Gem está feliz (vale, un poco borracho también), nos estamos divirtiendo mucho, todos los grupos son geniales, la música es estupenda, el ambiente inmejorable, la única pega, Gemini cuando bebe se vuelve más pegajoso de lo normal, no deja de pasarme el brazo por el hombro, por la cintura o, directamente, estrujarme contra él y eso no es bueno para mi corazón (vale, igual yo tampoco estoy totalmente sobrio, pero creo que estoy mejor que él). Aun así, no importa como esté, sigue cuidando de mí, me pregunta una y otra vez si me divierto ¿no es adorable? colgado de mi hombro como un bebe pero asegurándose de que me divierto, mi precioso bebe gigante ¿algún día le diré de verdad cuanto le quiero?
P'Earn quiere que nos vayamos a casa, mañana tenemos trabajo que hacer, pero Gem no quiere irse, se niega como un niño pequeño, solo le falta patalear en el suelo, así que tengo que apoyarle, por supuesto.
- Phi, déjanos un poco más – cuando está en modo bebe, negociar es lo mejor, creo que puedo convencerles a ambos, he desarrollado un sistema.
- Fourth es tarde, mañana ambos tenéis trabajos que hacer temprano, si no nos vamos ya estaréis agotados.
- Vamos a hacer una cosa P'Earn, nos quedamos una canción más y nos vamos a casa ¿verdad que si Gem? – venga Phi, te tienes que dar cuenta de lo que estoy haciendo, así Gem cree que sale ganando y una canción no cambia nada. P'Earn parece que lo piensa un momento.
- Una canción y a casa dormir directamente, sin hacer pucheros ni más aplazamientos. – Bien, Gem sonríe, ya está contento, es tan fácil hacerle feliz.
Así que disfrutamos de una última canción, él bebe gigante koala y yo, una última foto con los amigos y vamos a por P'Earn para ir a casa, la verdad es que quiero ir a descansar, ha sido una gran noche, hemos cantado y el público parece que lo ha disfrutado, hemos sido el público y hemos disfrutado también, pero no puedo seguir mucho más con Gem así, si sigue abrazándome y agarrándome de este modo acabaré haciendo alguna estupidez, así que mejor nos vamos a casa.
- Me voy con Fourth – dice enfurruñandose, vamos Gem, ¿ahora sales con esto?, habíamos acordado sin pataletas.
- Gem, a casa a dormir, lo prometimos.
- Pero quiero ir a tu casa, tienes una habitación extra y nunca me dejas ver a Munmuang, tú has jugado con Lord Jumu pero yo no puedo ver a Munmuang, no es justo – dice mientras empieza a hacer pucheros.
- P'Earn – digo suspirando, tengo que ceder, no puedo si empieza a poner esa cara - ¿Puede quedarse hoy Gemini en mi casa?
- Chicos, es tarde, tenéis que ir a descansar.
- Te prometo que haré que se acueste pronto, que vea a Munmuang, la acaricie un poco la barriguita y a dormir – vamos Phi, no ves su carita ¿no puedes decir que no a esa cara?
- Acariciar a Munmuang y a dormir, nada de juegos, nada de charlas, a dormir directamente o acabaréis causándome un problema – cede P'Earn.
- Me encargaré de ello Phi – aseguro mientras hago un wai sonriendo al ver como Gemini empieza a dar saltitos y palmadas de la emoción – nos iremos a dormir pronto y mañana estaremos frescos para nuestros trabajos
Gem está realmente cansado por lo que veo, en el ascensor camino a mi piso se ha colgado de mi espalda y es prácticamente un peso muerto sobre mí, sé que está despierto por lo fuerte que me abraza pero poco más, siento todo su peso sobre mi cuerpo mientras su nariz roza mi cuello, mi equilibrio no es el mejor por el alcohol que hemos tomado durante los conciertos y, además, el corazón me va a explotar por culpa de este borrachín, tengo que concentrarme en algo para no acabar haciendo nada vergonzoso, mi gatita, sí, normas.
- Gem, unas normas con respecto a Munmuang – creo que me escucha porque noto como asiente con la cabeza contra mi hombro - Sabes que es bastante tímida con la gente con la que no tiene confianza.
- Mmmmm – supongo que ese sonido será que me entiende.
- Cuando la veas, no vayas a por ella como un loco ¿de acuerdo?
- Mmmmmmm – asiente de nuevo mientras su nariz roza mi cuello, voy a decidir que eso vale por un si en borracho e intentar concentrarme en lo que estamos hablando.
- Espera a que Munmuang se acerque a ti, lo hará cuando se sienta tranquila ¿me has escuchado? y no me contestes con mmm
- Mmmmmmm si – contesta al llegar a mi planta
Se supone que ahora me debería soltar, tenemos que andar desde el ascensor hasta mí apartamento, ambos hemos bebido un poquito, caminar agarrados así es complicado en cualquier situación, pero no parece que piense soltarme, de hecho me abraza más fuerte, así que caminamos de una forma un poco rara hasta llegar a mi puerta, entramos en mi apartamento y nos descalzasos, y todo con Gem agarrado como si fuera una extraña garrapata.
- Hola Munmuang – mi gatita preciosa ha aparecido, aunque se ha quedado algo parada al ver al tipo extraño fusionado a mi espalda que ¡ups! se soltó y fue a por mí Munmuang ¿es que no me escucho antes? ¿qué parte de no acercarse a ella como un loco no has entendido Gem?
Bueno, balance de daños, he curado el arañazo de la mano de Gem (no es grande, Munmuang no quería hacerle daño, solo quería quitarse de encima a el gigante extraño que la ha agarrado mientras daba grititos y la puedo llegar a entender), ahora Gem está sentado en el suelo con las piernas cruzadas y la cara más triste que le he visto nunca, estoy sentado delante de él mientras entre mis piernas se esconde Munmuang que le mira con cara de absoluta desconfianza, básicamente ahora tengo dos niños pequeños enfurruñados, uno de más de un metro ochenta medio borracho y otro peludo y con patitas cortas ¿cómo he llegado a esta situación?
- Munmuang me odia – gimotea Gem.
- No te odia Gem, no te conoce, es solo eso.
- Tu gata te odia ¿Qué voy a hacer? – hay mierda, creo que va a empezar a llorar, no hagas eso Gem.
- No te odia ¿Cómo te va a odiar? Ningún ser vivo te podría odiar.
- Munmuang me odia y tú te pondrás de su lado y me odiarás - ¿qué dice?, vale, nota para mí, no dejar beber a Gemini nunca más, aunque me hace un poco de gracia.
- Vamos Gem, eso es absurdo ¿te das cuenta de lo que estás diciendo? – es tan adorable que se me escapa una risita.
- Encima te ríes de mí.
- No me río de ti, jamás – vale, empiezo a reírme en serio, pero es que me mira con esos ojos redonditos y ese morrito de puchero diciendo esas tonterías, es que me tengo que reír – Me río contigo siempre, pero nunca de ti.
- Deja de reírte.
Ya no puedo parar, es que es tontísimo, ahora con el ceño fruncido y su pucherito, es adorable, se nota que se ha criado por Mae Ning y su grupo de ángeles y le han tratado como a un muñequito, es como un bebe blandito. que no sab... ¿me ha dado un beso? ¿Gem me ha dado un beso? solo ha sido un roce, igual se iba a estirar y sus labios se han chocado con los míos o ¿otra vez?, pero ¿cómo? ¿por qué? solo me considera su amigo ¿verdad? Pero sigue sujetando mi cuello, manteniendo mi cara pegada a la suya, y mirando mis labios, con su otra mano comienza a acariciar mi cara, otro beso, y otro, solo son roces suaves, hasta que una de sus manos baja a mi cintura. y me aprieta, los besos se vuelen más intensos y en algún momento me doy cuenta que estoy sentado sobre sus piernas, una parte de mi mente se pregunta dónde está Munmuang aunque tampoco es que me importe, solo me importan los labios de Gem sobre los míos, empieza a faltarme el aire cuando Gem cambia el foco de su interés, deja mis labios y comienza a besar mi mandíbula y baja a mi cuello y creo que me va a explotar el corazón, o la cabeza, o todo el cuerpo, besa y muerde y lame y.... se para... y se vuelve un peso muerto sobre mi ¿qué?
- Gem
- ... Gemini
¿En serio? Se ha quedado dormido ¿de verdad? En esta situación se ha quedado dormido, si, se ha dormido, es evidente, completa y absolutamente dormido, mi corazón va a mil por hora pero Gem se ha dormido y, aun así, no puedo evitar acariciarle la cabeza con cariño, a veces creo que es imposible querer tanto a una persona.
- Vamos bebe, a la habitación a dormir – digo mientras intento ponerme en pié para llevarle como pueda al cuarto de invitados, parece que el movimiento le ha medio despertado y él bebe mochi tiene fuerza cuando quiere, aun dormido, tira de mi hacia el suelo de nuevo
- No, aquí – murmura
- Vamos Gem, te dejaré en tu camita y dormirás como un bebe bueno.
- No – insiste mientas me sujeta, vaya... y ¿ahora qué?
Suspiro mientras alcanzo como puedo unas almohadas del sofá y las pongo en el suelo, cojo también la mantita que utilizo para ver pelis algunas noches en las que no consigo dormirme.
- Vale, aquí, pero échate – bien, esta vez obedece, le cubro con la manta y me dispongo a ir a mi cuarto pero, otro tirón.
- No
- ¿Ahora qué?
- Juntos
- ¿Juntos?
- Juntos – dice de nuevo mientras tira de mí haciéndome caer encima suyo, una vez que me tiene así, me abraza apretándome contra su cuerpo y eso es todo, he sido derrotado, no voy a luchar, voy a quedarme aquí hasta que se despierte o me pida que me vaya, lo que ocurra antes, por mí, me puedo quedar así el resto de mí vida, me parece genial
- Mío – murmura Gem
- ¿Qué es tuyo?
- Fourth, te quedas conmigo, para siempre – dice mientras se gira aprisionándome entre el suelo y su cuerpo y olisqueando mí cuello.
Bueno, mañana tenemos trabajo, tengo demasiados pensamientos en la cabeza y al tonto del que estoy enamorado dormido encima, ahora resulta que no tengo claro que piensa este idiota de mi después de lo que acaba de ocurrir, pero supongo que eso es algo que tendremos que tratar en otro momento.
- Fourth – bien, creo que hoy no duermo
- Mmmm
- Te quiero – vale, estoy muerto, definitivamente muerto y condenado ¿no dicen que los borrachos y los niños siempre dicen la verdad? Eso o me quiero autoengañar, me da igual
- Te quiero Gem – Medio dormido o no, Gem me da un suave besito en el cuello y aprieta un poco más el abrazo (no pensaba que fuera posible), después suspira y se queda quieto, su respiración se relaja poco a poco, creo que ya se ha dormido del todo, no sé si yo seré capaz de dormir.