ¡Muchísimas gracias por todos los leídos! Son maravillosas, las amo♥️ cada día crecemos más y más, estoy muy orgullosa sksksk omg<3333 nos leemos muuuuuy pronto beibis♡ besos xx

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