Bendyke no podía soportar ni la más mínima distancia entre los dos.
Para ese momento, ya estaba hundiendo la cara en su nuca medio descubierta, con la nariz en forma de cuchilla pasando tan cerca de su arteria carótida que Arok se sintió amenazado y pensó que, si los dientes de ese hombre pudieran salir de su boca, definitivamente podría estar a punto de arrancar un pedazo de su carne en cualquier momento. Después de todo, aunque le gustaba fingir ser un caballero educado y pensante, le arrancó los botones como un animal en lugar de desabotonarlo y lamió el área hueca donde su oreja y su barbilla se encontraban. Lo tomaba y lo volteaba con la fluidez que utilizaría alguien de saber todo sobre su vida y también, las cosas que amaba y las cosas que no podía tolerar.
El chaleco se le cayó al suelo.
El dobladillo de su camisa fue arrancado con un extraño crujido, como si estuviera desgarrando el vestido de una dama noble en lugar de su traje, y a través de la tela destruida, le acarició el abdomen una y otra vez mientras parecía moverse a la par de su respiración entrecortada.
"Ah, Bendyke..."
"¿A dónde fue la persona fuerte que se quitó la ropa hace un rato y actuó como si fuera el hombre más confiado del mundo?"
"Ah, ah, no... Yo..."
Entonces le dio una nalgada "Plam", haciendo que jadeara de sorpresa a un nivel en que casi se atragantó con su propia saliva.
No queriendo aumentar la satisfacción de la otra persona con sus gemidos, Arok se mordió el labio inferior hasta sentir su sangre.
"Estás temblando tanto... Justo como un virgen que no sabe nada."
"Umm..."
"No voy a poder meter ni un solo de mis dedos en tu agujero si ahora ya estás actuando así. Lo que significa que solo tu personalidad es la de una puta".
Las palabras extremadamente vulgares se volvieron como un mazo y golpearon a Arok directo en su cabeza. De hecho, su boca se abrió en shock como si no pudiera creer que estuviera diciendo la palabra "puta" justo en su cara y entonces, notó la forma en que el hombre sonreía, estiraba sus largos dedos como una red y sostenía su rostro con la misma delicadeza que tendría de manejar una copa de vino.
"Relájate..."
La lengua lo tocó antes que sus labios. Luego, ese mismo trozo de carne entró en su boca sin hacer tanto esfuerzo, comprobó sus dientes y sus mucosas igual a si tanteara el terreno y finalmente, se aferró a su paladar para comenzar un beso que se sintió amenazador. Algo persistente y áspero, pero que tuvo un efecto profundo dentro de él.
Entonces, con la boca obstruida, vino un sonido como de silbido debido a que sus conductos nasales estaban completamente saturados. La mano que sostenía el respaldo de la silla se tensó y en lugar de cerrar los ojos, los párpados los tenía lo suficientemente entrecerrados como para ver justo lo que necesitaba sin parecer aburrido o inexperto. Luego, la sensación de un extraño y malvado bulto de carne moviéndose alrededor de paladar se mezcló con la calidez de su propia lengua y terminó en chupadas y lamidas que le devolvieron sentimientos tan espeluznantes como dulces al mismo tiempo. De hecho, tenía que decir que Bendyke era la primera persona con la que Arok había tenido un contacto tan personal desde que nació y que, aunque era una pena, su ignorancia sobre la sexualidad podía haber hecho que lo influenciara tan fácilmente como para sentirse urgido por su toque. No obstante, inexperto y todo, tenía que decir que en lo que respectaba a la forma en que besaba, lo estaba haciendo como todo un santo.
Y por eso odiaba aún más a Bendyke que antes.
Debería sentirse disgustado estando a su lado porque cada instante con él había terminado con su autoestima completamente derrumbada contra el suelo y sin embargo, ahora eran unos cuerpos con salivas que se estaban conectado entre unas lenguas que se frotaban, y unos brazos que se tensaban en el cuerpo del otro como si se necesitaran para no caerse. Finalmente, incluso Bendyke le dio a Arok un breve respiro y lo felicitó diciendo que "había hecho un trabajo más que excelente para ser un principiante" mientas que los labios del diablo le empezaron a sonreír. Dijo:
"Acabas de pasar con éxito tu primer curso sobre besos."
Lo que evidentemente lo molestó.
La otra persona, que claramente era de clase baja, que ni siquiera era un conde, estaba tratándole de una manera increíblemente grosera solamente por no saber besar. Es más, se sintió tan humillado que Arok dijo "No eres mi primer beso" y bloqueó sus labios con los suyos tan bruscamente que hasta le dolió la cara. Tal como lo hizo primero, trazó sus dientes, escaneó su membrana mucosa y quizá un poco avergonzado, chupó y chupó hasta que terminó extendiendo su mano para envolverla en la nuca de Klopp en un intento por hacer que no se le fuera a escapar.
Entonces, a través de la visión medio oscurecida por sus pestañas, pudo ver los ojos cerrados de la otra persona, sus espesas cejas presionando justo en medio de su frente, como si sintiera dolor, y sus densas pestañas revoloteando como las alas de una pequeña mariposa atrapada en una telaraña. Fue una respuesta increíblemente perfecta teniendo en cuenta que estaba viniendo directo de Bendyke así que Arok, empeñado en mostrarle que podía tomar el control, tocó el fuerte cuello que era comparable con su muslo, levantó ligeramente el dedo índice, y subió hasta sentir su cabello cuidadosamente recortado bajo las yemas.
"Ah..."
Sus labios se separaron de los suyos con un sonido completamente necesitado. Luego, los ojos oscuros, que se habían hundido como hojas viejas que habían caído durante el invierno, de repente se colorearon con un color peligroso y dos brazos parecidos a un cedro sujetaron con fuerza la cintura de Arok hasta un punto en que pareció curvarse completamente para atrás al sentirse atrapado. Ahora era él quien se veía tan confundido como lo estuvo Bendyke cuando tomó la iniciativa del beso.
"Tienes una habilidad especial para sorprender a la gente. Siempre eres... Impredecible".
"Lo voy a tomar como un cumplido."
"Eso es lo que es."
"Sin embargo, si tienes tiempo para hablar ¿Por qué no lo ocupas para ponerte duro el pene? Lo siento flácido ¿Crees que puedas estar listo antes de que termine la noche o voy a tener que esperar más?"
Para Arok, esta era su venganza. No quería perder contra él, incluso si eso significaba que tenía que ser inesperado. Por su parte, la otra persona parecía estupefacta, probablemente sorprendido por la provocación dirigida directo hacia su pene.
No tardó mucho en ponerse a reír.
"Si estás tan preocupado, ¿Por qué no me quitas la ropa para ahorrar tiempo?"
"Eres un arrogante si piensas obligar a tu empleador a hacer el trabajo".
Aún así, Arok extendió su mano.
La habitación se llenó rápidamente de calor...
La "Habitación Violeta" era una recámara tranquila y acogedora en comparación con otras salas de la mansión y de todas maneras, ahora que estaba sólo con una camisa desabrochada y un hombre bufando delante de él, se sintió como si los gruesos muros de piedra no pudieran garantizar su privacidad incluso aunque estaba seguro de que nadie estaba escuchando nada. Arok obstinadamente bloqueó su garganta mordiéndose la boca.
"Vas a lastimarte si sigues mordiendo..."
La voz que sonaba en sus oídos era áspera, como si estuviera repleta de lujuria. Quería reírse de lo estúpido que era que ese hombre estuviera causando una terrible congestión en todo su cuerpo y sin embargo, sentía que si comenzaba a relajarse, aunque fuera un poco y con un par de bromas, se rompería tan fuertemente que pronto ya no tendría nada que pudiera reconocer de si mismo.
Había enormes gotas de sudor corriendo por su cuello hasta el centro de su pecho. Bendyke le dijo que pusiera los ojos en los suyos y luego, levantó ligeramente a Arok y lo hizo sentarse con el trasero sobre la mesa. Su espalda cayó hacia atrás y otro brazo impresionantemente musculoso se aproximó y le agarró de los muslos. Luego, el hombre se bajó el pantalón y se tocó la ingle frente a su cara para enseñarle una pequeña parte del enorme pene que había tenido escondido en su ropa interior todo este tiempo. Y aunque realmente sólo era la cabeza, se sintió tan asombrado por su tamaño que casi estuvo a punto de decirle que "quería parar" o que "era mucho más de lo que esperaba".
Se quedó en blanco otra vez y tuvo miedo.
A diferencia del pene de un Omega, que tenía un ancho uniforme en los puntos inicial y final, el de un Alfa era notablemente más grueso en la base. Esto se debía a que tenían un "órgano anudador" que servía como dispositivo biológico que garantizaba un embarazo seguro, y que no representaba ningún problema debido a que la entrada del omega, al estar en celo, era tan elástica como para poder acomodar fácilmente el pene hinchado de su acompañante hasta el fondo. No obstante, resultaba que Arok era un Alfa como él incluso aunque existían diferencias individuales entre los dos.
Y es que Bendyke era alto y grande. Mucho más de lo normal. Sus manos y pies eran impresionantes y sabía que la talla de lo que colgaba entre sus piernas debía estar a la altura. ¡Era solo que esto ya parecía exagerado! No mentía, la verga del tipo iba mucho más allá de una persona normal.
¿Debería ser valiente?
¿Podía morir por un desgarre?
Arok era aproximadamente de la misma edad que él, tenía una apariencia cuidada, un físico apropiado, un estatus social y una riqueza que superaba la de los demás con creces. Sobre todo, se mirara por donde se mirara, su personalidad era muy superior a la de su acompañante y ¡Por Dios! ¡De verdad era de lo mejor en el mercado en cuanto a hombres! Sin embargo, la sensación de derrota, que nunca tendría motivos para sentir en una relación normal, se hizo cada vez más y más intensa y por eso mismo, cuando esa bestia viciosa, que parecía haber sido creada combinando oscuridad y deseos vulgares, le mostró un órgano que tenía un color elegante y una apariencia inmensa, sintió que quería abofetear a la otra persona en la cara solamente de la pura envidia.
Pero muy al contrario de sus pensamientos, Arok arañó el hombro de Bendyke.
"Umm..."
"Relájate, cariño..."
Bendyke, que solo dejaba al descubierto la parte superior de su cuerpo, era duro y no mostraba ninguna marca o imperfección importante en su piel. Pareció como si hubiera sido curtido por un artesano de primer nivel y también, era claramente muy diferente a Arok en el sentido de que él ya tenía una huella roja de una mano tatuada en la cintura con tan solo un poco de presión. Bendyke seguramente también era de los que podía durar horas sin cansarse.
"Tus muslos todavía siguen siendo débiles".
La forma en que la otra persona hablaba, como si supiera todo de su cuerpo, le hizo sentir bastante extraño. Es decir ¿Cuándo le tocó el muslo y cuándo supo exactamente que eran débiles? Era solo que lo ignoró porque estaba muy entretenido en su momento juntos como para armar un escándalo por algo que básicamente vivía todos los días.
Entonces, su mano masajeó el interior de su muslo y entró en una zona muchísimo más privada. Debajo de su pene había un bolsillo que solo tenían los hombres y que por supuesto, Arok nunca se tocó apropiadamente porque no era digno de alguien noble. Incluso cuando se bañaba, solía frotarse los testículos con una gasa con jabón porque era vergonzoso hacerlo tan directamente por lo que, Bendyke fue la primera persona que lo estaba haciendo y él, sintiendo sus dedos en esa parte tan sensible, instintivamente cerró los muslos y se quejó cuando Bendyke se empujó un poco más para no dejar que pusiera resistencia. Entonces bajó la cabeza entre los dos brazos que estaban frente a él y luego, con un fuerte apretón en dirección a su ombligo, resultó que tuvo la visión del pene del hombre frente a él elevándose para mostrarle que ya estaba bastante duro.
Los ojos del conde se abrieron al ver la verga de ese hombre saliendo de debajo de un vello púbico que rodeaba su base. Y en realidad, fue la escena más terriblemente obscena que hubiera visto desde que era un bebé.
La conmoción provocada por su verga fue significativa. Su boca se abrió automáticamente y mientras notaba que literalmente estaba palpitando a través de su vello, que era un poco más oscuro que el pelo de su cabeza, miró también el escroto, y las venas tan marcadas que nunca había visto en el suyo.
"..."
El shock mental y la estimulación física le hicieron ponerse blanco y luego terriblemente rojo a medida que el calor subía hasta su cara. Soltó su labio inferior, se mordió de nuevo y finalmente lo miró sin saber qué hacer al tenerlo tan de frente. De verdad nunca había aprendido nada como esto, nunca tuvo novio, o pensó que podía ser gay o se tocó a si mismo en algún momento de su vida así que llegó un instante en que sus rodillas se sintieron como gelatinas.
"Yo... No quiero."
Suplicó sin darse cuenta. Agarró sus brazos con ambas manos y trató de evitar que se moviera más que ahora. Bendyke se acercó a Arok, lamió la delicada piel detrás de su oreja con la punta de su lengua y dijo:
"Shhh... Juro que no te haré daño".
Mientras que con su mano libre remarcaba el costado del conde.
El toque fue lo suficientemente suave como para hacerle pensar que era inofensivo, y la cálida palma descongeló suavemente un cuerpo que se le había puesto de punta desde todas direcciones. Sus pulmones temblaron y su aliento pareció el de una persona asustada.
"Ah, ah... Lo siento. Perdón, es que... Era mentira. Esta es la primera vez que hago algo como esto. Y también... ¡Ah!"
Arok no podía seguir hablando. La otra persona, que estaba masajeando cuidadosamente sus testículos, subió hasta su escroto y presionó con fuerza justo en el perineo. Luego llegó hasta su entrada.
"¡Ah!"
Y en un instante, la punta de su propio pene quedó completamente extendida en el aire hasta golpear sobre su abdomen. ¡Fue una sensación horrible! Como si sus órganos internos se estuvieran apretujando más y más y más a medida que un calor impresionante se extendía dentro de sus huesos. Negó con la cabeza:
"Ah, ah... Detente. Por… Por favor…Por favor, espera."
Las temblorosas palabras de Arok hicieron que Bendyke lo abrazara fuerte mientras le pedía que metiera mucho aire en su pecho. Luego el conde clavó sus uñas en los huecos debajo de sus hombros, como si estuviera colgando de un acantilado, y dejó que su barbilla temblorosa y repleta de sudor descansara sobre sus omóplatos. Intentó respirar como le dijo.
"Aah..."
"¿Estás asustado?"
La voz que hizo la pregunta fue sorprendentemente amable. Tanto que asintió.
"Si no te gusta, podemos parar".
Mientras decía eso, Bendyke le dio unas palmaditas en la espalda a Arok.
La inesperada bondad hacia su persona estimuló aún más los nervios que de por si ya tenía bastante sensibles.
"¿De verdad podemos parar?"
El hombre habló con una sonrisa extremadamente gentil.
"De todos modos, no podemos hacerlo ahora. Si no me tomo mi tiempo y te doméstico para que puedas aceptarme, vas a sentir más dolor que placer al momento de la penetración".
Bendyke besó la frente de Arok como si estuviera consolando a un ser querido y lo acarició justo como si fuera un niño inocente que lloraba y pedía por su mamá. Se rió de nuevo:
"¿Qué voy a hacer contigo, Arok? ¡No seas demasiado provocativo si no tienes suficiente experiencia sexual! Mi paciencia tiene un límite ¿Entiendes? No quiero fracasar tan horriblemente como lo hice en el pasado pero me dificultas hacer las cosas bien."
"..."
¿Entonces estaba siendo gentil porque le recordaba a su antigua aventura? Estaba enojado por su propia tontería al confiar en la falsa bondad de la otra persona y no pasó mucho tiempo hasta que la ira pareció ser lo único que le estaba haciendo ruido en la cabeza. Es decir ¿Qué significaba no querer fracasar? El hombre parecía haber lastimado a alguien antes con ese pene sorprendentemente grande así que, tal vez lo estaba ocupando para quitarse la culpa.
En ese instante Arok volvió a la realidad en la que era un hecho que Bendyke había tenido una variedad de amantes antes que él. Pero claro, era natural después de todo. Se trataba de un tipo que seguramente se había acostado con todo tipo de hombres y mujeres, incluidos alfa y omega, y que tenía tantos deseos pervertidos como para no poder contarlos ni aunque le prestara sus manos. Sin embargo, no podía dejar de lado el enojo y se preguntó ¿Por qué carajo tenía que pensar en alguien más cuándo lo tenía de frente?
¿Significaba que era el reemplazo?
Miró al sucio bastardo de una manera tan violenta que Bendyke se rió entre dientes.
"¿Esperabas hacerlo todo de una vez? Lamento no haber cumplido con tus expectativas".
Estaba disgustado.
"... Apártate de mi camino. Yo... Carajo, no importa."
Arok empujó al hipócrita, bajó las piernas que estaban sobre la mesa y pisó el suelo. Su cuerpo, completamente debilitado por la tensión sexual y la excitación forzada, tropezó, incapaz de superar las secuelas del rápido descenso de la temperatura corporal, y cayó para delante de modo que pensó que iba a golpearse en la cara.
"Wo. Oye, tranquilo. Es peligroso."
Un brazo fuerte sostuvo a Arok. Pero eso solo socavó aún más su dignidad como ser humano.
"Déjame."
Apartó el brazo con un gesto de su mano, mostrando toda la hostilidad que le había crecido en el pecho. Arok entonces perdió el equilibrio debido a la excitación que aún quedaba en su abdomen y casi se cayó de nalgas sobre la mesa. No obstante, en lugar de tambalear, movilizó toda la fuerza mental que había acumulado hasta el momento, y se enderezó tan perfectamente como pudo. Estaba medio desnudo y sólo tenía una camiseta destruida, pero no importaba. Irse incluso así sería más noble que estar con un demonio.
"¿Puedes caminar? Te ayudo a..."
"No me toques".
Mientras le disparaba con frialdad, la mano que acababa de extenderse se detuvo en un momento. Arok calmó su cuerpo tembloroso y recogió sus pantalones que habían caído al suelo. Apretó la mandíbula y trató de no decir nada más para irse tan dignamente como fuera posible. Pero terminó maldiciendo a Klopp.
"Qué pedazo de basura eres. De verdad. Espero que te vayas al infierno y que te jodas allí."
Fue la palabrota más dura que había dicho en su vida y esta vez, el papel del sorprendido recayó completamente en Bendyke.
Mientras el avergonzado hombre pareció no saber qué decirle, Arok se refugió en el baño auxiliar con su ropa entre las manos y el pene un poco erecto. Pero tan pronto como cerró la puerta y ya no escuchó nada, se frotó la mejilla con una mano temblorosa y se puso a llorar de la decepción.
"Maldita sea."
¡No podía creer que estuviera derramando lágrimas por ese bastardo malnacido! Se sintió miserable y resentido así que abrió el grifo y se lavó la cara con un montón de agua fría. Luego utilizó una toalla para limpiarse bruscamente el cuerpo sudoroso y notó que las yemas de sus dedos temblaban mientras se ponía la ropa otra vez. El botón ya no estaba y la tela fue desgarrada.
"Maldita sea, me rompió el botón".
Las maldiciones continuaron.
Arok respiró hondo y trató de recuperar la compostura. Había estado temblando de emoción hace un momento, pero su cuerpo de repente se enfrió y sintió como si su cráneo se fuera a romper de dentro para afuera. Su visión era vertiginosa, estaba descalzo porque no tenía zapatos, pero al menos llevaba camisa y pantalones adecuados para alguien que era dueño de una enorme casa. Entonces se pasó los dedos por el pelo enredado unas cuantas veces y luego, respiró hondo una vez más hasta que el calor en su pecho se enfrió un poco y el área alrededor de sus ojos se secó rápidamente. Se miró en el espejo del baño y notó que, aunque sus labios estaban ligeramente hinchados y las comisuras de sus ojos eran de color rosa pálido, en general parecía tranquilo. Siempre que la ropa fuera perfecta, se podía decir con seguridad que solamente habían tenido una pelea o algo así y tanto la emoción como la vergüenza quedarían reducidas a nada. De hecho, se veía bien.
Esta fue la primera vez que estuvo tan agradecido por las duras enseñanzas de su padre.
Había llegado el momento de echar al huésped no deseado así que mantuvo la cabeza en alto y salió del baño. Mientras Arok se enderezaba, Bendyke también pareció haber hecho sus propias cosas. Tenía puesta la camisa y los pantalones correctamente, estaba de espaldas y pareció buscar en el bolsillo de su chaqueta sin darse cuenta de que estaba caminando justo detrás de él. Entonces notó que las yemas de sus dedos estaban temblando y que su respiración era terriblemente irregular mientras parecía desesperado por vaciar su bolsillo. Finalmente, pareció haber encontrado lo que buscaba y se dirigió a la mesa con algo en la mano.
Después de servir el té frío en un vaso, abrió la tapa del objeto que sostenía, que parecía un frasco de medicina, y después de verter una capsula en su boca, Bendyke bebió todo de golpe para podérselo pasar. Puso sus manos sobre la mesa, dejó caer la cabeza para adelante y trató de respirar profundamente una vez. Luego de nuevo y de nuevo. Después de un rato, Bendyke levantó los dedos para evaluar si le seguían temblando o no y notó que su tez estaba tan pálida como las hojas de papel en su escritorio. Además, estaba sudando como si le hubiesen aventado un balde en la cabeza.
"¿Estás tomando medicamentos?"
Cuando habló, Bendyke se sorprendió y dio un brinco. Al encontrar que Arok estaba detrás de él, puso la mano que sostenía el frasco de medicina en el bolsillo de su pantalón y fingió que no era nada. Fue sospechoso.
"¿Estas bien?"
"Te pregunté por el medicamento".
"Ah, claro. Es para el dolor de cabeza".
La otra persona, que había recuperado su lado arrogante, torció la comisura de su boca en una sonrisa que no le llegó a los ojos. Sin embargo, todavía estaba blanco, no tenía color en los labios, el sudor frío era bastante visible en su frente y sus músculos faciales estaban tensos. Además, pareció no notar que estaba respirando por la boca.
"¿Te... Pasa algo? ¿Te sientes mal?"
"¿Tienes curiosidad por mi vida privada ahora que nos besamos?"
"Sigues siendo un pendejo. Pero... Ciertamente te ves muy mal ¿Llamo a alguien? ¿Quieres que te traiga algo o...?"
"No. No es nada." Bendyke se encogió de hombros. "Estoy perfecto. No llames a nadie después de lo que pasó, por favor."
"Por la forma en que hablas de sueños locos y haces cosas extrañas... Disculpa lo que voy a decir pero ¿Te drogas con opio?"
No pensó que este maldito pero brillante director financiero fuera un adicto al opio pero, en realidad era algo muy común entre los hombres hoy en día. De hecho, se estaban difundiendo en secreto casos de personas que se volvían adictas al opio después de ocuparlo para asuntos medicinales y sin embargo, no había consumidores de opio en los círculos sociales de Arok por lo que no estaba seguro de eso. Por ahora y como si hubiera dado en el clavo, Bendyke se rió.
"No es opio, pero... Sí es algo parecido."
Sacó una botella del bolsillo, la sostuvo suavemente entre el índice y el pulgar y la agitó de un lado para otro. Antes de que pudiera mirar de cerca, volvió a desaparecer en su bolsillo.
"Si me drogo. No voy a decirte que no porque no tiene caso mentirte ahora así que, bueno. Este es para calmarme. Me dan... Solo sé que los medicamentos no están funcionando conmigo desde hace un tiempo así que, conseguí este."
"Si tienes que tomar algo comparable al opio para calmarte entonces deja de trabajar. Deberías intentar recuperarte inmediatamente. Dejar de aceptar casos o... ¡Vaya! ¿Por qué no me dijiste? ¿Qué tienes? ¿Qué te dijeron los médicos?"
Nunca se había preocupado tanto por Bendyke y la verdad era que su padre no dejó más en él que una aversión enorme a las drogas y a los que los ocupaban. Bendyke actuó como si no fuera gran cosa. De hecho, se acercó y levantó ligeramente la barbilla de Arok con un par de dedos así que lo apartó como si estuviera ahuyentando a un insecto. Al loco no le importó:
"Mi vida ha sido muy problemática últimamente. Hay cosas que me llegan de golpe y no puedo soportarlo si no tomo esto. Es... Algo puramente medicinal ¿De acuerdo? Estoy bien"
"No es asunto mío pero, si esto afecta el trabajo entonces voy a despedirte. Si por tomar esa cosa algo sale mal, entonces yo..."
"No te preocupes. De verdad estás exagerando"
La persona que se inclinó cortésmente frente a él tomó la mano de Arok y besó su palma. Pero incluso esto quedó reducida al ridículo cuando se apartó de golpe.
No obstante, aunque mostraba descaradamente su disgusto, el hombre parecía extrañamente feliz de que, quizá, había logrado compartir algo que antes había sido muy íntimo.
"Entonces me voy. Hasta luego, mi querido maestro".
¡Quería golpear esa cara sonriente con todo el puño! No obstante, la violencia no sólo arruinaba su reputación como intelectual, sino que no había posibilidad de derrotar a ese loco por la fuerza.
"Voy a aprender boxeo."
Entonces decidió dejar de tomar clases de violín y empezar a tomar clases de esgrima. Como lo vio bebiendo una droga desconocida, pensó que tenía que tomar autodefensa antes de que se volviera todavía más loco de lo que ya lo estaba e intentara atacar. Además, estaba el hecho de que esa enorme arma entre las piernas era algo de cuidado.