Capítulo 5

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-NARRA AITANA-
Levantarme para ir a clase el día siguiente fue un verdadero horror. Casi no había dormido, reviviendo una y otra vez las palabras de Pedri en mi cabeza. Cada vez que lo repetía, la tristeza iba desapareciendo hasta acabar en ira. ¿Cómo se había atrevido a decir eso después de todo? Después de todos los meses que aguanté sus desplantes, que me tragué mis sentimientos porque él fuese feliz, de todo lo que había hecho por él a lo largo de mi vida. Cuánto más le daba, más se aprovechaba de mi. Pues eso se había acabado.

El viernes había quedado para salir con Fermín. No estaba muy nerviosa, siendo sincera, pero sí que tenía muchas ganas de verlo. Cuando hablaba con él me sentía bien, estando con él me sentía bien. No quería seguir esperando a alguien que nunca iba a llegar.

Entré en clase y me senté en mi sitio, esperando a mis amigas que llegaron unos minutos más tarde.

- Buenos días Aiti -sonrió Lucía- ¿Qué tal tu cita con Pedri?
- Inexistente -respondí

Les había escrito contándoles que Pedri me había dicho que saldríamos, pero no llegué a contarles que al final salimos todos y que todo acabó como lo hizo. Me miraron impacientes porque les contase lo que había pasado, pero el profesor entró en la clase y tuvieron que esperar hasta la salida para saberlo todo con detalles.

Una vez fuera, en la cafetería les conté cómo había sido el día de ayer, incluyendo el desenlace fatal donde Pedri me acusó de manipularlo.

- No me lo puedo creer -dijo Laura
- Este tío tiene menos neuronas que un hombre normal, que ya es decir ¿seguro que no te puedes enamorar de otro? -dijo Lucía

Rodé los ojos y revolví la cuchara en mi café.

- Esto es más preocupante de lo que pensaba -dijo Laura- ¿Cómo puede decir eso? Puta lagarta de mierda, la odio
- A mi me gusta -dijo Lucía

Las dos la miramos de lado y nuestra amiga se encogió de hombros.

- No ella, tranquilas -dijo- solo su cara y culo
- Pues lo mismo que le gusta a Pedri -dije- dudo que tenga mucho mundo interior
- Pues hazla lesbiana también y que deje a Pedri -sonrió Laura
- No -Lucía arrugó las cejas- es idiota

Las dos me miraron y Laura cogió mi mano con la suya.

- Que le den Aiti -dijo- hay muchos más hombres en el mundo, como ese Fermín -sonrió
- Si, es muy majo
- Cuando digo que una tía es maja, es porque me pone entre cero y nada -dijo Lucía
- Lo acabo de conocer, salida -reí
- ¿Y que?
- Que me parece guapo, y hasta ahí
- Déjala Lu -dijo Laura- Aiti va a su ritmo. Para empezar, está genial que hayas quedado con él, es un paso muy importante que por fin hayas decidido no dedicar tu vida a un idiota
- Supongo
- Sigo diciendo que con una tía sería más fácil, todos los hombres son idiotas y ni siquiera pillan las indirectas -dijo Lucía
- Eso es cierto -apoyó Laura

Nos terminamos nuestras bebidas después de hablar un buen rato más y salimos de la facultad. Me despedí de ellas con un abrazo y me dirigí hasta casa. Apenas había andado dos pasos, cuando un mensaje en mi pantalla me hizo girar mi cuerpo.

Fermín: gírate

Miré a lo lejos, y una enorme sorpresa me invadió al ver cómo Fermín me saludaba desde su coche. Llevaba unas gafas de sol y una capucha sobre la cabeza, supongo que para que fuese algo más difícil reconocerlo. Me acerqué con una enorme sonrisa y me agaché ante su ventanilla bajada.

- ¿Qué haces aquí? -sonreí
- Sé que nuestra cita es viernes, pero ¿te apetece una no cita?
- ¿Cómo es una no cita? -reí
- Pues, salimos a comer
- ¿Y en que se diferenciará de la cita?
- En que no intentaré besarte al final -sonrió

You belong with meWhere stories live. Discover now