ACLARACION: Solo por ser un especial, decidí incluir al hermano pepino y a Bing-mei. Sin embargo, no lo agregaré en las etiquetas ni nada porque su aparición no modifica en nada la historia original ni los 17 extras.
Especial San Valentín
Aventuras en Sistema de Auto-salvación del Villano Escoria I
Desde el momento en que Qi-ge le dijo que no pasaría nada por hacer equipo con Liu Qingge para esta maldita misión, Shen Jiu supo que algo malo pasaría. Y era que no podía confiarse de ese imbécil con cerebro de hormiga que solo sabía resolver los problemas golpeando con sus puños.
Pero no, como un tarado aceptó la misión, solo porque Qi-ge estaba preocupado por su novio ya que el lugar al que irían poseía muchas cosas de las cuales Qingge no tenía información y Xiao Jiu sí. Mentiras, puras mentiras, Qi-ge solo quería que se llevara bien con su...su...cuñado.
Ah, no podía evitar tener arcadas cuando pensaba en esa palabra y Liu Qingge.
La maldita cosa que se les apareció podía crear grietas espaciales o alguna mierda así, Shen Jiu no lo había estudiado a fondo, lo único que supo fue que una de esas grietas lo abdujo y lo mandó a otro sitio.
El viaje fue tan revoltoso que Shen Jiu casi vomita, por suerte terminó antes de que pudiera darse cuenta. Lo único malo es que terminó lejos de la montaña donde Liu Qingge estaba y cayó a los pies de la escalera de CangQiong, su ropa revuelta y con algunas heridas de la pelea que no tendrían que tardar tanto en sanar cuando aplicara un poco de la medicina del pico QianCao. De todas formas, lo importante ahora era llegar a Qi-ge para decirle que su mono bruto había quedado a solas con un cultivador demoniaco con un poder nunca antes visto. Quizás también podría pasar por lo de Shang Qinghua y preguntarle si esta cosa que los atacó fue parte de su libro o sus borradores. Siendo así, tendrían más información para atacar a la cosa y matarla. Incluso podría pedirle un poco de ayuda a Luo Binghe, con su halo de protagonista sería de bastante ayuda.
Tuvo que subir la escalera, escalón por escalón, porque ya no tenía energía espiritual para montar a XiuYa hasta QiongDing. Así que apresurando su andar tanto como su magullado cuerpo le permitía, subió cada escalón hasta llegar a su pico. No estaba seguro de tener mucha energía ahora para ir a QiongDing caminando, así que mejor le enviaba un mensaje urgente a Qi-ge para que fuera con él y pudiera contarle todo lo sucedido.
Considerando la hora, los discípulos todavía debían estar en sus clases, así que no lo verían llegar en ese estado. Quizás su madre sí, si estaba en la casita de bambú, o Luo Binghe. Como fuera, cualquiera de los dos podría ayudarlo a aplicar la medicina. Su tonto y pegajoso esposo seguramente se preocuparía mucho por ver las heridas no-graves en su cuerpo. Un calor invadió su pecho cuando pensó en esa estúpida bestia. Su tonto esposo que no escatimó en gastos para la boda...boda en la que sus hermanos marciales le aconsejaron tener más hijos.
Si no fuera porque Shen Jiu tenía autocontrol, hacía mucho tiempo ya que hubiera quemado a cada uno de esos bastardos.
Su casita de bambú lo saludó con su paz habitual y Shen Jiu suspiró aliviado. Fue a una de las sillas y se sentó, sacando de sus mangas las medicinas del pico QianCao para aplicarlas en las heridas. Junto con las botellitas, sacó un talismán para contactar con Yue Qingyuan y comunicarle de la situación. No importaba si lo veía con el torso descubierto, después de todo no estaba haciendo nada más que curar sus heridas y de esa forma ya lo había visto. Pero fue cuando planeaba mandar el talismán, que Luo Binghe ingresó por la puerta con sus túnicas negras y rojas y el cabello recogido en una cola de caballo alta. Pobre, había sido peinado de nuevo por Ming Fan, quien insistía en que debía verse impecable, en especial siendo el gobernante del reino demoniaco.
—¿Shizun?—preguntó al verlo.
Shen Jiu no le dio importancia y siguió curándose.
—No tienes que preocuparte por nada, este maestro está bien, solo son heridas leves.
Lo eran, pero había sangrado tanto que no parecían serlo. Sus túnicas habían quedado tan manchadas que quemarlas sería mucho mejor que lavarlas. Ah, maldito Liu Qingge, hubiera dejado que fuera solo a esa maldita misión.
Binghe se precipitó hacia él, como la exagerada doncella que era, y se arrodilló frente a él para ver sus heri... ¡¿Por qué estaba llorando?!
—Es culpa de este discípulo—dijo mientras dejaba que grandes gotas de lágrimas cayeran por sus mejillas—, si hubiera ido con shizun, shizun ahora no estaría herido.
...
¿Desde cuando Binghe lloraba tanto? En todos los años que Shen Jiu estuvo con él, solo lloró en pocas ocasiones y casi siempre eran lágrimas de cocodrilo que no lo conmovían en absoluto.
Con el abanico que había llevado a la misión, le dio un golpe en la cabeza a Luo Binghe. Con suerte, se le quitaría lo tonto con eso.
—¿Por qué mierda estás llorando? Yo estoy herido, no tú. Y de todas formas lo que dices es una estupidez, no tienes culpa de nada.
Binghe lo miró, sus grandes ojos acuosos con lágrimas que amenazaban con seguir cayendo. ¿Qué le estaba pasando a este chico?
—Shizun, ¿estás enojado con este discípulo?
Shen Jiu lo miró sorprendido, parecía ser que si respondía que sí, Binghe comenzaría a llorar de nuevo como una cascada sin fin. Y si decía que no, tenía la sensación de que el resultado no sería muy diferente.
—Bestia, ¿qué te pasa?—preguntó aturdido, olvidándose de sus propias heridas por el espectáculo que tenía frente a él—¿Peleaste con tu shixiong acaso y estás sensible por eso?
Fueron esas palabras las que detuvieron a Binghe, haciendo que lo mirara confundido. Sin embargo, su mirada parecía querer calar hondo en él, buscando algo que Shen Jiu no entendía qué podía ser.
—Shizun... —Shen Jiu suspiró internamente al ver las lágrimas de Luo Binghe retroceder—¿estás bien?
—Sí, ¿acaso no te dije que las heridas son leves?
Al ver que la situación se había calmado, Shen Jiu comenzó a curar sus heridas, pasando la medicina de QianCao, siseando cuando el ardor se presentaba. Pero aunque ardiera un poco, esa medicina era especial y curaría la herida en poco tiempo. A otro día seguro tendría solo un rasguño.
Ignoró al silencioso Binghe y mientras vendaba algunas heridas, volvió a hablar.
—¿Puedes hacer un poco de té? Este maestro está sediento. Ah, y mientras hablo con Qi-ge asegúrate de que Fu-er no se meta en ningún lugar extraño.
Su hijo ya rondaba los veinticinco, pero Fu-er parecía no dejar de meterse en lugares poco convencionales. Sin importar cuánto Niba lo arrastrara fuera, siempre terminaba metido ahí. Y su...amigo Yang no hacía nada por detenerlo, simplemente dejándolo ser, como si de esa manera ayudara en algo.
Si así quería ganarse a su...a Shen, lo estaba haciendo mal. Muy, muy mal.
—Shizun...—Shen suspiró, Binghe solía llamarlo shizun todavía.
¡Pero mayormente usaba otros apodos que simplemente shizun!
—¿Qué?
La mano de Binghe se posó en su frente, como si midiera su temperatura.
—¿Estás bien? Estás raro.
¿Raro él? ¡Raro estaba siendo Binghe!
—Estoy bien—rodó los ojos, terminando de vendarse para volver a colocarse sus túnicas—, no sé por qué...
¡BAM!
Shen dio un respingo del susto cuando la puerta fue azotada con fuerza. Binghe no tardó en ponerse frente a él, mirando al intruso. Shen Jiu creyó que se trataba del loco con el que había estado peleando, pero al ver la puerta se dio cuenta de que se trataba del mono sin cerebro de Liu Qingge. ¿Qué hacía el bruto ahí? ¡Tenía una misión que cumplir todavía!
—¡¿No dijimos que...?!
PAFF
Antes de que Qingge terminara sus palabras, Shen Jiu lo abofeteó con fuerza, haciéndolo tambalear a un costado.
—¡Por qué nunca respetas mi casa y siempre rompes las cosas!—gritó harto, porque Liu Qingge parecía encontrar placer en derribar su pobre puerta de bambú—¡¿Y qué haces aquí?! ¡Tenemos una misión que completar! ¡Sé más responsable!
—¡¿Por qué me golpeas?!—rugió Qingge indignado—¡Tú...! ¿Qué misión?
Toda la indignación que había sentido Qingge por el golpe, fue rápidamente suplantada por la incredulidad.
—¿Cómo qué misión? ¿Acaso tienes memoria de...?
—¿Liu shidi? ¿Qué haces aquí?
La voz de Shen Jiu murió en ese momento cuando otra se hizo escuchar. Una voz que reconocía muy, muy bien. Incluso Liu Qingge se congeló en su lugar y se giró a ver a la persona que estaba detrás de él.
Shen Jiu notó al hombre vestido con túnicas verdes de QingJing, una corona de plata y jade en su cabello y un abanico abierto moviéndose perezosamente contra su pecho. Su rostro... ¿cómo Shen Jiu no podría reconocerlo? ¡Era él mismo!
El otro Shen lo miró, abriendo sus ojos con sorpresa. El silencio cayó de tal manera que incluso podían escuchar los latidos de sus corazones.
¡¿A dónde mierda fue mandado Shen Jiu?!
Je je...Este especial nació luego de que me preguntara qué pasaría si los personajes de SAVE y los mios se conocieran...y bueno, este es el resultado uwu
Son doce especiales que iré subiendo hoy, mañana, el jueves y el viernes, en tandas de tres capitulos por dia porque solo les faltan corrección.
En breve subo el segundo especial :D