En este punto, Arok estaba pensando en acostarse con cualquiera. Es decir, ya era un adulto, ya era maduro e inteligente y ser casto o no era tan irrelevante para él como seguro lo iba a ser para todos los demás. Por si fuera poco, no fue que tuviera la idea de esperar hasta el matrimonio pacientemente, sino que simplemente nunca encontró a una pareja adecuada ni muchos menos a nadie que le interesara de un modo sexual o romántico. Lo que era aún más molesto fue que nunca había tenido una relación adecuada con un omega y resultó que su primera pareja íntima fue un maldito Alfa. Se preguntó si eso tendría algún tipo de impacto en su identidad sexual en el futuro y también, pensó en lo que tendría qué hacer en caso de que ya no le gustara ser el "dominante" en una relación homosexual. Tal vez, todo esto lo había hecho tener un cuerpo y un deseo completamente iguales a los de un "Bottom".
"Me pregunto si puedo encontrar a un Omega que sea el activo..."
En su mente apareció un omega terriblemente musculosos y enorme así que, sí, fue una imaginación desagradable.
Después de borrar rápidamente la estúpida escena en la que un Omega se lo empezaba a coger, Arok llegó a la conclusión de que estaba actuando justo como lo haría un niño hormonal ¡Era el Conde Taywind, por el amor de Dios! Así que antes de andarse con eso, tenía que saber que existía la obligación de continuar con la sucesión de su casa y por eso...
No.
Un momento... No era obligatorio tener un hijo de su sangre ¿Verdad? También podía adoptar un bebé en algún momento porque tenía un historial bastante aceptable. Un noble que no podía tener un heredero debido a diversos problemas físicos adoptaba a un niño para preservar la familia e incluso si Arok tomara esa decisión, nadie diría nada e incluso lo felicitarían por ser tan valiente. La pregunta sería si era correcto que un alfa sano tuviera esas opciones en mente antes incluso de probar el método de procreación normal.
Además, no sabía si Bendyke iba a estar de acuerdo en adop....
"¿Estoy pensando en Bendyke?"
Mientras repasaba sus pensamientos, Arok de repente se sorprendió tanto que hasta brincó.
"¡Estoy loco! ¿¡¡¡Por qué sigo pensando en ese infeliz!!!? Lo nuestro solo fue temporal. No hay necesidad de imaginar adoptar entre los dos y... No, ya lo despedí. Ya no nos vamos a encontrar. ¡Basta, Arok!"
Pero de nuevo los pensamientos de Arok vagaron en la dirección equivocada.
"Era simplemente interés sexual, pero, lo confundí con amor. Solo necesito conseguir a alguien más en quien concentrarme. Un hombre que me atraiga."
Decidió ser más... "Sociable". Ese era el plan.
Dio una señal al cochero para que cambiara de dirección.
"Me bajaré aquí".
"¿Aquí? Si avanzamos un poco más llegaríamos al centro de la ciudad, mi señor."
Cuando el carruaje se detuvo, el conductor preguntó si realmente era lo que quería. Los alrededores estaban sucios, no había nada especial que mirar y en realidad resultó ser una zona ordinaria de clase trabajadora con hileras de casas destartaladas y mugrientas. Una mujer que pasaba con un carrito de compras miró hacia atrás con una mirada extraña cuando vio el carruaje de lujo, un anciano sentado en una silla vieja fumaba un cigarrillo y sus ojos arrugados se fruncieron aún más cuando Arok lo saludó.
"Voy a estar aquí un rato."
Arok respondió con firmeza. El cochero, a quien el estricto mayordomo le había ordenado que obedeciera sus órdenes, no discutió más y sin embargo, vio al joven maestro bajarse del carruaje con una ansiedad impresionante. Arok sonrió mientras tomaba nota de la calle y casi vomitaba por el olor a alcantarilla. Bueno, la razón por la que estaba allí era porque no tenía intención de conocer a alguien que perteneciera a su mismo círculo social. Quería, a un hombre común, con una cara común y un trabajo normal. Además, de esta manera y si se trataba sólo de "un acostón", sabía que podía darle dinero para que cerrara la boca.
Encontraría una ubicación adecuada, seleccionaría a una persona bonita y pagaría el precio. Y, entonces le mostraría al mundo que Arok Taywind podía ser un Dios del sexo si ponía todo su empeño en eso. Cosa que Bendyke no parecía querer aprovechar.
"¿A qué hora vengo a recogerle, mi señor?"
"Volveré por mi cuenta. No hay necesidad de esperar por mi."
"B-bueno."
El conductor vaciló un poco y luego obedeció la orden. Y solo después de que el carruaje desapareció, Arok sonrió y comenzó a poner manos a la obra.
Incluso a primera vista, era un mal barrio. Y fue peor porque esta era la primera vez en su vida que estaba en un lugar donde el crimen y la lujuria eran bastante conocidos. Después de todo, se llamaba "el fondo" por una razón.
"El fondo" era un laberinto de callejones sucios y oscuros por donde deambulaba gente mala con ojos peligrosos. Arok por supuesto, iba encaminado al burdel que estaba justo en las afueras.
"Debe estar por aquí".
Le sorprendió la suciedad, los gatos, los perros sucios caminando por allí e incluso los enjambres de ratas corriendo por las casas como si fueran suyas. La tubería de aguas residuales parecía estar obstruida, y en cualquier zona hueca había aguas negras acumuladas que desprendían un olor terrible. Mientras caminaba con cuidado para no ensuciarse los zapatos, se abrió una puerta que ni siquiera sabía que estaba allí para empezar y, debido a que era un callejón estrecho, su camino quedó completamente bloqueado por la madera y por una persona extraña que estaba drenando su agua en la calle. Era algo sucio mezclado con una cosa podrida aquí y allá y de él salía vapor.
La puerta volvió a cerrarse de repente.
Arok, casi al instante, notó unos ojos mirando en su dirección desde el final de la calle y encontró que era alguien moviendo los dedos en su dirección mientras le daba una sonrisa que debía parecer tierna. Tenía mucho maquillaje y estaba cubriendo su gran cuerpo con ropa de encaje pasada de moda y sucia. Era difícil saber si era mujer o hombre.
"¿Estás buscando a un Omega? ¿Qué tal yo? No he experimentado nada como tirarme a un hombre noble en mucho tiempo".
"No, no. Yo no estoy buscando eso."
Arok, quien fue golpeado por el ridículo coqueteo de esa persona, perdió las ganas de tener sexo en un segundo. De todos modos, no tenía intención de hacer nada con alguien que ni siquiera se había bañado adecuadamente en quien sabe cuánto tiempo y pensó "Al demonio", mejor se hubiera ido a coger con un noble sin importar que fuera con el chisme después. ¡Al menos ellos se bañaban doce veces al día!
Arok, que no tenía intención de acostarse con nadie de aquí, inmediatamente se dio la vuelta y luego comenzó a regresar por donde había venido. ¡Lamentaba tanto ser tan malditamente impulsivo en ocasiones que hasta comenzó a tener ganas de llorar!
"Plas, plas, plas"
Sintió una presencia desagradable justo detrás de él. Miró en esa dirección y, antes de darse cuenta, dos hombres de mal aspecto lo estaban siguiendo, refunfuñando como cerdos salvajes y frotándose la barba. Obviamente al principio pensó que era su imaginación hipersensible y sin embargo, por si las dudas, giró por un callejón más estrecho y entró en él como si lo conociera de toda la vida.
Ellos lo siguieron.
Aunque intentó darse la vuelta para esquivarlos, no desaparecieron fácilmente y en realidad, ¡Ya hasta parecían estar a centímetros de distancia con su espalda!
Después de dar la vuelta por última vez, llegó a un callejón desconocido y pensó: "¿Dónde estoy?"
No podía decir qué tan profundo había llegado y tampoco sabía reconocer las calles a la perfección pero, al menos la buena noticia era que ya estaba saliendo el sol.
Miró su dirección en el cielo, adelante, atrás, izquierda y derecha. Pensó que si iba en esa dirección iba a lograr escapar en dirección al centro y sin embargo, aunque Arok se sintió aliviado y estaba seguro de que sabía cómo llegar, de repente notó que estaban al otro extremo de la calle otra vez y que no dejaban de verlo.
"¿A dónde vas? ¿Se te perdió algo?"
"Mira nada más que cara tan bonita."
"Compartamos un poco"
Era sorprendente que personas como esas deambularan sin restricciones a plena luz del día. Seguro no eran ladrones así que, ¿Matones? No fue por dinero, eso estaba claro. Porque estaba seguro de que los indigentes de por aquí, que apuntaban a su cartera, no hubieran dicho palabras tan vulgares para empezar.
Bueno, daba igual. Como macho alfa adulto, no iba a portarse delante de ellos igual a si fuese un cobarde patético que ni siquiera podía protegerse a si mismo. Arok sostuvo su bastón, hecho de material duro, boca abajo, y miró a los sujetos directo a la cara uno por uno. Agitó la decoración en el extremo más alejado, como si fuera un garrote, y corrió contra ellos para atacarlos primero antes de que ellos vinieran contra él. Golpeó a un hombre directo en la barbilla sin darle tiempo de atacar:
"¡Hijo de puta!"
Luego golpeó la sien del otro.
"¡Agh!"
La otra persona se sentó y se quejó de dolor en la cara. Arok pasó junto a los dos y salió corriendo.
"¡Desgraciado!"
"¡No te vas a ir como si nada, pedazo de mierda!"
"¡Te vamos a golpear hasta que tu rostro quede irreconocible!"
Una mala palabra voló desde atrás. No sabía quién lo había dicho ni qué trataban de hacer, pero, la verdad era que ni siquiera tenía ganas de descubrirlo. Lo importante en esto fue el hecho de que mientras gritaban, otras personas que merodeaban tranquilamente por allí comenzaron a mirar a Arok sin motivo alguno y como era de esperar, algunos de ellos parecían tener el mismo nivel de basura que los malditos de atrás y se unieron a la persecución sin preguntar demasiado. Estaba absolutamente superado en número y además, este lugar estaba en el medio de "el fondo" por lo que no importaba lo que le hicieran, no tenía forma de pedir ayuda. Lamentó haber entrado solo en un área desconocida y pensó que le hubiera dicho al cochero que esperara o que viniera más tarde para que ahora no estuviera a punto de morir.
"¡Está por allí!"
No hubo tiempo para tomar aire. Sabía que tenía que correr hasta llegar a otro lugar, pero su cuerpo no podía seguirle el ritmo. A sus piernas no les pasaba nada pero, en realidad, Arok no tenía experiencia en hacer ningún ejercicio más extenuante que caminar mientras vestía traje y zapatos de tacón para comprar pinturas por lo que sus pulmones ardieron. Además, ahora tenía un traje ajustado y no había manera de que las personas que iban detrás de él tuvieran alguna restricción así que, en pocas palabras, estaba COMPLETAMENTE JODIDO.
Arok comenzó a jadear.
"No puedo..."
Arok avanzó por el callejón, caminando, pensando en una manera de salir de "El fondo" antes de que la gente se amontonara todavía más. ¡Seguro que quienes conocieran bien la geografía de esta zona podrían haberse adelantado!
Y como predijo, tan pronto como entró a un nuevo callejón, de repente apareció la silueta de un hombre bastante alto.
"¡Atrás!"
Lo golpeó de inmediato en la cabeza con su bastón. Pero en lugar de un sonido sordo y explosivo, ¡Pas! Hubo un ruido seco cuando se rompió justo a la mitad.
"¡Auch!
"Mi... Mi bastón"
Sin el bastón, era seguro que iba a tener un final verdaderamente terrible. En lugar de eso, trató de empujar al hombre por el pecho pero resultó que el fuerte oponente no cedió ni una sola vez. En cambio, su nariz fue aplastada por un fuerte pecho, y el sombrero de copa que llevaba en la cabeza cayó justo al suelo. Una mano enguantada agarró su muñeca:
"¿¡¡Qué carajo estás haciendo aquí!!?"
Se escuchó una voz familiar. Sólo entonces, Arok levantó la cabeza y se encontró con dos ojos que lo miraban de una manera bastante alterada. Él era la persona a la que menos quería enfrentar en el mundo y de todos modos...
"¿¡¡Qué mierda haces en "El fondo", Bendyke!!?"
"¡Yo pregunté primero, Arok! ¿Estás loco? ¿Qué te pasa? ¿¡Cómo te atreves a venir aquí!? ¿¡Cómo puedes estar aquí, solo, maldita sea!?"
Bendyke se puso furioso. Habían tenido muchas discusiones antes pero, en realidad él nunca había estado tan enojado o había gritado tan fuerte como lo estaba haciendo ahora. Y mientras estaba aturdido, sin saber cómo responder ante la violenta reacción, empujó a Arok contra la pared y comenzó a tocarlo de arriba para abajo como si estuviera buscando algo.
"¿Qué estás haciendo?"
Sacudiéndose la mano que intentaba detenerlo, se inclinó y empezó a escanear los tobillos de Arok, sus piernas, su estómago, su pecho y la parte superior de su cabeza. Cuando levantó el dobladillo de su chaqueta para comprobar si había alguna herida en su abdomen, entonces su cara se puso roja de vergüenza y pensó que en definitiva este era el lugar menos indicado para coquetear.
Pero si quería, pues...
"Mírame, mírame Arok."
"Ay, ¡Espera! Te estoy mirando."
"¿Dónde estás herido? ¿Qué te hicieron? ¿Te atacaron? ¿Te...?"
"Oye, basta. No me pasa nada ¿De acuerdo? Detente con eso."
Le dio tanta vergüenza que le dijo que lo soltara, pero el maldito parecía estar sordo e hizo todo lo contrario. Lo tomó, lo puso entre sus brazos, se quitó la chaqueta y se la colocó a él hasta taparle también la cabeza.
"Sal de aquí de inmediato. No, yo mismo te acompañaré a la mansión. Vamos."
Actuó tan nervioso como un guardián que descubrió a una joven omega escapándose de la casa durante la noche. Y antes de que Arok pudiera protestar, una fuerza poderosa lo arrastró fuera del callejón.
"¡Se me cayó el sombrero, Bendyke!"
"¡Olvídate del sombrero! Tienes el suficiente dinero para comprar cientos más ."
"¡Amo ese sombrero!"
"¡Te compraré uno igual! No importa cuántos. ¡Así que cállate y apúrate para que podamos salir de este maldito lugar de una buena vez!"
Fue una oferta sorprendente para un avaro. Además, aunque "El fondo" era peligroso, pensó que en realidad era un poco exagerado para tratarse de un Alfa y comenzó a tener curiosidad por saber cuán débil se consideraba a si mismo como para no enfrentarse a los malos. Justo cuando estaba a punto de protestar y decir que "caminaría solo", el mismo grupo de hombres impresionantes que lo perseguían hace un momento aparecieron para bloquearles el camino una vez más.
"Ahora son dos".
"Unos riquillos".
"Se van a arrepentir de venir, lo prometo."
No sabía cuál era el rencor que les tenían pero ahora sacaron un pequeño puñal del bolsillo con una mancha en la hoja sucia que en definitiva no parecía ser óxido.
"Lo lamento. Me están persiguiendo desde hace rato. Yo les pegué pero..."
"Shhh..."
Mientras tanto, Bendyke escondió a Arok detrás de su espalda. Cualquiera con una imaginación romántica podría encontrar esta pose conmovedora, pero, no Arok. Al contrario, se sintió molesto porque pensó que estaba dando por sentado que no podía pelear.
"¡Yo también puedo ayudar!"
Y mientras intentaba sacudirse del brazo que lo empujaba para atrás, Bendyke pareció tan peligroso como ellos.
"¡Quédate atrás de mi, maldición!"
"¡También tengo la capacidad de protegerme!"
"¡¡¡ESO NO ME IMPORTA!!!"
El Alfa gritó. Arok no fue el único sorprendido por eso porque incluso los hombres que sonreían en su dirección se quedaron en completo silencio. Luego Bendyke volvió a hablar.
"Mi trabajo es protegerte. ¡Arok, mi trabajo es estar para ti ahora porque no pude hacerlo antes! ¡¡Esa es la razón por la que me dieron otra vida!! Y lo lamento. Lo lamento, tanto por esa vez y yo... Yo... Sé que no pude hacer nada por ti entonces pero, ahora quiero tener la oportunidad de enmendarlo. Quédate atrás de mi, por favor, ¡Por favor, no tienes que hacer nada más! Deja que te proteja...."
"Bendyke..."
"No quiero perderte."
La ira hirviente se llenó de una desesperación indescriptible. Lo que Bendyke estaba mostrando en este momento no era para nada igual a lo que vio en sus ojos cuando estaba hablando con Rafiel y de hecho, le hizo sentir bastante preocupado. Era una expresión llena de dolor y desesperación que se hundía junto con el enojo. No sabía qué estaba pasando, pero decidió decirle que sí.
"Lo haré."
Arok obedientemente dio un paso atrás y se ocultó detrás de su espalda.
Bendyke murmuró algo en voz baja junto con un largo suspiro.
Pero lo escuchó:
<Gracias Dios, por tener piedad de mi y darme una segunda oportunidad.>
Tenía curiosidad por saber qué pasó para hacerlo sentir así y también, "por qué una persona diabólica cómo él podría estar agradecida con Dios". ¿Perdió a alguien en el pasado? Aunque claramente, no era el momento de hacer preguntas.
Bendyke se paró directamente hacia los matones y más tarde, notó que sus manos, que llevaban guantes de cuero de aspecto resistente, sostenían un bastón inusualmente grueso y largo que parecía hecho de puro metal. Luego, cuando Bendyke giró el mango, apareció una espada larga, bastante clásica, que rara vez se había visto en el país y que tenía la hoja inquietantemente afilada. Llevaba manchas negras aquí y allá, pero su color no era nada comparado con la daga que sostenía el tipejo ese. Era más siniestra que la suya.
"Vamos, bastardos. Vengan aquí".
Su cara sonriente le dio escalofríos. Los hombres se miraron entre sí, intercambiaron miradas como si pidieran a alguien que diera un paso adelante primero, y luego uno de ellos corrió en su dirección, gritando como un demente. Bendyke blandió su espada igual a si hubiera estado esperando este momento desde la primera vez.
Ahora que lo pensaba, ¿Qué estaba haciendo aquí en primer lugar y por qué estaba sosteniendo un objeto tan aterrador?