Dos mundos, un universo.

By LunaDeMiel12

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Hasta ahora, los terríbolas vivían tranquilamente su vida cotidiana y los Countryballs se ocupaban de sus asu... More

Dos mundos, un universo.
Countryballs
Astrobola
"Eres tóxico"
"Son reales"
Segunda misión
Un día para ayudar.
Conflictos.
Venus.
El Salvador (1/2)
El Salvador (2/2)
Bitácora de Astrobola.
China y Taiwán.
Marte.
Rusia y Ucrania.
SAR (1/2)
SAR (2/2)
¡Dinámica! (no es cap)

Estudiando planetas.

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By LunaDeMiel12

—Por fin, mi primera misión espacial.

Astrobola estaba fuera de su nave aproximándose a un asteroide, el primero de muchos a los cuales extraería muestras. Él mismo estudiaría algunos de estos ejemplares y el resto se los enviaría a NASA para que pueda realizar sus análisis; los asteroides parecían cosas muy sencillas, pero la verdad permiten entender cómo se formaron los planetas al contener los materiales más antiguos del sistema solar de manera inalterada, así que por eso él estaba emocionado de realizar estos estudios.

—Muy bien, aquí vamos —entonces, con sus herramientas en mano, comenzó el proceso de extracción. Era un trabajo arduo pero lo estaba disfrutando, casi podría decir que era relajante, y él hubiera deseado seguir con esa tranquilidad pero la Luna tenía otros planes. Astrobola debería empezar a acostumbrarse a ser interrumpido siempre.

—¡Hola pequeñito! ¿Cómo estás? —saludó alegre la Luna sacándole un susto al terríbola—. Es un poco triste que las cosas estén volviendo a la normalidad, le dimos una lección a la Tierra cuando me fui, eh? —comentó con cierta decepción. Su amigo estuvo regañándolo un rato sobre lo importante que era que no se fuera por mucho tiempo, por un momento le dijo que lo necesitaba, pero luego simplemente volvió a olvidarlo.

—Ok, lo mejor será que no le hables, no le contestes, no le contestes, no le contestes… —Astrobola no quería ser participe de otro conflicto, ahora que sabía que no estaba alucinando no estaba dispuesto a decir algo mal y provocar que la Luna se vaya otra vez.

—¡Oye! Puedo oírte, ¿tienes algún problema conmigo? —a Luna esto no le gustaba ¿Ahora también el pequeñito iba a ignorarlo?

—La última vez que hablamos te fuiste y pusiste en peligro al mundo, así que disculpa si no lo hago —él buscaba terminar esa conversación lo más pronto posible, pero no esperaba que la Luna se ofendiera.

—¿Sabes que? ¡Bien! Si no quieres hablar has lo que quieras. Pensé que a los terríbolas les gustaba pasar el rato conmigo enviando gente a mi superficie, pero ahora resulta que no soy digno ni de un saludo —la verdad, eso le había dolido.

—Espera… ¿Recuerdas el alunizaje?

—Si, fue algo especial para mí recibirlos en mi superficie, creí que también había sido especial para ustedes pero al parecer ya lo olvidaron ¿Por qué no mejor se quedan en la Tierra? En lugar de estar siempre saliendo al espacio—respondió un poco resentido, también había recordado la ocasión en que dijo que el aterrizaje en Marte sería el evento más importante en la historia, como si el alunizaje no significara nada.

Astrobola quedó sorprendido, no se había detenido a pensar en que los planetas siempre estaban viendo a los astronautas ir y venir de la estación espacial internacional, mucho menos en que la Luna había vivido lo del Apollo 11. No, hizo más que vivirlo, fue el mismísimo protagonista. Se llenó de emoción al notar las palabras de la Luna cuando dijo que fue algo especial para él así que, enviando a la basura su decisión de no hablarle, se acercó un poco más para conversar.

—Si lo fue, también fue especial para nosotros. De hecho, la razón por la que estoy en el espacio… eres tú.

—Nah, lo estás inventando para hacerme sentir mejor —Luna no le creía.

—No, es en serio, cuando era niño siempre miraba el cielo nocturno soñando con ir a la luna —Astro se puso melancólico recordando todas las noches que se dedicaba a mirar la Luna, tal como su hijo hacía hoy en día—. En una ocasión le pregunté a mi papá: “señor, alguna vez hemos visitado la Luna”. ¿Sabes lo que dijo?: “Claro que no, es solo una conspiración del gobierno dirigido por Kubrick”.

—Ah, eso no me lo esperaba.

—Si, pero luego decidí investigar más al respecto y descubrí que realmente visitamos la Luna. Talvez fue por la ciencia o para vencer a los soviéticos, pero hizo que lo imposible se sintiera posible, me hizo querer hacer algo así también —Astro miró con cariño a la Luna, gran parte de su vida había girado en torno a ese satélite a tal punto de que ahora estaba en el espacio gracias a su deseo infantil de convertirse en astronauta para visitarlo—. Ve a la Luna y más allá, entonces mi sueño se hizo más grande pero en realidad todo comenzó contigo. Para mí es un honor poder hablarte.

—Es lo más dulce que me han dicho en toda mi vida —Luna estaba al borde del llanto, en su interior sentía una calidez que no había tenido en mucho tiempo, esa sensación que sientes al saber que eres especial para alguien.

—Eso no es todo, ¿Te cuento un secreto? —Luna dijo que si y se acercó un poco más, como hablando en confidencia—. Tengo esposa y un hijo al cual le puse por nombre Jericó, El significado de este nombre es “ciudad de la luna” y viene del hebreo. Jericó es una ciudad que está relacionada con la Luna y yo quería que mi hijo estuviera vinculado contigo también.

—¿Lo dices en serio? —si antes estaba al borde del llanto ahora definitivamente estaba llorando. A penas había tenido dos conversaciones con el pequeñito y ya sentía que lo quería mucho—. ¿Puedo abrazarte?

—Aaah, no se cómo funcionaría eso sin que muera así que…

—¡Vamos! ¡Dame un abrazo Astrobola! —realmente empezaba a quererlo y sentía muchas ganas de abrazarlo, pero el sentimiento no era mutuo.

—¡Oye! Espera, oye, oye, no te acerques, ¡Aléjate! —le gritó Astrobola mientras trataba de huir por su vida para alejarse del enorme satélite que se le quería tirar encima.

Le costó un poco deshacerse de él ya que se había emocionado, pero logró calmarlo diciéndole que un abrazo no era necesario para transmitir el sentimiento de amor, finalmente lo detuvo al decirle a Luna lo mucho que lo admiraba y este último volvió feliz a su órbita. Había sido aterrador ver cómo se le acercaba demasiado, por un momento creyó que chocaría con él, esperaba que nunca más le volviera a pasar algo así. De ahora en adelante tendría más cuidado al interactuar con cuerpos celestes.

Anduvo errante un poco hasta que encontró una pila de asteroides perfectos para tomar muestras, y lo mejor era que se ubicaban cerca de donde estaban algunos planetas congregados en la Zona de Ricitos de Oro, era la ocasión perfecta para observarlos a la distancia sin que estos se dieran cuenta. Ahora podría estudiar sus interacciones y personalidades, vería el comportamiento genuino de esos objetos astronómicos que tenían vida y hablaban. Una buena oportunidad para aprender de ellos.

—Muy bien, me muero de aburrimiento ¿En serio no hay nada interesante para hacer? —Venus se quejaba como siempre.

—¿Qué tal un juego? —propuso Tierra.

—Si van a empezar con su estúpido juego de ‘quemados’ con asteroides yo me largo.

—Relájate, sabemos que no te gusta, un simple juego de cartas estará bien —dijo Marte, aunque él y la Tierra se la pasaban jugando quemados todo el tiempo era bien sabido que a Venus no le gustaba.

Entonces la Tierra hizo aparecer un maso de cartas el cual quedó flotando suspendido en el espacio. Astrobola quedó atónito al presenciar esto, ¿Los planetas también podían invocar y guardar cosas? ¿Cómo era posible? Hasta ahora esa era una habilidad que solo los terríbolas (y Countryballs) habían desarrollado, ¿Cómo funcionaba esto para los planetas? Tenía muchas preguntas sobre este tema pero lo dejó en segundo plano al ver cómo la Tierra usaba con habilidad su gravedad para revolver las cartas y repartir las partidas, ese era un gran dominio sobre uno de los elementos de su naturaleza, ¿Qué más podía hacer?

—Muy bien, juguemos algo sencillo —dijo la Tierra—. ‘El mentiroso’, ya saben las reglas, el primero en quedarse sin cartas es el ganador.

—Oye… estas cartas son diferentes a las últimas con las que jugamos —comentó curioso Marte.

—Es una baraja española, la última era una baraja francesa. Quise cambiar un poco está vez pero se juega igual.

—Ah, genial. No sabía que habían diferentes diseños.

—No tienes ni idea, con tantos países y culturas diferentes cada cosa tiene un estilo distinto en cada región.

—Talvez deberíamos cambiar de baraja cada vez que juguemos para conocer más estilos —propuso Marte con entusiasmo, cosa que fue muy bien recibida por la Tierra.

—¡Gran idea! Aunque las barajas asiáticas son muy diferentes y además a ellos les gustan los juegos complicados.

—Si, si, los parásitos son muy ingeniosos ¿Podemos concentrarnos en el juego? —comentó un poco hastiado Venus, quería evitar que la Tierra empezara a presumir sin parar sobre sus terríbolas.

—Vamos, ya no les digas así —Marte tuvo miedo de que la Tierra se ofendiera pero al mirar su expresión estaba tranquilo.

—Es lo que son. Y más vale que vayas preparándote para recibirlos porque tú serás su próxima víctima —el hacer un recordatorio sobre cierta misión de Astrobola hizo que la Tierra se angustiara un poco, pero nadie lo notó. Ni siquiera Astro que los observaba con sumo interés—. Primero será uno, luego empezaran a llegar más y más y antes de que te des cuenta estarás invadido de un montón de bolitas terrestres que saquearán tus recursos y te succionarán la vida… como parásitos.

—Ya, no exageres. Tres de ellos estuvieron en la Luna como por un día y no pasó nada, además no han vuelto desde entonces. Astrobola mismo dijo que es un explorador y eso es lo único que hará en mi superficie: explorar.

—¿Explorar qué? Ahí no hay nada —comentó la Tierra a la defensiva para sorpresa de Marte.

Él no entendía porque a su amigo no le molestaba que Venus llamara parásitos a sus preciados terríbolas, pero se ponía de malas cuando se mencionaba la dichosa misión esa. Por otra parte Venus estaba disfrutando de molestar a Marte y le divertía aún más que la Tierra se pusiera de su lado. Y por último no es que la Tierra tuviera un lado, es solo que ese tema era muy delicado para él, pero como los demás no conocían sus razones entonces parecía que tenía algo en contra de Marte y se aliaba con Venus para molestarlo.

—Pues no lo sé amigo, tendrás que preguntárselo a tu chico —Marte estaba a punto de pedir que por favor cambiaran de conversación pero la llegada oportuna de Mercurio fue la distracción perfecta.

—Hola chicos ¿Puedo jugar con ustedes?

—Si

—No

Marte y Venus respondieron al mismo tiempo respectivamente, el primero era amigo de todos y no tenía ningún problema en que más jugadores se unieran, el segundo tampoco tenía problemas en tener más jugadores pero Mercurio no era precisamente su planeta favorito.

—No puedes jugar enano.

—Venus, deja de ser un aguafiestas —Marte empezaba a molestarse con él.

—Él ni siquiera sabe jugar, nunca lo ha hecho. Además el Sol lo mantiene especialmente vigilado, cuando se de cuenta de que no está en su órbita lo encontrará aquí y nos lanzará llamaradas a todos.

—El Sol no me controla, soy libre de ir a dónde quiera —dijo mercurio ofendido.

—Ja, si claro, tan libre como los hermanos Bálticos en la Unión Soviética —comentó divertido la Tierra pero la diversión se le apagó cuando notó que nadie entendió su referencia. Claro, los planetas no sabían mucho sobre la historia de los países aparte de algunas cosas que él les contaba—. Quiero decir… no, no eres libre Mercurio.

—Tampoco es como si fuera el único al que controla. Ustedes tampoco pueden salir de sus órbitas —al pequeño nada de esto le parecía justo.

—Si, pero a nosotros no nos presta tanta atención como a ti así que será mejor que vuelvas a tu órbita enano antes de que yo mismo te haga volver.

—¿Y cómo piensas obligarme? —Mercurio ni supo de dónde sacó el valor para oponerse a Venus. La verdad es que le tenía un poco de miedo a su vecino, sobre todo cuando se mostraba tan dominante como ahora.

—No me retes, tengo la fuerza suficiente para lanzarte lejos y sacarte de la galaxia sin mucho esfuerzo. Sobre todo con alguien de tu tamaño… Plutón 2.0 —dijo Venus con malicia y pudo disfrutar de la expresión angustiada de su receptor. Nunca se cansaría de hacerle bullying.

—¡Oooooh! Eso tuvo que doler, jajaja —se sumó a las burlas la Tierra.

—¡Yo soy más grande que Plutón! —exclamó Mercurio desesperado. Nada le daba más pánico que la posibilidad de dejar de ser un planeta y ser excluido del grupo al igual que Plutón. Por eso odiaba que lo compararan con él.

—No te hagas ilusiones, de seguro en cualquier momento los terríbolas te degradan a planeta enano. Entonces ahí serás un verdadero Plutón 2.0.

Entonces Venus y Tierra se rieron con crueldad, Marte los miraba con desaprobación y a Mercurio le daba ansiedad. A lo lejos el Sol se daba cuenta de que ningún planeta rocoso (a excepción de la tierra) estaba en su órbita, así que exclamando un fuerte “¡No se salgan de sus órbitas!” les envió una llamarada solar que alcanzó de lleno a Venus y Mercurio quienes quedaron ‘rostizados’ por el poder del sol ante la mirada atónita de Marte y la Tierra.

—Jajaja, el Sol te hizo añicos —contra todo pronóstico, Venus no dejó de burlarse de Mercurio.

—¿De qué te ríes? A ti también te hizo añicos.

—Eso no me va a impedir burlarme de ti. Además, yo tenía razón, el Sol nos envió una llamarada por tu culpa, estábamos tranquilos antes de que…

—¡¿Qué no escucharon?! ¡Dije que vuelvan a sus órbitas!

Y justo cuando el Sol se preparaba para enviar una nueva oleada de calor, todos los planetas entraron en pánico y se fueron lo más rápido posible a sus lugares (excepto la Tierra y la Luna, que ya estaban en su Zona), y casi habían llegado cuando una llamarada pasó cerca de Marte y por poco lo cocina vivo. Al ver todo esto Astrobola decidió que ya había sido suficiente emoción por hoy y que lo mejor era volver a su nave, además ya había recolectado la cantidad exacta de muestras que tenía que tomar así que también había cumplido su misión con éxito.

Al entrar en su nave se despojó de su traje y guardó con cuidado los asteroides, recogería un par de ejemplares más antes de enviárselos a NASA. Tomó una libreta y escribió una bitácora sobre el éxito de su primera misión, luego estuvo reflexionando sobre lo que había visto del comportamiento de los cuerpos celestes y decidió anotar sus conclusiones, quería llevar un registro de todo lo que aprendiera de ellos.

Bitácora número uno sobre la familia planetaria.

Los planetas, la Luna e incluso el Sol tienen personalidades diferentes, ya lo había notado pero ahora pude verlo con más detalle al observarlos interactuar entre ellos sin mi presencia.

Marte es el más tranquilo, parece ser la voz de la razón. Cuando surge un problema él es el intermediario, si hay un mal comportamiento buscará corregirlo, de todos ellos es el más maduro.

Tierra es más complicado, lo he visto ser amable, alegre y carismático; pero también puede cambiar y ser hiriente con sus palabras, además parece ser indiferente a los sentimientos de los demás.

Y luego está la Luna, solitaria en el cielo, a pesar de que siempre está ahí los demás no lo toman en cuenta. Es como la sombra de la Tierra.

A Venus no lo entiendo. Es sarcástico, de un carácter difícil de manejar, en ocasiones llega a ser pesado, pero lo que más me desconcierta es ese odio que parece tenernos a la Bola Humanidad ¿Qué le habremos hecho para que nos repudie?

Mercurio es más dócil, lo he visto poco tiempo pero la rivalidad que tiene con Venus es más que evidente. Su naturaleza mansa y apacible hace que el carácter fuerte de su vecino lo domine.

El Sol es otra historia, lo único que puedo sacar en limpio de él es su necesidad de mantener el orden y el control.

Me llamó muchísimo la atención que tomen el nombre de Plutón como un insulto. Sé qué dejó de ser considerado un planeta en 2006 y pasó a ser el más grande de los planetas enanos, pero me desconcierta cómo esto los afecta a ellos. ¿La Tierra les dijo a todos que cambiamos las reglas? ¿Qué habrán hecho con Plutón cuando se enteraron que ya no era un planeta como tal? ¿Por qué Mercurio estaba tan asustado ante la posibilidad de dejar de ser un planeta? Todo esto me genera un gran interés.

Y por supuesto no he olvidado la increíble hazaña de la Tierra al invocar un maso de cartas, ¿Cómo obtuvo acceso a el? Talvez se lo pregunte la próxima vez que hablemos.”

Y con esa última anotación Astrobola quedó satisfecho con su bitácora. Había aprendido bastante a pesar de llevar poco tiempo con ellos, esperaba seguir así. Sin duda este tiempo en el espacio sería muy entretenido, ya no le abrumaba la soledad ni el conocimiento de que estaba en una misión sin fecha de retorno, ahora estaba emocionado por las aventuras que le esperaban adelante.

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Hola hola

¿Cómo están?

¿Cómo les va pareciendo la historia?
No tengo idea de si les está gustando o no, nadie me comenta nada XD

(Exepto tu caty889 gracias por apoyarme con tus comentarios desde el primer cap :3 💖)

Uno de escritor come de comentarios y ustedes me tienen bien hambreada 😂

Pero ya, en serio, espero que les esté gustando la historia. Le estoy poniendo mucho empeño.

Bueno, eso es todo. Nos leemos el próximo miércoles.

Palabras:

2,952.

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