Unos días después de ese problema, llegó un informe sobre la gestión de activos como si nada hubiera pasado en primer lugar. Dentro, como siempre, había una nota con la fecha y la hora escritas en él y, aunque sabía que esto sucedería, como era de esperar la notificación de despido fue algo que ignoró por completo.
Pareció que la intención era tratarlo como si eso no existiera.
"Eres tan arrogante".
Arok revisó la nota y la guardó en un cajón de su estudio. Luego llamó a Hugo para informarle del cronograma del día de hoy y le dijo que vendría el mismo invitado de siempre. El anciano caballero, pulcramente vestido, miró a su amo e, inusualmente, habló primero:
"¿Estás feliz, mi niño?"
"¿Mmm? ¿Qué pasa con eso? ¿Por qué preguntas?"
"Parecías deprimido recientemente, pero, ahora sonríes mucho".
Si Hugo, que era famoso por sus modales educados, pero comedidos, había dicho tal cosa frente a él, claramente significaba que estaba sonriendo de buena gana y sin ninguna vergüenza. Se tapó la boca con la mano como para ocultarse de él y preguntó:
"¿Me veo estúpido?"
"No. Es agradable".
Hugo se abstuvo de decir otra cosa. Sin embargo, la boca ligeramente visible bajo el bigote bien cuidado tenía un suave arco que, recordaba, ponía de esa forma precisamente cuando Arok se portaba tan estúpido como un joven de su edad. Fuera de eso, casi siempre parecía preocupado.
"Es... Por culpa de mi director financiero. Quiero decir, es un tipo muy sospechoso y todo eso pero, a veces siento que su actitud es como la de un bufón. Me divierte. Es como una nueva experiencia."
Aunque no tenía nada en particular que ocultar, terminó hablando más de la cuenta.
"Ya veo, mi niño. Me parece, que confías mucho en él si ya pudiste darle un puesto tan importante."
"Creo en su capacidad. No me parece que sea un estafador que vaya por mi dinero o una cosa como esa. Y además, le tengo confianza porque trabaja para los Derbyshire, los Westport y los Wolflake y todos me dieron recomendaciones más que fabulosas."
Al escuchar el nombre "Wolflake", Hugo inclinó levemente la cabeza como si estuviera bastante sorprendido de que un hombre como él pudiera... Tener contacto humano. Arok también se encogió de hombros.
"Hubo un momento en que también me sorprendió que ellos pudieran llevarse "medianamente" bien pero... Ahora creo que ya sé cuál es la cosa que tienen en común."
Pero no quería explicar en detalle lo que pasó en "El fondo". Además, Hugo sabía muy bien, cuando lo creía necesario, que había cosas en las que podía molestar al conde hasta que cediera y cosas en las que era mejor guardar silencio. Y ahora, parecía que Arok definitivamente no quería añadir una carga innecesaria en él por algo de lo que no estaba completamente seguro.
Cuando Arok cambió el tema y le dijo la fecha y hora de la llegada de Bendyke, Hugo asintió y dijo que tendría todo listo para él más tarde. Sin embargo, aunque ya todo se había dado por finalizado, Hugo aún así no se fue de enfrente. Cuando preguntó por qué, entonces el hombre se paró un poco más derecho y finalmente abrió la boca:
"¿Puedo decir algo antes de irme?"
"Por supuesto. Si hay una persona en el mundo a la que puedo escuchar siempre sin importar lo que sea, ese eres tú, Hugo".
Fue una sinceridad bastante pura así que el hombre suavizó su mirada.
"No es un problema especial. Sólo, quería decirte que es bueno verte tan animado últimamente".
"Ah..."
Era algo que Hugo podía decir siempre que quisiera, pero también resultó ser bastante repentino. Arok no tenía idea de cómo reaccionar.
"¿No dijiste la última vez que me veía muy triste?"
"La tristeza también es un sentimiento, mi señor. Es una señal de que estás con vida".
"¿Parecía muerto hasta ahora entonces?"
No preguntó porque lo estuviera criticando, sino porque tenía una curiosidad bastante genuina. Hugo no pasó por alto las verdaderas intenciones de Arok cuando le sonrió:
"En lugar de parecer muerto, la verdad es que te veías increíblemente aburrido de todo lo que pasaba en tu vida. Incluso cuando te encontrabas con conocidos o visitabas a tus parientes lejanos, siempre seguías con una expresión muy en blanco que me hacía creer que te "daban igual". Sin embargo, últimamente a veces te enojas y te ríes, o te pones triste o pareces preocupado. También te emocionas y de repente sales impulsivamente y te comportas como un joven de tu edad".
"Jaja ¿Estás diciendo ahora que me comporto cómo un idiota?"
Cuando se le preguntó, Hugo dijo: "No quise decir eso de esa manera. Lo siento." Y se disculpó.
"Solo digo que, te hacía falta algo como eso después de la muerte de tu mamá. Desde ese momento... Fue como si tu vida se quedara en blanco"
"Sí, bueno. Todo se debe a un tipo llamado "Bendyke" en primer lugar".
"Eso veo."
Arok se levantó, deambuló un rato, jugó con sus manos, se acomodó el cabello y entonces de repente le preguntó a Hugo.
"¿Que piensas de el?"
"Creo que es un joven con bastantes buenas cualidades a pesar de su mala familia. Tiene un gran físico, buena inteligencia y ojos muy audaces. Aunque es un poco grosero y arrogante, creo que ese es el caso de todos los jóvenes alfa dominantes así que, llegara un momento en que mejorará. Más a medida que se vuelva mayor".
Podía parecer duro a primera vista pero, al final, lo que le ofreció fue una evaluación muy generosa.
"¿Crees que... Sea correcto salir con él?"
"¿Puedo preguntar qué tipo de salida?"
"¿Qué?"
Fue cómo si no entendiera la pregunta.
"¿Es un "voy a salir con él como empleado y empleador para resolver mis problemas financieros? o ¿un "voy a salir con él como miembro de la alta sociedad?" Tal vez, lo que pasa con esto es que se refiere a salir en un sentido mucho más íntimo."
En el momento en que llegó hasta ese parte, el rostro de Arok se puso rojo de la vergüenza. Hugo, por supuesto, parecía tan indiferente como si hubiese conocido su secreto desde la primera vez.
"¿Sabías que me gustaba?"
"Por supuesto. Es parte de mi trabajo."
"¿Puedo preguntar cómo?"
"Yo mismo estoy limpiando la habitación Violeta después de que la utilizan, mi señor. Y me pareció encontrar algo de se..."
"Bien, eso es bastante específico. Detente un poco."
Arok sintió que quería que la tierra se lo tragara y de hecho, no podía ni levantar la cara para verlo sin sentir que el corazón se le iba a caer.
Después de que su amada mamá falleciera a una edad bastante temprana, su padre, que era estricto como el demonio, se volvió tan sensible y tan increíblemente duro que Arok, que estaba deprimido porque extrañaba a su madre, a menudo era regañado y tratado como alguien que era completamente indigno de ser un sucesor de los Taywind. No era otra persona más que Hugo quien se acercaba a Arok y le extendía la mano para hacerlo sonreír cada vez que estaba malhumorado, escondiéndose bajo el rosal favorito de su madre sin importarle lastimarse con las espinas. Eran unos dedos largos bajo guantes blancos los que consolaban suavemente un corazón que para ese tiempo todavía era el de un niño.
En pocas palabras, revelarle este problema a Hugo era similar a que su padre le descubriera la cama desordenada y llena de semen.
Estaba tan apenado que quiso saltar por la ventana.
"¿Por qué no me detuviste? Si sabías lo que estaba haciendo con él ¿Por qué no me dijiste que era un error?"
"¿Querías que te detuviera?"
Cuando Arok no pudo responder, Hugo habló de nuevo:
"Como sabes, he estado contigo desde el momento en que naciste y comenzaste a llorar en los brazos de tu madre. Y sé que no estoy calificado para representar a tu difunto padre o a tu mamá, pero, no es mentira lo mucho que te amo. Ni tampoco miento cuando digo que quiero que seas feliz"
"Gracias, Hugo. En serio..."
"Pero ahora que he dicho algo bonito, me gustaría ser un poco más sincero." Luego de decir eso, Hugo continuó sin esperar la respuesta de Arok. "Si es posible, me hubiese gustado mucho que te casaras con una bella mujer Omega de una familia noble y culta y que tuvieras muchos, muchos niños que pudieran jugar en el jardín. Sin embargo, en todo este tiempo en el que te estuviste presentando ante la sociedad, no importaba qué belleza vieras o qué tipo de persona conocieras, te mostrabas tan indiferente que me hiciste pensar que no podías llegar a amar nunca en la vida porque no fue algo que te enseñara tu padre. Tal vez no eran tan hermosas como tú, ni tan destacadas como tú y eso se notaba mucho en tu semblante."
"..."
"Él es al único que pareces ver como tu igual."
"Su primera aparición fue... Poderosa. Pensé que estaba completamente loco".
"Yo tambien lo creo. Incluso ahora, no estoy completamente tranquilo de dejarte con él pero, tengo una cosa bastante clara."
"..."
"Él te mantiene con vida"
Las palabras, dichas en un tono tranquilo, sonaron como un trueno para Arok.
No hubo una sola mentira en lo que dijo Hugo y eso le demostró una vez más, que ese hombre era la única persona que conocía a Arok mejor que Arok mismo.
Arok preguntó con cuidado mientras se frotaba la mejilla, que aún estaba caliente: "¿Puedo tener una relación con él?"
"Es una cuestión que solo tú debes decidir".
"¡Pero la opinión de Hugo es muy importante para mí! Y si tú no lo apruebas..."
"Sólo espero, que decidas lo que decidas siempre estés sano y salvo."
"Y que en lugar de ser estricto como un anciano, actúe como un tonto de mi edad."
Hugo añadió en broma: "Nunca dije eso. Fuiste tú." Y comenzó a reírse de esa frase. En cambio, Arok se acercó a él, lo abrazó suavemente y luego lo soltó:
"Gracias, Hugo. Me alegra mucho que estés conmigo y que nunca me dejes de escuchar. Sin importar lo ridículo que sea."
"De nada, mi niño. Más bien, a pesar de mi presuntuosa intromisión, simplemente estoy agradecido de que decidieras confiarme algo así de importante."
Cuando Hugo, que había vuelto a su expresión severa y solemne, estaba a punto de salir de la habitación, Arok de repente recordó algo curioso:
"Hugo ¿Alguna vez le has dicho a Bendyke qué libros me gustan?"
"No. No lo hice."
"Ya veo."
Y después de que se fuera, Arok pareció extrañamente distraído por todo lo que le acababa de decir. Le avergonzaba que Hugo lo supiera, pero también estaba feliz de poder sincerarse con sus sentimientos en lugar de ocultarlo como de costumbre. Y la verdad ¡Era excitante poder ser uno mismo frente a las personas que tanto amaba!
Entonces Arok, que no pudo quedarse quieto ni por un momento debido al extraño torbellino de emociones que le crecían en el pecho, deambuló por la habitación, tocando casualmente las decoraciones y luego los cuadros colgados. Movió la cortina sin ningún motivo, luego sacó la cabeza por la ventana, tomó aire fresco y finalmente, después de mirar la nota de Bendyke que estaba en el cajón, la guardó en su alajero con una sensación vergonzosa pero secretamente gratificante. Se permitió reírse.
Le costaba mucho controlar emociones desconocidas, no podía enojarse, sonreír, llorar, mostrar vergüenza. Pero ahora, finalmente quería algo diferente.
Y tenía una cosa clara:
"Si voy a hacer algo a partir de ahora, será en otro lugar que no sea dentro de mi mansión".
En particular, decidió no volver a utilizar la Sala Violeta en lo que le quedaba de vida.