Reportando Otra Vez ©

By AdrianaCrocamo

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Ethan no está del todo dispuesto a darle la bienvenida a Grace, y eso ella lo nota, enfrentándose a la incómo... More

Sinopsis
Capitulo Dos
Capitulo Tres
Capitulo Cuatro
Capitulo Cinco
Nota de escritor
Capitulo Seis
Capitulo Siete

Capitulo Uno

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By AdrianaCrocamo

1

En un suspiro encerré toda la impotencia que había llevado conmigo durante todo el día. Y luego lo solté con todas mis fuerzas. Mi cabeza estaba puesta en otro lado, y en tratar de que mis pasos no levantaran tanta agua al pisar para no mojar las bastas de mi pantalón y mis botas. Había dicho que solo se trataba de hoy, pero sinceramente esto era algo más.

Era aquella sensación agobiante de no saber lo que vendría en mi futuro, y que todo dependía de lo que estuviera haciendo hoy —¿Que era lo que estaba haciendo?—Maldición que no estaba haciendo nada aunque lo intentara todo.

Divagando en mis pensamientos, sin mirar el cambio de luces del semáforo solo seguí al tumulto de gente que avanzaba sobre una de las tantas vías principales de esta ciudad.  Pocos pasos me faltaron para huir de las gotas que empezaron a caer. Este inicio de año el invierno se había prolongado.

La ancha entrada de la estación de trenes que se encontraba justo al frente al cruzar el paso peatonal refugiaba a una gran cantidad de gente. Mientras yo solo seguía la misma rutina de siempre.

Estos últimos días había intentado conseguir trabajo, pero no había obtenido ni una sola entrevista desde que obtuve mi título. No es que no hubiese trabajado antes, solo que no había ejercido ni un puesto que a mi carrera concerniera. Nadie había dicho que sería fácil, sin embargo nunca se está preparado para enfrentar la realidad.

Hora pico [1] . El tren estaba tan abarrotado como de costumbre. El desagradable olor a sudor que se concentraba en la cabina era inhumano, temía que ya hasta estuviera impregnado en mi ropa.

Abrace mi bolso sobre mi estómago. Era ya costumbre cuidar mis pertenencias en un lugar tan lleno. Había caminado tanto, que mis pies estaban a acalambrados. Y la presión que ejercía sobre ellos para mantener el equilibrio mientras el tren estaba en movimiento lo hacían peor.

Clarity Press News, también conocido como CP News una de las empresas de periodismo más grandes. Parecía inalcanzable ante mi, una de los tantos egresados de la facultad de periodismo que recién salían a competir laboralmente.

Hoy había iniciaba el plazo para llevar hojas de vida, pero la cantidad de personas que había allí siendo el primer día, hacían que mis esperanzas fueran casi nulas. En tal caso, había impreso más copias para llevar a otras empresas más pequeñas.

Estaba casi cerca de llegar a mi edificio. Pero hice una parada en el café de la esquina, era una pequeña alteración de mi rutina que a veces tomaba, cuando el día no había sido bueno, o al menos no lo habitual.

Me senté en una de las mesas más pequeñas, la de dos personas al final del local. E inmediatamente moví mis pies en forma circular buscando destensar un poco mis tobillos.

Estaba en un café, pero no precisamente para tomar café. Odiaba el sabor amargo tanto como cuando era niña, dicen que el paladar cambia una vez creces, sin embargo aquello no había cambiado, prefería mil veces una taza de chocolate caliente. Pues a mis 23 años aún seguía odiando la cebolla, o el guiso sobre el arroz.

Estaba por tomar mi último sorbo de chocolate cuando un grupo de 4 personas entraron al café y llamaron mi atención ¿Por que? Porque estos llevaban consigo el distintivo carnet de CP News.

Retrase un poco el fin de mi taza de chocolate caliente para analizarlos, estaba segura de que mi mirada era muy disimulada, sin embargo después de unos minutos unos ojos casi desafiantes, sin razón alguna conectaron con los míos, casi reclamando por mi descarada acción de observarlos; instintivamente los esquivé, llevándome la taza a mis labios. Tomando lo poco que quedaba.

Me puse de pie colgando mi bolso sobre mi hombro con la intención de ir pagar lo que había consumido. Iba de camino al mostrador rebuscando mi billetera cuando una estela de un aroma varonil sutil pero con mucha presencia se hizo notar. Alce mi vista, y mis ojos se encontraron nuevamente con el chico de antes. Alto, pero no tan alto como para tener que alzar tanto mi cabeza. La altura justa para ver su carnet que enmarcaba el nombre de Ethan Reed.

Esperaba que dijera algo. Quizá preguntaría porque les miraba, y yo no tenía una respuesta que no fuera menos estúpida que un "Me hace ilusión ver sus carnets porque quiero ser reportera". No era orgullosa, pero lo de ser fanática no iba conmigo.

—Esto es tuyo— dijo y seguido se inclinó un poco para recoger del suelo mi bálsamo de labios. Y para mi suerte no sostuvo mi mirada ni un segundo más. Yo solo estaba sobre pensando las cosas.

—Gracias— dije tomándolo de sus manos, no había puesto atención al momento en que se cayó de mi bolso. El chico se giró hacia la mujer de la caja, mientras yo estaba detrás de él esperando por mi turno.

¿Lograría estar entre ellos? Me pregunté viendo de reojo con anhelo la mesa en la que se encontraban los demás.

Ya había tenido la famosa crisis de los veinte, pero nada advierte cuánto dura, y hasta ahora no hacía más que reparar en cosas por las que quizá todo el mundo pasa, pero que a mi me pesaban cada vez que ponía mi cabeza sobre la almohada.

Algo vibró a mi costado, saqué mi teléfono para descubrir una llamada de "Mamá", lo pensé unos segundos y luego la silencié , no me molestaban sus llamadas, al contrario, ya estaba acostumbrada a recibirlas al final de cada dia desde que me mude, sin embargo si era cierto que su optimismo en momentos como estos solo me hacían pensar mucho más las cosas. No quería ilusionarme.

-

Pasaron unos cuantos días después de haber dejado mi CV[2] en CP News. Aún tenía dudas de si había colocado bien toda la información, pero no era momento de dudar, el plazo para recepción de documentos había terminado, y solo me había quedado esperar.

Trate de despejar mi mente durante estos días, aunque innegablemente la ansiedad de esperar era muy grande.

Eran casi las 9:00am,  le había aceptado la llamada a mi mamá, y después contestar con un "bien", "si" y "esta bien"a todas sus preguntas que parecía haber escrito en una larga lista solo para saber si me encontraba bien, si había estado comiendo, y repetirme las cosas que tengo que hacer, me estaba contando los planes para la fiesta que había estado planeando con mi familia por mi graduación y la de mi primo que se había estado aplazando por unos meses.

Estaba escuchándola en alta voz mientras le ponía mermelada a mis tostadas, cuando otra llamada se marcó en la pantalla de mi celular, un número desconocido. Arrugue mi frente por un segundo, pero luego corrí a alcanzarlo.

—Espera mamá, me está entrando otra llamada importante, te amoo— dije antes de cancelar y aceptar la llamada entrante. Por un momento había olvidado que estaba esperando que llamaran para alguna entrevista.

—¡Buenos días!— conteste con más entusiasmo de el que me hubiera gustado. —Buenos días, ¿con la señorita Grace Bennett?—
—Si, correcto— contesté mientras daba vueltas en la cocina.
—Le estamos llamando de truth beacon media para que asistas a nuestra entrevista, sería el día de mañana a las 8:00am— seguía dando vueltas.
—Si, Perfecto. Ahí estaré— conteste conteniendo la emoción en mis palabras, no sabía si era apresurado celebrar pero aquella voz de aliento en mi cabeza que me decía —si puedes hacerlo— tenía razón, estaba a un paso más.

Estaba apunto de festejar aquello en medio de mi cocina mientras le daba un mordisco a mi tostada, cuando el teléfono volvió a sonar sobre la encimera. Lo tomé enseguida descolgando la llamada.

—Buenos días, le llamamos de Clarity Press News, hemos decidido continuar con su solicitud al puesto de periodista redactor, debe anunciarse el día de mañana a las 8:00am en nuestras oficinas— no puede ser, no puede ser no puede ser. Era lo único que se repetía en mi cabeza, aún con el pan en la boca sin haberlo masticado. Me apresuré a tragar para no sonar atascada en comida.

—Si, Perfecto, muchas gracias, ahí estaré— afirmé.

Dure unos segundos en procesar cual era la situación. Tenía dos entrevistas el mismo día a la misma hora. Una de la gran y prestigiosa empresa Clarity Press que probablemente tenían otros prospectos más competentes, y otra de la pequeña empresa Truth Beacon Media, que claramente era ir por el camino seguro.

Esto probablemente si no odiará el café, ameritaba uno y muy amargo que me ayudara a pensar con claridad.

Después de una larga ducha de esas en las que reflexionas todo. Me puse mis jeans, mis botas de invierno y mi chaqueta.

No podía permitirme pasar el día entero con la desesperante presión de tomar esta decisión. Me había apurado en salir del apartamento para encontrarme con Luca, mi mejor amigo. Le había contado a detalle todo por teléfono, pero tenía la sensación de que no lo estaba tomando con la importancia que tenía para mi, así que decidí salir a encontrarlo.

Luca ha sido mi mejor amigo desde secundaria, era un gran estudiante, solía tener las mejores notas siempre, al contrario de mi, que solo obtenía lo suficiente para pasar las materias. Eso cambio cuando llegue a la universidad y me di cuenta que debía intentar sobresalir en lo que pudiera para sobrevivir en este mundo. El a pesar de haber obtenido varías ofertas y becas para famosas universidades, decidió seguir su sueño por el fútbol, fue muy cuestionado por sus padres pero aún así fue firme en su decisión. No es para nada parecido a lo que yo estaba por enfrentar, pero aún así quien más que el para darme consejos acerca de tomar desiciones.

Parecía un dilema un poco tonto el que me estaba planteando. Cualquiera diría que ir a las dos empresas estaría bien, pero aún así estábamos hablando de ir a CP News, meterme en la cruda posibilidad de no quedar y perder la oportunidad en las dos empresas o ir a TBM y despedirme del sueño de entrar a una gran empresa.

Entre al polideportivo, no estaba lejos de mi casa, así que no me tomo tanto tiempo en llegar. Hasta tuve chance de pasar por los panecillos de señor que le gustaban a Luca.

Después de salir de la secundaria, Luca fue fichado para un gran equipo local, y luego más tarde estaba jugando para el equipo nacional, era uno de los más jóvenes, y notablemente reconocido entre las personas. Así que de alguna manera podía decir que mi mejor amigo era una persona conocida.

El portero Barry ya me reconocía así que le pregunté si el equipo había iniciado el entrenamiento. —En media hora— contestó.
—¡Gracias Barry!— me despedí caminando hacia la cancha de fútbol.

—Y bien, ¿que te impide ir a CP News?— respondió Luca mientras ajustaba los cordones de sus zapatillas después de que le repitiera cuál era el asunto detrás de mi estrés—Si te llamaron es porque les interesas, una gran empresa no perdería su tiempo con alguien que no crean capaz— solté un suspiro, tenía razón, pero siempre se creaban dudas en mi cabeza.
—¿Entonces dices que lo intente?— dije buscando su apoyo por milésima vez, necesitaba que me lo repitiera. Tomé uno de los panecillos de las bolsas que le había llevado.

Luca bufó un poco hastiado de mi insistencia, dejó lo que estaba haciendo, y girando sobre el mismo quedó frente a mi, que me encontraba sentada una grada más arriba. —Gracie, ¡el puesto es tuyo! Confía en ti— dijo posando sus manos en mis antebrazos, sacudiéndolos un poco. Me regalo una de sus sonrisas tranquilizadoras.

—Ahora, lo siento por no poder quedarme contigo pero ya estoy tarde— dijo mientras señalaba a los demás chicos calentando en el campo. —Eh, los panecillos son míos— advirtió antes de irse.

Me quede un rato viendo como trotaban alrededor de la cancha mientras el entrenador les gritaba alentándolos, o quizá regañándolos.

El día paso rápido, muy rápido. Y pronto ya estaba de vuelta a casa, en mi cuarto, en mi cama, y sin poder dormir...

Había sacado el conjunto que mamá me había regalado en navidad, con la siguiente cita: Confía en ti misma, brilla siempre
Me había dicho que lo usara en mi primer día como periodista. Había llegado ese primer día. Me concentre un buen rato en plancharlo bien, yo misma, a pesar de que la tintorería se encontraba a un lado del edificio. Necesitaba centrarme en algo que no me pusiera los nervios de punta.

-

Era hora. Me encontraba frente al espejo, repasando cualquier detalle. Había tapado las manchas debajo de mis ojos, apenas había conseguido dormir un par de horas. Dejé mi cabello en una cola baja, recordando que era el peinado favorito de mi papá, había estado muy sentimental, quizá de alguna forma quería tenerlos presentes en este momento aunque estuvieran en otra ciudad.

Acababa de cerrar la llamada con ellos, no tenían ni idea de lo que haría hoy, así era mejor, ya que representaba menos nervios y menos presión, ya era suficiente con lo que tenia.

Por otro lado Luca había llamado más temprano también, para alentarme y recordarme una vez más con sus palabras textuales —El puesto es tuyo, Gracie—.

Me levante de la silla y estire mi pantalón con mis manos. Estaba lista, o eso creía.

En la estación me debatí hasta el último momento que dirección debía tomar, al final creí que lo correcto sería seguir mi instinto. Para mi suerte el tren no estaba tan abarrotado como generalmente lo estaba. Y aún sin poder creerlo le di la dirección al conductor del taxi al salir de la estación.

—A Clarity Press News por favor.

[1] Hora pico: se refiere al período del día en el que se registra la mayor congestión de tráfico, la mayor demanda de servicios o la actividad más intensa en general.
[2] CV: se refiere a un documento que resume la educación, experiencia laboral, habilidades y logros de una persona.

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