—Amor
—Dime — contesto
—¿Dónde estás?
—Aquí
—¿Dónde?
Rio mientras lo dejo seguir buscando y sigo leyendo mi libro. Por suerte no tarda mucho gracias a sus dones de lobo le permiten guiarse por los sonidos de los latidos de corazón.
—Aquí estas lobita — dice atrapándome en sus brazos y besando mi cuello provocándome cosquillas.
—Liam
—¿Qué? ¿Ahora no puedo besar a mi novia?
—No, pero desde aquel día ya no me dejas estar sola. Solo fue un desmayo Liam
—Te desmayaste en mis brazos y sentí que se me iba la vida así que déjame si soy un poco intenso
—Me desmayare por tu intensidad
—No juegues con eso — me dice tomándome el rostro para verme directo a los ojos —Sabes que no puedo vivir sin ti
—Entonces cállame con un beso
Liam no duda en estampar sus labios en los míos y cargarme en sus brazos.