Nunca es invierno en diciembr...

By autumn-may

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Morela tiene que hacerle un gran favor a su jefe, recibir a su hijo en el aeropuerto y ejercer de guรญa de tur... More

Sinopsis
1 de DICIEMBRE
2 de DICIEMBRE
3 de DICIEMBRE
4 de DICIEMBRE
5 de DICIEMBRE
6 de DICIEMBRE
7 de DICIEMBRE
8 de DICIEMBRE
9 de DICIEMBRE
10 de DICIEMBRE
11 de DICIEMBRE
12 de DICIEMBRE
13 de DICIEMBRE
14 de DICIEMBRE
15 de DICIEMBRE
16 de DICIEMBRE
18 de DICIEMBRE
19 de DICIEMBRE
20 de DICIEMBRE
21 de DICIEMBRE
22 de DICIEMBRE
23 de DICIEMBRE
24 de DICIEMBRE
25 de DICIEMBRE
26 de DICIEMBRE
27 de DICIEMBRE
28 de DICIEMBRE
29 de DICIEMBRE
30 de DICIEMBRE
31 de DICIEMBRE
Primeros tres dรญas de ENERO
Primeros seis dรญas de ENERO

17 de DICIEMBRE

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By autumn-may

Buenos Aires

Era domingo y Morela aprovechó en ir al shopping más cerca de su casa y sacar una entrada para ver una película en el cine. Poder sentarse en una de las butacas y sentir solamente el silencio de la sala sin la voz irritante de Flower fue como un día de spa.

Le había dicho y hecho cosas horribles el día anterior y no se merecía tales humillaciones, y tampoco se sintió incómoda o culpable cuando le contestó para dejarla en vereda a la mujer, no iba a recular o a achicarse frente a ella porque después de todo tenía razón, tenía pocos modales y se creía mejor que otras personas por tener dinero.

A Morela le encantaban los horarios raros para ir al cine, porque no lo frecuentaba nadie o eran contadas con los dedos las personas que entraban a la hora que ella ingresaba también.

🎄

Casa de Los Jelingold

Por otro lado, dentro de aquella casa, la señora llegó con su marido y fue recibida por sus fieles compañeras, Raquel y Camila, por su hijo y por su nuera a quien recién conocía en persona puesto que desde que había llegado, no la visitó ni una vez en el centro de salud.

A Flower le había desagradado un poco el hecho de saber que la mujer usaba bastón porque no pretendía hacerse cargo de alguien con dificultades motrices, ella no había llegado ahí para ser la sirvienta de su suegra, sino que le sirvieran como la reina sofisticada que creía ser puesto que era millonaria y privilegiada. En algún momento, le diría a solas a Jereth lo que pensaba de todo aquello y le dejaría bien claro los puntos que ella tenía para la relación que estaban manteniendo.

La treintañera se acercó con recelo a Kimberly y se presentó frente a ella.

—Encantada, espero que nos llevemos bien, porque adoro a mi hijo y no me gustaría verlo preocupado por algo —la mujer le dejó un punto bastante claro y esta solo asintió con la cabeza.

La sonrisa que le dedicó no le llegó a los ojos y Kimberly supo que estaba mintiendo.

Cuando Raquel y Camila ayudaron a la señora de la casa para que se sentara en el sillón y la acomodaron para que descansara un poco, Flower le pidió a Jereth hablar con él a solas y se dirigieron al cuarto de este.

—Supongo que sabes el por qué te pedí hablar contigo.

—La verdad es que no —negó con la cabeza.

—Yo no pienso ser la enfermera de una mujer con bastón, no llegué aquí con la intención de hacerme cargo de una suegra con ciertas dificultades.

—¿Acaso te parece bien que hables así de una mujer que recién conoces? Aun si no la conocieras eso no te da derecho a decir esas cosas porque las dificultades pueden surgir en cualquier momento —le habló muy firme—, nadie te pidió que te hicieras cargo de mi madre porque eso le corresponde a su marido y a mí, pero como ya sé de la forma en cómo estarán las cosas entre nosotros a partir de ahora te confieso que me cansé de esta situación absurda y escandalosa en la que me pusiste desde que llegaste. Flower, no voy a retenerte si no quieres seguir aquí, pero no me pidas que vaya contigo, porque no lo haré.

—¿Estás rompiendo conmigo? —le formuló incrédula.

—Eso mismo estoy haciendo y te digo más, nada de lo que me digas o intentes convencerme me hará cambiar de opinión con respecto a romper contigo porque eso quiero, cortar la relación, es un desastre esto y ya no lo tolero más.

—No puedes hacerme esto, Jereth. Te prohíbo que me lo hagas —chilló de nervios y rabia.

—A mí nadie me prohíbe algo, Flower y mucho menos tú. Si has comprado un pasaje, puedes cambiarle la fecha con un dinero extra y podrás regresar antes de lo previsto. La verdad es que no me interesa.

—No lo haré —se puso firme.

—Peor para ti, porque te lo compraré y te llevaré con un taxi hasta el aeropuerto y mucho peor te lo haré si subo algo desagradable de ti en las redes sociales porque nadie más te mirará a la cara si saben lo arpía que eres, ¿eso quieres? ¿O prefieres callarte, comprar el pasaje y regresar a Estados Unidos?

—Eres un miserable —le gritó en la cara.

—No, querida. Me libero de ti que es diferente y vuelvo a ser el de antes. Porque lo he sido cuando no te tenía cerca.

—Es por esa asistente de tu padre, ¿verdad?

—A ella no la metas entre nosotros porque nuestra relación era un caos mucho antes de visitar a mis padres, solo tres meses hemos estado saliendo nada más, cuando vine aquí parecía que las cosas entre nosotros habían quedado bien después de la tremenda discusión que tuvimos antes de viajar, sin embargo, parece que nada cambió en ti. Me controlas, me agobias, no me dejas respirar y yo necesito espacio, pero también necesito una compañera que me apoye en las cosas que decida hacer o no, no solo quiero sexo y lujos, quiero a alguien que comparta conmigo otras cosas, pero tal parece que no estamos queriendo lo mismo y por tal motivo, es mejor que cada uno haga su camino por separado —su voz sonó demasiado tajante y seria.

Flower ya no supo cómo convencerlo y tampoco quería hacerlo enojar más y publicar en su red social lo arpía y superficial que siempre era por miedo a que nadie más la tomara en cuenta. Su ego y cuenta bancaria podía mucho más que cualquier otra cosa.

La mujer sin otra opción salió de allí, se metió al cuarto que estaba ocupando y juntó sus cosas para luego cambiar la fecha del pasaje y comunicarle a él que se iba ese mismo día dentro de una hora.

—Te acompañaré para que no digas luego que fui un insensible contigo.

—Eres muy cruel —sollozó.

—No me convencen tus lágrimas de cocodrilo, Flower —le dijo y esta se recompuso como una actriz mostrando su mejor actuación.

—¿Ni siquiera te doy lástima?

—No, porque tú no eres sincera y tampoco buena persona, solo te basas en cómo joder a los demás. ¿A qué hora tomas el avión? —Le cambió el tema enseguida.

—A las cuatro de la tarde, pero diría que tengo que estar ahora en el aeropuerto.

—Entonces nos iremos ahora mismo.

Jereth la ayudó a subirle la maleta en el baúl del auto luego de que se despidiera de sus padres avisándoles que tenía que volver porque le había surgido un inconveniente en la empresa que su padre tenía, pero sabían bien que su hijo les contaría la verdad después de que volviera del aeropuerto.

Él regresó a su casa alrededor de las cinco de la tarde y poco más, y sus padres lo enfrentaron.

—¿Tienes algo para contarnos? —le formuló Cameron al verlo y Kimberly clavó los ojos en él también estando atenta a lo que iba a decirles.

—Oficialmente estoy soltero y creo que ya se podrán imaginar lo que ocurrió.

—Escuchamos la discusión con gritos que tuviste con ella en el cuarto —emitió su madre—. No creímos que te estaría tratando así.

—Pues lo hacía, pero ahora trataré de buscar a alguien que me haga feliz.

—¿No te parece que la encontraste sin buscarla? —cuestionó su padre.

Jereth sonrió de lado y les dijo que tenía que salir y que no lo esperaran para cenar.

Kimberly y Cameron se miraron entre ellos cuando supieron que su hijo iba a ir a ver a Morela.

🎄

El americano se apareció en la casa de la chica, pero fue recibido por su madre, él se presentó y ella le devolvió el gesto, pero le dijo que se había ido al shopping a ver una película. Cuando le dijo el lugar y la dirección, se lo agradeció y puso el GPS para localizar el centro comercial. No le tomó mucho tiempo en llegar y estacionar el auto, pero sí le llevó varios minutos encontrarla dentro de una tienda ropa femenina.

—Hola —le respondió poniéndose al lado de ella.

Morela giró la cabeza y la levantó para verlo. Se había sorprendido de encontrarlo en el mismo lugar que ella.

—Hola, ¿qué haces acá? —Abrió más los ojos.

—Tu madre me dijo que habías venido a ver una película. ¿La viste ya?

—Sí, salí hace una hora.

—¿Tienes que volver a tu casa en algún horario?

—No, ¿por qué?

—Me gustaría hablar contigo mientras bebemos algo o cenamos.

—¿No tendrías que hacer esas cosas con tu novia?

—Hoy se fue a Estados Unidos, tuvimos muchas discusiones y vi cosas que no me gustaron de ella. Su actitud con los demás y con mis padres, principalmente con mi madre y creo que sabes o intuyes por qué —le manifestó y Morela solo asintió con la cabeza sabiendo bien a lo que se refería.

—¿Y ahora qué pensás hacer?

—Quisiera conocerte más.

—Jereth, no me gustaría que después se te ocurra irte y que no vuelvas más.

—Podríamos hacer lo que una vez me sugeriste, ¿no?

—¿Qué cosa te sugerí?

—Seis meses en un país y seis meses en el otro. Creo que la experiencia será muy buena y quiero que me acompañes.

—Es un halago, pero tengo un trabajo y no tengo Visa para poder entrar a tu país.

—Es una mala excusa lo del trabajo, ¿no te parece? Mi padre es el dueño de Sparkle y sabes tan bien como yo que puede darte una licencia laboral extendida para que trabajes en la empresa americana también. Y con respecto a la Visa, podrías pedir un turno y tramitarla, si deseas conocerme más también y planear tener algo juntos.

—Tenés mucho optimismo encima.

—Lo sé —le sonrió—, ¿qué te quieres comprar?

—No lo sé, lo que vea lindo y me quede bien.

Pasaron alrededor de una hora entrando y saliendo de tiendas femeninas, aunque algunas veces entraron en tiendas masculinas también y luego se sentaron a comer algo para poder charlar con tranquilidad.

Entraron a uno de los restaurantes que estaban en otro piso, alejado del patio de comidas en donde se amontonaba la gente. Preferían algo silencioso para hablar de cosas que necesitaban ser habladas.

—Jereth, ¿qué te hizo cambiar de opinión? ¿Qué viste en mí como para que rompieras con Flower? No tengo nada para destacar.

—Sé que fui un poco influenciado por mis padres y por ti también, pero tuve que reconocer que la relación con Flower era cada vez peor, desde antes de viajar a Buenos Aires que nosotros no estábamos del todo bien, así que lo que pasó aquí, fue un quiebre bastante grande e importante como para darme cuenta de las cosas y de la necesidad que tengo en tener a alguien estable en mi vida y sin tantos problemas de egocentrismo —admitió con franqueza y mirándola a los ojos.

—Creo que te entiendo, Flower no solo es egocéntrica sino maleducada.

—Y con respecto a la otra pregunta, no necesitas destacar para que yo me fije en ti, me gustaste desde que fuimos a cenar al restaurante Elena o quizás desde que me pusiste los puntos en el despacho cuando me comporté como un idiota. Y estoy siendo sincero contigo, quiero conocerte más.

—Es lo que estamos haciendo desde que llegaste a Buenos Aires, ¿o no?

Un chico se acercó a ellos para atenderlos y les preguntó lo que iban a tomar y mientras esperaban por las bebidas, eligieron lo que iban a comer.

—Sí, pero sabes a lo que me refiero.

—Lo sé, pero si no nos conocemos bien, creo que no podríamos llegar a nada, ¿no crees?

—Estoy de acuerdo contigo —respondió untando un poco de queso crema con ciboulette picado sobre un pedazo de pan—. Qué bueno que está esto —señaló el recipiente y volvió a pasar el cuchillo por el queso sobre otro pan.

—Queda bueno con algo frito, algo con pollo.

—Deditos de pollo frito —acotó él.

—Sí, aunque creo que prefiero hacerlos en casa antes que comprarlos.

—Podríamos hacerlos algún día.

—Está bien —asintió con la cabeza.

Mientras cenaban continuaron conversando sobre las cosas que querían aclarar antes de que se siguieran conociendo mejor y lo que ella le quiso aclarar fue que lo que veía, era lo que era en verdad, no tenía dinero para tirar para arriba, ni nada de lujos, nada como lo que él estaba acostumbrado a tener. Se daba algún que otro lujo modesto, pero no podía siempre y tampoco gastar como él lo hacía. Jereth le dijo que no le importaba que ella no tuviera esas cosas, solo quería una compañera que lo apoyara y compartiera con él su vida.

—Si las cosas van bien entre nosotros, es posible que tengas que asistir a los eventos a los que suelo estar invitado, para que me acompañes.

—No estaba en mis planes eso —tragó saliva con dificultad.

—Si quieres el regalo, lo vas a tener que aceptar con todo incluido, Morela, así como yo te acepto a ti y a tus cosas.

—Entiendo —asintió con la cabeza.

Dos horas después, salieron del restaurante habiendo pagado mitad cada uno y luego se subieron a los autos para dejar a la joven en la casa de sus padres y luego él se retiró a la suya. 


✨🎄✨🎄✨🎄✨🎄✨🎄✨🎄✨🎄

¡Hola, pronto subiré más capítulos de la historia! Espero que les siga gustando 💜🦋🍁✨

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