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Bienvenidos a mi mundo irreal.
El feminismo no se basa en odiar al hombre, es luchar contra la absurda distinción entre géneros -Robert Webb.
25 DE JUNIO DEL 2023
Londres/ mañana
Casa grande.
El dolor constante golpea mi cabeza sin cesar, mi visión lucha por recuperarse mientras todo se ve borroso. Siento un dolor agudo en una parte específica de mi cuerpo y recuerdo lo último que tengo presente: el automóvil. Mi madre me envió a un lugar y de repente fuimos emboscados, hubo disparos, sangre y, por supuesto, el perro estaba presente.
Fuimos objeto de un ataque; ahora lo recuerdo. La habitación se encuentra en un estado desolador, al levantarme, el gélido suelo me estremece brevemente. Intento buscar alguna de mis pertenencias, no tengo éxito en mi intento. Me dirijo hacia la puerta y me detengo abruptamente al casi chocar con un cuerpo rígido.
―Deténgase mujer, ha sufrido una considerable pérdida de sangre ―me regañan mientras refunfuño cuando me ingresa a la habitación.
Me remuevo en sus brazos, ya que estoy siendo sostenida y me obliga a volver a la camilla, no logro mi cometido de soltarme. Se queda justo a mi lado, cuando a la vista aparece mi padre Darek acompañado de Cala y del imbécil de Benyamin. Mi progenitor no tarda en correr a mí y revisar cada parte de mi cuerpo expresando estúpidas preguntas que no respondo, como respuesta me llevo las manos a mi cabeza en señal de frustración. Lo que menos deseo es verlos, necesito saber quién quiere eliminarme, necesito empezar a escribir la lista de sospechosos; también debo ver a mi hermano, a pesar de que la misión es importante, es crucial pasar tiempo con él, aun cuando sea poco.
Padre habla con el doctor mientras yo ojeo la herida, está bien a la vista, nada grave y podía curarla yo misma, tal parece que Kai no sabe que estudie medicina, es la carrera de la cual tengo un título y me siento orgullosa por ello.
―Sí, nos encargaremos de que cumpla con sus recomendaciones ―escucho a mi padre y ruedo los ojos, como si de aquí no tuviera que ir a resolver los asuntos de Cala.
―Estoy bien padre y quiero saber ¿Quién intenta matarme?
―Ya estamos trabajando en ello ―la señora que afirma ser mi progenitora se acerca y con suavidad acaricia mi cabellera―. Cadmon se encargará, corazón ve a buscar el alta ―le solicita a mi padre y de inmediato sale rápidamente, como si fuera un perro obediente.
Pude percibir en su mirada el deseo de permanecer a mi lado y brindarme afecto. No puedo negar que Darek siempre ha sido cariñoso cuando se trata de mí o de mi difunto hermano, quizás debido a que biológicamente es mi padre.
Con una mirada, indica a Kai que nos deje a solas. Observo cómo se dirige hacia los ventanales y los cierra. Su mirada me hace sentir incómoda, mientras se acerca directamente hacia mí y me hace moverme inquieta en la camilla.
―¿Podrías explicarme de inmediato por qué el italiano afirma que estás colaborando con la policía? ―sujeta mi brazo apretándolo con fuerza.
―La pregunta aquí es, ¿por qué le crees al asesino de tu hijo?
La expresión en su rostro denota astucia, a pesar de que tengo conocimiento de que el italiano fue quien mandó a eliminar a Darío por mi causa, debido a que descubrió que estoy actuando como agente doble. Me agrada esta nueva dinámica en la que interactúo con ella, siento que poseo cierto grado de influencia.
―Manipulando mi mente, te apropias de los trucos que no te pertenecen. No debes pensar que deposito mi confianza en ti.
―Entiendo, madre, tienes tantos enemigos que no confías ni en tu propia sombra.
―Escúchame bien Daría ―suelta el agarre de su mano, ahora sujeta mi cabello acercándome a su rostro―. No me gustan tus juegos, es la última vez que te lo advierto.
La puerta se abre y los tres hombres que se autodenominan padres hacen su aparición. Cala no tarda en soltar mi melena y acercarse a Nuriel, abrazándolo y besándolo.
―Hemos dado con el ejecutor del atentado, cadmon ha dicho que fue el Italiano.
―Hemos invertido mucho en él, sería apropiado coronar al nuevo líder de Italia y deshacernos de ese joven inexperto... su padre debe ser eliminado antes que él. Que experimente sufrimiento.
―Poseo un nuevo compuesto tóxico, sería un placer emplearlo como experimento. Su efecto es sumamente doloroso, al punto de preferir una bala antes que soportar la sensación de quemazón en las entrañas ―así lo relata Darek, cuya emoción se hace patente en su semblante―. No hay perdón para el traidor ni lugar para el enemigo, nadie lastima a la familia y vive para contarlo ―la mirada está fija en mí.
―Antes de eso... Me gustaría indagar sobre la razón por la cual le está mintiendo a madre ―Contemplo a mi padre con una mirada inocente, mientras todos permanecen atentos a mí. Siento cierto poder sobre ellos, ya que soy su niña pequeña. A pesar de la falta de habilidades parentales que han demostrado, mi padre me profesa una devoción especial al ser su hija. Somos una familia completamente disfuncional, pero aman a su modo.
―No entiendo ―habla Kale.
―Le dijo a Cala que trabajo para la policía, entiendo que quiera burlarse y aprovecharse, es alucinante que madre dude ―la veo y puedo sentir que le enoja que la exponga―. También me ha sobornado con revelar que Daren no es hijo de alguno de ustedes, claramente es mentira ―establezco contacto visual con mi madre, quien ahora muestra una postura más erguida de lo habitual y sonríe.
Te tengo despreciable traidora, serás expuesta y tu repugnante secreto será revelado. Eres una adúltera y mi objetivo es desestabilizar esta familia.
―¿Cuánto dinero te pide? ―Nuriel pregunta.
―En grandes cantidades, probablemente haya sufrido grandes pérdidas con sus abogados, en definitiva... no debemos permitir que individuos tengan tal poder, si este hombre lo logra, no hay duda de que habrá más, ¿no es así, madre?
―Puede ser ―da un paso adelante de mí padres.
―Además, me ha solicitado encontrarnos y mantener relaciones íntimas para mantener en secreto esta situación ―miento, necesito meter más drama.
La mirada de madre es: "ya te lo cogiste". No es cierto, pero esa es su versión de los hechos.
―No lo harás ―ordena Nuriel.
―Si los hombres dejaran de pensar con las dos cabezas que tienen, nosotras no tendríamos que usar el sexo como arma. Desafortunadamente, cuando el sexo masculino intenta capturar a una mujer, evidentemente se les complica. Nosotras, en cambio, pensamos de manera más racional y coherente con una sola cabeza, a diferencia de las dos que ustedes poseen.
―¿Dices que lo use para guardar una mentira?
―Tranquila Dari, sabemos que ese niño no es nuestro, así que no es necesario que te expongas.
―Es de Kale, ¿no? ―finjo asombro.
―No hija, Kale tiene su cabello rubio pintado, es un secreto personal, es castaño como el de tu padre Nuriel ―la mujer se acerca y se sienta en la cama.
Cómo es posible que no sepa el color de cabello de mi propio padre.
―Me voy corazón, me espera un laboratorio con mucho trabajo ―Darek besa a madre en sus labios y a mí la frente.
Todos se marchan y mi madre permanece en el mismo punto sin dejar de aniquilarme con su mirada, resulta inverosímil que mis progenitores toleren sus engaños, la ruptura de dicha relación se ve venir compleja. Jamás imaginé que mis padres estuvieran al tanto de sus actos adúlteros y los avalaran.
―No pudiste callarte, tenías que decirlo ―se vuelve a sentar y toca las hebras de mi cabello.
―Mami, recibir un poco de lo que das de vez en cuando hace bien ―con voz calmada y sonrisa hipócrita, declaro, para luego sacarla de la camilla con un empujo―. Ahora, quiero que te largues y me dejes sola, buen día, madre.
―Claro, te dejo las ventanas cerradas para que llores con tranquilidad ―deja en la mesa una botella de whisky, no tengo idea de donde la metió ni cómo hizo para traerla.
Sin dudarlo, procedo a abrir la botella y me acerco al borde para tomar un sorbo prolongado. Siento la necesidad de liberar la tensión acumulada y me percato de que he estado cometiendo errores de manera constante. Necesito un golpe duro para la familia.
―Buen día, jefa ―el hombre de estatura elevada y aspecto imponente se acerca a mí y se sienta a mi lado, ofreciéndome fruta, sándwich, café y yogur. Me aleja del alcohol sin permitirme hacer reproches.
―Los guardaespaldas no traen comida, estoy segura de que eso está envenenado, ¿quiere vengarse? ―no logro quejarme, ya que mete una fresa en mi boca.
―Soy un perro diferente, y no, no está intoxicada ―lo veo morder un pedazo del sandwich y mascarlo para ofrecerlo y obligándome a morderlo. La carcajada sale involuntariamente, ha aceptado por fin el apodo.
Después de terminar mi comida, intento descansar, me resulta imposible. Un médico ya ha venido ordenando que me administren el último antibiótico para que pueda ser dada de alta. Convencí a Kai para que jugara un videojuego en nuestros teléfonos móviles, y me mostró que está en un nivel muy alto en Candy Crush. Me dio envidia su puntuación. De alguna manera, tendré que encontrar una forma de entretenerme y molestarlo, ya que parece ser una buena manera de pasar el tiempo.
Mientras pasábamos tiempo de caridad matándonos entre sí, en el juego aclaro, la puerta es abierta y la vista se ve el idiota de Hilai, quien se acerca preocupado y me analiza cada parte de mi cuerpo.
―¿Estás bien hermosa?, estaba tan preocupado, creí que... ―lo alejo y la rabia es expresada en mi rostro.
―¡¿Qué haces aquí?!
―Me dijeron que estabas en el hospital y...
―¿Quién?
―Sabes la respuesta D, no me importan tus reclamos, házmelos saber que puedo con ellos ―intenta tocar mi rostro y muevo mi cabeza.
―Deja de seguirme Hilai.
―Sabes que no te sigo, eres buena escabulléndote. D, necesito que dejes lo que estás haciendo o me encargaré de...
―¡Tú te callas! ¿Quién te crees para ordenarme?, y si vas a amenazarme, asegúrate de estar al mismo nivel, por qué lo que nos diferencia es que a mí no importa si tú mueres.
―D, yo...
―Mi amor ―la mujer de rizos y ojos azules se hace presente, deja de sonreír al ver a mi ex―. ¿A este quién lo invitó?
―Brenda, siempre es un gusto verte ―el rubio le ofrece una sonrisa e intenta acercarse a ella, mi amiga levanta su mano en señal de advertencia.
―Lamento no decir lo mismo ―con voz fría dice la mujer.
Ambos comienzan una discusión, mi atención se centra exclusivamente en el hombre de estilo rockero y ojos ámbar que sostiene un ramo de flores. Se acerca lentamente y yo lo abrazo, permitiéndome envolverme en sus fuertes brazos. Cuánto lo he echado de menos, desde aquella noche no hemos vuelto a encontrarnos. Olvidé mencionar que me escapé dejándole un billete de cien dólares.
Lo olvidaste recalcar.
―Estás bien, no sabes cómo me preocupo ―confiesa a lo bajo, si supiera cuantas veces he estado en peores situaciones, por ejemplo: cuando tuve que hacer tantas masacres cuando madre volvió.
―Te extrañé, vi a Heba hace unos días ―confieso.
―D, nosotros... ¿Podemos hablar? ―susurra en mi oído, La mirada de Kai se encuentra fija en Hilai, mientras que los otros dos parecen distraídos. Sin pensarlo, nuestros labios se rozan y permanecen juntos durante unos segundos―. D ―roso mis dedos en sus labios.
―Otro día ―recalco y me alejo.
―Nadie te quiere aquí, no soportamos a los hombres que apestan a infidelidad y egocentrismo ―alcanzo a oír a Brenda.
―¡Deténganse los dos! ―al fin se callan y mi mirada conecta con Kai, entiende que quiero que saque al imbécil de mi ex.
No obstante, la puerta se abre y aparece un enfermero cuya apariencia resulta peculiar. No le dedico demasiada atención, ya que no despierta gran curiosidad en mí. Mientras bebo un poco de agua y Kai intenta sacar a Hilai de forma adecuada, percibo algo extraño en el "enfermero". Los lunares en su cuello, similares a los de: alfa, es él, Karim está presente. Me encuentro asfixiándome con el agua y captando la atención de todos los presentes, quienes se acercan en busca de saber qué me ocurre. No obstante, tantas voces y preguntas me hacen estallar.
―¡Silencio! ―todos obedecen―. Hilai, quiero que te largue o juro que te voy a ahorcar con las sabanas de esta camilla, y chicos, muchas gracias por venir y preocuparse. Ahora necesito que todos se retiren, el enfermero aquí presente me va a poner una inyección para el dolor.
―¿Dónde te duele? ¿Qué...? ―Aleix se detiene al ver mi rostro―. Permanezco en silencio, comprendo.
―No me importa que... ―Hilai guarda silencio al percatarse de que lo miro con tal desdén―. No me preocupa tu mirada hacia mí, y me retiraré no porque tengas intenciones de matarme, sino porque planean administrarte una inyección ―el mentiroso se retira y experimento una leve sensación de relajación en mi cuerpo, acompañada de un sentimiento de vacío. No estoy seguro de qué exactamente estoy sintiendo, o tal vez lo sé y me resisto a aceptarlo.
―Nosotros también esperamos afuera ―Brenda relata y jala a Aleix, no podemos dejar de vernos y estoy segura de que ambos estamos pensando en lo mismo.
―Usted también, no quiero que vea mi trasero, hágase en la puerta ―le ordeno.
―Jefa sabe qué...
―Sé que usted es un perro faldero, entiendo, con mucho gusto le diré a mis padres que usted quiere ver a su hija desnuda.
―Yo no... bien, me iré, solo cuatro minutos ―le ordena al "enfermos alias alfa"
―¡Cómo se le ocurre venir aquí! ―frustrada y casi intentando atacarlo, menciono.
―No se reportaba, han transcurrido dos días sin tener noticias suyas, me he enterado del atentado. He venido a comunicarle que el Italiano ha sido liberado, sus abogados son muy competentes.
―Ese maldito fue el responsable de perpetrar el ataque en mi contra. Es consciente de mi afiliación a la agencia y reveló a mi madre que soy miembro de la policía. Está manejando hábilmente su estrategia.
―Debo retirarme, mi única intención era hacer acto de presencia, me complace saber que se encuentra en buen estado.
―Espera ―lo detengo.
―Agradezco su presencia y preocupación, debo señalar que su habilidad para mentir deja mucho que desear, y su excusa relacionada con el italiano resulta poco convincente ―sonrió con picardía.
―Qué odiosa y egocéntrica ―refunfuña.
―Terminaste preocupándote por la mujer que se veía horrorosa con vestido de baño de color azul ―rueda los ojos avanzando― ¡Le luce el blanco!
...
26 DE JUNIO DEL 2023
Londres/ noche
Cerca de los laboratorios Blackcat pharmaceutical
Tomé el arma y organicé el último equipo que llevaría, serví un vaso de whisky y lo bebí rápidamente, limpiando mis labios mientras me observaba detenidamente en el espejo. Se trata de un trabajo que no deseo realizar, sin opción de rechazo; en camino hacia el destino inevitable.
Un último ajuste a las botas negras, apropiadas para este tipo de labor, con vestimenta ligera y pantalones con numerosos compartimentos, todo en armonía con el clásico tono negro.
Bajo las escaleras y el equipo me aguarda, las miradas no tardan en aparecer, los presentes me perciben como una intrusa. No me preocupa en lo más mínimo, por lo que me planto frente a ellos con autoridad y confianza.
―Deseo evitar cualquier tipo de error, ya que el fracaso no es de mi agrado. Si se siguen mis instrucciones, podremos lograr la eliminación total de todos los objetivos. Asimismo, deseo que se localice a la persona que se ha vinculado con los Murray.
Procedo a avanzar sin ser objeto de seguimiento, y al voltear, apunto mi arma y efectuó un disparo directo a la cabeza de uno de los individuos. Su mirada inquisitiva me resultaba molesta, y no deseo compañía que me contradiga y critique.
―Odio los números impares, ahora somos diez, ¡andando! ¿Debo realizar una operación de resta para que seamos ocho?
Pronto se apresuran a abordar las camionetas, no me agrada el tener que soportar el ego de individuos machistas y misóginos. La única cualidad que puedo destacar de Cala es su poderío, habiendo sometido a los hombres y establecido su dominio como señora y dueña. Es indudable que todos la respetan, ya sea por temor, obligación o sumisión.
Madre es la única hija de dos personas influyentes, una ministra de defensa de Londres y un ex presidente de Rusia. No tengo mucha información sobre su infancia o sus padres. Sin embargo, sé que mi madre ha demostrado ser eficiente en su trabajo, siendo una de las mejores científicas en diversas áreas como ciencias naturales, biología, química, física e investigación espacial. Ha silenciado a aquellos que la critican con el poder que ha acumulado a lo largo de los años.
El problema radica en que Cala Baker debía ser una mujer discreta y reservada. Mis abuelos son conservadores, o lo eran antes de ser asesinados. Mi padre me contó una vez sobre el grito desgarrador que su padre soltó al enterarse de que tendría tres esposos. Desde mi punto de vista, la historia está incompleta. Cala no se convirtió en lo que es para demostrar su valía, sino porque le gusta tener poder. Hace creer a todos que debe ser la mejor porque eso es lo que le enseñaron, no es así. Sus padres no le enseñaron a ser una asesina, una mala madre, egoísta, interesada, humillante y otros adjetivos similares.
Una hipótesis algo extravagante que inunda mi mente, es que ella fue la responsable de sus muertes. Recuerdo haber escuchado algunas conversaciones en las que mis abuelos expresaban su desacuerdo con la ilegalidad de sus negocios, aunque no se ha establecido una conexión directa con el narcotráfico, ella planea algo mucho mejor. Además, sus otras actividades comerciales son censurables.
También tengo en mi memoria otra discusión en la que su padre le reprochaba que todo lo que había logrado había sido gracias a él, ella le dejó en claro que siempre había aspirado a alcanzar la posición que tenía en ese momento por sus propios medios. Enfatizó que, si quisiera, podría acabar con ellos sin ningún remordimiento, permitiendo que ella misma se elevará con las manos manchadas mientras ellos caían con las manos limpias. Hasta poder deshacerse de ellos finalmente, dejándole ver en lo que se ha convertido.
Los abuelos fueron víctimas de una masacre, sin embargo, Cala no manifestó ningún signo de dolor o tristeza, lo que sugiere que incluso podría haber disfrutado de la situación. Por otro lado, yo tenía un afecto especial por mi abuela, quien era una persona amable y cariñosa que me llevaba a mis clases de patinaje y me peinaba el cabello, brindándome un amor maternal. En cuanto a mi abuelo, su comportamiento era cuestionable, ya que solía hacer comentarios machistas, mi madre siempre me aconsejaba que no le prestara atención.
Nos encontramos a pocos metros de distancia mientras nos preparamos para comenzar el plan. Me siento afortunada de que mi madre me haya enviado sola, esto lo considero como un descanso del constante acoso del perro. Vidar desciende de un automóvil y corre hacia mí, lo abrazo y beso. Pueden ser perros asesinos, conmigo son unos seres amorosos en busca de cariño. Lo traje porque es un cachorro talentoso en misiones.
―Echa un vistazo por ahí, no te pongas agresivo, solo agita tu collar para que entienda que estás en apuros ―ladra en señal de respuesta y corre.
―Vamos a hacer dos equipos, nos metemos y nos cargamos a todos, y al final hacemos explotar el sitio ―habla uno de los hombres, me posiciono a su lado y me gano su atención.
―Hay un error en ese plan ―los hombres cruzan miradas entre ellos.
―¿Así?, ¿Cuál?
―En ningún momento le he dado instrucciones para llevar a cabo un plan. Soy yo quien toma las decisiones, no usted ―ríe por mi comentario y su compañero igual.
Así que muy machito, ya veremos cuanto le dura.
―Disculpe princesita, las niñas bonitas no van a campo ―colisiona su puño con un individuo de tez oscura mientras los demás se mofan.
―¿Tu nombre?
―Es...
―¿Sabes qué? No me importa en absoluto. A partir de ahora, serás conocido como número tres, el número que más detesto. A partir de este momento, estarás a mi servicio. Si alguien muere, será por tu culpa. Si fracasamos, la responsabilidad recaerá sobre ti. Si hablas, es porque te lo permito. Y si sigues con vida, es porque quiero verte sufrir y arrastrarte.
―¿Quién se cree usted? ―trata de infundir temor al situarse delante de mí.
―No, número tres, ¿quién se cree usted para interrumpir cuando te está hablando tu jefa?, ¡te callas y respondes a mí como corresponde! No nos dividiremos, entraremos al lado izquierdo porque Vidar ha despejado el área, allí están los laboratorios de la empresa. ¡Andando!
Ninguno de los hombres me acompaña, no imaginé que sería tan complicado. El equipo con el que colaboré recientemente era superior, me trataban con respeto. Algunos perdieron la vida en las misiones que madre dejó pendientes, mientras que otros quedaron incapacitados o con secuelas debido a las heridas. No tengo ninguna duda de que todo esto es culpa de Benyamin, él los seleccionó y se enfadó porque madre me otorgó su puesto de trabajo. Estoy sufriendo las consecuencias de su inmadurez.
―¡¿Qué no escucharon?! ―ninguno se mueve.
No deseaba llegar a esta situación, en algo tienen razón al decir que el temor doblega, seremos ocho entonces. Camino frente a cada uno de ellos y me posiciono justo frente al que se cree el líder.
―Dado que parece que no comprenden, les explicaré por qué los Baker nos encontramos en la situación en la que estamos. Propongo un juego, al que llamaré "Afecto y Odio". Número tres, ¿a quién de los presentes aprecias? ―le apunto con mi arma.
―¡No contestaré!
―Se agota el tiempo, responde o el balazo irá a tu cráneo.
Cuando el individuo intenta alejarse, procedo a guardar el arma y, acto seguido, lo sujeto por la remera, provocando su caída de rodillas. Posteriormente, posiciono la navaja en su cuello, ejerciendo una presión que provoca el deslizamiento de una pequeña cantidad de sangre. Ante la tentativa de los demás hombres de acercarse, les advierto con la mirada que incrementaré la presión si se aproximan siquiera un centímetro.
Un poco de juego mental no le hace mal a nadie.
―Es evidente que tú eres responsable de esta situación, ser líder no es solo tener la corona ―presiono más fuerte y a pesar de su intento por zafarse no lo consigue.
―¡Por favor, por favor!, no le faltaré más al respeto.
―¡Responde mi pregunta! ―sujeto su cabello y lo jalo para atrás elevando su cabeza, dejándome más visibilidad de su cuello.
―¡Es el rubio!, el único que hay ―lo suelto gustosa, el hombre capta mi atención dando un paso adelante.
―Señorita, diga que yo obedezco ―no puedo evitar disfrutar del miedo del imbécil machista.
―¿Por qué contradecirme número tres?, desde el momento uno me hicieron a un lado, me tratan como si no supieran que esta misión está liderada por mí ―aplico presión con el arma en la cabeza del individuo rubio que he obligado a arrodillarse― ¡responde! ―le quito el seguro.
―Porque usted es mujer, las mujeres no...
―¿Lideran? ―termino la frase.
―Así es, su hermano nos ordenó que le bajáramos los sumos, sabemos que su madre es grandiosa y usted igual, fue una orden. Pero... prometo cambiar, será nuestra ama y señora, no nos mate.
―¿Quién de aquí no es de tu agrado?
―Yo...
―¡Responde! Estamos jugando, ¿lo olvidaste?
―¡Ninguno!, somos un equipo que se crió en las instalaciones del oráculo.
El oráculo consiste en orfanatos adquiridos por Cala, donde se instruye a los niños en el arte de la guerra y en servir a la familia, así como en la realización de contratos para aquellos que los necesiten. La familia apenas los utiliza, ya que mayormente se venden equipos de diez miembros a aquellos que los requieran. En otras palabras, estos niños son como hermanos, lo que genera una gran preocupación y un fuerte vínculo entre ellos. Son entrenados desde los catorce hasta los veinticuatro años.
―Seré yo quien lo seleccione ―en mi mente entono una melodía, mientras que el hombre que me cautiva es de tez morena y posee unos ojos de un intenso color verde―. Tú, al frente y de rodillas... Detesto a aquellos individuos que subestiman, nunca habría ofendido o lastimado a ninguno de ustedes. Seríamos un equipo formidable si no fuera por su intento líder tan estúpido o simplemente muy tonto ―rio por la broma.
―¿Qué hará? ―le extiendo a cada uno, un pequeño artefacto que aparenta ser indefenso y que guardo en mi bolsa en casos de emergencia. Me agrada su apariencia vulnerable.
―No realizaré ninguna acción número tres, serás tú quien asuma la responsabilidad ¡Vamos!
―¿Los dejará ahí? ¿Qué planea hacerles? ―lo ignoro y finalmente los demás me siguen sin prestar atención, mientras los dos caballeros permanecen arrodillados sosteniendo el juguete.
Nos distanciamos unos metros, aproximándonos al punto de entrada. Vidar se acerca rápidamente a mí, colocándose entre mis piernas.
―Señorita Daría, ¿los matará? ―insiste.
―No les causaré ningún daño, sujeta número tres, necesito que lo presiones ―extiendo el detonador, el hombre duda, pero accede.
Se percibe el estruendo de la explosión y todas las miradas se dirigen hacia el lugar de donde provenía. Observo cómo sus rostros quedan inmóviles, lo cual me hace comprender que han comprendido lo sucedido.
―No me gusta dar lecciones, mi madre dice que las dolorosas son de las que más se aprende, vuelvo a preguntar ¿A quién sirven?
―A Daría, nuestra líder.
―Cualquier queja me importa una mierda y sus peticiones me las paso con el culo. ¡Andando!, ocho entran y ocho salimos, ya saben que odio los números impares.
Dejo al perro en la camioneta, esperando mi señal de llamado en caso de ser necesario, espero no tener que ponerlo en riesgo.
...
―Reporte de estado ―me comunico por el audífono.
―Despejado, procedemos a llevar a cabo la destrucción de la fábrica y su maquinaria, en anticipación de recibir sus instrucciones posteriores ―responde, mientras incrusto el cuchillo en uno de los hombres que custodian la entrada del laboratorio.
Otros cinco hombres son abatidos por las balas de mis otros tres acompañantes, suerte que traemos silenciadores, me genera inquietud el hecho de que tenía premeditado más personal, no es así, la empresa está casi vacía. Proteger una entidad con varios metros cuadrados, equipada con todo: fábrica, laboratorio y parte ejecutiva, que tenga solo seis hombres, es sospechoso. La otra opción es que le mintieron a mi progenitora, típico en este negocio.
Nos hallamos en la sala subterránea que alberga los laboratorios, mientras que el otro equipo se encuentra en el primer piso, específicamente en el punto cardinal norte donde se ubica la maquinaria y la fábrica de medicamentos. Los bloques restantes que se encuentran en niveles superiores son principalmente oficinas, por lo que resulta crucial aniquilar sus medicamentos en proceso y su maquinaria.
No logro respirar adecuadamente debido a la incomodidad que me genera la máscara que llevo puesta, al momento de estar dentro, sostengo los papeles mientras reviso los nuevos medicamentos en los que están trabajando. Parece ser que su principal enfoque está en los antidepresivos y algunos fármacos cardiovasculares. Estos temas me resultan interesantes, por lo que analizo detenidamente sus componentes. Agradezco a mi abuela por haberme otorgado una memoria fotográfica.
―Señorita, hemos destruido todo, ¿procedemos con las bombas? ―pregunta uno de los hombres.
―Vamos en parejas a instalarlas en cada piso, ustedes dos diríjase a los pisos siete y ocho ―señalo a dos, no tardan en desaparecer de mi radar―. Número tres, nosotros nos encargamos de este piso, del uno y dos. Por ahora pásame esas cuatro cajas que necesito leer esta información, sería un desperdicio, ya que tenemos la oportunidad.
El hombre va en busca de los documentos y yo me acerco a analizar las muestras de narcóticos colocadas sobre las mesas con sus respectivas anotaciones, faltan las pruebas en humanos.
―Grupo delta dos, reporte de posición ―toso al mover algunas cajas que estaban tan escondidas acumulando polvo.
¿Por qué guardar en físico y no digital?
―Grupo delta a catorce metros casi llegando a ala subterránea.
―Divídanse en parejas y cada grupo se traslada a los pisos del tres al seis para poner en marcha el plan de estallar y demoler del área ―continuo mi lectura de las carpetas y a su vez reviso que mi acompañante no note las hojas que me estoy guardando.
Estas cajas no contienen más que la información de antiguos medicamentos que ya fueron sacados al mercado, me llama la atención la carpeta titulada "CKND", es igual a lo que madre tenía en su computadora. No podré llevarme esta carpeta sin que lo note, y lo más previsible es que le informará a mi madre.
―En posición jefa, iniciaremos a albergar los detonadores en los puntos establecidos.
La persona me pasa más papeles y los visualizo todos, o al menos lo intento, ya que al ser tantos prefiero ver los más relevantes.
―Número tres, necesito que te dirijas al primer y segundo piso, necesito ver los papeles y se agota el tiempo ―cierro la carpeta para continuar con el análisis de los medicamentos por medio del microscopio.
―Señorita, no creo que deba quedarse sola ―alejo mis ojos del microscopio y tomo la muestras de sangre con las enfermedades y a su vez también la droga para ver las reacciones.
―Relájate tres, estaré bien, matamos al supuesto ejército que protegía a los Murray.
Asiente y me deja sola, los minutos pasan y la cabeza me duele, son muchas anotaciones de los bioquímicos y científicos, me genera curiosidad los medicamentos nuevos para tratar el cáncer. La carpeta de nombre similar al de Cala la escaneo con el aparato de la agencia, únicamente lo pongo encima y una luz escanea cada hoja. Necesito revisar su contenido a detalle. Cuando finalice de guardar la información de esa carpeta, la tire en donde ya habían iniciado un poco de fuego mis acompañantes.
Un sonido de un objeto cayendo me pone en alerta, no tardó en apuntar con el arma y me pongo de pie. Camino hacia el sitio con sigilo, sin embargo, siento a alguien detrás y me detengo. Sé que me está apuntando, así que levanto mis manos, en lo único que puedo pensar es en cómo salir de este problema.
―¿Quién eres? ―no respondo a su cuestión.
Intento maniobrar un ataque que no llevo a cabo por el hecho de la aparición de más personas. Podría iniciar una pelea y lograr salir invicta, la curiosidad de saber quién ayuda a los enemigos de madre me gana. No están aquí para matarme, eso es una ventaja, si fuera el caso hace mucho tuviera una bala en la cabeza. Ellos me necesitan.
―Jefa, hay más personas ―avisan por el audífono.
No lo notamos la verdad.
¿Cómo no lo prevení?, culpo a mi concentración con las carpetas.
―No me gusta que no me respondan cuando hablo, ¿quién eres? ¿Tenemos que quitarle la máscara?
Sigo sin hablar, detallo a ocho hombres, todos dejan ver sus rostros, un noveno trae una máscara antigás. Algo de ese sujeto me hace pensar que lo conozco, es como si lo hubiera visto antes, ese sentimiento de saber la presencia y esencia de una persona. Sus ojos están protegidos, ya que el lente es negro.
Si pudiera ver su mirada o alguna parte de su rostro, sé que estaría más segura.
―Está bien, absténgase de hablar. Es probable que alguno de sus acompañantes se encargue de hacerlo, y no dude que sería la primera en perder la vida ―no tardan en aparecer los otros miembros de mi equipo.
Qué idiotas, se dejaron atrapar y estaban en parejas.
―Juguemos un juego, yo les pregunto, ustedes responden, si no hay respuesta voy quitando jugadores.
Nos obligan a arrodillarnos, incluyéndome a mí. Van quitando las máscaras uno por uno. Cuando uno de los hombres se acerca a mí, intenta quitarme la mía. Aprovechando su pequeño descuido, saco rápidamente una navaja y sujeto su mano. Me impulso para levantarme y, al mismo tiempo, lo jalo hacia mí. Lo estrangulo hasta tenerlo a mis pies y luego clavo el objeto en su cuello. Me levanto y tomo una granada, la lanzo al suelo y activo el detonador.
―Ahora que nos encontramos en igualdad de condiciones, me corresponde a mí formular las preguntas ―percibo el suspiro del caballero, quien se aparta para dar paso al italiano. De esta manera, el individuo que intentó acabar con mi vida resulta ser el enigmático aliado.
El protector de los Murray ha llegado, así que salió de la agencia para unirse al bando opuesto, una maniobra astuta que no puedo negar.
―Daría, Daría, dejémonos de estupideces anónimas que ambos sabemos qué haces aquí.
―Eso es evidente, la pregunta es, ¿qué haces tú aquí?, el traidor viene voluntariamente al matadero.
―No seas hipócrita, tú y yo sabemos quién es la traidora.
―El discurso es siempre el mismo, te recomendaría ocultarte. Cadmon es bastante intenso cuando se trata de venganzas. Entre nosotros, estás en la parte superior de su lista ―una risa gélida sale de su boca.
Mis hombres se ponen de pie, ubicándose junto a mí, ambos bandos en dos costados.
―Les informé previamente que ocho personas ingresaron y ocho personas deben salir. Procuren eliminar a la mayor cantidad posible de enemigos, nos encontramos afuera, el detonador ya fue activado ―susurro, sus rostros palidecen y entienden, tenemos que salir.
―Cuéntanos el secreto a todos, los modales de la princesa Baker son invisibles al parecer.
―Si hablamos de modales deberías presentarme a tu nuevo amigo ―ambos detallamos al misterioso hombre con la máscara de gas.
―¡Alerta! Inicie protocolo de fuga, quince minutos para detonación.
―Mi amigo es tímido, no le gustan los extraños, menos si son pelirrojas y con ojos oscuros como la noche.
―¡Ahora! ―ordeno, lanzo la granada en su dirección y nos damos de fuga.
Corro mientras soy perseguida por dos individuos que intentan acercarse. Decido detenerme y propinar un puñetazo a uno de ellos, mientras el otro me presiona mi cuello. Rápidamente, saco un Taser y lo aplico en su abdomen, provocando gritos inmediatos. Acto seguido, clavo un cuchillo en el abdomen del otro hombre y, utilizando una silla que encuentro cerca, se la lanzo para distraerlos mientras escapo hacia el primer piso. Utilizando la pared como cobertura, recargo mi arma y salgo de mi escondite disparando en todas las direcciones. Me encuentro rodeada, sorprendentemente no siguieron a mis compañeros, sino que vinieron directamente tras de mí.
―Jefa, procederemos a realizar una maniobra de ataque. Le solicito que se dirija al último piso y aguarde mi señal. Un helicóptero estará a su disposición para su transporte ―me deshago de la máscara, al fin y al cabo saben quién soy.
No deseo aguardar hasta que sean víctimas de un ataque letal para escapar. En su lugar, emplearé mi último recurso, el uso de bombas de gas asfixiante. Una vez lanzadas, emprenderé mi carrera hacia la salida. Al subir al ascensor, justo cuando las puertas estaban a punto de cerrarse, una persona se unió a mí en el trayecto.
Ambos empuñamos nuestras armas. El italiano es un hombre de apariencia agraciada, no obstante, mi atención se centra únicamente en su padre, un ser repugnante y despreciable. Aunque comparten la misma estatura, sus rostros difieren notablemente. El semblante del hombre ante mí es más angelical, mientras que el causante de mis pesadillas resulta más atemorizante.
―Trabajas para la agencia y me entregaste.
―Yo no hice nada, es responsabilidad tuya ser tan incompetente y permitir que te atrapen. Por otro lado, tú sí intentaste acabar con mi vida hace algunos días ―baja su arma dejándome con muchas preguntas.
―Yo no soy ningún imbécil, estoy aquí para proponerte un trato.
―¿por qué enlazarme con el causante de la muerte de mi hermano?
―¿Por qué yo deseo lo mismo que tú? No fui yo quien lo eliminó, él optó por quedarse cuando tuvo la oportunidad de salir con ustedes, fue más bien un acto de autodestrucción.
―¿Desea usted causarle daño a su padre? Eso es lo que yo busco, en caso de que así sea, también desearía que usted se haga daño a sí mismo, ya que anhelo presenciar su muerte.
―¿La razón?, ¿qué le hice yo a usted para que quiera matarme?
―Le sugiero que dirija esa pregunta a su padre. En cuanto a usted, deseo su desaparición debido a su agresión hacia mí y por ser hijo de su progenitor. Sé que no es su culpa, pero mi moralidad ha disminuido considerablemente, si no es más... ―aprovechando la distracción, efectué un disparo, sin embargo, la detonación del arma se produjo hacia arriba al ser empujada.
Me acorrala y aprisiona poniendo un cuchillo en mi cuello, como respuesta yo también tengo una navaja apuntando su pecho.
―Eres más hermosa de lo que pensé, ¿dónde está tu cabello?, escuche rumores de lo peculiar y fascinante que es la menor de los Baker.
―¡Alerta! ¡Se detecta la pronta detonación!
Ambos nos observamos, a pesar de ello no se quita de mi camino ¿Quiere morir?
―Es halagador que sepa tanto de mí, carezco de cualquier información acerca de su identidad, salvo por el hecho de su cargo actual debido a que tu papi te lo cedió.
―Piénselo ―explora mi cuerpo en busca de algo, pero antes de que pueda objetar, el hombre comienza a teclear en mi teléfono móvil―. Este es mi número de teléfono. Ambos compartimos el mismo objetivo y sí, también deseo eliminar a mi padre. Si usted lo desea, puedo sumar sus deseos a los míos.
Nos interesa, un nuevo aliado no está de más, no tenemos ninguno.
―Yo no lo he entregado, si tengo conocimiento de quién lo hizo. Si me explica por qué está ayudando a los Murray, le diré quién lo vendió.
―¡Alerta! ¡Iniciar maniobra de preparación de detonación! ¡Alerta! ¡Alerta!
―È così che mi piace ―se aproxima a mi semblante, percibo el aroma a menta de su aliento, desliza su mano por mi espalda y me despoja de la navaja, para posteriormente aproximarse a mi oído―. La justificación de su protección radica en el hecho de que si los negocios de los aliados de mi padre fracasan, él pierde. Papá me abandonó por el supuesto engaño. Es verdad que jodía sus negocios y quería distanciarme, no lo planee de esta forma, en dado caso ya no hay vuelta atrás, entonces ¿compañeros?
―No, prefiero que sean mis asistentes. Yo ejerzo el liderazgo y tú sigues mis instrucciones. ―se aleja de mi oído para darme una sonrisa perfecta con sus dientes, vaya que si tiene cara de ángel.
―¡Alerta!, cinco minutos para detonación, ¡Alerta! ¡Alerta! ¡Alerta!
―Prepotente, proprio il mio tipo ―sus dedos consiguen rozar mis cabellos brevemente antes de agarrar su mano con fuerza, alejándola y provocando sus quejidos.
―Absténgase de tocarme nuevamente. Fue Hilai quien lo entregó, aunque aún desconozco las razones detrás de su acción.
―Comprendo la situación, estamos enfrentando dificultades y usted es parte de ese problema. ¿Era usted consciente de que su madre nos había comprometido antes de que yo fuera capturado?
La confesión me deja momentáneamente sorprendida, lo cual no es del todo inesperado. Mi madre siempre ha deseado deshacerse de mí, y qué manera más conveniente que casándome y entregándome al mejor postor, en un acuerdo entre familias.
―Desconocía tal información, no obstante, carece de relevancia. Si Cadmon te persigue, como mi aliado, debo brindarte mi apoyo para ocultarte. Te contactaré en cuanto me sea posible, siempre y cuando sigas con vida. Ahora, por favor, retírate, pues debo abandonar este lugar antes de que se produzca una explosión ―lo empujo sin darle tiempo de refutar.
―¡Nos vemos pronto, dea! ―grita.
Vidar hace aparición, mi perro fiel, esperaba que se quedara en el auto, sin embargo, debió oír los disparos y percibió el peligro. Al final, llego al techo donde me aguarda un helicóptero, y para mi sorpresa, quien está allí no es nada más y nada menos que Kai.
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(Alguien cercano leyo el cap y dijo: a Daria se le reunio el ganado, quede. Aun no revelo del todo el interes amoro, ¿quien piensan ustedes que sera?)
Diganme si no fue hermoso Kai con D en el hospital.
Dejenme aqui quien piensan que sera el proximo muerto de los Baker.
Alianza con el hijo del Italiano, fue una buenas estrategia ?
Proximo cap intenso, spoiler, boda.
Prepotente, proprio il mio tipo: prepotente, justo mi tipo
È così che mi piace: Asi me gusta.
Dea: diosa.