Despierto, poco a poco mi visión se va adaptando, lo primero que veo son mis compañeras alrededor de mi en una camilla.
-Habrán paso, para que la enfermera la revise.-Dijo Ana.
-¿Entonces no está muerta?
-Diana, no digas estupideces.-Dijo Betty.
La enfermera se acercó preguntándome información básica de mí, ¿Cómo me llamo? ¿Cómo me siento? ¿Me he sentido mal los últimas horas o días?
Le dije que todo estaba bien, después recordé sobre mi empaño en los ojos y me dijo que consultara con mi médico y solo me dio pastillas para el dolor.
-¿Dónde está Lina?
-Oh, ella está afuera.-Dijo Alba.
-No quiere pasar a verte.-Respondió Rosa.
-Pero si quieres hablar, te dejamos a solas con ella.-Diana salió de la habitación, después de unos segundos entró jaloneando a Lina. Todas salieron de la habitación.
-Hey, ¿Te sigue doliendo?.-Preguntó tímida.
-No mucho, estoy un poco mareada.
-Es mi culpa...
-No, nadie tuvo la culpa, mis piernas son débiles.-Empiezo a reírme pero veo que a Lina no le dio gracia así que corto mi expresión.
-Lo siento.-Sus ojos se llenaron de lágrimas.
-No, no, no llores, tranquila.-No sabía que decir.-Heem dime, ¿Por qué te cuelgas así de los tubos? Parece que tienes fuerza en las piernas.-Sonreí.
-Oh, lo hago cuando estoy estresada, es para autorregularme.-Lina estaba roja como un tómate.
De la nada entró Déborah a la habitación.
-Wow, ¿Estás bien, Ever?
-Me siento algo mareada pero todo bien.
-No puedo aceptar tu invitación después de lo sucedido.-Lina extiende sus dos brazos sosteniendo mi invitación.
-Lina, sería un honor que estuvieras ahí, me levantarías el ánimo de verme jugar.-Ella se queda atónita sin nada que decir.
-E-esta bien, muchas gracias.-Lina se despide de mi con un beso en la frente, salió de la habitación.
-¿Qué fue eso?-Preguntó Deb, estábamos ella y yo a solas.
-¿Qué fue eso de qué?
-El beso, ¿Se gustan?.-preguntó ansiosa.
-No, no, no. La veo como una hermana menor.-<< Si claro la acortejaste en el baño>>
<<Pero fue solo un impulso, no significó nada>>
-Creo que a ella le gustas.-Deborah estaba desesperada por encontrarme con alguien más que no sea Jade.
-No nos gustamos, no soy su tipo.
-¿Cómo sabes?
-Le gusta Ambar.
-¿Y? Te puedo ayudar...
-No me gusta, y para, me estás mareando.
-Lo siento, ¿Te llevo a tu casa?
-No, me falta dos clases. Por cierto, te tengo una invitación.
-¿Invitación?.-Pregunta desconcertada.
Le entrego el pedazo de papel hecha por mí.
-Aaww gatitos con sombrero puntiagudos.-Ella había notado los gatitos que estaban alrededor.
-Son gatitos hechiceros.
-Están bonitos, te voy a llevar a tu casa.
-¡Que noo!
-Necesitas reposo para mañana.
-Bueno, en eso tienes razón, tu ganas.
Deborah me cargó con sus dos brazos. Ella tiene un cuerpo robusto y es mucho más alta a comparación de mi.
-Me haces ver pasiva, bájame.
-Eres mi pasiva.
-¿Qué? Noo. ¡Bájame!
-Ño, hasta que lleguemos a mi auto.
Deborah pasó por todo el pasillo, hasta llegar a las mesas de la cafetería que estaban en aire libre, pasamos cercas de jade no me había percatado hasta que Deb hizo un comentario fuera de lugar.
-No cualquiera puede cargarte hasta la cama, mi amor.
<<Hija de la chingada>>Pensé.
Jade nos observa con ojos de pistola, por otro lado Deb tenía la sonrisa de Colgate. Ambas son unas psicópatas.
....
Había despertado con una sonrisa. Hoy es mi primer juego y la emoción me recorría por todo el cuerpo. Me lavo la cara, me cepillo los dientes y me peino con un peine de marfil, mi cabello era muy delgado y me llegaba antes de tocar los hombros así que era corto y lacio. Me visto con el uniforme del equipo de básquet, me sentía orgullosa de mi. Atrás de mi playera tiene un estampado de mi apellido "Gálvez" y el número Diecisiete. Diana dice que el número diez son para los narcisos.
Escuche un claxon en la calle, de seguro es Deborah, no quise irme en el transporte privado junto con mis compañeras, preferí llegar en auto junto con mis dos invitadas de honor.
Hoy es el día de representar a mi equipo, los "gatos negros" bueno en realidad estoy representando a la preparatoria noventa y dos, pero es mas divertido decir la mascota de la escuela.
Entro al auto y Deborah me saluda besando mi mejilla.
Después de unos minutos en silencio Deb habla.
-¿Nerviosa?.-Preguntó.
-No puedo creer esto, es mi primer juego.
-Increíble, ¿No? Me acuerdo que mi primer juego estaba súper nerviosa, casi me orino de los nervios.
No dije nada porque me interrumpió el claxon, habíamos parado afuera de la casa de Lina. Ella salió de su casa, tiene puesto una playera blanca y shorts de mezclilla que le hacía ver sexy, con unos Vans negros. Ella se metió al auto, enseguida ví a su hermana salir de la casa. Levanté la mano para saludarla y ella me gritó ¡Suerte!
Lina
Estoy nerviosa, recuerdo la conversación que tenía hace rato con mi hermana.
Flashback
-¿Que haces en medio de la sala?.-Dijo Samanta mi hermana.
-Últimamente me he sentido rara.
-¿En qué aspecto?
-Bueno, como lo has visto últimamente he estado conviviendo con Ambar.
-Ahgg esa vieja me caga, no me gusta que nos visite, no le caigo bien.
-Bueno, eso no lo he notado.
-Si, si, sígueme contándome hermanita.
-Ella es linda y es muy detallista conmigo pero por otro lado está Lina, que a pesar de que...-Me interrumpe.
-Oh, ¿Tratas de decir que te gustan las dos?
-No, bueno...-Me vuelve a interrumpir.
-Ya, ya sé, te gusta una más pero la
-No, no, déjame hablar Sam.
-Esta bien, cierro mi bocota.
-Ambar es bonita y detallista y con ella me la paso bien, sin embargo con Lina es fría pero a la vez es amable conmigo a pesar de eso, me gusta mucho su forma de ser, pero no sé, no creo que me guste en forma romantico ninguna de las dos, o bueno eso pienso.-Samanta me analizaba, no sé porque le estoy hablando de esto a una niña de trece años, bueno ella es mi mejor amiga, mi hermana Foster por así decirlo.
-¿Qué sientes cuando estás con ellas?
-Con Ambar siento admiración y con quien hablar de matemáticas y física cuántica, sin embargo con Lina no hago tanto masking aunque no hemos convivido mucho.
-Tienes que convivir con las dos para sacar tus conclusiones, ¿Emocional como te has sentido?
Recordé el momento que tuve con Ever en los vestidores, sentí erizarse mi piel.
-Con Ambar neutra con Lina aun no sé, estoy confundida.-Escucho un claxon fuera de la casa.-Deben ser ellas.
Fin del flashback
Deborah
Habíamos llegado a la preparatoria número treinta y uno
Algunos de aquí me conocen, la mayoría son mis amigos desde la primaria y optaron por estudiar aquí.
-¿Creen que ya estén aquí el equipo?.-Pregunté.
-Si, hace rato me enviaron un mensaje de que ya habían llegado.-Dijo Ever.
-No puede ser, ¿Deborah?.-Volteo a la dirección opuesta, veo aquel chico bronceado que me hacía mimos cuando no entendía nada en la clase de cálculo en la secundaria.
-Nando, por Dios estás más alto -Me acerco a él y lo abrazo.-Tanto tiempo sin vernos.-Me alejo de él.-Chicas él fue mi novio en la secundaria.
Las chicas saludaron cordialmente a Nando.
-Nosotras nos vamos adelantando.-Dijo Ever después de agarrar su maleta del maletero de mi auto.
-Sabia que Iban a jugar aquí los de la noventa y dos, no me imaginé que asistirías.-Lo que más me gustaba de Nando era su sonrisa que resalta con sus dientes perfectos.
-Mi mejor amiga es una de las jugadoras.
-¡Mi amor!-Una chica de piel morena nos interrumpe.
-Hola cariño.-Ella se acerca y le da un beso de pico a Nando.-Ella es Deborah.
-Hola.-Me voltea a ver por un segundo y después regresa la mirada hacia él.-¿Nos vamos? No quiero hacer mucha fila en la dulceria del cine.
-Si, si.-Respondió un poco fastidioso.-Adios Deborah.-Se despidió secamente dejándome sola.
Antes de entrar al colegio veo una furgoneta estacionarse, la puerta se abrió y bajaron unas caras conocidas, me acerqué más a la camioneta.
-¿Ustedes que hacen aquí?
No sé por qué empecé a estar de mal humor.
-Nos castigaron gracias a Lina y Jade por hacer sus escenitas.-Respondió Hidaí.
-No le des explicaciones a esta piojosa.-Dijo Jade refiriéndose a mí.
-¿Qué yo qué? Estúpida.-Me acerqué hacia ella, estaba furiosa; Sin embargo Jade como siempre de cobarde se adentra más en la camioneta.
-¡Directora, Deborah me quiere golpear!
Veo a la directora salir de la furgoneta.
-¿Qué está pasando aquí?.-La directora me miraba con mal genio.
-Nada, mejor me voy.-Malditas ratas de cantarilla.
Entro al colegio, buscando la cancha de básquet, siempre se ha sabido que la preparatoria treinta y uno era uno de los colegios mas desgastados de la ciudad, no tenían área verde mucho menos de dos canchas, asi que era fácil identificar la ubicación de la cancha de básquet.
Estoy caminando por un pasillo algo angosto, veía el cielo nublado, gracias a mi despiste tropecé con alguien.
-Ten más cuidado, idiota.-Dijo una voz que rápido reconocí, ella se arrepintió de inmediato porque también ella me reconoció el rostro.
-¿Isabel, ¿Eres tú?.-Me acerqué para abrazarla.
-No puedo creer que estés aquí.-Dijo ella correspondiéndome el abrazo.
-Deberías visitarme en estos días.
-Por el momento creo que estaré castigada, me acaban de expulsar definitivamente en esta secundaria.
-Isabel, no has cambiado en nada.-Ambas reímos.
-Bueno me iré antes de que me pille mi mamá, anda muy enojada.-Isabel me abraza de nuevo.
Este día fue la última vez que volví a interactuar con mi mejor amiga de la infancia.
Lina
Había demasiada gente me estaba empezando abrumar. Veo a las porristas llegar, estaba sentada en las bancas del equipo.
-Ya viste, son las porristas del equipo de fútbol.-Escuche la conversación que tenían las amigas de Ever.
-Escuché que las castigaron y las hicieron venir hasta aquí.-Respondió Ana.
-Lo vamos a disfrutar cada maldito segundo.-Exclamó Karina.
-Ahora serán nuestras perras.-Diana se acerca hacia nosotras.
Hidaí, Adria y Marisol se percatan de que las observan las chicas, rápidamente alzan la mano levantando el dedo de en medio, sin embargo las jugadoras les aventaban besos por el aire, por otro lado el equipo de los delfines rojos veían desorientadas el relajo que hacían las chicas. De pronto veo a Ambar y Jade entrar junto con la directora robando la atención de todos, algunos chicos empezaron a chiflar.
Jade tiene puesta una minifalda y yo solo estoy usando una camiseta blanca, claramente no puedo competir con ella para robar la atención de Ever.
-Hey, mira lo que te hice.-Ever me despoja de mi trance.
Ever se acerca a mi con dos gorras de color azul grabado con el número Diecisiete.
-Es para ti.-Me cubre mi cabeza y trata de ajustarlo.
Ambar
-Ya viste lo juntas que están Lina y la idiota de Ever.-Estaba viendo como le ajustaba un gorro.
-Si, le esta poniendo un accesorio dónde dice "Lina me pertenece"
-Eres una grosera, podrías ayudarme alejarla de ella.
-Ahorita no estoy disponible, no quiero estar cerca de ella Ambar.
-¿Por qué no? Así ganaríamos las dos, tu estás con esa estúpida y yo con Lina.
-No quiero
-Sabes que sí.
-Quiero estar bien con Alan.
-Alan es un pendejo, no te gusta. Puedes salir del closet por una maldita vez.
Jade inhala y exhala con frustración colmando su paciencia.
-No voy a salir del closet solamente para ayudarte, puedes conquistar a Lina de una bonita forma sin estar de mañosa con trucos o trueques. Confío en ti, sé que puedes Ámbar.
Jade se aleja de mi, dejándome sola.
-Algún día me la vas a pagar por no ayudarme, Jade Ruvalcaba.
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Muchas gracias por leer esta historia!!
¿Ya vieron que hice un cameo en este capítulo :3 con el personaje de Isabel que aparece en mi otra historia?
Por cierto un dato curioso es que Samantha la hermana de Lina es una "Hermana Foster" significa que solo está en la casa de Lina por una temporada mientras que encuentre una familia quien la adopte.
Gracias por llegar hasta este capítulo, que tengan una semana bonita, saludos.