You belong with me

By fanficssleti

110K 7.7K 3.4K

Aitana y Pedri. Pedri y Aitana. Así los conocían en su pueblo de Tenerife, Tegueste. Son mejores amigos desde... More

PERSONAJES PRINCIPALES
PRÓLOGO
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Aviso
Capítulo 9
Capitulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22

Capítulo 10

3.4K 297 152
By fanficssleti

-NARRA AITANA-
Me desperté a la mañana siguiente, después de una noche que no olvidaría nunca por dos razones: 1,haberme besado con Pedri y 2, haberme acostado con Fermín. El segundo estaba detrás de mi, abrazándome mientras ambos seguíamos desnudos después de nuestra noche juntos. ¿Cómo acabé teniendo sexo con él después de besarme con la persona de la que llevaba años enamorada? Pues muy fácil.

*Flashback*

Después de que Pedri se fuese con Bárbara, segundos después de nuestro beso, decidí entrar en la gala y buscar a mi hermano para que me llevase de vuelta al hotel. No quería ver a nadie, no quería seguir aquí y mucho menos tener que ver como la persona de la que estaba enamorada y acababa de besar después de estar esperándolo años bailaba y se besaba con otra.

Pero mi camino se vio interrumpido por Fermín.

- Aquí estás -sonrió- te he estado buscando
- Me voy al hotel

Su cara cambió a una más seria, preocupado por mi.

- ¿Estás bien?
- Sí, solo quiero volver, me duelen los pies y ya no hay mucho que hacer aquí
- Pues vámonos
- No, no, me acompaña Adri tranquilo
- Que va, te acompaño yo, para mi ya es suficiente

Pensé en negarme de nuevo, pero saber que había medio traicionado a Fermín me hizo replantearme mi respuesta.

- Vale -asentí
- Vamos a despedirnos
- Yo ya me he despedido -mentí- ve tú, te espero fuera

Fermín asintió y dejó un beso en mi mejilla antes de irse. Yo salí del teatro sin dirigir mi mirada a ningún sitio que no fuese la puerta. No quería arriesgarme a ver nada y que mi corazón doliese más de lo que estaba haciendo. Tenía ganas de llorar, pero sabía que eso no arreglaría nada, así que solo me quedaba afrontar lo que acababa de pasar y lo que pasaría después.

Fermín llegó a mi lado después de unos minutos y ambos subimos en el taxi. Su mano agarró la mía y yo le regalé una suave sonrisa.

Una vez en la habitación, después de ya haberme despedido de él, llamó a mi puerta.

- ¿Qué pasa? -pregunté
- Sé que no estás bien. Hay muchas cosas que aún no conozco de ti pero si sé muchas otras y ahora mismo sé que hay algo que te ha hecho sentir mal. Puedes no contármelo, pero deja que me quede contigo solo para acompañarte

Escuchar esas palabras de Fermín, saber que se había ido de la gala conmigo solo para estar a mi lado, que se diese cuenta de que algo no iba bien, todo eso me dieron ganas de borrar mi beso con una persona que solo jugaba conmigo y dárselo todo a Fermín. Y así hice, lo besé y dejé que besase todo mi cuerpo durante largas horas.

*Fin del flashback*

Sentí la mano de Fermín moverse sobre mi barriga y supe que se había despertado cuando me acarició con cuidado.

- Buenos días -susurré

Giré mi cuerpo hacia el otro lado y vi la sonrisa de Fermín, una sonrisa sincera y adorable.

- Buenos días -respondió- ¿estás bien?
- Muy bien

Se mordió el labio inferior y me dio un suave beso. Mientras nuestros labios se movían sobre el del otro, mi puerta sonó y nos separamos de golpe.

- ¡Aitana! -escuché a mamá- levántate, en cuatro horas sale el avión
- ¡Ya estoy despierta!
- Pues abre, que quiero hablar contigo
- Hablamos en el desayuno
- Aitana Martínez, abre ya
- ¡Ya voy!

Arrugué la nariz y nos levantamos corriendo de la cama. Nos vestimos lo más rápido posible y Fermín me miró con las cejas en alto sin saber que hacer. Le señalé el baño y se metió corriendo mientras yo iba hacia la puerta.

- ¿Qué mamá?
- ¿Por qué te fuiste anoche sin avisar?

Entró en mi habitación y se sentó en la cama mirándome de brazos cruzados.

- Estaba cansada -dije
- Ya, ¿y Fermín?
- ¿Fermín que?
- ¿También estaba cansado?

Rodé los ojos ante la absurda pregunta de mi madre.

- Deja que me prepare anda -dije
- Ya, evítame, te quiero abajo en media hora

Mamá se levantó y fue hacia la puerta, pero antes de irse dijo una última frase que subió los colores hacia mi mejilla.

- Ya puedes salir del baño, Fermín

Este salió de detrás de la puerta cuando mamá ya no estaba en la habitación. Me miró avergonzado, y ambos estallamos a reír ante lo absurdo de la situación.

- Creo que tengo que ir a ducharme a mi habitación -dijo
- Deberías -sonreí

Se acercó a mi y sus mano rodearon mi cintura, a la vez que su boca cubría la mía con suavidad.

- Nos vemos después -dijo
- Sí

Me dio un último pico y salió de mi habitación.

Me apoyé de espaldas a la puerta, suspirando. Tenía una mezcla de sensaciones en el estómago. Lo de Fermín había sido genial, pero ni todo lo que habíamos hecho se comparaba a los breves segundos que había compartido con los labios de Pedri.

Había estado años deseando e imaginándome como sería ese momento, sabiendo que probablemente nunca pasaría. Pero pasó, pasó y se había convertido en el mejor beso que había dado en mi vida. Los labios de Pedri eran incluso mejores de lo que me había imaginado, suaves, carnosos, sabían exactamente lo que hacer. Su lengua suave y frenética que buscaba la mía como si él también hubiese estado esperando ese momento. Sus manos tocándome, todo mi cuerpo obedeciendo a sus caricias.

Cuando me di cuenta, tenía los ojos cerrados y mis dedos tocaban mi boca, recordando lo intenso que había sido el beso. Estaba claro que había ocurrido, pero ¿por qué? No entendía porqué Pedri lo había hecho, porqué de repente y por unos segundos había parecido que me deseaba, que deseaba besarme.

Y entonces caí en la cuenta de algo peor. No solo me había besado con Pedri, sino que también él le había puesto los cuernos a Bárbara, y conmigo. Pedri González había engañado a la majestuosa Bárbara conmigo.

Puede que ella no fuese de mi agrado, que hubiesen muchas cosas que me disgustaban de su persona, pero desde luego no se merecía que nadie la engañase. Yo nunca había sido una defensora de las infidelidades y mucho menos de hacer daño a otra mujer, pero ahora probablemente sería la causante de hacerle daño a una. Eso si se enteraba, si Pedri se lo decía. No tenía ni idea de lo que estaría pasando por la mente de Pedri ahora.

Mi monólogo interior se vio interrumpido por unos golpes en mi puerta.

- Que ya voy mamá, solo han pasado diez minutos -dije
- ¿Qué dices? Ábreme Aiti, soy Gavi

Me giré de golpe y abrí la puerta, tirando del brazo de mi amigo hacia la habitación. Quizás Pedri se lo hubiese dicho ya, quizás venía a decirme lo mala persona que era por participar en unos cuernos, seguro.

Pero Gavi parecía de todo menos enfadado. En lugar de eso, tenía una sonrisa burlona en la cara y las cejas levantadas.

- Así que tú y Fermín os fuisteis antes de la gala eh pillina

Vale. No sabía nada. No tenía claro si eso era bueno o malo.

- Mira que habéis tardado eh, eso de que querías ir lento era una tontería -dijo
- Gavi
- Es que no tiene sentido, está claro que ambos os gustáis
- Pablo
- Y hacer sufrir así a vuestros genitales es claramente un error
- ¡Gavi cállate!

Se cayó de repente y notó que mi pecho subía y bajaba con rapidez.

- Me he besado con Pedri

Parece que Gavi tardó unos segundos en procesar lo que había dicho, porque se quedó en silencio mirándome, y después abrió los ojos como platos y se tapó la boca con la mano.

Parecíamos dos idiotas mirándonos el uno al otro sin decir ni una sola palabra.

- Ostia -reaccionó al fin

Arrugué las cejas preocupada por lo que pensaría de mi.

- No pongas esa cara -dijo
- ¿Qué cara?
- Esa. La de que crees que estoy pensando que eres mala, no pienso eso
- ¿Cómo...? Bueno, da igual, porque si soy mala

Me senté en el borde de la cama y apoyé la cabeza en mis manos.

- Soy horrible dios mío
- Aiti, no lo eres

Gavi se sentó a mi lado y me acarició la espalda con cariño. Puso su mano alrededor de mis hombros y me acercó a su cuerpo, dejando que apoyase la cabeza en el espacio entre su cabeza y hombro.

- Aitana no eres horrible
- He sido cómplice de una infidelidad, si lo soy
- No. Llevabas años enamorada de Pedri, además, en tal caso la culpa es suya que es el novio
- Eso no es así, yo sabía que estaban saliendo, no sé porqué no lo paré. No, de hecho, porque coño lo incentivé
- Porque repito: llevas enamorada de él más tiempo de lo que casi llevo existiendo yo

Lo miré con una ceja en alto y Gavi soltó una pequeña risa, supongo que con la finalidad de relajarme. Pero no estaba relajada, en absoluto.

- Me he besado con Pedri, haciendo que así le ponga los cuernos a su novia, después he venido al hotel con Fermín y me he acostado con él. Definitivamente voy a ir al infierno por mala persona

Gabi abrió los ojos igual que lo había hecho antes. Supongo que su idea de que había pasado algo entre Fermín y yo se había disipado después de contarle lo de Pedri, lo cual me hizo sentir peor.

- No entiendo como llegas a la parte de acostarte con Fermín después de besarte con el amor de tu vida, pero vamos a llegar tarde al aeropuerto, así que vístete y nos vemos abajo. Vendrás conmigo en el avión y tendremos tiempo de hablar

Gavi me dio un beso en la cabeza y después se levantó. Se acercó a la puerta, y antes de irse me regaló una sonrisa.

- Y Aitana -dijo- no vas a ir al infierno, estar enamorada no es un pecado

Pero la lujuria sí, como la que me recorrió cuando Pedri me besó.

Gavi salió de mi habitación y me tiré hacia atrás en la cama, frotándome los ojos para evitar que las lágrimas me cayesen. Odiaba a Bárbara, siempre había pensando que no quería a Pedri, pero ¿y si sí? La había engañado por mi culpa, por ir detrás de él, yo sería la culpable de su dolor si se enteraba.

Me levanté de la cama y fui hasta la ducha. Tardé casi una hora en estar lista del todo, con cientos de mensajes llenando mi móvil de mi madre para que bajase de una vez. Me daba pánico cruzar la puerta, llegar al recibidor y verlo. Verlos, a los tres. A Fermín, a Pedri y a Bárbara.

Fui lo más lento posible. Llegué a abajo y a mi madre no se le ocurrió más que gritar un "por fin" que puso en aviso a todos, girándose hacia mi. Perfecto mamá. Tragué hondo y me acerqué a Gavi, agarrándome a su brazo como si fuese mi salvavidas en medio de un mar lleno de tiburones.

- Ahora que ya estáis todos -dijo Laporta- vamos al autobús, despedíos de vuestras familias y en quince minutos os quiero a todos arriba

Todos asentimos y mis padres y Adri se acercaron a mi.

- Nos vemos pronto cariño -sonrió papá
- Llámanos cuando lleguéis -dijo mamá
- Sí, tranquilos

Los abracé a los dos, que después pasaron a despedirse de Pedri y Fer. Adri me miró y agarró mi cara entre sus manos, acercándose a besar mi frente.

- Si necesitas cualquier cosa ardillita, sabes que estoy a cualquier hora y en cualquier momento -dijo
- Lo sé -sonreí

Me agarré a su cuello y me puse de puntillas para abrazarlo. Quería contarle a mi hermano lo que había pasado, que me dijese que todo iba a salir bien, igual que cuando éramos pequeños y rompíamos algo por estar jugando. Pero se iba ya, y si se lo contaba se quedaría demasiado preocupado. Puede que incluso nos siguiese hasta Barcelona. Así que lo dejé pasar, Gavi estaría conmigo.

- Te quiero, nos vemos pronto

Asentí y Adri dejó espacio a los padres de Pedri que se acercaron con una sonrisa.

- Ayer estabas Preciosa Aiti -sonrió Rosi- de verdad
- Muchas gracias -sonreí
- Vigila a los chicos eh, que se comporten -rio Fernando

Asentí sonriendo y ambos me dieron un cariñoso abrazo. También me despedí de la familia de Gavi y de la del resto de los chicos.

Una vez en el autobús, Gavi enseguida tiró de mi mano para sentarse conmigo. Fermín arrugó las cejas confuso, pero no dijo nada al respecto. Mejor, se me daba fatal mentir y no tenía ninguna razón para no sentarme con él, a parte de la ya obvia.

Pedri y Bárbara estaban cuatro filas más adelante. Apenas los veía, así que simplemente miré a la ventana para no verlos por completo.

- En el avión hablamos -susurró Gavi- que seguro a todos se duermen

Asentí sin más, sin mirarlo. Hasta que noté sus dedos sobre mi pierna y decidí girarme hacia él y apoyar la cabeza en su hombro.

- No me llores eh -susurró- que me manchas la camiseta

Dejé escapar una suave risa y le di con el dedo índice contra las costillas. Gavi se quejó, arqueando la espalda y riendo contra mi pelo.

El camino hacia el aeropuerto era de 45 min, así que no me quedé dormida, solo cerré los ojos mientras escuchaba como Gavi hablaba con Balde.

Ya en el aeropuerto, subimos al avión y Gavi de nuevo tomó la iniciativa de sentarse a mi lado. Entendía las caras de confusión de Fermín, pero agradecía que no le importase, o que al menos eso pareciese porque no decía nada.

Como dijo Gavi, todos se quedaron dormidos, así que se giró en su asiento esperando que le contase con pelos y señales lo que había pasado. Así que me dispuse a ello.

-NARRA PEDRI-
No podía dejar de pensar en Aitana, ni siquiera cuando la noche anterior después de la fiesta Bárbara se empeñó en que quería celebrarlo de otra forma. Mientras me besaba, los labios se Aitana venían a mi mente, la calidez de su piel, la forma en que sus dedos se apretaban contra mi nuca como si nunca quisiese dejarme escapar.

La había liado, muchísimo. ¿Cómo iba a explicar lo que había hecho? ¿que razón podía darle? Y Bárbara ¿debía decírselo? Poner en riesgo nuestra relación por un beso con mi mejor amiga, con la persona que mi novia llevaba odiando desde que la conoció porque decía que sentía algo por mi. ¿Sentiría algo Aitana por mi? Quizás sí, o quizás sólo me había dejado besarla porque la había pillado de imprevisto. ¿Y sentía yo algo por ella? No lo sabía. No sabía una mierda. Solo que sus labios era lo mejor que había probado en mi vida y que ahora tendría que borrarlos para siempre de mi cabeza.

Bárbara dormía sobre mi hombro, todos los del avión dormían. Excepto dos personas, Aitana y Gavi. Los oía susurrar, no sabía lo que decían pero me hacía una idea. Cuando a Aitana le pasaba algo siempre acudía a Laura y Lucía, después a mi, y después a Gavi o a Fernando. Y dadas las circunstancias, el único que tenía al lado era Gavi.

Dos horas más tarde llegamos a Barcelona. En el aeropuerto, cada uno se subió en un taxi ya que íbamos a lugares distintos, excepto Aitana, Fer y yo. Menos mal que Bárbara había quedado con sus amigas y no quería pasar el día conmigo, porque no me apetecía nada. Se despidió con un beso de mi y nos quedamos los tres solos.

Aitana subió sin pensárselo delante, así que mi hermano y yo nos subimos detrás.

- Estoy reventado -dijo Fer
- Ya te digo -dije- podrían haber puesto el vuelo más tarde

Fer asintió y se apoyó contra la ventana. Aitana no dijo nada en ningún momento, ni cuando llegamos a casa y entramos. Subió directamente a su habitación.

- Otra que está más cansada que nadie -rio Fer
- Pues se fue bastante antes que el resto
- Si, con Fermín -rio mi hermano- así que sabemos que dormir dormirían poco

Un dolor me oprimió el pecho al pensar en lo que Fernando estaba insinuando. Era un dolor similar al que había sentido las últimas semanas, uno que me hacía difícil respirar y que se hacía mucho más intenso cuando veía a Aitana con Fermín.

Subí a mi habitación para descansar. No quería salir de la cama en todo el día, tenía tantas preguntas y ninguna respuesta. Todo me daba vueltas, no sabía porqué había besado a Aitana, pero sí que había adorado hacerlo. Sus gruesos labios se habían amoldado a los míos con facilidad, su olor se había colado por mis fosas nasales y todos mis sentidos se habían enfocado en ella. Me costaba mucho admitir que todo lo que había sentido en un beso con Aitana, nunca lo había sentido con Bárbara. Con Bárbara era todo intenso, los besos eran húmedos y siempre con una connotación sexual, pero con Aitana además de eso había muchas más cosas que no podía descifrar. Muchos sentimientos que tenía atascados y enredados y que no era capaz de aclarar.

Me tiré en la cama, pensando en cualquier cosa que no fuese ella. Pero fue muy difícil, y me dormí con la imagen de su sonrisa.

Me desperté desorientado horas después. Estiré la mano hacia mi móvil y miré la hora, las 14:15, pues sí que había dormido. Me había acostado con la ropa que me había puesto por la mañana, así que me cambié a algo más cómodo, el chándal de la equipación.

Abrí la puerta y un aroma llegó a mi nariz. Seguro que Fer estaba haciendo de comer. Me acerqué a la cocina y empecé a oír risas, una suave y dulce risa que reconocería siempre. Aitana y Fer reían mientras removían algo en una olla.

- Hola -dije

Ambos se giraron, y por primera vez desde la noche anterior, los ojos de Aitana se fijaron sobre los míos. El contacto duró poco, porque enseguida los apartó.

- Estamos haciendo carbonara -sonrió Fer
- Que rico

Aitana ya se había girado de nuevo contra la cacerola, intentando evitar el contacto visual conmigo lo máximo posible.

- Ahora que estás aquí -dijo Fer- me voy a mear, que ya no tengo miedo de que Aitana queme la cocina

No, no, no. Y sí, Fer se largó dejándonos solos. Si solo iba a hacer pis, no tardaría mucho. Quizás no tenia ni que hablar con ella. ¿Debería? ¿Tenía que decirle algo? Joder, que lío.

- Huele bien

Vale Pedri. No tenías otra cosa que decir después de besaros. "Huele bien", estaba mejor callado.

Aitana ni siquiera respondió, siguió dándole vueltas con la cucharas a la pasta. Me moría por acercarme y quitarle eso de la mano, girarla hacia mi y volver a darle un beso. ¿Qué coño me pasaba?

- Tu hermano cocina bien -respondió

Tardó en hablar, pero al menos lo hizo. ¿Y si hacía como si nada? Quizás ella no quería recordar el beso, solo hacer como que no había pasado. Quizás si yo también lo hacía, ambos olvidaríamos que alguna vez pasó. Opté por eso, seguramente era la mejor opción.

- Al menos no quema la cocina como nosotros

La vi asentir, pero todavía no se giraba. Tampoco volvimos a hablar, porque Fer volvió del baño.

- Aiti -dijo Fer- si quieres puedes ir con Pedri a ver algo a la tele, yo me quedo
- No, estoy bien aquí
- Como quieras

Supongo que no iba a quedarme ahí como un idiota, así que me dirigí a la sala para ver algo hasta que acabasen de preparar la comida. Prefería eso que estar en tensión constante.

Una hora después, estábamos de nuevo los tres en la cocina, ocupando nuestros habituales sitios en la mesa. Aitana en la cabecera y nosotros dos a los lados. No sé si era el único que notaba la incomodidad, pero Fer parecía que no.

- ¿Vais a hacer algo a la tarde? -preguntó
- Yo no -respondí- me quedaré en casa
- Yo he invitado a las chicas
- Genial, pues yo voy a salir

Aitana alzó la cejas mirando a mi hermano y este sonrió medio avergonzado. A saber que andaba haciendo por ahí.

La comida fue algo rara, los tres hablábamos pero Aitana no me miraba a los ojos, solo hablábamos hacia Fer o respondíamos como para hacer parecer que hablábamos hacia los dos de la mesa.

Fer subió a prepararse para su cita (no lo había dicho así, pero seguro que era algo por el estilo) y Aitana y yo nos quedamos solos en la mesa. La seguí con mis ojos cuando se levantó y dejó los platos sobre el lavavajillas.

- Yo recojo -dije- vete si quieres

Simplemente asintió y desapareció de la cocina. Genial. Había sido de todo menos cómodo.

-NARRA AITANA-
- Me vacilas

Laura y Lucía abrieron la boca sorprendidas cuando terminé de contarles todo el caos que había vivido el día anterior. Eran las siete de la tarde, habían llegado hace una hora y desde entonces habíamos estado encerradas en mi habitación.

- ¿Cómo vas a besarte con alguien del que llevas enamorada desde que balbuceas y después acostarte com otro? -dijo Lucía
- No sé -dije- me entró el pánico, y Fermín es tan adorable
- Que dijiste: vamos a follarnoslo e imaginar que es Pedri

Laura le dio un manotazo en el brazo a Lucía, provocando que esta la matase con la mirada mientras se frotaba la zona que Laura había golpeado.

- ¿Y no habéis hablado aun? -preguntó Laura
- ¿Quién?
- Tú y Pedri

Negué con la cabeza.

- ¿Y quieres hablarlo?
- No lo sé
- ¿Se lo dirá a su novia? -dijo Lucía
- Espero que no -contestó Laura- si ya la odia, imagínate con eso
- No ayudáis -dije

Laura suspiró y Lucía se acostó boca abajo, apoyándose sobre sus manos mientras Laura y yo nos quedábamos una apoyada contra el cabecero y la otra en medio.

- Yo creo que debéis hablar -dijo Laura- tiene que explicarte por qué lo hizo
- Dudo que quiera
- Y yo -dijo Lucía- es un hombre, huye de los problemas
- ¿Y si hago como si nada?

Ambas me miraron con las cejas en alto.

- No -contestó Laura
- Sí -dijo Lucía al unísono

Se miraron entre ellas y después volvieron a mirarme a mí.

- Has esperado eso años -dijo Laura- claro que no puedes hacer como si nada
- Claro que puede -dijo Lucía- si él lo ignora, es porque se arrepiente y quiere seguir con su novia ¿para que va a pasar por ese mal trago? Olvídalo
- ¿Cómo va a olvidarlo? Está enamorada
- Pero puede que él no, y va a ser peor si se lo dice a la cara
- O no, a lo mejor si que lo está
- Ya, por eso no ha dicho nada sobre el tema y sigue con su novia

Laura la miró con el ceño fruncido, y yo cerré los ojos intentando ordenar mis pensamientos.

- Cariño

Abrí los ojos cuando sentí la mano de Laura sobre mi pierna y vi como me sonreía.

- Mi opinión es que intentes sacar el tema, solo inténtalo al menos. Si ves que él lo esquiva, que ni siquiera da un mínimo paso de hablarlo, entonces haz lo que dice Lucía y olvídalo
- Da igual cuánto lo intente, porque jamás olvidaré que besé a Pedri

Las dos me miraron con compasión, sabiendo que siempre mi corazón pertenecería a una sola persona.

Horas más tarde, después de discutir más sobre el tema y de quedarme igual de confusa que al principio, mis amigas se fueron antes de la hora de cenar. Mañana teníamos clase y había que madrugar.

Fer aún no había vuelto, dudaba que volviese hasta dentro de un par de horas.

Mi cabeza daba vueltas sobre lo que debía hacer. No tenía ni idea de qué era lo mejor. Quería hablar con Pedri, preguntarle porqué lo hizo, pero me daba muchísimo miedo su respuesta. No tenía sentido lo que había pasado, y ya me sentía lo suficientemente mal como para que encima me dijese a la cara que había sido un error o algo por el estilo. Además también estaba Fermín, con el que también tendría que hablar en algún momento. No es como si estuviésemos saliendo y le hubiese puesto los cuernos, pero sí que estábamos en algo y me sentía mal por haberle hecho eso. Y Pedri ¿se lo diría a su novia? Si lo hacía, ya podía correr y huir del país, porque esa rubia del demonio me ahogaría con sus propias manos.

Mientras seguía divagando en mi mente, mi teléfono sonó al lado de mi cabeza. Lo cogí con la mano y leí el mensaje que me había enviado Laura.

"Ni caso a Lucía, no trata con hombres. Ya tienes el no Aiti, nunca sabrás porqué lo hizo si no preguntas, y aunque no obtengas una respuesta al menos lo habrás intentado"

Todo esto sería muchísimo más fácil si no viviese con él, porque aunque su respuesta no me gustase podría huir y no verlo más, pero su habitación estaba a unos metros de la mía.

Nunca fui muy atrevida, más bien todo me daba vergüenza y obligaba a las personas de mi alrededor a hacer cosas tan básicas como preguntar donde estaba la sección de perfumes en el supermercado. Pero era hora de madurar y plantar cara a las cosas, así que me levanté y me dirigí hacia la habitación de Pedri para obtener una respuesta a lo que había pasado.

Respiré muy profundo antes de llamar, con el corazón latiéndome en la garganta como si quisiese ser escupido. Escuché un suave "adelante" y abrí la puerta, pasando a su cuarto.

Pedri estaba en la cama, acostado boca arriba con el teléfono en una de sus manos mientras la otra descansaba detrás de su cabeza. Tenía una idea de cómo quería sacarle el tema, pero al verlo así se me esfumó todo de la cabeza. Me sudaban las manos de los nervios.

Se incorporó cuando estuve a unos metros de él. Se levantó de la cama y se acercó a donde estaba, quedándose a unos centímetros.

- ¿Podemos hablar? -pregunté
- Sí

Me aclaré la garganta y jugué con mis manos nerviosa. No sabía ni como empezar, no podía mirarle a los ojos más de dos segundos.

- Bueno...solo quería hablar sobre lo que pasó en la gala...ya sabes

Era muy complicado mirarlo cuando estaba serio, sobre todo porque además estaba guapísimo. Esperé unos segundos a ver si Pedri decía algo, pero tuve que seguir hablando porque no parecía querer seguir la conversación.

- Sobre el beso
- ¿Qué beso?

¿Acaso se había olvidado de cómo me había metido la lengua hasta la campanilla o es que solo quería hacer como si no hubiese existido?

- El que me diste después de ver la torre eiffel -dije
- No me acuerdo de eso

Parece que lo segundo.

- Pedri, no me parece buena idea bromear con esto
- No estoy bromeando. No ha habido ningún beso. Fuimos a ver la torre y volvimos, listo. No hubo más

Levanté las cejas sin poder creérmelo. Quería hacer como si nada. Nos habíamos besado, había sido infiel a su novia y quería olvidarlo como si nada. Me esperaba esto, más que otra cosa, pero ver que se estaba cumpliendo me hacía daño a más no poder. Nuestro beso para él no había sido nada.

- Vale que no quieras aceptarlo porque es obvio que hay muchas cosas que se irían a la mierda, pero pasó, no puedes hacer como si nada
- Sí puedo. No pasó nada entre nosotros Aitana. Tengo novia y tú eres mi mejor amiga, solo eso
- Pero tenemos que hablarlo, tiene que haber una explicación para lo que pasó
- No la hay. Había discutido con Bárbara minutos antes y estaba enfadado. Había bebido y se me fue la pinza, solo quería fastidiarla y se me fue de las manos. Fuiste tú, pero podría haber sido cualquiera

Esa última frase me dolió como nunca.

No sé que me sorprendía más, si las palabras de Pedri o que pudiese haber pensado por un segundo que le gustaba. ¿Cómo podía hablar así? No era el Pedri que yo conocía. ¿Qué clase de relación tenían como para hablar tan despreocupado sobre los cuernos que le había puesto a su novia? No entendía nada.

- No sé que significó para ti -dijo- pero para mi eso no ha pasado
- Bien, pues para mi tampoco, solo quería sacármelo de encima
- Genial
- Vale, pues aclarado, no ha pasado nada, no te preocupes, me voy

Me giré hacia la puerta para irme de la habitación. Lo único que había pasado era que me había enamorado aun más de él si podía, y que tendría que seguir ocultándolo porque una vez más Pedri me demostraba que yo no era nada para él. ¿Cómo iba a poder dormir sabiendo lo que había hecho? Allá él con sus decisiones.

- Aitana -dijo antes de que saliese

No me giré, solo me quedé quieta antes de salir.

- Gracias -dijo

Gracias a ti por hacerme daño una vez más, por no dejar que mi corazón te suelte.

-NARRA PEDRI-
Aitana salió de mi habitación y una incomodidad llenó mi cuerpo. A mi cabeza le costaba procesar lo que acababa de pasar.

Pensaba que Aitana dejaría pasar nuestro beso, que no sacaría nunca el tema, pero se ve que me había equivocado.

Me había pasado toda la tarde pensando en ella, en nuestra situación y en cómo podría seguir adelante y mirarla a la cara sin recordar lo que había pasado. También había pensado en Bárbara, en lo que significaría si se enteraba de todo. Pero sin duda, en lo que más había pensado era en mis sentimientos ¿Qué me pasaba? ¿Por qué me comportaba así con Aitana? ¿Qué sentía por ella?

No tenía nada claro, no había ninguna explicación razonable para todos estos sentimientos que me azotaban cada vez que estaba cerca de ella. Lo único que sabía con claridad es que no podía hacerle daño a una persona solo por no tener ni idea de lo que había en mi cabeza. Así que hice lo más fácil para mi, hacer como si mi beso con Aitana no hubiese pasado. Y gracias a dios, ella me siguió el juego.

Probablemente estaba siendo un egoísta y un cobarde de mierda, pero no podía poner patas arriba mi vida y arriesgarme a romper mi relación por algo que ni siquiera sabía porqué había pasado. A partir de ahora me alejaría de Aitana, no podía seguir poniendo en riesgo todo lo que tenía.

Lo que no sabía, es que por mucho que huyese de mis sentimientos estos nunca dejarían de crecer.

——————————————————————————————————————————————-
NOTA DE LA AUTORA
HOOOLIII
He vuelto mis amores.
He de decir que esta desaparición ha tenido sus frutos porque he aprobado todas, así que tenéis que perdonarme porque al menos ha servido de algo. Este cuatri tengo menos practicas y clases así que tendré algo más de tiempo para escribir, pero con calma igualmente jajaja. Tengo que confesaros que pasé un momento en el que no sabía como seguir, en el que las ideas se esfumaron y me angustié, pero ya va saliendo todo poco a poco.
Espero que os guste, os prometo volver prontito. Un besito y buenas noches.

Continue Reading

You'll Also Like

246K 16.4K 17
Historia de Kit, Ruth y Lop Guardaespaldas de Kamol de la historia: Qué mal... amor por la mafia Esta historia es una relación poliamorosa También qu...
2.7M 94.7K 74
Michelle Rodriguez y Pablo Gavi se conocen una noche y empiezan a salir rumores que dejan mala reputación a Gavi, por lo que tienen que fingir tener...
395K 21.8K 39
A veces no se conoce a una persona de la forma más bonita, pero lo importante es lo que pasa después. Justo eso es lo que ocurre con Valentina y Gav...
385K 31K 121
BY MY SIDE | ❝I can't save us, my atlantis we fall ❞ En un mundo muerto no se pueden salvar a todos, Alexandra y Carl se conocieron desde antes de...