¡Somos 13k lecturas!
Muchas gracias a mis lectoras fieles, que han estado siendo pacientes con cada cap.
Agradecida eternamente💘⭐️
Han pasado 2 días después de la fiesta, no hemos hablado mucho Pablo y yo. Solo lo necesario, es algo incómodo cuando tengo que hablar con él.
Solté un ligero quejido cuando la manicurista lastimó un poco mi cutícula.
—Lo siento...
Asentí con la cabeza aceptando su disculpa, estaba usando mi celular mientras ella arreglaba mis uñas. Decidí hacerme unas uñas color rojo que miré en internet y me gustaron.
Un poco llamativas, pero era parte de mi nuevo yo.
Creo que el rojo era mi nuevo color favorito.
El salón de belleza estaba muy fresco a diferencia de afuera donde era un infierno. La manicurista seguía limando mis uñas, mientras yo usaba mi celular.
No había mucho que ver, solo estaba contestando algunos mensajes.
Eran las 12 de medio día, noté que tenía un nuevo seguidor "Israel".
Levanté las cejas al ver su foto de perfil, era lindo.
¿Qué pasaría si...
'Seguir de vuelta'.
Click.
Dejé el teléfono a un lado, y seguí viendo el proceso de las uñas.
(...)
—Ese fue mi primer novio—murmuró Ximena mientras terminaba de contar su historia.
Mamá y Ximena invitaron a unas amigas suyas
a venir. Estábamos charlando sobre sus vidas, eran 5 mujeres y una adolescente, las conozco desde niña.
Bueeno, adulta.
Ya casi cumplo 18 años.
—¿Y tú tienes novio, linda?—me dijo Nataly.
—No—esbocé una sonrisa cerrada.
—¡Pero si estás hermosa!, recuerdo cuando eras pequeñita—dijo en tono nostálgico.
—Yo siempre pensé que Pablito y Katy serían novios de grande—murmuró Liliana ajustándose las gafas.
Todas se rieron, y yo solo sonreí falsamente.
—Katy, yo tengo un hijo de tu edad, eh—me dió un leve codazo Nataly a lado de mi.
—¡Epa!-dijo Ximena divertida—Katy está apartada para mi Pablito desde que nació—bromeó.
—A Isra seguro que si le gusta—dijo Nataly levantando sus cejas arriba y abajo.
—¿Cómo está Isra, eh?—Virginia llevó su taza de té a su boca después de hablar.
—Está muy bien, va a regresar al colegio este año, ha dicho que quiere meterse a un instituto pero
no recuerdo el nombre.
Era normal para mi que las amigas de mamá siempre intentaran enseñarme a sus hijos. La mayoría de sus amigas solo tienen hijos varones.
Obviamente con el que más me hacían burla era con Pablo.
—¿Por qué no vamos a la playa esta noche?—propuso mamá.
—¡Sí!—chilló Nataly.
Se pusieron de acuerdo para ir a la playa en la noche, dijeron que era buena idea llevar a sus hijos para que nos conozcamos. En realidad si conozco a algunos pero de niños. Es divertido charlar con señoras.
Cuando la "reunión terminó", acompañé a mamá y a Ximena a las compras, mientras estábamos en el centro comercial aprovecharon para comprar ropa. Entramos a una tienda, Ximena se estaba midiéndose unos jeans en el probador mientras mamá y yo seguíamos viendo ropa.
—¿Te parece bonito?—dijo sosteniendo un vestido rosa.
—Sí, te quedaría bien.
—Me lo voy a medir—murmuró admirando al vestido.—¿No quieres nada?, yo te lo compro.
Sonreí maliciosamente, pues claro que quería algo.
—No te excedas—dijo entrecerrando los ojos dándome su tarjeta de crédito.
—¿Yo?, ¿excederme?, para nada—tomé su tarjeta.
No, claro que no lo haría.
Pero, era una tentación muy grande.
—Más te vale Katherine—advirtió mamá para después irse a los probadores.
Tenía una tarjeta y toda una tienda de ropa.
Mi sueño hecho realidad.
¿Qué hay por aquí?...
Al final solo elegí 10 prendas; 3 jeans, 4 blusas, 1 falda, y 2 vestidos.
No fue taaaanto.
No me excedí.
Creo.
Pagué las cosas y esperé a que mamá y Ximena regresaran, mamá no me dijo nada y pagaron lo suyo. Regresamos a casa, Pablo salió desde temprano y no había regresado aún.
Dejé las bolsas en mi habitación y me eché en mi cama usando mi celular.
Este empezó a sonar con una llamada entrante de un número desconocido.
Respondí llevándome el celular a la oreja.
—Hola hija, ¿cómo estás?.
Todo mi cuerpo se tensó e inmovilizó al escuchar esa voz sintiendo un escalofrío recorriéndome.
Hubo silencio.
»¿Por qué ahora...?»
—Hola—me escuché decir con un hilo de voz.
Mis manos estaban temblando, me hice pequeñita en la cama.
—¿Cómo estás?.
—Bien—mi voz sonaba temblorosa.
—Me da gusto, hija.
Hija.
Me hice débil en un segundo, era como si mi niña interior estuviera contenta y mi yo actual aterrada.
—¿Para qué me llamas?—soné más fría de lo que pensaba.
—Queria escuchar tu voz...
Pues yo no.
Eso debí responder pero no lo hice.
No era lo que quería decirle.
Quería reprochar todo el mal que me hizo, pero también quería contarle todo lo que me ha pasado, que me aconsejara, quería decirle cuanto lo había extrañado, quería...
quería a mi papá de regreso.
—¿Por qué?.
Quería saberlo, aunque fuera doloroso quería saberlo.
—Te extraño.
¿Apenas?, ¿Apenas me extrañaba?.
Lo he extrañado desde el primer día que se fue, cada jodido día lo he hecho.
Solté una risa amarga.—Ni siquiera sé si debería llamarte papá.
El rencor habló por mi.
—Katherine, te juro que me he odiado cada día de mi vida por haberte hecho eso, a ti y a tu madre. No hay perdón que valga para lo que les hice.
No respondí, no podía.
—He sido un cobarde, me ha dado miedo enfrentar el daño que hice. He querido hablar contigo pero el miedo me ha ganado. Sé lo que piensas, pero cuando sea el momento te responderé todas las preguntas que tengas. Te lo prometo.
Mi cuerpo seguía tan tenso que ni siquiera podía tener alguna reacción ante sus palabras.
—Esta bien—respondí.
—Hablemos luego, ¿de acuerdo?. Guardaré tu número, te quiero Kat.
La llamada se finalizó sin poder responderle, "Te quiero Kat".
Sus palabras seguían resonando como un eco. ¿Mi padre...?
El me quiere.
¿De verdad me quiere?.
La primera lágrima corrió por mi mejilla, después fue una lluvia entre sollozos. Era un sentimiento de nostalgia, coraje, emoción...
De todo.
Estuve muy pensativa el resto de la tarde, no hablé con mamá del tema. No me sentía lista para ello, era demasiado.
Papá es un tema delicado, del que solo mencionarlo me pone la piel de gallina.
—¿Te pasa algo?.
La voz de Pablo a un lado de mi me tomó por sorpresa, estábamos comiendo en la barra como de costumbre.
Parpadeé con rapidez regresando a la realidad, lo volteé a ver, estaba mirándome con el entrecejo fruncido.
—No, nada—dije para después beber un sorbo de agua.
Claro que no me creyó, pero no preguntó más. Aunque lo hubiese hecho no le hubiera dicho nada.
—¿Te dijeron lo de esta noche?—desvió el tema llevando el tenedor con comida a su boca.
¿Lo de esta noche?.
Ah, si.
—Sí, ¿vas a ir?—recargué mis codos en la barra y lo miré.
—¿Vas a ir tú?.
—Sí.
—Entonces iré—dijo sonriendo y viéndome de reojo mientras llevaba más comida a su boca.
Esbocé una pequeña sonrisa, tal vez me arrepentiría de decir lo que iba a decir pero, era lo más sano.
—Pablo—esperé hasta obtener su atención—deberíamos ser amigos.
El seguía sonriendo pero sus ojos no reflejaban el mismo sentimiento, había una chispa de un sentimiento negativo en ellos.
—De acuerdo—me dió una ligera sonrisa cerrada y me estrechó su mano—¿amigos?.
Correspondí la sonrisa y estreché su mano.—Amigos.
YYYY aquí se acaba el capítulooo.
Okey, Okey...
• Sé que están confundidas por las actualizaciones.
Estoy igual, peero ya me organicé bien y ya les daré las fechas bien.
3 capítulos a la semana:
Lunes, miércoles y domingos.
Perdónenme por tantos cambios, soy nueva en esto así que desconocía toodo lo que conlleva escribir.
Quiero que tengan capítulos largos y de calidad.
Veámosle el lado positivo, estarán mejor planeados.
Mañana hay cap.
¿Qué tal la nueva portada?.
Pablito y Katy ahora son amigos.
He pensado en al terminar este libro, hacer uno desde la perspectiva de Pablo, ¿qué opinan?.
Posdata: Sé que el capítulo 14 les va a encantar o se van a querer desvivir.
Hasta luego hermosas. 🤭💘🤗