๐•ƒ๐• ๐•ค ๐•ค๐•š๐•˜๐•Ÿ๐• ๐•ค ๐••๐•– ๐•๐• ...

By Ceratiminv

2.4K 207 114

(SEGUNDA TEMPORADA YA DISPONIBLE EN MI PERFIL) "Bajo una luna hostil, signos..." "Somos cรณmplices los dos" A... More

Cap. 1 ยฟY รฉl? ยฟQuiรฉn es?
Cap. 2 - Pijamada
Cap. 3 - One Year Of Love
Cap. 4 - Adiรณs
Cap. 5 - ยฟBlack Sabbath?
Cap. 6 - Pelea.
Cap. 7 - La cena
Cap. 8 - Detenciรณn
Cap. 9 - La Familia Cerati
Cap. 10 - Jugo de Luna
Cap. 11 - Lago en el cielo
Cap. 13 - La Jaula.
Cap. 14 - Oscuridad.
Cap. 15 - Uno en un millรณn
Cap. 16 - Dรญa aburrido
Cap. 17 - Me quedo aquรญ.
Cap. 18 - Si no fuera por...
Cap. 19 - Cambios
Cap. 20 - Fuego y dolor.
Cap. 21 - No Existes
Cap. 22 - Vivo.
Cap. 23 - Raรญz
Cap. 24 - Puente
Cap. 25 - Bocanada
Cap. 26 - En el sรฉptimo dรญa.
Cap. 27 - Bohemian Rapsody.
Cap. 28 - Observandonos
Cap. 29 - Nuestra Fe
Cap. 30 - Poder decir adiรณs, es crecer.
Extra (รบnica parte)
DATOS Y CURIOSIDADES

Cap. 12 - Luz.

83 9 4
By Ceratiminv

Narrador: Adriana

El camino a casa de Gustavo fue básicamente conversar de datos curiosos de nosotros. Fue bastante divertido, largabamos alguna que otra carcajada por las cosas que decíamos.

- ¿Por qué me llevas a tu casa? - Pregunté después de tanto reír.

- Ehh, bueno, no sé. - Río con sinceridad. - ¿No querés ir? - Me preguntó al momento. A lo que yo negué.

- No, no es eso. Simple curiosidad solamente. - Le reste importancia y seguimos caminando. - ¿Tu familia va a estar? - Interrogue a Gustavo.

- No sé, tal vez sí, tal vez no. - Sonrió divertido.

No respondí y caminamos en silencio. Estaba algo nerviosa, a pesar de que ya había visitado su casa y había conocido a su familia, seguía sintiéndome rara.

Después de unos 15 minutos ya habíamos llegado a su casa.

- Bueno, nena, hemos llegado - Sacó las llaves de su casa para abrir la puerta y hacerse a un lado para pasar yo primero. Que caballerosidad. Una vez dentro de la casa, la puerta la volvió a cerrar.

- ¡Ya vine! - Gustavo gritó, pero no hubo respuesta alguna. Gustavo y yo nos miramos con confusión.

- ¡Má! ¿Están acá? - Volvió a preguntar en voz alta y se dirigió a la cocina. Tampoco hubo respuesta.

- Parece que no hay nadie. Que raro. - Gustavo se rió nervioso. Y se asomó a las escaleras.

- ¿No te dijeron que iban a salir? - Gustavo inmediatamente negó. Sentándose en el escalón.

- Bueno, tenemos la casa sola. ¿Te parece si vemos una película? - Me preguntó a lo que yo asentí. Él me sonrió.

- Bueno, sentate en el sillón, ahí vengo, traeré algo para comer - Asentí y el fue a la cocina a preparar algo rápido.

Después de sentarme en el sillón, encendí la tele, pero no había ninguna película interesante para ver.

- Ya vine, no sé si te gustan los alfajores. - Respondió con los brazos llenos de snacks de todo tipo.

- Y bueno, ¿A quién no le gustan los alfajores? Dejáme ayudarte. - Me levanté del sillón y le quité algunas cosas de las manos para que no estuviera tan cargado.

- Gracias. - Me sonrió y se sentó al lado de mi. -¿Ya encontraste algo para ver? - Me preguntó acomodándose.

- No, no he encontrado algo para ver. - Gustavo tomó el control y empezó a navegar por los canales, para no encontrar nada para ver.

- Que lástima, no hay nada para ver. - Gustavo me miró y yo negué.

- ¿Se nubló el cielo? - Pregunté mirando al cielo desde la ventana. - Te imagines que se largué a llover. - Reí y Gustavo también.

- Estaríamos de suerte. Pero pará, imagina que se vaya la luz. - Soltamos una carcajada. - Me senté al lado de él y abrí un paquete de bizcochitos, creo que eran.

- Shhh, ¿oís eso? - Me susurró Gustavo y yo guardé silencio.

Efectivamente, lo que se escuchaba era lluvia, las gotas caían y caían cada vez más fuerte. Parecía un diluvio.

Yo reí, y Gustavo me miró.

- ¿Que te reís? - Susurró Gustavo nuevamente.

- Que tenemos una suerte impresionante. - Ahí Gustavo captó y río junto conmigo.

- Ahora que se vaya la luz. -
Gustavo pronunció con sarcasmo e ironía.

Y acto seguido se escuchó un estruendo acompañado de un destello de luz, que imaginó, fue un relámpago y justamente, se fue la electricidad. Nos quedamos mirando y yo sonreí aguantando la risa.

- Pero tenías que abrir la boca, Cerati. - Gustavo solo rió, re risueño este pibe.

- ¿Se habrá ido en toda la calle? - Gustavo se levantó y se asomó por la ventana y eso parecía, no había ninguna luz en la calle.

- Yo creo que sí, a menos que tengamos tanta suerte que solo a nosotros se nos haya ido la luz. - Respondí y el rió levemente.

- No, sí se fue la luz en toda la calle. - Me dijo y nos quedamos en silencio.

- Bueno, a la mierda la película. - Dije y finalmente abrí mi envoltura de bizcochitos.

Gustavo se sentó dejándose caer en el sillón, haciendo que mi empaque saliera volando, y casi todos los bizcochitos

- Me tiraste los bizcochos, boludo. - Lo miré seria. Gustavo me miró haciendo una mueca rara, cómo de sorpresa.

- No veo ni mierda ¿Cómo sabía yo que estabas comiendo? - Se defendió.

- Bueno, ya. - Le reste importancia y él se quedó pensando.

- ¿Qué tanto pensás? - Le pregunté, no me gustaba ver a la gente así, me daba una ansiedad terrible.

- Tengo una linterna en mi cuarto, así tenemos luz. - Se levantó del sillón, y ya iba a subir las escaleras.

- No me dejes acá, Gustavo - Llamé su atención y él me miró.

- Te da miedo la tormenta - Aseguró, aunque creo que era una pregunta.

- No, me da miedo la oscuridad. - Susurré, y me dirigí hacía él.

- ¿Tenés 17 y te da miedo la oscuridad? - Noté que se estaba burlando de mí.

- Sí, y también me dan miedo las inyecciones - Contesté y el solo negó y siguió subiendo las escaleras. Conmigo detrás de él.

- Cuidado, que acá en mi casa cuando no hay luz, aparece Frankenstein y unos monstruos que se comen a la gente. - Se siguió burlando ahora con más descaro.

- Basta. - Ordene y escuché una leve risa por parte de él.

Llegamos a su habitación, y estaba todo oscuro. Inmediatamente tomé del brazo a Gustavo y confundido el me dijo.

- ¿Tanto miedo te da? - Sonrió divertido.

- Sí, ¿Algún problema? Si me va a llevar un monstruo que te lleve a ti también. - Contesté y el rió sonoramente.

- ¿Me dejas buscar la linterna? - Me preguntó, aunque más parecía que me estaba pidiendo que lo soltará.

- ¿Y si me come un monstruo? - Argumenté.

- El único monstruo que te va a comer soy yo. - Me dijo en un intento seductor. A lo que yo reí.

- Sí, ajá. - Él me miró indignado. Mientras seguía buscando la linterna en su placard.

- No la encontré. - Me miró y yo sonreí.

- Bueno, que se le va a hacer. - Me senté en su cama y él hizo lo mismo.

Gustavo suspiró y se tumbó completamente en la cama.

- Vení, acostaté acá conmigo - Gustavo me pidió. Y yo acepte.

Una vez los dos, acostados en la cama, el paso una mano por mi cintura haciendo que me volteé en dirección hacia él.

Gustavo también se dio la vuelta, quedando los dos frente a frente.

- Gracias por estar acá conmigo - Gustavo me murmuró. Y yo le sonreí.

- De nada, Gus. - Le dí un pequeño beso.

Gustavo me acercó más a él por la cintura y quedamos aún más juntos. Estábamos rozando nuestras narices. Y Gustavo empezó a hacerme caricias en la cintura.

Yo pasé mi mano libre por sus rulos, y permanecimos así unos segundos.

Él unió nuestros labios en un beso, que fue tierno al principio, pero no duró mucho así. Gustavo empezó a trazar un camino con las yemas de sus dedos en toda mi espalda y cintura. Yo estaba jugando con sus rulos hasta que son previo aviso, Gustavo se poso encima de mí. Dejando algunos besos en mi cuello succionado de mi piel, eso me afectaba en todos los sentidos. Un hombre totalmente seductor hasta sin intentarlo.

- Gustavo... puede llegar tu familia. - Suspiré, aunque eso, para ser sincera, no me preocupaba tanto, yo deseaba en ese instante a Gustavo.

- Solo una hora más en silencio, el tiempo para firmar mi nombre en tu cuello - Me dijo aún dejando besos en mi cuello. Sus manos trazaron un camino desde mi cuello hasta mis piernas. Parecía todo un experto en lo que hacía.

Ya no dije palabra alguna. Me dejé llevar por el momento y lo estaba disfrutando como nunca antes. Estaba algo nerviosa, pero supongo que era normal, ¿Quién no se podría nerviosa con un hombre como Gustavo encima de vos?

Fuí deslizando su remera por arriba de él. Él hizo lo mismo con mi blusa y, aunque estaba algo oscuro, pude notar sus ojos llenos de deseo y lujuria. Lo único de luz que había eran algunos relámpagos que se hacían presentes.

Ahora los dos estábamos descubiertos de la parte del torso, mi sostén aún estaba presente, pero sabía que con Gustavo no iba a durar tanto tiempo puesto. Nos besamos nuevamente y él se alejo de mí. Yo lo miré confundida

- Falta algo. - Su respiración pesada me volvía loca.

- ¿Que cosa? - Pregunté igual de agitada que él.

- Pues el forro. - Me sonrió y le sonreí de nuevo.

Él buscó ese pequeño envoltorio metálico y lo encontró entre su mesita de noche.

- ¿Estás lista? - Me preguntó y yo asentí rápidamente.

Él se acercó a mí nuevamente y fundimos nuestras bocas en un beso ardiente, mis manos se posaron en el pelo de Gustavo, y él apoyo sus dos manos en la cama por encima de mi cabeza. Flexione un poco una pierna y Gustavo no tardó en tomarla para que quedará en su cadera. Así, él tenía más espacio entre mis piernas.

Alejé mis manos de sus rulos y las dirigí a su entrepierna, apretando un poco. Gustavo soltó un jadeó entre el beso.

- La puta madre... me vas a venir matando - Reí levemente ante su comentario y el solo me sonrió, para después volver a besarme con intervalos de besos en mi cuerpo.

Él fue tirando levemente de mis pantalones y los fue bajando, llevándose consigo la ropa interior. Yo solo lo miraba atentamente.

- Voy a hacer algo. Pero no sé si te vaya a gustar. - Me miró con nerviosismo.

Yo asentí. Y él acercó su cara a mi entrepierna. Empezó lentamente a jugar con su lengua, en ese punto que me hacía temblar.

Yo me retorcí por el repentino placer que había sentido. Y evidentemente solté un gemido que traté de contener. Pero fue en vano, Gustavo era constante en esos movimientos que no pude mantener otro gemido más. Tampoco digo que haya estado gritando como loca, pero mis pequeños gritos eran audibles, al menos para nosotros.

Después de unos minutos así, Gustavo se detuvo y se sacó los pantalones y con ellos también los boxer. Yo simplemente estaba sonriendo como idiota.

Él se colocó el preservativo y se acercó lentamente. Para introducirse lentamente en mí. Gustavo echó un suspiro mientras se acostumbraba a mi interior.

Unió nuestros labios de nuevo en un beso lento pero a la vez necesitado de pasión. Ese tipo de besos eran los que desesperaban más. Por el simple hecho de que nuestros cuerpos estaban unidos y en cualquier momento los movimientos se iban a volver caóticos o más "frenéticos".

Gustavo se comenzó a mecer más apresurado. A pesar de qué habíamos perdido la virginidad hace unos días, se volvió bastante ágil muy rápido.

Gustavo paso una mano por debajo de mi espalda, para quitar mi sostén, que todavía estaba ahí. Le ayude a sacarme los tirantes y finalmente mis pechos estaban descubiertos.
Mi novio no dejó pasar más tiempo y se dirigió a ellos, para besar y dar pequeños pellizcos en ellos. En esos momentos Gustavo jadeaba de una manera que deleitaba mis oídos.

- Dejame estar arriba. - Pedí con la voz levemente entrecortada.

Gustavo obedeció sin oponerse. Cuando estaba encima de él, fui descendiendo lentamente hasta unir nuestros cuerpos de nuevo. Mientras me volvía a acostumbrar, me mecía sin prisa, de una manera lenta.

Gustavo tomó mis caderas y las fue moviendo un poco más rápido, así que, fácilmente me adapté a su velocidad.

Los únicos sonidos que se escuchaban eran nuestros jadeos y gemidos ahogados producto de nuestros actos. La lluvia aún no cesaba y se escuchaban algunos truenos acompañados de sus relámpagos, estábamos totalmente a oscuras. O bueno, no completamente, pero no había tanta luz. 

Llegamos a nuestro orgasmo después de varios minutos de placer infinito. Me recosté al lado de Gus, aún con nuestras respiraciones pesadas.

- Sos increíble. - Gustavo me susurró en un jadeo.

Lo miré y sonreí.

- Vos también sos increíble. - Me acurruque cerca de él.

Ahora sus caricias estaban en mi pelo y yo tenía una mano en su pecho.

- Hay que limpiar toda la escena del crimen. - Reí por semejante frase.

- ¿A quién matamos? - Pregunté siguiendo el juego.

- Nos matamos mutuamente, de placer, obviamente. - Sonrió divertido.  - Vamos a darnos un baño. - Gustavo ordenó y yo accedí.

[...]

El baño transcurrió de maravilla, y no, no hubo segunda ronda ahí dentro.

Nos vestimos una vez terminado
el baño.

No era tan tarde, pero la lluvia aún no cesaba, y la familia de Gus tampoco llegaba, ya llevaba más de una hora y media que había tormenta.

La luz llegó pocos minutos después. Entonces inmediatamente quise llamar a mi casa, pero si respondía mi hermano, me iba a preguntar dónde estaba. Aún así llamé y gracias al universo no respondió él.

Mi mamá había tomado el teléfono y le dije que estaba en casa de Gustavo haciendo un trabajo de la facultad, pero que no le dijera a Valentín porque le iba a llevar "una sorpresa". Vaya excusa de mierda, pero funcionó al menos. También le dije que me iba a ir cuando la tormenta parara. A lo que mi mamá accedió.

-¿Era la suegra? - Gustavo apareció y  me preguntó cuando terminé la llamada.

Yo solo reí y asentí.

-¿Tú mamá no sabe que somos novios? - Me volvió a preguntar con mucha curiosidad y yo negué.

- No - Respondí simplemente y esperé que a Gustavo no le molestará.

- Ahh, bueno, está bien. Igual no llevamos mucho tiempo de novios, así que supongo que te tomes tu tiempo. - Respondió comprensivamente.

- Pero, si ya te conocen. - Gustavo sonrió y asintió.

- Pero, no como tú novio. Eso es mejor que me conozcan como "tu amigo". - Hizo comillas.

La familia de Gus llegó 15 minutos después. Y Gustavo se veía muy feliz. Anteriormente estaba preocupado, se notaba mucho aunque no me dijo nada.

Saludé a mis suegros, aunque ellos todavía no sabían que así era. Y de hecho no nos molestaba ni a Gustavo ni a mi. También saludé a las hermanas de Gus, muy amablemente, el señor Juan José Cerati y Lilian, me invitaron a cenar y yo accedí. Me moría de hambre, aunque ya me había comido a su hijo. Aunque nada que ver.

La lluvia finalizó por fin y Gustavo no dejo que me fuera sola y me acompaño a casa. Las calles eran un desastre, estaba casi todo inundado y también estaba oscuro, porque ya era de noche y en algunos lugares aún no llegaba la electricidad.

Cuando llegué a casa. Gustavo se despidió de mí a una distancia relativamente alejada de algunas ventanas de mi casa, por si mi hermano estaba cerca.

- Gracias por acompañarme, Gus - Lo abracé y le dí un rápido beso.

- No hay de que, mi amor. - Gustavo me sonrió. - Te llamaré cuando llegué a mi casa. - Yo asentí y abrí la puerta de mi casa.

Mi mamá estaba en la cocina, haciendo unos mates.

- ¿Por qué no invitas a Gustavo a pasar? - Mi mamá me preguntó sin siquiera voltear a verme.

-¿Cómo sabes que Gustavo vino conmigo? - Me asusté, pensé que ni mamá nos había visto.

- Sé que es buen pibe y que no te iba a dejar venir sola. Alcanzálo y decile que pase. Por cierto ¿Y la sorpresa para tu hermano? - La puta madre, me había olvidado de la "supuesta sorpresa".

- Uy má, se me olvidó en casa de Gustavo. - Fingí sorpresa. - Déjame alcanzar a Gus. - Me safe de ahí como pude y salí corriendo para buscar a Gustavo.

Lo vi a lo lejos y lo llamé.

- ¡Gustavo! - Grité y él volteó rápidamente. Hice una seña con mi mano para que viniera, y él vino corriendo.

- ¿Que pasa? - Preguntó algo agitado.

- Mi mamá quiere que pases. - En su cara se formó una expresión, cómo si hubiera visto un fantasma.

- ¿Nos habrá visto? - Pregunto y yo levanté los hombros.

- Ni idea. - Gustavo y yo caminamos de regreso a mi casa e invite a pasar a Gustavo.

- ¿Tu hermano no está? - Me susurró al oído. Y yo musité un "no sé".

- Má, ya vine y acá está Gus. - Mi mamá saludó a Gus con mucho entusiasmo y él hizo lo mismo.

- Má ¿Y Valen? - Me animé a preguntar.

- Fue al kiosco a comprar algunas cosas. Se fue unos momentos después de que llegarás. - Me respondió y  entrego un mate a mi y uno a Gustavo, quién agradeció.

Gustavo y yo nos miramos, lo que dijo mi mamá significaba que mi hermano llegaría en cualquier momento, y si ve acá a Gus, no sé que pasará.

Mi mamá se sentó con nosotros y trajo consigo un mate también. Conversamos los tres por un ratito.

- Má, ya llegué. - Valentín atravesó la puerta y vio a Gustavo sentado en el comedor.

---------------------------------------------------------
HOLAAAA acá les traigo otro cap, que espero que les haya gustado ajjsja, también les quería decir que no sé cuando vaya a actualizar los one shots (me quedé sin ideas xd).

Una curiosidad de este cap: Había soñado con Gustavo hace unos días. (sueño con él con algo de frecuencia) y soñé que estaba él en un concierto y empezo a llover, entonces me dio esa idea de este capítulo. (quizá nada que ver xd)

Ahora sí chau. <3

Continue Reading

You'll Also Like

492K 50.5K 127
La verdad esta idea es pervertida al comienzo, pero si le ves mรกs a fondo en vastante tierno mรกs que perverso. nop, no hay Lemon, ecchi obviamente, p...
99.5K 697 100
I get emails everyday, so I decided to make a collection of them. Check them out! DISCLAIMER: ALL CREDIT GOES TO THE RELEVANT MAILERS. I JUST COLLEC...
3.9M 520K 49
Kim TaeHyung le pide a Jeon JungKook que sea su novio. Aunque el pelinegro estรก catalogado como la peor pareja del Instituto, decide no rendirse. ...