Mi Rey Alfa

بواسطة Kim_sujin1

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Sunghye era una joven que provenía de los hombres lobo, también conocidos como los leones de montaña. Creció... المزيد

🐺ACLARACIONES🐺
INTRO
CAP 1
CAP 2
CAP 3
CAP 4
CAP 5
CAP 6
CAP 7
CAP 8
CAP 9
CAP 10
CAP 11
CAP 12
CAP 13
CAP 14
CAP 15
CAP 17
CAP 18
CAP 19
CAP 20
CAP 21
CAP 22
CAP 23

CAP 16

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بواسطة Kim_sujin1

LA BODA


La Reina Hyesun estaba en el balcón, observando a Sunghye, la nueva esposa, caminar junto con los guardias.

Estaba llena de rabia y realmente tenía ganas de estrangular a alguien. Esa.... ¡era una inútil! ¿Por qué desobedeció las órdenes del Rey? ¿Por qué fue tan estúpida? Hyesun se mordió el interior de las mejillas al ver lo hermosa que era. ¡Maldita sea! Si no permitió que Jiyeon y Dahyun ocuparan su lugar, nadie lo haría; no mientras siguiera viva.

—Gina—La Reina llamó a su doncella, la cual estaba detrás de ella—Quiero que averigües absolutamente todo lo que puedas sobre esa joven.

—A sus órdenes, Mi Reina—Expuso Gina con una reverencia.

Cuando perdió de vista a Sunghye...Hyesun se dio la vuelta y se fue.

✧✧✧


Por otro lado, Sunghye estaba muerta de miedo, preguntándose a dónde la llevaban los guardias.

Se cruzaron con muchas personas que en realidad ni la miraron fijamente, probablemente porque aún no sabían el motivo por el cual ella estaba allí. Quizá pensaban que era una criada nueva o algo así. La cabeza de la joven se mantuvo inclinada todo el tiempo mientras caminaba detrás del enorme tipo que tenía delante, hasta que finalmente llegaron a la puerta de una habitación.

—Entra—Ordenó Jimin deteniéndose, provocando que Sunghye se pusiera más ansiosa.

Entonces tragó saliva, entró en la habitación y descubrió que estaba vacía, totalmente vacía. ¿Por qué la llevaban ahí?

—Deberías descansar mientras puedas, El Rey no tardará en llegar—Agregó él antes de marcharse, asegurándose de cerrar la puerta.

✧✧✧


Jihyo aún tenía el corazón en la garganta mientras seguía a la Hermana Suprema a la habitación. ¿Para qué quería verla? Era imposible que sospechara de ella, ¿verdad? No, claro que no. Imposible.

La chica caminó con la mirada clavada en el suelo hasta que las dos entraron finalmente en la habitación reformada; era la habitación de Chaeyoung.

—Cierra la puerta, Jihyo—Ordenó, y esta se dio la vuelta y cerró la puerta con pestillo para que nadie pudiera abrirla desde afuera. Acto seguido, Chaeyoung se puso las manos en la cintura, esperando a que ella se acercara.

—Durante los dos últimos días, desde que cabalgaste hasta la aldea para curar a esa mujer—Comenzó a decir, acortando la distancia entre ellas.

Cuando sacó el tema, Jihyo entró en pánico.

—Esos dos días que estuviste fuera me hicieron darme cuenta de lo importante que eres para mí. Tu contacto... es único, Jihyo—Hizo una pausa y sostuvo sus mejillas; interconectaron sus miradas—Agradezco a los espíritus por hacerte formar parte del aquelarre—Tras decir esto, mostró una sonrisa y, finalmente, besó a Jihyo en los labios.

Fue un beso intenso, con sus lenguas entrelazadas; Jihyo soltó su aliento en la boca de Chaeyoung al sentirse aliviada de que no fue lo que esperaba. Si hubiera sabido que esa era la razón por la que Chaeyoung la llevaba a la habitación, no habría entrado en pánico ni mucho menos.Al fin y al cabo, no era algo nuevo. Mientras se besaban, la mano de Chaeyoung bajó hasta sus pechos y Jihyo levantó la suya para agarrar su cintura. Chaeyoung siempre había sido muy buena besando; mordía a intervalos el labio inferior de Jihyo mientras le lamía todo.

Las dos se acercaron simultáneamente a la cama y se detuvieron justo en el borde. Entonces, Chaeyoung sonrió y se dio la vuelta para ponerse de espaldas a Jihyo, indicándole que le aflojara el vestido. Con mucho gusto, esta última la ayudó, dejando su pecho al descubierto. Acto seguido, Chaeyoung se giró para encararla de nuevo y esta vez la besó más profundo y apasionadamente, tanto fue así que Jihyo casi se quedó sin aire.

—¡Ay! Quiero chuparte, Jihyo, lamerte entera—Dijo ella respirando en su boca y excitándola.

Después la empujó hacia la cama y la otra soltó un grito ahogado mientras su espalda aterrizaba bruscamente sobre el colchón. Chaeyoung, por su parte, se terminó de quitar el vestido, quedándose completamente desnuda, e inmediatamente después se fue a la cama con Jihyo.


✧✧✧


Jimin se dirigía a los aposentos del Rey para informarle de la llegada de la joven cuando se topó con alguien.

—¡Jimin!—Él escuchó su nombre y se giró para ver a la simpática doncella corriendo en su dirección.

La chica llevaba unos dulces.

—Gina—Respondió él.

Ella era la criada personal de la Reina Hyesun, por lo que Jimin, obviamente, la conocía. La joven tenía una radiante sonrisa en su rostro.

—Saludos, Jimin—Expuso ella, haciendo una reverencia—Mmm... Espero no molestarte.

—¿Qué ocurre, Gina?—Preguntó él con una mirada severa, adoptando un tono para nada amable.

—Bueno... Nada grave. Es solo que... llevaba todo el día esperando a que volvieras. Solo quería darte esto—Ella le ofreció los dulces—Los hice yo—Agregó con una sonrisa.

Entonces el hombre miró los dulces fijamente. ¿No se daba por vencida? ¿Qué otra señal tenía que darle para que entendiera que no le gustaba?

—Gracias, Gina, pero no me apetecen—Respondió con brusquedad antes de seguir su camino.

La joven, por su parte, se quedó allí con el corazón roto.

Cuando Jimin llegó al fin a los aposentos del Rey, los guardias no intentaron detenerlo, ni tampoco se atrevían. A pesar de que era el gamma, todo el mundo sabía que era la mano derecha del Rey. Si lo ofendías a el, ofendías al Rey. En ese momento el Rey Yoongi se encontraba en su mesa de estudio; claramente, la habitación era lo  suficientemente amplia como para tener una.

Él estaba escribiendo, pero se detuvo al ver que Jimin entraba.

—Saludos, Mi Rey—Dijo este último al mismo tiempo que se inclinaba—La joven ha llegado y está en la habitación, tal y como usted lo pidió—Al escuchar esto, Yoongi asintió y se levantó.


—Ahora voy para allá. Asegúrate de que el sacerdote esté listo.

—A sus órdenes—respondió Jimin haciendo una reverencia y se fue.

✧✧✧

Sunghye se sentó en el suelo de la habitación vacía, con la espalda apoyada en la pared y los ojos cerrados. Estaba cansada y hambrienta. ¿Cuál iba a ser su destino? Se quedó así un buen rato, con las últimas palabras del gamma resonando en sus oídos: -El Rey no tardará en llegar-

El Rey Yoongi. No tardará en llegar. Ella no podía creer que estuviera en el palacio del Rey, el Rey Todopoderoso del que había oído hablar, el mismo que era cruel y despiadado, Escuchó mucho sobre él, de modo que no se iba a culpar por estar asustada de verlo.

Justo en ese momento, percibió que se abría la puerta y sus ojos se abrieron de golpe para ver entrar al gamma, con un hombre mayor y un chico más joven. La chica se levantó inmediatamente. ¿Quiénes eran ellos? ¿Qué más le podía pasar? El anciano tenía algunas marcas en la cara y mantuvo los ojos clavados en Sunghye mientras entraba con una vara.

—¿Es ella?—Preguntó, y el gamma asintió.

Algo le decía a la joven que él era un sacerdote, Y el chico más joven de su lado tenía algo similar a él en la cara. Entonces el hombre entró en la habitación y dejó su bolso en el suelo.

En ese instante, la puerta se abrio de nuevo; esta vez sí era el Rey.

En cuanto los ojos de Sunghye entraron en contacto con el duro rostro del Rey, sintió el doble de miedo y ansiedad que antes. ¡Él había llegado! ¡Ya estaba allí! Espera.... ¿¿¿Qué estaba pasando???

El Rey Yoongi miró al sacerdote primero antes de mirarla a ella, quien, definitivamente, lucía asustada. Él no iba a perder mucho tiempo allí.

—Saludos, Mi Rey—Saludó el joven con una reverencia.

—¿Todo listo?—Preguntó Yoongi, refiriéndose hacia el sacerdote,

—Sí, Mi Rey, Pero me estaba preguntando... ¿Está seguro de que no quiere hacer esto de la forma habitual? Quiero decir... Yo no llamaría a esto una ceremonia matrimonial propiamente dicha—Se quejó él. El Rey, por su parte, resopló mientras caminaba hacia Sunghye. Ante esto, la respiración de la joven se entrecortó. ¿Por qué venía hacia ella? ¿Por qué no se quedaba con el sacerdote que le estaba hablando?

—No necesito una ceremonia oficial,  ella no se lo merece—En ese momento Yoongi llegó a donde estaba Sunghye y se paró muy cerca de ella; la joven casi podía sentir su aliento. Él vio sus lágrimas y el miedo que transmitían sus ojos—Solo lo que quiero es marcarla como mía—Añadió, sin romper el contacto visual con la chica.

Ella estaba aterrorizada mientras miraba sus hermosos, pero fríos ojos negros. Se había quedado petrificada. El Rey se veía atractivo y mortífero a la vez. De pronto, el recuerdo de cómo había cortado el brazo de Suzy con su espada apareció en su mente. Y entonces se preguntó: ¿Cómo puede un hombre ser tan cruel? ¿ Qué lo convirtió así? ¿Qué me va a hacer a mí?

✧✧✧


EN LA CASA DE LA FAMILIA CHOI


Suzy caminaba inquieta de un lado a otro por la habitación, mientras que el resto de la familia estaba sentada completamente estática, carentes de vitalidad.

—¿Puedes tomar asiento, Suzy? ¿O acaso olvidaste que tu brazo está lesionado?—Preguntó su padre.

—Mi brazo está bien—Refunfuñó ella, sin detener su caminata.

De cualquier manera, ya le habían tratado la herida, por lo que no entendía por qué aún seguían preocupados,

—Pero, siéntate... Nosotros...

—¿Cómo podemos estar tan tranquilos cuando Sunghye está en manos del Rey? ¿Quién sabe lo que le puede hacer? ¿Oh si a caso está bien?—Espetó ella, señalando la puerta con el dedo

—Él se va a casar con ella, eso es lo que va a pasar—Respondió su madre en voz baja.

—¿Y crees que eso es algo bueno?—Preguntó Suzy con burla—Todos conocemos al Rey Yoongi, sabemos lo despiadado que puede ser. Apenas muestra amor a las esposas con las que se casó por voluntad propia. Entonces, ¿qué te hace pensar que trataría mejor a Sunghye? Especialmente si consideramos el hecho de que se casará con ella tan solo por venganza. ¡Esto es increíble!

—¿Y qué esperas que hagamos, Suzy? Puedes ir al palacio del Rey y traerla de vuelta si es lo que quieres—Replicó Dhako.

—Pues, ¡pudimos haber hecho algo antes! ¡No debimos haberla implicado al mentirle al Rey diciendo que se fue de la casa por voluntad propia! ¡Sabemos que somos la razón por la que salió, nosotros la obligamos! ¡No es justo echarla como si fuera basura! ¡La abandonamos! ¡Lo saben!

—Necesito un poco de silencio—Hana estuvo sentada sin hablar durante todo ese tiempo, manteniendo un pensamiento en su mente.

Sunghye, increíblemente, se convertiría en la esposa del Rey. Pero, pensando en ello... Eso significaba que se convertiría en la co-esposa de la Reina Hyesun, esa que tuvo el coraje de golpearla en público.Mmm... De repente, una sonrisa apareció en sus labios. ¿Podría ser lo que estaba pensando? ¿Podía utilizar a Sunghye para vengarse de la maldita Reina?

✧✧✧


Por otro lado, Sunghye tragó saliva y se obligó a mantener la mirada en el suelo; se sentía incapaz de observar al Rey por más tiempo, ya que su mirada era tan fría que podría terminar consumiéndola. El Rey Yoongi dejó escapar una sonrisa al darse cuenta de esto, la cual fue tan helada que parecía mortal.

—Sigue adelante—Ordenó él nuevamente.

—A sus órdenes, Mi Señor—Respondió el anciano, inclinándose para sacar las cosas que necesitaba.

Por su parte, Sunghye estaba al borde de las lágrimas; su corazón latía fuertemente. Entonces, ¿eso era todo? ¿Así iba a terminar su vida? A pesar de que pasó por momentos dificiles y tormentosos en manos de su familia, nunca pensó que se casaría con el cruel Rey Alfa. Y no solo era casarse, sino hacerlo de la manera más degradante posible. Ella no sabía qué era lo que él tenía planeado, pero definitivamente sabía que no era algo bueno. De pronto, una lágrima escapó de su ojo izquierdo, la cual secó rápidamente. Tan solo unas horas atrás ella estaba en casa, feliz a pesar de no estar recibiendo el mejor trato. No obstante, ahora se encontraba aquí, contrayendo matrimonio con alguien que acababa de conocer ese dia. ¿Por qué la vida había decidido ser tan injusta con ella? Primero, había nacido sin poder alguno, y en ese momento, su vida había sido condenada para siempre. ¿Alguna vez podría mejorar?

En ese instante, el sacerdote se acercó a ellos y colocó una cinta alrededor del cuello de Sunghye. Con una tiza, el hombre comenzó a trazar unas líneas en el rostro de la joven, las cuales a ella no le agradaban en lo absoluto.

También dibujó algunas en la mano del Rey y después tomó un bastón rojo.

—Cuando las mentes pequeñas se ponen de acuerdo, la multitud es insignificante—Comenzó el sacerdote.

Al escucharlo, Sunghye observó a Yoongi, deseando poder sacar las palabras de su boca. ¿Cómo podía decirle que ella no quería hacer esto? ¿Cómo podía decirle que ella no deseaba estar aquí? Sus labios temblaron al intentar pronunciar alguna palabra, pero al ver el rostro frío del Rey, la joven sintió que podría ser castigada por ofenderlo, así que al final decidió no decir nada.

—Sunghye, ¿aceptas ser la esposa del hombre que está frente a ti?—Interrogó repentinamente el sacerdote, haciendo que la mujer se estremeciera un poco.

De inmediato, ella tragó saliva y miró al suelo; realmente no quería eso, no quería esa vida. Ninguna dama que conociera bien al Rey querría aquello. La joven se quedó en silencio por un rato, intentando con todas sus fuerzas controlar las lágrimas que querían escapar de sus ojos, sin percatarse de que estaba haciendo esperar a los demás. Hasta que de repente, el Rey sujetó su muñeca con brusquedad, logrando que hiciera una mueca de dolor y se volteara para mirarlo.

—No tienes elección—Espetó este último—Dale una respuesta al cura, o me aseguraré de que no tengas que contestarle a nadie nunca más—Tras escucharlo decir eso, Sunghye se quedó atónita. ¿Tenía él que ser tan severo? El Rey debía comprender que aquello no era fácil para ella.

Entonces, la joven observó al sacerdote, el cual también la miraba fijamente. Y con el corazón destruido, finalmente murmuró un Acepto. Hubo una breve pausa y luego el cura continuó:

—Rey Yoongi, ¿acepta usted ser el esposo de la mujer que está frente a usted?—Ante la pregunta del sacerdote, el hombre respondió con frialdad—Acepto.

—Según la regla seis del libro sagrado—Prosiguió el cura—El que le da a cada león de montaña el permiso para reproducir y expandir los adoradores de la Diosa de la Luna, yo declaro a Sunghye y al Rey Yoongi como marido y mujer. Que el poder, la sabiduría y la protección les sean otorgados, tal como está escrito—Proclamó—Felicitaciones, Mi Rey. Ya está hecho—Agregó el sacerdote en conclusión, alejándose para tomar su bolso,

Un minuto...¿qué? ¿Eso era todo? ¿Ya estaba hecho? ¿Ella acababa de contraer matrimonio en menos de cinco minutos? ¡Espíritu santo! ¿Era eso posible? ¡Oh, no! Una lágrima volvió a escaparse mientras miraba al Rey, quien simplemente mantuvo su rostro ilegible habitual.
Entonces, ¿finalmente estaba hecho? ¿Ese hombre despiadado que tenía frente a ella era su esposo? Ahora estaba condenada de por vida.

—¡Jimin!—Llamó Yoongi, y su gamma llegó corriendo hacia él segundos después.

—Mi Rey... ¿Qué desea?

—Lleva a la nueva Reina a su habitación, y que se difunda la noticia—Ordenó él con la mirada fija en lo patética que se veía Sunghye.

—A sus órdenes, Mi Rey—Expuso Jimin, con una inclinación.

Luego, Yoongi salió de la habitación.

RĖY ÅLFÄ

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