El único recuerdo que conservo es de un lodazal inmenso. Un profundo lodazal, viscoso y pesado, donde cada vez que daba un paso se me hundían los pies. Y yo cruzaba haciendo un esfuerzo sobrehumano. No veía nada, ni delante ni detrás de mí. Sólo un central de tines oscuros extendiéndose hasta el infinito.
El tiempo transcurría al ritmo de mis pasos. A mi alrededor, hacia tiempo que todos habían emprendido la marcha, y yo y mi tiempo seguíamos arrastrándonos con torpeza por aquel lodazal. La gente clamaba cambios, y estos se encontraban a la vuelta de la esquina. Pero los acontecimientos que tuvieron lugar, todos y cada uno de ellos, no fueron no fueron más que pantomimas carentes de entidad y significado. Y yo me limitaba a vivir día tras días sin apenas levantar la cabeza. Lo único que se reflejaba en mis pupilas era aquel lodazal infinito. Levantaba el pie derecho, luego el izquierdo, de nuevo el pie derecho. Ni siquiera sabía con certeza dónde me encontraba.No lograba orientarme. Sólo sabía que tenia que dirigirme a alguna parte y, por ese motivo movía los pies.
La chica que tuvo ese desagradable sueño se despertó de golpe sudando ante la tensión de ese sueño fuera de contexto para ella. Ella no recordaba nada de eso pero se sentía tan familiar y desagradable a la misma vez, que daba un poco de miedo.
La pequeña chica para liberarse de toda la tensión acumulada decidió darse una ducha fría para quitarse el peso de encima.
Por que si bien recordamos hoy empiezan sus actividades para sacarle información al septimo de los misterios y vigilar a uno de sus amigos, pero antes de todo eso tiene que ir por un pequeño objeto para que pueda ver a dichos espectros.
Una vez con todo listo la chica salió de su casa con rumbo a la academia Kamome para verse con Minamoto-senpai y que este le de sus indicaciones de las cosas que hará el día de hoy.
Y lo mejor de todo es que ya no tenía que preocuparse ya que dejo a su mejor amiga en manos de Yokoo y estaba segura que él hará un buen trabajo al cuidarla.
-Llegue Minamoto-senpai- dijo ella alegre.
-Me alegra que allá llegado, justo tengo lo que te ayudará a ver al séptimo.
El rubio le tendió un pequeño broche para su cabello en forma de estrella a la chica, ese simple brochesito la ayudara a ver a los espectros.
La femenina lo agarro y lo coloco en su bonito cabello aunque también algo enredado.
-Muchas gracias Minamoto-senpai, le aseguro que hare un buen trabajo.
-Estoy seguro de eso, por algo te escogi a ti- dijo con una sonrisa y acariciando el cabello de la femenina.
La chica no sabía que esas palabras pronto dañaran sus pensamientos.
-Aaa, muchas gracias por esta oportunidad- dijo emocionada.
Después de esa pequeña charla la chica se marchó a la entrada para esperar al menor de los Minamoto. Pero al ver entrar al rubio se empezó a sudar frío al verlo cargar la cámara de su difunta pareja.
-B-buenos días Kou-san- dijo nerviosa.
-¡Buenos días ___!
-¿Que esa no es la cámara de Mitsuba?-
Intervino una tercera voz.
-¿Conoces a Mitsuba Yokoo?- pregunto el rubio sorprendido.
-Por supuesto hiba con nosotros en primer año, se sentaba delante de ti y aparte era el novio de ___.
El rubio mira asombrado a la pequeña chica que al escuchar las palabras de Yokoo se puso nerviosa; ya que no le había dicho nada al rubio por el simple hacho de que no se hablaban mucho en primer año por lo que ella dejó pasar eso.
-S-si, por él fue que falte- dijo ella.
-Pero Satou me dijo que te sentías mal.
-Justamente se sentía mal de perder a Mitsuba- dijo Satou.
-¿Y que haces con la cámara de Mitsuba?- pregunto Yokoo.
-Bueno... por nada en especial- se excuso el rubio.
-Si es así, ¿Me la puedes dar Kou-san?- dijo ella.
-E no, la estoy usando.
-Pero ni siquiera es tuya, a parte no puedes agarrar las cosas de alguien que ya murio- le regaño ella.
-Es importante, me la pidió mi hermano.
El rubio estaba mintiendo, y la chica lo sabía; Minamoto-senpai ni siquiera estaba consiente de lo que hacía su hermano.
-Bueno, pero me quedaré contigo para ver que la cuides es importante- lo condicionó.
El rubio no tuvo más que aceptar la petición que ella le puso después de todo, ella era la novia de aquel pelirosa.
El chico camino en compañía de su amiga por toda la escuela en busca de ese espectro rosa ¿Que podría salir mal? Después de todo ella no podía ver a esas "criaturas" o eso pensaba él.
-¡Ahí estas!- grito el rubio al ver a quien tanto buscaba.
La chica abrió sus ojos al ver a su amado sentado en las escaleras del viejo edificio, pero ella tenía que actuar como nada.
-¿Quien es Kou-san?- dijo ella.
¿Como podría explicarle el rubio que el rumor nuevo era el alma de su novio?, muchas excusas pasaban por su cabeza en busca de la mejor.
Y por otro lado tenemos a Mitsuba, el cual sentía lágrimas recorrer sus mejillas, y el recuerdo de como dejó a la chica sola en la noche esperándolo, volvió. Obviamente no era de su agrado ese recuerdo al dejarla sola e indefensa, que tal si se quedo toda la noche esperándolo; o a lo mejor la pudieron a ver secuestrado.
Pero no, la tenia frente a él con una sonrisa en su bonito rostro.
-Es solo un espectro, que cumple su último deseo antes de irse a descansar- fue lo primero que salio de la boca del rubio después de tanto pensar.
-Esta bien, pero cuida la cámara.
La chica no sabía como debía reaccionar por lo que no quiso comentar más que eso.
-B-bien Mitsuba, ten tú cámara- dijo en susurro el rubio ignorando por completo sus lágrimas.
La pequeña chica quería acercarse y tomar en sus brazos a el hermoso pelirosa que estaba frete a ella pero no sabía como decirle a Kou que podía ver ahora a los espectros. "¿Alguna vez yo e llorado lágrimas tan hermosas?" se preguntaba ella al verlo llorar.
-¿Bueno que sigue?- dijo ella.
-Dile que tomaremos algunas fotos- le dijo Mitsuba a el rubio.
-El espectro tomará algunas fotos y ya es todo ___.
La chica se quedó callada ya que podía escuchar a Mitsuba y no quería que el rubio le repitiera todo una vez más.
Después de esas palabras los tres se dirigieron a el patio de la escuela para que Mitsuba tomara algunas fotos. Pero el rubio fue llamado por Yokoo por lo que dejo a sus dos amigos; el pelirosa solo se limitó a mirar de reojo a la chica con una pequeña sonrisa en sus labios, hasta que la chica rompió el silencio.
-Puedo verte Mitsuba- soltó ella.
El chico al escuchar esas simples palabras sus ojos se abrieron de la sorpresa y volteo a verla.
-¿E-enserio, puedes verme?
-Si no pudiera verte ni siquiera sabría que eres tú.
-Perdóname por dejarte así...
-No te concentres en eso ahora, me alegra tenerte de vuelta- dijo ella con un rubor en sus mejillas.
Ella se abalanzó a los brazos de chico, pero cayó al piso ya que no tomó en cuenta que ella lo atravesaria.
-Jajaja, de verdad eres torpe- se río él.
-No tome en cuenta eso- se excuso ella y volvió a sentarse en el pasto.
-Sabía que eras muy torpe, pensé que a este paso ya estarías muerta- dijo en forma de burla el pelirosa.
-Por supuesto que no, se cuidarme sola.
No quería contarle al chico que falto por un mes a la escuela por él, eso lo pondría peor, aunque fuera mal hablado y orgulloso las cosas le afectaban y ella lo sabía.
-¿Por qué no puedo tocarte?
-No lo se, Kou si puede.
-Por qué el es un exorcista, Mitsuba.
-Si, lo aprendí a las malas.
El rubio los vio hablando a lo lejos haci que decidió volver con ellos. Y se incorporo a la conversación.
-¿Puedes verlo ___?
-Sí, Minamoto-senpai me dio un broche para verlos y cuidarme- mintió.
-En ese caso debes de estar feliz por verlo.
-Asi es Kou-san.
Después de esa pequeña conversación fueron a un pequeño valcon para que Mitsuba tomara una pequeña foto del atardecer. El pelirosa fue el último en pasar al pequeño balcón y se encontró con la escena de el rubio hablando tranquilamente con la chica, ante los ojos del pelirosa era una escena muy hermosa con el viento moviendo sus cabellos y el sol iluminando sus rostros.
*Click*
-¿Mm?- dijeron el rubio y ella al mismo tiempo.
-¿Le tomaste foto al cielo?- pregunto Kou.
-Sí, a él no me gusta tomarle foto a las personas- dijo la chica.
-Le tome foto a algo muy valioso para mí- dijo el pelirosado.
La chica le sonrío volvió a ver el atardecer.
-Te amo Mitsuba- soltó ella.
Y ambos chicos se sorprendieron.
-Obviamente me amas por que soy muy lindo y tu novio, por que nunca terminamos- dijo orgulloso.
-Jaja, supongo que tienes razón.
-Yo también te amo– susurro solamente para la chica.
Esta sornio y asintió.
Se acabo el día se supone que mañana Kou y ___ verán a Mitsuba. Pero a la chica se le olvidó su trabajo con el séptimo.
¿QUE PODRIA SALIR MAL?
Chillo, por que pronto aparece Tsukasa QnQ.