No Me Olvides.
VALENTINA
Habían pasado apenas unas horas desde que le dispararon a Danilo, Cochi se hizo cargo de el, los doctores no me dejaban pasar por ser menor de edad, pero finalmente, pude pasar cuando Danilo finalmente despertó.
Entré cuidadosamente en la habitación en la que se encontraba Danilo, me senté a su lado tratando de no despertarlo.
—Hola Dani… soy yo, Valen. —Hablaba en un tono bajo mientras acariciaba su mejilla—.
Vi como Danilo habría los ojos lentamente.
—¿Quien so' vo'? —Dijo a lo que mi sonrisa se desvaneció—.
—Soy Valentina, tu… ¿amiga?
—Yo no tengo amiga'
Vi como Cochi entraba a la habitación.
—Perdió la memoria, Valen.
—Pero… ¿pero como?
—Cuando el viejo ese le disparó, Danilo se pegó la cabeza contra el piso, el doctor dijo que se iba a recuperar. —Explicaba mi hermano—.
—No te olvides de mi, soy Valen, ¿no me recordas? No me olvides, Dani… por favor no me olvides…
Lloré mientras apoyaba mi cabeza en su pecho.
El doctor entró a la habitación y vió esta escena.
—Las emociones pueden alterar al paciente, por favor, te pido que te retires.
—¡No me van a sacar de acá! ¡No puedo dejarlo! —Lloraba sin parar—.
—Vamo' Valen, despué' entramo' de nuevo cuando esté' má' tranquila. —Cochi me abrazaba por los hombros y me llevaba a la sala de espera—.
DANILO
Esta era mi perfecta oportunidad para ganar la apuesta, la idea no era que me dispararan por defenderla, pero ahora puedo fingir amnesia.
—'cuchame doctor, ¿pode' decirle que perdí la memoria?
—Lamento decirte que no puedo mentirle a los familiares de un paciente.
—Dale, gil, ello' no son mi familiare'
Costó convencerlo, ni siquiera se como lo hice pero lo logré.
VALENTINA
Cuando estaba más tranquila, entré a la sala de hospital y me senté cerca de Danilo.
—So' re linda. —Me decía el con una sonrisa—.
—Gracias…
—¿Siempre fuiste así de linda o solo ahora?
—Supongo que siempre.
El se sienta en la camilla y me hace una seña para que me acercara a el.
Hice lo que me pidió, y rápidamente paso su mano por detrás de mi oreja acercándome más a el.
—Dame un beso, no sea' gila.
—No puedo, Danilo…
—Uno solo y no te jodo má' —Asentí—.
Me acerqué tanto a el que nuestros labios se tocaron, comenzando un beso suave y dulce, no uno que le das a cualquiera, uno especial.
Me alejé lentamente y sonreí lentamente.
—¿Ahí estas feliz?
—Si me diera' otro estaría má' feliz. —Dijo el—.
—No. —Dije pasando de la risa a la seriedad—.
—¿Cuando vo' a sali' de acá? —Dijo Danilo cambiando de tema—.
—Cuando el doctor vea que podes.
—¿Y cuando e' eso? —Habló con un tono de voz impaciente—.
« Que pibe insoportable. »
—No sé, no soy doctora.
—Buee, relaja. —Dijo y cerró los ojos como para seguir durmiendo.
(...)
Habían pasado 2 días, por fin lo dieron de alta a Danilo. Aunque igual no podría hacer tanto esfuerzo.
Cada día me enamoraba más de el, que se enamorara de mi aún habiendo perdido al memoria me atrapaba, así si le daría una oportunidad.
Estaba acostada en mi cama, en pijama y un poco desarreglada, sinceramente, no tenía ganas de salir.
De repente siento como tocan la puerta.
—¿Quien es? —Hablé con un tono de voz un poco alto para que me escucharan del otro lado—.
—Soy yo, Danilo. ¿Me abrís?
—¡Ya voy! —Dije feliz, pero nerviosa por que estaba desarreglada—.
—Qué linda que está' —Me dijo sonriente—.
—Gracias. —También sonreí—.
—Tomá, ya se que no e' mucho y que vo' merece má', pero quise regala'te algo. —Habló para al terminar la oración darme unas flores qué el mismo había arrancado del pasto, eran bastante bonitas—.
—¡Muchas gracias! —Dije con una gran sonrisa, tomando las flores delicadamente—.
—¿Te gustaron? —Pregunta nervioso—.
—Sí, mucho, son hermosas. —Hablé y acaricié su mejilla—.
—¿No me va' a dar nada a cambio?
—¿Que queres qué te de?
—No sé… un beso, tal vez… —Dijo mirando hacia el piso con una sonrisa—.
Reí y me pare de puntitas para darle un beso corto, pero tierno.
—¿Ya esta? ¿Solo eso?
—¿Qué Qué más?
—Esto. —Dijo y comenzó a besarme con más pasión y deseo, no me negué, siendo sincera—.
El me levanta y yo rodeo mis piernas en su cintura, pase mis brazos por al rededor de su cuello y el se sienta cuidadosamente en mi cama, mis caderas se movían instantáneamente y el recuesta mi cabeza en mi almohada.
Aunque quería más, no podíamos, Cochi estaba en la casa, y es muy sobreprotector.
—Pa' la próxima, te reviento toda. —Dijo ocasionando que me sonrojara—.
—¡Te estoy escuchando, pendejo de mierda! —Gritaba Cochi desde la cocina mientras escuchábamos a Anabella calmandolo—.
(...)
Fuimos a la plaza, estábamos hablando, el era el mejor novio (aunque aun no lo sea) que podía pedir, solo me gustaría que recordará todo lo que vivimos anteriormente, ¿Me amaría si recordará todo?
—Entonces, Kanye se subió al escenario y trató de humillar a Tay frente a todos, mientras ella recibía su VMA, ¿entendes? —Le explicaba a Danilo la historia de Kanye y Taylor—.
—¿Y son novio' ahora o como? —Parecía no entender nada—.
—¡No! El estaba casado con Kim Kardashian, ¿no escuchaste absolutamente nada?
El se encogió de hombros y yo me hice la enojada.
—¿Te enojaste, linda?
—¿Vos que pensas?
Río mientras me hacía la ofendida, y luego me beso, aunque yo hacía como que no quería.
—Ya vuelvo, voy a comprar chicles. —Dije con una sonrisa—.
—No hace' nada má' que comprar chicles, te espero acá, ¿dale?
Asentí y caminé hasta el kiosco, que estaba bastante cerca de la plaza.
Al entrar en el kiosco, se encontraba Hernan en un costado, que raro que es este pibe.
Compré los chicles y salí de la tienda, pero siento como me toman del brazo, y si, era Hernan.
—¿Que queres, flaco? —Pregunté con poco interés—.
—¿Vo' esta con el uruguayo, no?
—Sí, ¿te interesa?
—Y si, ahora le debo $30 luca' al pelotudo ese.
—¿Eh? ¿Que decís, flaco? —Preguntaba extrañada—.
—Si, fue una apuesta, si el te ganaba yo le debía $30 luca' y viceversa. —Dijo el con un tono tan pacifico que me hizo entender que no mentía, pero no quería creerlo—.
—No mientas, Danilo no sería capaz…
—¿Apostamos? —Qué palabra de mierda—.
—Bueno, era antes perdió la memoria.
—Esta fingiendo, rubia.
Me alejé enojada hasta llegar con Danilo.
—Danilo, escúchame una cosa.
—¿Compraste los chicles, linda?
—Sí, pero ese no es el punto.
—¿De que habla'? No te entiendo.
—¿Así que fuí solo una apuesta? —Mis ojos se cristalizaban—.
—Te enteraste…
—¿Por que no te morís? Lo mejor seria que el viejo de mierda ese te hubiera matado.
—¡Valentina lo hice por que te amo!
—¡Deja de mentir! ¡Harta estoy de como sos!
El se quedaba callado, sabía que empeoraría las cosas si hablaba.
Solo le pegué una cachetada y me fuí a mi casa en silencio mientras llorando.
—¿Que paso, princesa?
—Danilo, solo fui una apuesta. Solo fui eso para el.
—¿De que hablas, Vale? —Se acercaba a mi extrañado—.
—Sí, parece que el estúpido hizo una apuesta con Hernan para ver quien se quedaba conmigo primero.
—Voy a hablar con Jorge. —Dijo y salió enojado, DEMASIADO enojado—.
Yo solo fuí a mi habitación y comencé a escribir en mi diario.
“Dear Diary, a veces solo desearía que los pendejos inmaduros no existieran, ahora se como se siente estar muerta, respiro pero me mataron. Un corazón roto duele más que una apuñalada. Quiero estar muerta, pero no quiero morir.”
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¡Holis! espero que les guste, no tuve tanta creatividad esta vez, el próximo será mejor.