El auto que nunca arrancó, la supuesta brisa, la forma en la que Antonella miraba el lugar con cierta nostalgia en sus ojos, su cambio de humor repentino, la clave de la alarma..
Todo comenzaba a dar vueltas en la cabeza de Cristian que iba camino al departamento de la rubia, mas que nada buscaba armar ese rompecabezas que podría quizas completarse con los sucesos vividos entre el defensor y su cuñada, porque si había algo que lo tenía mal era esa última conversación con Karen en la que la menor había sido participe "Con lo que le paso con Nicolas" esa frase lo remontaba al día en el que decidió traer a Antonella para Londres.
"-Es una pendeja ota..
-Como me gustan a mi.
-Pendeja de pibita digo eh.
-Ah si una bebé.... esa ya come sola."
-Que hijo de mil puta-dice el cordobés pegándole al volante recordando cada palabra dicha por Nicolas que él recordaba como un simple vacilo , faltaba una cuadra para llegar a su destino y desde lejos se veía la camioneta de Enzo estacionada pero eso le daba igual, de todas formas iba a hablar con Antonella, no con él.
Después de acomodar su auto a un lado, el defensor baja y a paso seguro se encamina a la vivienda, poco le importaba toparse con el centrocampista con tal de enfrentar a la rubia que ni bien ve el auto estacionar se apresura en ir a la puerta y abriendo ésta frunce el ceño.
-¿Qué haces aca?-pregunta cuando la anatomía estorba su vista.
Cristian mira por encima de su cabeza y cuando logra encontrarse con Enzo, espera que el morocho reaccione para bajar su vista a la menor-Karen se enteró de todo- al notar como el mencionado se apresura en acercarse con su peor cara, lo señala ignorando el "¿Qué?" que surra entrecortada Antonella debajo suyo -Y vos, estaría bueno que fueras a decirle a Valentina con quien andas porque Karen despechada es capaz de decirle todo y ahora- cada palabra que suelta sin titubear le da a entender a el par que habla con la verdad, aún así el morocho al ver que el menor ni se inmuta, vuelve a hablar-capaz te chupa un huevo Antonella, pero te vengo a tirar la posta, le contas o mañana son tapa en todos lados y no por algo bueno.
La femenina gira como puede su cabeza para mirar a Enzo con esos ojos que comenzaban a cristalizarse, expresión que era suficiente para que él saliera dejando un beso en su frente y empujando al cordobés.
Sube su vista a el último, quería preguntarle si era verdad o si simplemente estaba jugando pero el semblante le confirmaba todo, su labio inferior sobresale formando un puchero y lleva sus manos a su cara para comenzar a derramar las lágrimas que comenzaban a juntarse a los bordes de sus ojos.
Cristian cruzado de brazos la observa, traga esquivando la mirada porque aunque dentro suyo quería abrazarla y quizás hasta pedirle que no llore, había una fuerza externa que se lo impedía, más bien ese dolor en el estómago que le provocaba la incertidumbre.
-¿Qué paso entre Ota y vos?-suelta sin más, sin cambiar su expresión y esperando atentamente la respuesta ajena, pero era algo que se respondió automáticamente cuando vió la reacción de Antonella.
Como esas manos bajaron de su cara para mirarlo y entreabrir su boca-¿Me esta' jodiendo?... Antonella habla la puta madre.
-No me hables así..-dice como puede entre sollozos.
-¡¿Cómo queres que te hable, no pensabas decirme nada boluda?! -elevando el tono de voz avanza dos pasos, pasos que la rubia le permite dar tras retroceder ante el susto que le da el hablar con prepotencia de Cristian-no pode' ser tan pelotuda Antonella-susurra colocando sus dos manos detrás de su cabeza, suspirando y a su vez mirando hacia arriba.
Pero su semblante cambia cuando se percata de estar hiriendo a la menor y aunque por fuera desbordaba enojo, por dentro quería tranquilizarse y abrazarla para transmitirle de tal.
Relame sus labios mientras la ve llorar y dirigirse al sillón entonces opta por cerrar la puerta para acompañarla hasta mencionado lugar, donde toma asiento a su lado y quedandose en silencio la escucha sollozar, frunciendo su nariz cada tanto para poder regular su respiración.
-¿Cómo se enteró Karen?-murmura la menor mirando al superior, sus ojos se enocntraban hinchados y un tanto rojos.
Pero el cordobés se limita a responder y simplemente se encoje de hombros susurrando un "Nose.." para después pasear sus manos por su cabeza.
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La menor se tranquiliza y terminando su sexto vaso de agua seca sus lágrimas con su ropa para despues asentir ante la pregunta que Cristian no iba a pasar por alto, habían solo dos hombres a los cuales no podía mentirle con algo tan groso, su papá y el defensor, por mas que intentara con todas sus fuerzas esos ojos oscuros tenían un poder inmenso sobre ella, incluso más que los de Nicolas-Fue durante mi estadía en Manchester-se sincera y corriendose a un lado le brinda el lugar al mayor que de antemano comenzaba a tener la mandíbula tensa por el choque que sus muelas hacían al escucharla.
-Lo conocí en el 2020, durante la pandemia asistí a una fiesta privada en donde de casualidad di con él y bueno, entre una cosa y la ot-
-Se encamaron.
Aunque sonaba brusco, así era, la rubia mueve su cabeza de arriba abajo confirmandole lo dicho, él ríe con ironía-No deja' titere sin cabeza vos eh-agrega mirando hacia un costado.
-No fue solamente eso.
-Ah no si se casaron y todo ¿El anillo? no lo veo-esboza con ironía sujetando la mano de la menor, chasquea la lengua cuando ve que las lágrimas comienzan a adornar su cara-da anto no llores.. la puta madre ni enojarme puedo con vos-dice por último abrazándola.
Aunque él no se sentía para nada bien, verla llorar era más fuerte que todo sentimiento, más que nada porque si bien era el estado de ánimo que había tenido la rubia esos últimos días, no era algo común-¿Me querés contar?-pregunta subiendo y bajando su mano por la espalda ajena.
-Te vas a reír de mi..
-Como siempre nomas, dale contame queres.
Ella vuelve a fruncir su nariz y alejándose un poco toma aire para comenzar a largar aquello que sorprendería al defensor.
-Después de esa fiesta empezamos a vernos, él en ese entonces era jugador del City por lo tanto residía ahí y era fácil de coincidir..
-¿Coincidir para qué?
-Para que yo fuera su amante.
-Tenías diecinueve años Antonella.
Los hombros de la rubia se elevan-A ninguno de los dos nos importaba la edad..
El defensor recarga su cuerpo en el respaldo y mirando a un punto fijo mueve su cabeza de un lado a otro negando-¿Y hasta donde llegó todo eso?-interroga sin mirarla.
-Hasta encontrarlo con otra y entender que yo no era especial para él.
Las últimas palabras logran lastimar nuevamente a la rubia, haciendo que esa herida que creía cerrada, volviera a abrirse.
Si de por si ya sentía su corazón completamente aplastado por el hecho de haber lastimado a su hermana, comenzaba a sentir esa presión en el pecho, otra vez.
-Eras su amante Antonella, no pod-
-Me enamoré Cristian... me enamoré de Nico como me enamoré de vos y cuando uno se enamora no piensa en lo imposible.
La respuesta tajante deja boquiabierto al morocho que solo asiente dándole la razón, su interior comenzaba a ser un mar de emociones.
La charla con Karen había sido concisa, un divorcio en donde todo había sido arreglado por ella y él había estado de acuerdo porque claro, ¿Qué tendría para aportar?
Valentino pasaría tres días con papá, tres con mamá, los domingos serían difíciles, pero compartirían los tres como familia, sin anto, sin mecha, sin la mascota del lugar inclusive.
-¿Karen t-te dijo algo de mi?-murmura la menor después de casi cinco minutos en silencio.
El cordobés no estaba seguro de abrir su boca, pero de nada le servía mentir por lo que sin mirarla a la cara, asiente-No te quiere ver mas, ni.. ni quiere que te acerques a Valen.
Rompiendo en llanto por décima vez, tira su cuerpo en el respaldo llevando sus manos a su rostro-Soy una pelotuda.
Cristian aún no terminaba de caer en la situación que estaban viviendo pero tampoco quería cargarle la responsabilidad de un error cometido por ambos por lo que rodea el cuello ajeno con uno de sus brazos para llevar el cuerpo de Antonella cerca del suyo brindándole el calor que solía darle con esos fuertes brazos y suspira cuando siente las lágrimas saladas mojar su remera.
-Yo no voy a prohibirte ver a Valen.. sé que lo queres mucho.
Las lágrimas salían desconsoladamente de la menor, pero como puede, envuelve el cuerpo de Cristian para abrazarlo.
-No llore' anto.. sabíamos que estaba mal lo que hacíamos -esboza él buscando la contención de la rubia que se aleja limpiando su cara.
Los ojos marrones la miran expectante por largos segundos, esperando escuchar algo.
Ella solo traga y después de debatir con su interior-¿Me dejarías sola?-suelta sin mas. El morocho entrabre su boca para contestar pero de antemano la menor lleva su mano a la pierna ajena-porfavor.. quiero estar sola.
Él solo aprieta sus labios y asiente, tomando aire se pone de pies para encaminarse a la puerta, solo que al dar dos pasos retrocede llamando la atención de Antonella que se derrite y quiere llorar aún más cuando el mayor se inclina dejando un suave beso en sus labios-Si me necesitas, llamame.
Segundos después ve como la anatomía desparece del hogar, sintiéndo escalofríos cuando la puerta se cierra quedando absolutamente sola.
🥀
jaja mamita, ustedes ni siquiera se imaginan lo q se viene
che como andan? las extrañe así quw comenten porque me voy y me llevo a mi anto conmigo🔪 jaja la mataba
bueno mis reinas, nos vemos en unos días, si dios quiere😃👍
mentira, estoy escribiendo así q si llego a terminar el cap hoy, mañana actualizo..🚬
las quiero mucho hermosotas❤️🩹