"¿Duermes conmigo hoy?"
—Claro que sí. Y me cuentas de ese chico mientras nos hacemos skincare.
Jimin rió.
"Appa..."
Hizo una pausa.
—¿Mmm?
"Yo también estoy muy orgulloso de ti"
El hombre se detuvo asintiendo despacio.
—Gracias hijo.
Jimin le dió un beso en la mejilla y se levantó a buscar los productos de skincare.
Jungkook estaba frustrado. Muchísimo. Habían pasado más de 6 días de que no sabía absolutamente nada de Jimin. Si bien, le había dicho que el martes y el miércoles no había clases, no pensaba no saber nada de él ninguno de esos días, incluyendo todo el fin de semana. Por supuesto Jimin no tenía obligación alguna de contestarle los mensajes, pero es que ni siquiera se había conectado. Para el domingo marcó su número y lo llamó.
"El móvil que usted llama está apagado o fuera del área de cobertura"
Chequeó los mensajes que había estado mandándole desde el miércoles.
«Hey Jimin. ¡Éxitos hoy!»
«¿Has tenido un buen día? El mío fue algo cansado.»
«Jimin...¿Estás bien? JungHyun hizo este dibujo. Quiso que te lo mandara.»
«Hoy estuve estudiando un poco sobre el color. Leí algunos descubrimientos curiosos. ¿Sabías que el rosado era realmente un color masculino en la antigüedad?»
«Pienso que los colores no deberían tener género, en realidad nada debería tener género.»
«Bueno... Estoy comenzando a preocuparme un poco. Park llámame cuando puedas.»
«Hey Jimin... ya van 3 días sin saber de ti. ¿Se te extravió el teléfono 🥹?»
«¿Tal vez te quedaste sin batería o perdiste el cargador?»
«O se te olvidó pagar el Internet.»
«Tal vez te fuiste al campo muy lejos con tu familia y no tienes cobertura 🫠. Pensaré eso, pensaré que estás bien.»
«Hey Jimin... Hoy soñé contigo, escuché tu risa en mis sueños, fue bueno verte aunque sea en mi imaginación.»
«Te extraño...»
«Espero que estés comiendo y durmiendo bien.»
«¿Jimin?»
Suspiró pesado y dió una patada al aire. Estaba a punto de ir a su casa y chequear si no se habían ido del país, o tal ves si Jimin no lo había bloqueado de todos lados. De forma masoquista, le consolaría más pensar que solo lo había bloqueado a que Park estuviera mal.
Prendió un cigarrillo guardando su teléfono y se apoyó a su motocicleta. Jimin había mencionado un nombre... ¿Cuál era? ¿Taeyang? ¿Taegyu?
Mierda...No podía recordarlo. No quería que la cabeza se le volara porque sabía que en cualquier momento mandaría a alguien a investigar toda la vida de Jimin y encontrar su paradero.
Park Jimin había pasado lo que quedaba de semana entre libros, dibujos y dulces. No quería pensar, no quería estar triste. Pero huyendo de permitirse sentir las emociones negativas que le asolaban al final se engañaba, porque cuando llegaba la noche solo se encontraba llorando a moco tendido. Se recogía como un ermitaño y cuando eso sucedía Taehyung solía ir a visitarle y entretenerlo. Eso había hecho su amigo cada día luego del colegio, el finde se quedó con él e hicieron pijamadas, hablaron de la vida e hicieron maratón de Harry Potter juntos.
Jimin decidía aislarse de las redes sociales muchas veces para procesar sus emociones y no afectar a otros con ellas. No quería tratar mal a Jungkook o dañarlo, tampoco preocuparlo por lo que incluso apagó su teléfono sin saber que eso solo lo preocuparía el doble.
Le había dicho que sabía lo que era la responsabilidad afectiva, pero no estaba teniendo ninguna. Y ahora eso le preocupaba mientras leía unos libros de arte que le habían dado como premio luego de participar en el festival de la clase y sacar un alto 10. Sacó el teléfono de su mochila y lo encendió.
Enseguida activó los datos móviles le llovieron todos los mensajes de Kook.
Se sintió mal, demasiado mal por haberse aislado de esa manera sin haber dado señales.
—¡Hey, Jeon! Estaba muy ansioso por verte.
Jungkook escuchó a sus espaldas. Dio una calada más profunda. Genial, así podría descargar toda su frustración.
¡Dios! No había parado de pensar en él.
Se volteó soltando humo por la boca y la nariz y dejó el casco sobre su motocicleta con una sonrisa ladina.
—Ya te extrañaba Yugyeom.
—Y yo a ti y a tu maldito padre de mierda. ¿Sigue con la putita de tu madre?
Jungkook se rió echando su cuello hacia atrás y caminó tranquilo hacia él llevándose de nuevo el cigarro a la boca.
Jimin se dispuso a contestar cada mensaje, pero antes le escribió uno de disculpa.
No sabía si funcionaría pero debía intentarlo. Si estaba enojado se personaría en su casa para explicarle todo.
🐥«Kook-ah. Lo lamento, lo lamento tanto 😞. Kook, he tenido una mala semana desde que me visitaron mis tíos. No estaba en mi mejor forma y no quería lastimarte o responderte cortante. Estuve acostado la mayor parte de tiempo en mi cama. Necesitaba gestionar mis emociones y lidiar con ciertos asuntos de la universidad que me quitaban el sueño en las madrugadas :"(»
🐥 «¿Estás enojado? Lo puedo comprender. Desaparecí sin explicación.😞»
🐥«Gracias por enviarme tus mejores deseos telepáticamente, creo que gracias a eso sobreviví a esos días »
🐥«Mis días también fueron muy cansados»
Observó el dibujo de Junghyun y una sonrisa se les escapó de los labios. Dibujaba tan adorable que quería pellizcar sus cachetes y felicitarlo.
🐥«Es muy bonito🥹🥹🥹💗💗💗💗¡Me encanta!»
🐥«Uh sí. Di eso en mi segundo año en Historia del arte y renacimiento del siglo XVIII. Es algo verdaderamente interesante.»
🐥 «No. No deberían tener géneros. Estoy de acuerdo contigo en eso Kook»
🐥«No fue nada de eso Kook. Me encantaría contarte, pero es muy difícil para mí. No es que no confíe, es que es difícil »
🐥«🥹🥹🥹💗¿Soñaste conmigo y mi risa? Eso es tan lindo. Yo soñé contigo justo hoy. Soñé que me abrazabas.🥺»
🐥«También te extraño Jungkook y espero me perdones😔🫰🏻Estaré esperando por tu respuesta. Espero también estés teniendo un bonito día.»
Mientras tanto el pelinegro llegó hasta el impertinente que le hablaba y le abotonó los botones desabrochados de su camisa sujetando el blanquillo entre su índice y dedo anular.
—¿Me he puesto tan bueno que no tienes insultos para mí?
Yugyeom lo miró con los ojos inyectados en odio.
—Te dije que huyeras del país mientras pudieras. —Le dijo al chico palmeando su mejilla con provocación. Lo había querido ayudar todo el tiempo a pesar de que había traicionado a su padre, pero el dinero lo había cegado por completo— pero sigues aquí. Te gusta la adrenalina.
Su teléfono sonó pero no tenía tiempo de atenderlo. Vio a más chicos aparecer tras Yugyeom.
—Solo cállate y pelea conmigo.
Jungkook rodó los ojos.
Vio a uno de ellos sacar una navaja afilada y otro una soga.
Jungkook dio una última calada, y lanzó el cigarrillo al suelo.
—Imbéciles.
Rápidamente uno se lanzó sobre él y Jungkook lo esquivó dándole un derechazo a otro que había intentando tomarlo desde atrás.
Sin embargo el más bajo de todos le golpeó directamente al estómago. No tuvo tiempo de quejarse y lo pateó lanzándolo al suelo.
Yugyeom estaba solo de pie observando. Era tan inútil que ni siquiera podía sumarse a pelear. Jungkook había calculado, eran 4 contra uno, 5 en realidad, pero Yugyeom no contaba en absoluto. Una navaja y una soga. El solo tenía unas grandes botas y sus puños.
Pero logró llevar a los tipos cerca de su motocicleta. Saltó sobre ella hasta el otro lado y tomó su casco, dándole un duro golpe a uno de ellos en la cabeza con él.
El tipo comenzó a sangrar y Jungkook le propinó un golpe en la nariz para noquearlo por completo.
Ahora habían 3.
Sintió el filo de la navaja atravesar la piel de su mejilla como una brisa y escupió sangre en el suelo cuando golpearon su boca. Yugyeom se se reía al fondo.
Sintió como colocaban la soga por delante de su cuello desde atrás, tirando de él. Tragó sintiendo que le faltaba la respiración. Y otro de los tipos tomó sus piernas para que no se defendiera con ellas.
Todos sonreían pero no se esperaban que Jungkook también lo hiciera.
Aprovechó que lo sostenían, y practicamente escaló por todo el dorso del que aguantaba sus piernas hasta que tuvo las botas contra la cabeza del tipo y lo lanzó desde la nuca al suelo.
El golpe se escuchó tan fuerte que Jungkook dudaba que se despertara en días.
Tomó oxígeno con su boca porque por supuesto que los movimientos lo habían asfixiado mucho más.
Pero ahora el tipo que sostenía su cuello estaba solo.
Jungkook podía con eso. Tomó impulso de adelante hacia atrás y le propinó un cabezazo que hizo al chico tambalearse.
Fue suficiente para dejarlo libre y fue el turno de Jungkook de tomar la soga y envolverla en su cuello.
Lo arrastró por el suelo mientras el hombre pasaba de rojo a púrpura hasta que lo llevó con Yugyeom. Todavía apretando la soga en su cuello.
—Si no te vas ahora mismo, es lo menos que le va a pasar. —Le dijo mientras se escuchaban los sonidos asfixiantes del hombre pidiendo ayuda.
Yugyeom tragó pensando sin saber que hacer.
—Tic tac tic tac. —Jungkook tiró más fuerte— En 10 segundos exactos morirá.
—¡FUCK!— Gritó Yugyeom estresado.
—6... 5...
—¡SUELTALO!
Jungkook sonrió torsido y lanzó la soga al suelo. El hombre rápidamente se arrastró hacia Yugyeom y este lo ayudó a levantarse.
Jungkook escupió a un lado sintiendo ardor en su boca y su mejilla. Seguramente tenía una marca en el cuello y moretones en el abdomen.
—No los quiero volver a ver —se colocó el casco y se subió a su motocicleta— Yugyeom... te lo digo con toda la honestidad del mundo. Que mi padre no te encuentre. Porque sabes que aunque le diga que no fuiste tú. Lo descubrirá.
No lo dejó decir nada y el aceleró para perderse de ahí.
Entró a una farmacia y compró medicina y parches. Se sentó fuera para atender la herida de su mejilla, la cual había sangrado hasta llegar a su cuello.
Tomó su teléfono comprobando lo que ya sospechaba. La pantalla se había roto. Deslizó su pulgar por ella viendo que al menos aún funcionaba y encontró los mensajes de Jimin, entró al chat y los leyó. Una sonrisa de alivio surgió en sus labios, aunque fue sustituida por una mueca de dolor cuando su piel se estiró.
🐰«No. No estoy enojado.»
🐰 «Vale, la próxima vez solo hazme saber que necesitas tu espacio. Estuve a punto de volverme loco.»
🐰«Hay personas que se preocupan por ti Jimin.»
Jimin estaba todavía sentado en el parque de su facultad leyendo un libro esperando a que fuera la hora de salida. No tenía apuro de llegar a casa, no se sentía muy cómodo.
No era un buen día para Jungkook, estaba hechos trizas hasta los huesos. Pero incluso así, se sentía mejor que los últimos cinco días sin saber nada de Park.
Sacó el celular apresurado cuando sonó de nuevo.
🐥 «Gracias Kook. ¿Estás bien? ¿Cómo ha sido tu día? Yo todavía estoy en la facultad sentado en el césped leyendo un libro»
🐥 «Si sucede de nuevo te avisaré, lo prometo »
Jungkook hizo un mohín cuando pasó la medicina con alcohol y el algodón por su mejilla, cerrando los ojos y viendo estrellas.
🐰«Si, fue un buen día jajaja»
Tecleó cerrando uno de sus ojos, llorando por dentro.
Jimin le mandó una foto.
🐥«Extraño tus ojitos🥺.»
🐰 «Pues está castigado señorito, sin fotos hasta nuevo aviso»
🐥«Vale~~~»
Jungkook casi llora, pero de verdad. Se sintió consolado de que no le hubieran ponchado ningún ojo.
🐰«definitivamente una foto tuya es como bálsamo sobre heridas»
🐥 «¿Estás herido? ¿Te sientes mal? 😔»
🐰 «Tuve una pequeña pelea, pero estoy bien»
🐥 «¿Pelea? ¿Por qué?»
Se alarmó.
Jungkook grabó un audio.
—Bueno... hay chicos a los que no les caigo bien.
🐥 «Por qué no les caería bien alguien tan guapo como tú?»
Mordió el labio ocultando una sonrisita mientras escribía.
🐥 «Eres muy bueno, al menos conmigo»
Jimin le envió otra foto.
🐰«Jimin 😫 ¿Por qué eres tan lindo?
Aaaaaaah»
🐥«Gracias a mi mamá, papá y la genética 😏»
Jungkook se rió.
—Si sigues, iré a buscarte —envió una nota de voz.
🐥«Ni siquiera sabes dónde estudio Kook😉»
—Park, no me provoques —soltó una risita al final.
🐥 «¡Uy! Mira que miedo tengo»
Se sentía bien flirtear con alguien a través del celular, ya entendía por qué Taehyung lo hacía tanto.
Jeon se cubrió el rostro riéndose más y exhaló una boconada de aliento colocándose en pie y guardando toda la medicación de vuelta en la bolsa. Solo tuvo chance de ponerse una bandita en la mejilla.
El rubio mandó otra que tenía de hacía un tiempo. Sólo estaba tonteando y le fascinaba.
Estaba haciendo pompa con los labios y Jungkook sintió todo un cosquilleo atormentar su cuerpo.
🐰 «En menos de 10 minutos estoy ahí»
"¿ Espera qué?"
Jimin se alertó y se quedó mirando el sms por largos minutos sin procesar.
¿Cómo sabía?
¡Oh,Dios! ¡Qué nervios! Una cosa era coquetear por el celular y otra muy distinta era tener que enfrentarlo en persona. Volvió a sentir el cosquilleo agradable de la anticipación en el pecho.
Los nervios lo tenían sudando frío en la palma de sus manos. Intentó volver la vista a su libro y concentrarse. Pasaron no menos de tres minutos y Jimin,otra vez, estaba en todos lados menos en la lectura.
Jungkook hizo una llamada, transfirió un dinero y en menos de 5 minutos tuvo un mensaje con la dirección exacta de la universidad de Jimin, e incluso las clases a la que asistía y su salón principal.
Se montó en su motocicleta y echó a andar hacia allí.
—¡Hey! ¡Park! —Lo llamó sacándose el casco cuando lo vio sentado en el césped a la entrada.
Tuvo ganas de bajarse y correr a abrazarlo. Llenarlo de mimos y decirle que lo había extrañado tanto que dolía. Se veía precioso, se veía como esas obras de arte que él mismo hacía con sus manos.
Jimin movió la cabeza a ambos lados buscando esa voz que provocó un calambre por todo su cuerpo.
—Detras de ti.
Cuando el menor lo ubicó, sus labios se abrieron de par en par.
El pelinegro se bajó relamiendo sus labios, varios que pasaban lo miraban. Debía estar hecho añicos.
Jimin recogió sus cosas bajo la mirada atenta y los cuchicheos de los que habían notado la escena.
Estaba torpe por los nervios. Se levantó y se le derramaron los lápices de la caja. Se agachó de vuelta a recogerlos avergonzado. Una, porque Jungkook, el guapísimo Jungkook lo estaba viendo y dos, porque sentía los ojos de la mitad de la facultad clavados en su espalda.
Una vez tuvo todo de vuelta en su lugar, dentro de su mochila, caminó hacia él y luego trotó. Se detuvo a unos pasos de él con un rostro sorprendido pero enseguida cambió a uno de preocupación.
Jungkook tragó viéndolo acercarse y le dedicó una sonrisa.
—¿Cuanto tardé? —miró el reloj imaginario en su muñeca.
Park lo ignoró y le tomó el mentón y le giró la cabeza a un lado y a otro.
—¡Aaaagh! Ten cuidado. —Jeon cerró un ojo por el dolor.
Jimin puso una expresión de congoja y le tomó de la mano. Le dió un beso en el dorso disculpándose y le miró a los ojos, estaban llenos de preocupación. Parecía estar bastante dañado a pesar que ahora tenía esa sonrisa imperturbable en su rostro.
Jungkook lo siguió con la vista como de costumbre.
—Estoy bien —le sonrió de nuevo— Estoy bien, en serio. —Sostuvo su mano y la acarició con su pulgar—. Te extrañé.
Jimin asintió y lo abrazó con fuerza, como cuando estás muy cansado como para siquiera pestañear y llegas a la cama y tu almohada te brinda el mayor de los consuelos. Así se sentía abrazándolo.
Jungkook se quejó bajo por el dolor, pero lo apretó más contra él cerrando los ojos y hundiendo la nariz en su cuello. Respiró en él todo su olor a cítricos. Jimin olía a frutas y a plumones. Quería recargarse los pulmones de su olor.
Park subió los dedos a su nuca y acarició los cabellitos ahí. Era su manera de consolarle y decirle que todo estaría bien y disculparse por lo que le hizo preocupar.
Jungkook fue el primero en apartarse. Le costó muchísimo hacerlo. Jimin se sentía como en casa.
Lo miró de frente y le acarició la mejilla con sus dedos.
Park sacó la agenda que su padre le había regalado y anotó una disculpa.
"Una vez más, lo lamento. ¿Me das un paseo?"
—Dejame llevarte a un lugar.
"¿Ahora?"
—¿Mmm? ¿Es tarde no?
Tomó su casco de repuesto y colocó una mano sobre su cintura para tirar de él más cerca.
Jimin negó aturdido por ese gesto que le había hecho perder la fuerza de las piernas por un instante.
Pegó la libreta a su pecho y vio como Jeon le colocaba el casco. Cuando estuvo puesto sobre su cabeza, escribió.
"Está bien. Llévame contigo"
Después que Jimin subió tras él, el más alto tomó sus brazos y le colocó las manos por delante de su abdomen.
—¿Por qué todos nos ven?
Se rió colocándose el casco.
Jimin negó risueño y se encogió de hombros. Para él era lógico que todos lo miraran cuando nunca alguien había pasado por él a recogerlo, salvo su amigo. Las personas lo veían como si tuviera autismo y no tuviese la capacidad de enamorar a alguien.
Suspiró y pegó lo que podía de su mejilla a la espalda del joven. Salieron de ahí y los siguientes minutos se sintieron semejante a la sensación de libertad. Como si ya las cadenas en su mente hubiesen cedido ante la fuerza de la presencia del trigueño.
Jungkook se detuvo fuera de un lugar que ponía en letras neones fuera "Galaxy Fluor".
—Vamos, te va a encantar. —Lo ayudó a bajar y le sacó el casco.
Jungkook introdujo sus datos personales y pagó por la entrada de ambos para tener una de las habitaciones del lugar.
Abrió la puerta y le mostró.
—¿Has pintado con luz negra, Jimin?
Era una habitación oscura pero toda la pintura en las paredes era fluorescente.
Cerró la puerta y se colocó tras de él feliz por haber descubierto ese sitio.
Park Jimin se llevó las manos a la boca y negó repetitivamente. Se acercó a las paredes y las tocó maravillado con lo que sus ojos veían.
—Puedes pintar sobre la pared, el techo, el suelo, un lienzo. Donde quieras.
El rubio se giró hacia él todavía con los ojos bien abiertos. Señaló la pared, el techo y el lienzo. ¿Se podía pintar en la pared?
—Sí.
Jungkook asintió con una sonrisa y lo jaló del brazo llevándolo hasta donde estaban las pinturas y los pinceles.
—Solo somos tú y yo aquí y no tenemos hora límite. —Le sonrió emocionado. Quería ver a Jimin pintar todo lo que quisiera.
Jimin dió unos brinquitos y aplaudió. Se lanzó directo a los pinceles. Seleccionó el azul índigo, agarró de la muñeca a Jeon y lo empujó hacia la pared. Le pidió que abriera los brazos, abriendo los de él, para ejemplificarle.
El más alto abrió sus brazos siguiendo todas sus órdenes.
Levantó los dedos pulgares en señal de aprobación por haberle hecho caso.
Jungkook se mordió su labio inferior sin poder evitarlo. ¿Jimin era consciente de lo que le hacía cuando actuaba así? Park iba a matarlo con tanta ternura.
El menor sonrió y comenzó a trazar su silueta con el color azul. Se sentía como volver a la infancia y llenarle las paredes de garabatos a su madre, salvo que esta vez no lo regañarían por ello. Era un sueño hecho realidad.
Empezó agachándose para empezar a trazar desde los tobillos de Jeon.
—Park... —Su modelo sonrió viéndolo— ¿Te estás divertiendo matándome lentamente?
Jimin levantó una ceja preguntándole a qué se refería y continuó subiendo. Se detuvo cuando alcanzó la altura de sus estrechas caderas y prosiguió con el torso el brazo extendió y la cima de su cabeza.
Se miraron de frente, entre luces fluorescentes, en una habitación oscura.
—¿Listo? —Le preguntó despacio.
Park ladeó el rostro y negó.
Continuó con el otro lado acabando agachado de nuevo. Ahora que se veía bien en esa posición se había dado cuenta por qué Jeon parecía tan afectado hacía unos minutos. Se tapó la boca mirándolo cómplice.
Jungkook miró hacia abajo.
Park se puso en pie apenado y rojo hasta las orejas. Su rostro estaba manchado por el azul neón
Kook lo siguió con la vista sintiéndose la presa repentinamente.
Jimin haló su muñeca con suavidad para indicarle que ya podía separarse de la pared.
—Oh.
Jungkook parpadeó saliendo de ese hechizo que solo Park podía provocar y se apartó para mirar el dibujo de su silueta.
Jimin se devolvió al dibujo con una risita y añadió más azul con una brocha más gorda.
Jeon miró a Park y lo tomó de los hombros siendo su turno de pegarlo a la pared.
La brocha en su mano cayó al suelo.
—Yo también quiero. —El chico de ojos café lo miró ladino con una sonrisa en los labios.
Park sintió la superficie fría contra su espalda y su corazón se disparó. Tragó duro por los escenarios que su imaginación le montaba.
Jeon alcanzó la brocha del suelo y la enjuagó en agua para sumergirla en la pintura amarilla.
También metió su índice y fue hacia Jimin. Deslizó su dedo por su mejilla hasta la línea de su mandíbula complementando con las manchas azules que ya tenía.
Park se quedó estático como una vela que si le daban mucho calor, podría derretirse
Jungkook se agachó lentamente y le abrió las piernas.
Park lo miró atento mientras Jeon deslizaba la brocha entre ellas pintando la pared, para seguir la forma de su silueta.
Maratón 3/3