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Luego de dos meses de una intensa y lenta recuperación, con Jungkook y los niños nos instalamos en nuestro nuevo hogar.
Una enorme y hermosa casa en donde comenzaríamos una nueva vida juntos. Y aunque recuperarme fue doloroso, cada minuto habia valido la pena con tal de estar al lado de los niños y de mi gran amor.
Jungkook siempre estuvo conmigo dándome ánimos diciéndome que fuera fuerte por Louis, por el mismo Jungkook y también por Harry.
El pequeño Harry.
No había día que el niño no dejara de preguntar por Jin. Y por más que intentaba distraerlo con cualquier cosa, él volvía a mencionarlo, y si algún día pensé que eso no me iba a doler, solo me mentí. En el fondo, sabía que iba a ser difícil para Harry quererme como su appa, sin embargo, Jungkook siempre me consolaba con su "Sé paciente. Él te aceptará"
Y en las tardes, cuando Jungkook volvía temprano del trabajo, siempre lo recibía capturando sus labios y dándole la bienvenida a casa. Luego, saludaba a los niños con un sonoro beso y les daba un fuerte abrazo, como si quisiera fundirse en ellos, luego, se iba a la habitación e iba tras él para que se pusiera cómodo y me platicara sobre su trabajo en la constructora, y por supuesto esperarlo a que terminara de ducharse para almorzar todos juntos.
Recogía su traje con la idea de llevarla a la tintorería para que pudiera disponer de ella otro día, pero antes de salir de la habitación quise comentarle cómo había ido mi mañana con los niños
- Harry se portó distante conmigo otra vez - le dije - Pienso que deberíamos pasar mas tiempo juntos y salir los cuatro, como familia, así tal vez Harry logre olvidar a Jin.
En parte me sentía cruel por desear tanto que fuéramos una familia y hacer hasta lo imposible para que Harry olvidara a Jin, pero lo cierto era que solo el tiempo lo diría.
- Harry te querrá - dijo Jungkook cuando salió de la ducha envuelto en toallas - Solo dale tiempo
- Lo sé. Yo... entiendo que es normal que insista tanto en ver a su appa, pero me gustaría tanto que también preguntara por mí o me buscara y quiera verme. Quizás que aprenda a quererme.
- Lo hará, amor. Lo hará porque así tiene que ser - aseveró. Su voz sonaba dura - Pronto olvidará a Jin porque él no es... nunca fue la persona correcta para cuidarlo, y tú sí.
Jungkook se acercó y me tomó fuerte en sus brazos. Dejó un beso en mi cabellera causánsome sorpresa su repentina actitud - Jimin, yo... yo quiero que nos casemos.
Lo miré atónito. No deseaba nada más en el mundo que ser su esposo. Entonces continuó:
- Amor... quiero que sea pronto, quiero que tú y Louis lleven mi apellido
Estando entre sus brazos sonreí de felicidad y asentí efusivamente - Por supuesto que lo haremos. Sabes que sí. Siempre fue nuestro sueño desde la universidad.
Jungkook me besó sellando con sus labios en mi boca su promesa, pero en el fondo sabía a donde quería llegar.
Ser esposos era algo que siempre habíamos querido, y hacer aquello implicaba tener que hacerle frente a algo que habíamos dejado hace unos meses atrás.
Teníamos que ir a visitar a Namjoon al centro penitenciario.
Estaba en la habitación de Harry cuando llegó Yoongi para cuidarlos. Él era un excelente niñero, incluso mejor que Jessica.
Yoongi había terminado de bañar a Louis y de vestirlo para luego sentarse en el piso y dedicarse a jugar junto con ellos. Harry terminaba de construir una enorme pista de carreras mientras que Louis golpeaba los carritos entre si.
Tenía plena confianza en él porque Jungkook me había dicho muchas veces lo bueno que era, pero no había sido necesario que me lo dijera, su rostro y su actitud era lo mas parecido al de un ángel.
Hace más de un mes que Jungkook y yo habíamos decidido contarle nuestra situación a Yoongi. Que supiera sobre nuestro pasado y todo lo que sucedió antes era importante. Yoongi debía estar preparado por si Jin, o el padre de Jungkook o alguien más pudiera aparecer en nuestra casa con malas intenciones.
Lamentablemente, en aquel momento, Jessica, la niñera, no había perdido la costumbre de escuchar trás la puerta nuestra conversación privada, así que por supuesto la eché. Le había gritado que se fuera y le había pedido a Jungkook que le pagara. No la quería más tiempo en la casa, ella nunca había sido alguien confiable y solo la soporté porque Namjoon la había contratado antes. Ella nunca me agradó.
Es por eso que Yoongi era el mejor para proteger a los niños en caso de que uno de los dos no estuviera.
Justo como ahora estaba a punto de suceder.
- Amor, ya está listo el auto, Luigi nos espera
Asentí y me despedí de los niños - Llevas los papeles?
- Luigi los tiene, no te preocupes - respondió - Debemos irnos
Jungkook dejó un beso a Louis y otro a Harry antes de salir - Cuidarás a bonito, eh cariño?
Harry asintió - Soy el hermano mayor, soy un niño fuerte.
Jungkook sonrió - Lo sé, cariño. Cuidalo mucho y tú también.
****
Al llegar a la penitenciaría, Luigi, el abogado de Jungkook, ya nos esperaba en la entrada.
- Solo puede ingresar uno de ustedes - dijo.
Tomé el gafete de visitante y me lo coloqué en la solapa de mi camisa - Lo haré yo
- No cariño, no. De ninguna manera. Entraremos los dos como acordamos
Jungkook estaba molesto.
- Amor, por favor confía en mí. Además Luigi estará conmigo.
Jungkook luchó consigo mismo cuando supo que debía dejarme hacerlo - Luigi... dijiste que entraríamos los tres
- Lo sé Jeon, pero las reglas de la penitenciaría son muy extrictas. Creéme que lo intenté.
El rostro de Jungkook mostraba preocupación mientras me miraba - Por favor, no permitas que nada le pase
Luigi respondió - Estará bien. Yo me encargo.
Quizás debió tranquilizarse cuando Luigi golpeó su espalda tratando de transmitirle calma, pero lo cierto era que solamente yo podía hacerlo.
Así que me acerqué y le dejé un beso en los labios - Volveré pronto, amor.
Sabía que Jungkook moría por acompañarme, pero debía volver a confiar en mí, aunque le fuera difícil.
- Te esperaré aquí - respondió
¡Visitantes de Kim Namjoon! - gritaron
- Somos nosotros - informó Luigi
El guardia de custodia recibió nuestro pase - Tienen treinta minutos señores.
Me despedí de Jungkook con otro beso, y de inmediato el guardía nos condujo por un pasillo muy largo hasta llegar al lugar.
Una sala llena de reos, donde ellos estaban sentados en mesas separadas acompañados quizás de parientes o amigos. Algunos tristes, otros impacientes y algunos cuantos airados.
Así era como se veía Namjoon.
Al verlo de lejos, sentado y con el rostro de piedra, destruyéndome con la mirada, sentí pánico. El uniforme de presidiario era llamativo y muy dificil de ignorar, tenía las manos hacia adelante, pero estaban enmarrocadas
- Él no debería estar aquí - vociferó cuando nos sentamos frente suyo.
Alguien se acercó por detrás de Namjoon y se sentó a su lado. Al parecer era su abogado - Es necesario Joon. Se necesita llegar a un acuerdo.
- Te dije que nunca le daré el divorcio - volvió a alzar la voz
- Tu caso en diferente. La nueva pareja del joven Jimin, ya presentó su testimonio para la nulidad de tu matrimonio.
- Seguramente lo hizo, pero no es válido si no firmo, y por supuesto que no lo haré. Esta perra no va a salirse con la suya
Me era imposible creer lo que escuchaba, la forma en cómo me hablaba y me insultaba. Este monstruo no era nada parecido al dulce hombre con el que me casé.
- Señor Kim, el joven Park quisiera saber cuales son sus requerimientos - soltó Luigi - Tal vez alguna condición para aprobar la nulidad de su matrimonio.
- No hay nulidad. La perra seguirá casado conmigo por el resto de su vida.
- ¿Por qué, Joon? Qué es lo que quieres - grité
- Solo castigarte por haberte burlado de mí
- Casi me matas!!! Mataste a mi hijo todavía en mi vientre y huiste como un maldito cobarde.
- Yo no quise hacerlo, no quería hacerle daño al niño. Yo quería matarte a ti por ser una puta.
Ambos abogados se interpusieron en nuestra discusión cuando comenzaba a ponerse violenta. Y discutir con Joon ya no tenía caso.
- Señor Kim, el joven Jimin está dispuesto a dejar de lado todo inmueble o beneficio a su favor. Es decir, no desea ningún bien material a cambio de que usted le otorgue su firma en los documentos del divorcio.
- Sí, pero mi representado desea una indemnización por el tiempo perdido mas las burlas.
- Este no era el acuerdo
- El señor Kim cambió de opinión. Desea cinco millones de dólares, y luego podría negociar un nuevo acuerdo. Uno más satifactorio para mi representado.
- Estoy seguro de que por el dinero no hay ningún problema, pero cual sería ese nuevo acuerdo.
El abogado de Namjoon sonrió de lado mientras lo miraba - Se lo dices tú, o se lo digo yo
Namjoon se veía decidido a decirme sus nuevos planes, su nuevo acuerdo. Entonces solo me quedó escuchar cada palabra.
- Disfruta de tus últimos dias de libertad, cariño, porque si quieres que nuestro matrimonio se anule, tendrás que ir preso por adulterio. Tú decides.
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Besos 😘