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BIENVENIDOS A MI MUNDO IRREAL.
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19 DE JUNIO DEL 2023
Madrugada.
Noroeste de América del Sur (Colombia)
El punto de llegada es la guajira, allí nos espera una casa donde nos refugiaremos para terminar de hacer los últimos ajustes del plan de rescate.
¿Cómo termine aquí sin ser vista? Fácil no fue, tuve que dopar a Kai y llegar rápidamente al punto de encuentro. Me presenté cinco minutos tarde, recibí muchos reproches de Alfa, pero lo logré, ¡que nadie me felicitara! Me enojó la situación, esperaba buenos comentarios, por ejemplo: "lo hiciste bien Daría". En cambio, recibo sus quejas por mi retraso cuando hice hasta lo imposible por deshacerme del perro, parece una sanguijuela.
Le he dejado mensajes a madre de que me di de fuga a las vegas por dos días y al llegar estaré lista para destruir las sedes de la farmacéutica, sus respuestas no han sido las mejores, de hecho solo son sermones.
Ya no puede hacer nada, estoy aquí.
Somos un equipo de diez soldados, cinco mercenarios, dos alfas azules y yo. Ambos estamos piloteando el avión, compartir con él cada vez es menos inquietante. No negaré lo cansada que estoy, son casi dieciséis horas de viaje, perdí la cuenta del tiempo que llevamos hasta este punto.
―Si quiere tómese un descanso ―dice Karim.
―Estoy bien así, no quiero que después comente que soy ineficiente. Sin mencionar que para nada estoy cansada ―me acomodo en la silla.
―Si usted lo dice, no la obligaré a descansar, ese es su asunto ―ruedo los ojos, es tan insoportable.
No sé por qué la agencia no me cambió de compañero, hay suficientes alfas azules que pueden servir en esta misión.
La agencia está dividida por ciertos rangos que generalmente son características que tienen las personas que los portan. Inicia con el Alfa negro, líder y creador de la agencia Woflynn, no se sabe mucho de él, pero si tuve el honor de conocerlo en persona, ya que él me reclutó; cabe aclarar que su padre, ya fallecido, es el fundador, la entidad no lleva más de cuarenta años en funcionamiento. Escuche que su padre seleccionó ese color por todas sus pérdidas, simbolizando el luto: el significado también del misterio que atribuye a todo lo que él ha construido.
El negro es nada, y todo a su vez, no crea, pero muchas veces sí destruye.
Le sigue el gris, dos personas de las cuales nadie más que el alfa negro tiene conocimiento, son socios monetarios, en otras palabras los patrocinadores. Se dice que uno es un presidente de un país latinoamericano, todos son chismes de los cuales me entere en los entrenamientos. Lo real es que no tenemos conocimiento.
El violeta son tres mujeres poderosas, una princesa, una presidenta y por último una embajadora de la ONU en artes. Tuve el honor de conocer a la presidenta, es de Noruega: ella me dio la última firma para ser parte de esta entidad.
Ahora seguimos con los alfas azul, amarillo y blanco. En este orden de ideas ya no son pocos los que portan ese cargo, son en multitudes, se dice que hay cien de cada uno y va en subida, no puedo confirmarlo, pero sí creo en ello. Cada uno de ellos tiene una característica que resalta, los azules son los mejores estrategas, calculadores y exclusivamente se centran en la misión sin importar lo que arrastren, a esto me refiere con el apoyo que ellos buscan, como por ejemplo: los agentes como yo, he oído casos donde los azules han desmantelado muchas redes de tráfico y han perdido a sus agentes.
Los amarillos son los creativos, procrean todo tipo de objetos que sirven de apoyo para facilitar las labores, armas mejoradas, autos y entre otras. Por último, los blancos, son los fantasmas, los maestros del disfraz, no se sabe mucho de ellos y si trabajas con uno no conocerás su nombre, a no ser que se use la regla del si yo sé de ti, tú también sabrás de mí. En el caso de que te enteres de quién es, no abra documentos que los respaldan, técnicamente no sabrás si te miente. Estas personas viven como un NN.
Los rojos son los capacitados y fuertes, nos entrenan a los nuevos, las pruebas están divididas en tres partes: prueba de inicio, esta lleva chequeos médicos, valoración psicológica, estudios de credibilidad y confiabilidad, por último una prueba de resistencia. Ya luego seguís con un adiestramiento mucho más fuerte que el inicial. La última prueba es ver en que te capacitas, pilotaje, hackeo, infiltración, armas, logística, etc. Se puede tener más de una. En esta última prueba se necesita la firma de la junta directiva que son dos alfas amarillos y una violeta, no recuerdo los nombres, solo tengo presente a la presidenta alfa violeta.
Los rojos realizan los entrenamientos más fuertes. Rescate, armas, pilotaje de aviones, resistencia en tierra y mar. Fueron los dos años más fuertes de mi vida, casi veinticuatro siete, las pocas horas las gasté en mi hermano, así me estuviera muriendo de sueño y cansancio.
Yo soy una agente, todos los que se quieran unir inician con dos opciones: agentes de la infiltración y robo de información o soldados. Los que son como yo nos encargamos de destruir todo desde dentro, eso sí, liderados por algún alfa. En cambio, los soldados van a campo, están en rescates y son los que confrontan frente a frente con los enemigos.
Las actrices, cuando quieres entrar y te ven un poco débil, o no te creen lo suficiente para formar parte de la entidad y no pasas las pruebas, te ofrecen esto o morir: nadie puede salir a divulgar sobre esta entidad. Aunque se basa todo en la moralidad y buscar el bien, cuando se trata del anonimato son estrictos, hasta el punto de asesinarte.
Los últimos son los mercenarios, tienen sus propios intereses. Un apoyo extra que la agencia empezó a usar hace como cinco años, firman acuerdos monetarios, la agencia los usa y ellos usan a la agencia.
Esto es woflynn, si estuviera en otras circunstancias anhelaría subir de rango para ser un alfa, pero mis intereses son otros, no sé qué haré cuando logre ejecutar mi plan. Formar parte de esto hasta mi muerte no está en mis planes, por ahora no me preocupo, sería un dolor de cabeza más.
―Estamos llegando ―dice Karim y me pongo alerta para aterrizar, también le aviso a los tripulantes.
Llegamos a una pista de aterrizaje improvisada para luego subir a un carro que nos transporta a un pueblo, a mi vista se veía una población extremadamente seca, al ser de noche no se siente mucho el calor, sé que mañana sí se presenciará.
Intento dormir, fracasando en ello, la señal para celulares es inestable. Descansar en una hamaca no es recomendado; han pasado horas y ya tengo un terrible dolor de espalda. Opto por salir a despejarme lejos de donde nos hospedamos, me he dado cuenta de lo cómodas que son estas batas, sé que tiene un nombre el cual no recuerdo. Me siento desnuda sin estarlo, amo estar en interiores en casa sin ningún problema. Me he cuestionado el llevarme un par de estas batas a casa.
Mis pies tocan la arena de la playa, es hermoso el tono, parece un desierto, no es así porque el mar está a unos metros, quería despejarme, en conclusión terminé buscando un sitio donde dormir. No hay una sola persona cerca y descansar en una playa siempre ha sido mi sueño, no desaprovecharé la oportunidad.
Me deshago de la túnica y la dispongo en la arena recostándome sobre ella quedando en ropa interior, si me ven no tendrán una mala vista. No considero el ser contemplada, es de madrugada y tengo exactamente unas cuatro horas para dormir, traje un cuchillo y un arma, estaré bien si estoy alerta. Suelto el arma que está atada a una de mis piernas y la ubico a mi costado derecho.
Me pierdo en el sonido de las olas y en el hermoso cielo que contemplo, llegando al punto de ser inundada por recuerdos que considero importantes, en la mayoría están mis dos amigos, no sé qué haré con ellos cuando todo acabe. También se cuela Heba, una amiga que no veo hace mucho. Algunos fragmentos de mi hermano visualizo, quiero una linda vida para él, deseo darle todo lo bueno que yo no tuve. Pensar en Aleix, en lo que hicimos, aquello no deja de dar vueltas, aparte del buen sexo que tuvimos, hay algo más y mi pecho me lo hace saber. No puede haber cabida para el amor, pero una voz me dice que quiero más, mucho más de él.
También está Hilai, que cada vez que pienso en él me siento masoquista por sentir cariño, al aún sentir amor, pero yo no soy de las que se dejan llevar por lo que sienten. No sigo a mis emociones, sigo a mi cerebro, y él me dice que tengo mis propios intereses y ninguno de ellos está en el camino.
La presencia de una persona apuntando me pone en alerta, no logro sacar la navaja cuando ya tiene sus brazos rodeando mi cuello.
―Estar en interiores es una manía suya por lo que veo, ¿o acaso quiere seducir a la playa? ―me relajo al escucharlo.
―¡Cómo se le ocurre hacer eso!, pensé que... ―la sonrisa se vislumbra en su rostro.
―¿Qué hace aquí? ―se sienta junto a mí y deja su arma de largo alcance cerca.
―No creo que sea de su incumbencia, alfa yo veré que hago con mi tiempo libre ―mi tono de voz deja ver el enojo, asustarme de esa forma está mal.
―Pues verá, me paseo por donde mis acompañantes están durmiendo y veo un sitio vacío, estamos en un pueblo desconocido, en una misión de la cual no sabemos si las personas que atraparemos posiblemente fueron alertadas, llegue a pensar que usted fue capturada entonces me puse a buscarla.
―¿Se preocupa por mí?, qué tierno ―le ofrezco un puchero―. Siempre caen todos, tengo ese poder. Sabía que el amargado e irritante alfa dejaría de molestarme.
―No es el tema, en este caso, usted está a mi cargo, ¡a pesar de todo no deja de ser irritante!
―No lo niegue, es un buen compañero que se preocupa y no está mal. Ya sabe que estoy bien, puede irse si lo desea, estaré puntual a la hora de la salida.
―No debería quedarse aquí, se enfermará.
―¿Se escucha?, dice que según no le importo. No se preocupe, puedo soportar mucho más frío que este.
Cuando lo veo irse, la razón me dice que debemos mejorar esta relación de trabajo, no es un mal alfa y yo necesito acabar con mi familia. Dejar por un tiempo las ganas de molestarlo no está tan mal.
―¿Tienes yerba? ―se gira tan rápido como un rayo.
―¿Me está pidiendo marihuana?, al hombre encargado de supervisar su desempeño en esta misión, ¿a la persona con la que combate?
―¿Tiene o no? ―ya se anda haciendo el rogado, bien que le gusta.
Se sienta junto a mí y saca una caja con porros y me extiende uno que no tardó en prender. Después de armar un drama se sienta junto a mí a fumar, ya me está cayendo mejor.
―¿Será nuestro secreto? ―inhala el humo y observa el panorama frente a nuestros ojos.
―Si Karim, será nuestro secreto, no le diré a tu padre ni a ninguna persona del planeta tierra. Es una promesa y yo nunca las rompo ―rio al verlo enojado, mi pasión es frustrarlo.
―¿Algún día me contara por qué odia tanto a su familia? ―jamás pensé que me preguntaran algo así.
―No querrá saber, pero..., ya que lo pregunta, confórmate con comprender que es justo como los cuentos que nos narraban de niños, está lo bueno y lo malo. Mi familia rebasa lo malo y a veces el bien no es suficiente para derrotar el mal, en ocasiones se necesita algo mucho peor que lo derroque.
―Quiere tomar ese papel.
―No lo sé aún, pero si tengo que, no dudaré en posicionarme allí.
―Esperar a que llegue su castigo es mejor que ejecutarlo, ¿mancharse las manos es una razón suficiente para tiznar su alma?, ¿le parece justo untar lo limpio?
―Si estamos cerca, tenga por seguro que ya se han salpicado un poco de lo mugriento ―di la última calada viendo el amanecer.
La misión fue sencilla, matamos a los que nos atacaban al querer ingresar, capturamos a los encargados y salvamos a los niños. Fue asqueroso haber entrado a un cuarto mientras un niño estaba siendo abusado, no dude en disparar directo al cráneo del hombre y luego organizar una escena donde parezca que el disparo primero y yo respondí. Ahora el pequeño niño y yo tenemos un secreto.
...
20 DE JUNIO DEL 2023.
Tarde.
Dunas de tarot (Colombia).
El calor me golpea y pica mi piel, el viento calma un poco el sofoco y las gafas evitan que la arena ingrese a mis pupilas. Voy a visitar a una amiga, no he sabido nada de ella desde hace mucho tiempo, la última vez que la vi, fue antes de descubrir el engaño de Hilai. Ella me dijo que vendría a vivir a Colombia y me dejó algunos datos de contacto por si quería visitarla.
Heba es la mujer que me decía lo fuerte y poderosa que soy, siempre me advirtió del peligro que era formar parte de la familia siendo como era. Nunca le preste atención por vivir ensimismada en mi mundo "perfecto"
Cuando la verdad, que estaba frente a mis ojos golpeo, necesitaba que ella estuviera ahí para decirme "Te lo dije" estaba ya muy lejos para ser mi apoyo.
Freno la cuatrimoto para mirar el reloj con la ubicación, según lo que proyecta la pantalla estoy algo lejos aún, lo único que veo es desierto. Avanzo más metros, pero mi tableta me notifica que me están siguiendo. Me detengo y de mi bolso saco dos Glock 19, reviso que tengo dos granadas, de resto son provisiones como agua, ropa, y barras de proteína. Cuando le dije a Karim que yo regresaría por mi cuenta, olvide que no venía tan preparada en caso de un ataque.
Una camioneta cuatro por cuatro y dos cuatrimotos se posan frente a mí, plan de escape: acelerar la moto. Plan de ataque: lo veo complicado. Única opción, diálogo.
Del auto baja una figura alta e imponente, su cabello rojizo me relaja pero no tanto: Benyamin ¿Qué hace el imbécil aquí?
―Daría, ¿Estás en Las Vegas?, la verdad esto no tiene pinta de esa ciudad, lo único parecido es el desierto, ¿dónde están los casinos?
―Estaba en Las Vegas, ahora vine de paseo a otro sitio, no esperaba encontrarme con un idiota, acaso, ¿no puedo estar aquí?
―Si puedes.
―¿cómo diste conmigo?
―Tengo amigos que te vieron, da la casualidad de que yo también estoy en esta zona. Hace poco arruinaron un negocio de prostitución infantil y vengo a resolverlo ―se acerca a mí, me bajo de la moto y no puedo evitar sentir náuseas, mi familia está relacionada con los niños que salve ayer.
―¿Niños?, eres un...
―Dilo, quiero escuchar a mi hermanita, la que recuerdo, no a esta disfrazada de cazadora y no es más que la presa.
―¿Qué quieres? ―trago grueso.
―Saludar y preguntar, ¿a dónde vas?
―No es de tu incumbencia, ¡vete a revisar tu negocio de mierda y déjame en paz! ―me preparo para subirme nuevamente a la moto, pero él me lo impide llevándome a rastras a donde sus hombres.
―Si no me dices a donde vas, te obligaré a chupársela. A ver si con esto regresa la hermana que recuerdo, verte rogar siempre es una medicina para mí.
Me tira a los pies de uno de los hombres que lo acompañan, mientras tanto él se baja los pantalones y empieza a masajear su pene con descaro, exhibiéndolo frente a mi rostro.
―¡No voy a decirte nada! ¡Si crees que volverás a verme rogar, tendrás que volver a nacer! ―se acerca a mi oído y sujeta mi cabello.
―Tú lo pediste, no yo.
Él rebasa mi fuerza al traer un ayudante que me sostiene impidiendo que me mueva, Benyamin sujeta mis cabellos y abre mi boca: dejando que el hombre meta su miembro en mi boca, pero no dura tanto allí, saco fuerzas para morderlo y rasgarlo, disfruto de los gritos del hombre, la sangre escurre en mi boca y el rostro horrorizado del hombre me da ánimos. Uno de los acompañantes me propina un puñetazo en el rostro, forcejean con mis intentos de zafarme e impactan mi estómago. Ambos terminan soltándome desconcertados, si el imbécil creía que me humillaría se equivoca, de mi espalda saco las dos armas y disparo huyendo.
Mientras manejo reviso nuevamente el aparato, aún falta mucho para llegar, Benyamin no me siguió por suerte. Llegue a pensar que me mataría al dejarlo como un idiota frente a sus hombres.
Cuando llego al punto no veo más que desierto, no puede ser este el sitio. Observo el dispositivo que Heba me dejo, empieza a sonar y del suelo se abren unas compuertas haciendo de lado la arena. No sé si debo meterme allí, conozco a mi amiga y las cualidades que posee, es la reina de la mafia Palestina y está en alianza con los japoneses por su tecnología. Este es el claro ejemplo de su mejoría en equipamiento.
Me introduzco al búnker apuntando con mi arma que por cierto no tiene balas, me servirá que no lo notaran, al menos no por ahora.
Una pequeña ventaja tengo.
―Busco a Heba ―impongo seguridad al ganarme la atención de los presentes.
―¿Quién te crees para exigir? ―un hombre se posa frente a mí, con orgullo levanto mi rostro denotando confianza.
―Dile que Daría está aquí ―guardo mi arma y me siento en la primera silla que está a la vista, los hombres no me quitan la mirada, soy su objetivo. Están a la espera de poder atacar.
―¿Qué me ven?, ¿se les perdió una igual? ―empiezo a ojear el sitio.
Los minutos pasan y ella no aparece, los sicarios no dejan de verme, no entiendo por qué les parece extraño ver a una persona toda llena de arena, sudor y sangre.
―Mi ángel caído ―hace su aparición, chilla y corre a abrazarme casi dejándome sin aire.
―Te extrañé, no sabes todo lo que ha pasado.
La sujeto, con fuerza como si fuera a irse, es la última persona que deje atrás cuando hui, no sabría explicar cómo los quiero a los tres: Aleix, Brenda y Heba. No quiero tener que destruirlos si se interponen en mi camino, es lo que espero.
―No estoy enterada, algunas historias me han relatado, así que tú me contarás todo. Te busqué y me comentaron que te fugaste, mierda te odie por eso, mi ángel no es una cobarde. Entonces me contaron lo que hiciste, matar a la ex de hilai, unirte a tu familia, tu cabello se ha ido, debe haber una razón, ¿cierto?
―La única razón es la destrucción.
―¿De ellos? Vamos, aséate y me pones al corriente de todo.
...
23 DE JUNIO DEL 2023
Londres/ noche.
Casa grande.
Los dos dóberman corren a mí y no tardo en abrazarlos, Valky y Vidar, dos de mis tres bebes que salve de una carnicería y decidí quedarme, fue en unas de mis primeras misiones de prueba donde desmantelamos un ring de peleas clandestinas de personas y perros. Cuando los vi a los tres fue una conexión inmediata.
No traje a Sarco, ya que lo mantendré en secreto hasta que lo vea pertinente. La mujer baja con mi hermano y Valky se enloquece al verlo, ambos se aman tanto que no sé cómo explicarlo. Desde que era un bebe se posicionó a su lado y no deja que nadie aparte de mí se le acerque, son juntos uno, siempre está en posición de ataque cuando cualquier persona quiere acercarse al rubio.
Los veo jugar mientras me acerco a la mercenaria que contrate para protegerlo y tener una charla, o más bien un reporte de estado.
―¿Qué tal todo?
―Su hermano Adriel ayer estuvo jugando con él, y su otro hermano le jalo el cabello y estoy segura de que es para una prueba de ADN.
―¡Cómo permitió que eso pasara!
―El niño me pidió algo de comer y usted dejó especificado que preparada yo misma y comprará sus cosas, cuando volví lo vi en esa situación ―fijo la mirada en el pequeño que juega con el animal.
―Entonces a donde usted se encuentre igual el niño, ¿escuchó algo que me sirva?
―Sí, ayer también sus padres discutieron, al parecer se infiltraron en el laboratorio y en la casa, esta persona fingió implantar un virus de rastreo, pero Adriel lo descubrió. Están en busca del culpable.
―¿Vio si sacaron a personas de la casa? O acaso... ¿Vio a algún desconocido?
―No, ahora recordando, puede que sí... sucede que el niño y yo estábamos en el baño, ya que lo estaba bañando. Aconteció algo inquietante, las puertas fueron cerradas por algún sistema, duró unos diez minutos el cierre. Puede que en ese lapso de tiempo sacaron a las personas que usted dice.
―Con Valky nadie se acercará al niño a partir de ahora, llévelo al parque de diversiones que me lo había pedido. No le dé dulce y por favor aléjelo del maní.
―Valky, ven ―el perro obedece y yo me agacho a su altura―. Protégelo muy bien, ya sabes que hacer ―mi mirada se fija con el perro del guarda espalda, a la vista se ve lo furioso que está.
―¡Drogarme!, ¿en serio?, espero haya disfrutado su viaje a las vegas porque a partir de hoy seré su sombra, hasta el punto en que me meteré en cada sitio al que usted visite. No se librará de mí y jamás volverá a burlarse, así me toqué atarla con una esposas ―Fracasa al intentar acercarse, Vidar ladra y se ubica junto a mí haciéndolo retroceder y Valky se pone en alerta.
―Tengo tres perros ahora, solo que dos si muerde y uno solo ladra. Calmado Vidar ―abro mi puño lentamente y el animal se relaja volviendo a jugar con mi hermano que no para de reír.
―Usted es una maldita, va a hacer que termine sin trabajo o mejor aún yo mismo renunciaré.
―No maneje ese lenguaje cerca de mi hermano. Nadie extrañará su ausencia, es más, puede renunciar ahora mismo, ya que visitare a madre en este instante.
Paso por su lado casi rozando mi hombro con su pecho y me retiro. Con la mirada me despido de la mercenaria, siendo seguida por Vidar.
En mi habitación inicié con la preparación del té que le llevaré a mi madre, algunas yerbas ya trituradas le darán el toque y mi ingrediente secreto, un concentrado líquido de lirios. Cinco gotas del elipsis le agrego y lo posiciono en la encimera con mis cosas. El hombre no me deja de analizar, agradezco el que esté callado.
Los minutos pasan y busco un termómetro para verificar la temperatura exacta y lo incrusto en donde estoy hirviendo el contenido, al estar listo lo sirvo y camino siendo seguida por mis dos perros guardianes.
Doy dos toques a la puerta sin obtener respuesta, ruedo los ojos y me inclino a hablarle a Vidar.
―Espérame aquí, pórtate bien y debes llevarte bien con ese hombre, es de tu misma raza ―me burlo descaradamente y puedo escuchar la respiración errática del hombre que está atrás de mí.
Se sienta el animal, sin embargo, no deja de ver a Kai. Estoy segura de que reconoce a su género, no puedo evitar sonreír con burla.
―Pasa ―dice madre, al otro lado de la puerta.
Abro el acceso y papá Kale sale de abajo del escritorio, no puedo evitar sentirme incómoda, madre se acomoda en la silla y mi padre intenta acercarse a besarme la frente, no se lo permito, opto por abrazarlo; termina yéndose dándole una mirada pícara a mi madre.
―Te traje esto ―pongo la tasa y empiezo a servir la bebida.
―Qué linda eres corazón, no olvidaste mi gusto por el té.
―No podría madre, ¿podemos hablar a solas? ―le doy una mirada al hombre detrás de mí.
―Retírate ―ordena y el hombre no tarda en dejarnos solas.
―Madre, sé que me fui, prometo no volver a hacerlo, pero por favor ya no quiero más a ese perro.
―¿Perro? ¿De qué hablas Daría? ―la veo analizar el té con sigilo.
―De Kai mamá, me estresa que esté tan cerca de mí, me irrita que me observe cada segundo y lo peor es que se cree que estamos al mismo nivel, hablándome como si fuera mis padres o hermano.
―Pues tíratelo, y ya está. Es mi mano derecha, por consiguiente puede hablarnos como iguales ―propone y no puedo evitar enojarme.
Es una maldita que se burla descaradamente de mí, estoy fingiendo la incomodidad y lo sabe, aun así, continúa siendo una mala madre.
―No soy tu, mamá, no me acuesto con personas para solucionar problemas ―de vez en cuando sí―. No terminaré huyendo a parir el hijo de otro porque no soy capaz de mantener mis piernas cerradas porque no me conformo con nada.
Eso si no hacemos.
―Ya habías tardado en reclamar o mencionar lo que ya sé, ¿con qué derecho?, muy puritana, tú no eres. Te andas revolcando con quien se te atraviesa; incluso hasta con tu mejor amigo.
―Ya te dijo el perro. Espero no haya omitido la parte donde me tire al hijo del italiano, ¿lo recuerdas?, me cogí al padre y ahora al hijo, aprendo bien de la mejor ―miento, sin embargo, el tirón me hace acercarme al escritorio y quedar cerca de su rostro, mi vestido se sube un poco por la presión que ejerce al jalarme.
―Cuidado, Daría, no vengas aquí con aires de grandeza porque no estás a la altura, los cobardes siempre serán cobardes, te falta mucho para llegar a alcanzarme, crees saber todo, pero no es así. No olvides que por más cerca que veas la meta no significa que estés ganando, la vista es fácil de engañar. Nada más eres la oveja descarriada y llorona que regresó a su rebaño ¿Ya dejaste de sufrir y rogar por qué no te lastimen?, aun recuerdo tus: "Mami, por favor, no, me duele, no me gusta"
La ira se incrementa, pero logro disiparla, imagine miles de formas de cómo acabar con ella aquí y ahora. No puedo caer con sus provocaciones.
―Madre, no te creí caer tan bajo, la tortura psicológica ya no funciona conmigo: decirme esto, hacer que trabaje con los lacayos, hasta traer a Hilai a casa. Nada de eso me lastima, así que pierdes tu tiempo. Como ya te había dicho, ya no existe esa persona, como antes ya te había avisado, puedo irme si no me quieres aquí, como tú lo dices, no soy indispensable y puedes reemplazarme, ¿no es así?
Suelta la camisa y me hace señas para que tome un sitio en una de las dos sillas, los minutos pasan y ella solo bebe su té sin dejar de verme, o más bien analizarme.
―¿La mujer es de confianza? ―rompe el silencio.
―Si hablas de la que cuida a mi hermano, tu hijo, sí.
―Sospecho que ella se infiltró en esta casa.
―Imposible, tiene un chip de rastreo, te lo pasaré para que veas donde está siempre, incluso queda grabada la posición ¿Infiltró en qué?
―Robo de información.
―No la creo capaz, pero si es así, tendré que matarla.
―Necesito que vayas a la casa de los padres de tu ex, me darán una información y quiero que me la comuniques ―abre la computadora e inicia a teclear en ella.
―¿Es una prueba de confianza?
―Yo no hago pruebas Daría, sé que estás en algo, pero el tiempo lo dirá. Matar a mi sangre nunca estuvo en mis opciones, pero con gusto las mancharé. Cuídate mucho, piensa si vale la pena lo que sea que hagas.
Me está amenazando, pero ya no me interesan sus intentos, por un tiempo llegaba a temblar, ahora lo veo como un desafío, veamos quién pierde la partida Cala Baker.
―No hago nada ―me pongo de pie―. El tiempo lo dirá como tú dices.
―No insistas sobre Kai, estará constantemente encima de ti por irte de esa forma.
Me doy vuelta iniciando mi retiro, en la puerta él está y no tarda en seguirme, me dirijo al cuarto donde está mi hermano e ingreso. Valky no tarda en ponerse en alerta con el extraño. El rubio corre a abrazarme y yo me agacho para quedar casi a su altura.
―Vino un emano, jugamos y me contó una historia ―dice emocionado.
―Debes tener cuidado, recuerda...
―No confiamos en nadie, solo tú y yo somos uno ―recita, sus brazos rodean mi cuello y me impenda con ese peculiar olor de niño.
―Jefa, su madre dice... ―intenta acercarse, pero Valky ladra.
―¡Quieto! ¡Atacas cuando te lo ordeno!, ¡al rincón! ―cabizbajo, el animal se aleja.
―¿Mi madre qué? ―me levanto con mi hermano y lo meso de lado a lado, ya que se está quedando dormido, siempre es así, se duerme con facilidad cuando estoy cerca.
―Pregunta si ya salimos por la información ―carraspea.
―Dile que en diez minutos ―me siento en la cama y cuando está más profundo lo dejo en el camastro, se queja, así que opto por masajear su cuero cabelludo hasta conseguir que vuelva a quedarse profundamente dormido.
―No ha descansado bien estas noches, la extraña ―la mujer empieza a recoger los juguetes.
Yo también lo extraño, antes tenía mucho más tiempo, desde que llegué a esta casa casi no estamos unidos. Antes de venir le expliqué de una forma inocente lo que vendríamos hacer, él cree que estamos en un castillo donde los lobos están disfrazados de ovejas y yo los derrotaré para ir al mundo arcoíris. Su mundo arcoíris es una casa en la playa, solos él y yo jugando por siempre.
―No vemos más tarde, el parque ya será mañana ―le doy una última mirada al niño.
...
Me retoco el maquillaje y me arreglo el pelo caminando directamente hacia mi automóvil, pero Kai se ubica frente a mí impidiendo el paso. Las botas de terciopelo me llegan hasta las rodillas, no sabía si cambiarlas, sin embargo, necesito verme con el estilo.
―Las llaves ―extiende su mano y yo la manoteo.
―No eres mi chofer ―refunfuño e intento ingresar nuevamente, sus manos en mis hombros me lo impiden.
―A partir de ahora soy su chofer, estilista, botones, incluso bartender si es necesario. Usted y yo no nos separaremos ni un solo segundo de las veinticuatro horas del día.
―¿También ofrece servicios de placer a su jefa? ―me da una sonrisa y se acerca a mi rostro, ya debería acostumbrarme a que haga esto, aun así, me pone nerviosa y caliente esa mirada.
―Si la jefa quiere, no tengo problema ―me da un casto beso y me quita las llaves de mis manos.
―¡Oiga, no vuelva a besarme! ―grito, siendo ignorada.
Ingreso al automóvil y me quedo detallando cada parte de su rostro, es aburrido ver la vía, así que es mejor analizar los gestos, que no son muchos los que hace el perro. Su estilo es militar, le toca traer los trajes típicos que usa toda la seguridad. No dejo de pensar en lo que tuvo que hacer para convertirse en la mano derecha de la familia, he llegado a creer que estuvo desde antes de que huyera, puede que no lo haya notado. No le prestaba mucha atención a los negocios de la familia, fingía estar en una burbuja y en mi romance estúpido de cuento de hadas con Hilai, a pesar de los constantes abusos de mi madre, bloqueaba todos esos eventos siguiendo una vida "normal".
―Mejor tómame una foto ―mi mirada se conecta con la suya.
―No gracias, dañarías mi cámara.
―Jefa, ya que estaremos muy cerca a partir de ahora, debería dejar sus actividades matutinas. No quiero ver porno en vivo, no me pagan por eso.
―Hace un minuto se ofreció a ser mi juguete sexual, ¿ahora le da vergüenza verme coger con alguien más?
―Son dos cosas distintas.
―Tengo una mejor solución, usted se aleja y yo hago lo que quiero.
No responde y el poco camino que resta no pronunciamos alguna palabra. El golpe al costado donde yo me encuentro hace que pierda Kai el control un segundo del volante, girando a la izquierda y yéndome yo casi encima de él. Me pongo en alerta sacando el arma contando dos carros que nos siguen y una que está a mi costado, dos hombres sacan ametralladoras y no tardan en disparar. Por suerte es antibalas, pero no resistirá mucho.
Me preparo apuntando y respondo de la misma forma al bajar la ventana, sin embargo, el hombre que me acompaña la cierra y yo enfurruñada vuelvo a abrirla.
―¡Qué le pasa!, es que no ve que nos alcanzaran las balas.
―¡No huiré como cobarde!, ¡a todos los mataré y tú haces lo que yo te ordeno!
Este auto está equipado con granadas y armas, me paso de los asientos delanteros a los traseros y oprimo un voto que suelta los puestos, debajo de estos está lo que necesito.
―Abre el sunroof ―obedece y me preparo con mi arma.
Salgo por la ventanilla y ellos no esperan que empiece a disparar directo a sus llantas, se mueven de lado a lado, inconvenientemente eso no evita que logre pinchar las ruedas de uno de los autos. Lanzo al auto pinchado una bomba que se pega y trae consigo un detonador, el auto explota y gira quitándose del camino, ahora solo quedan dos.
Me voy a lado derecho al ser abatidos nuevamente, esta vez bajo en busca de un artefacto que con ayuda de una ballesta une ambos autos, simulando un imán, con el detonador estos no tardan en electrocutarse e incendiarse. Amo las armas de mi padre.
Con una sonrisa gloriosa regreso a mi puesto.
―Deje esa sonrisa, ahora nos siguen dos motos y dos autos ―golpeó el capó del auto, la frustración se apodera de mis sentidos, ¿quién putas quiere matarme?
Con mi ceño fruncido no tardo en analizar la situación, mientras ingenio un plan, las balas no tardan en darnos. El hombre me quita la ballesta abriendo su ventana y disparando a uno de los autos que no tardan en electrificarse y explotar.
Pero el problema surge de nuevo cuando ya no son dos motos, sino cuatro, no quiero huir, dificulta que en definitiva estamos en desventaja, las ventanas del auto se quebraran pronto y nos dejaran como coladera.
―Tengo un plan, haga todo lo que yo le diga ―ordena Kai.
―No, usted hará lo que yo ordene.
Me cambio de silla y me siento en las piernas de Kai, quito sus manos del volante y le entregó una granada. No refunfuña y lo agradezco, giro el auto ubicándome frente a frente de las cuatro motos y de los dos autos restante, hago rugir el motor y sin pensarlo acelero lo más rápido y los enemigos imitan mi acción, no freno y cuando estamos cerca ambos autos nos esquivan: uno al lado izquierdo y el otro al derecho. Cómo prevení, ambos autos nos disparan, me agacho, tomo la granada de las manos del perro y lanzo la granada que cae en el auto que está a mi izquierda explotando.
Como si fueran torres por derribar, o carritos chocones, me dedico a arrollar a las motos, unos cuantos pilotos son arrollados por los pocos carros que están en la vía y los demás quedan tendidos en el suelo.
Regreso a la vía y esta vez somos los que seguimos al auto. Kai les dispara respondiendo de la misma forma: chocando los autos. Lo único que me duele es que el auto está quedando hecho mierda. Es un modelo exclusivo.
Me bajo del regazo del perro y esta vez voy en busca de mi última arma, una bazuca que tengo en caso de emergencias.
―¿De dónde saca tantas armas?
―Mi papá es un armero, que pensaba que traería, ¿bombones y chocolates?, te invito a ver el auto de mi madre, es mucho mejor que este.
Me sostengo y me siento en la puerta de este, a punto y disparo, el carro explota como toda una obra de arte. Sin embargo, me veo casi en el suelo, ya que Kai gira y como no lo esperaba casi caigo, él logra tomarme de la cadera, lo que si no evite que cayera fue el arma.
―Cuidado, mujer ruda ―su rostro tan cerca del mío me hace estremecer, dejándome sumida en esos ojos color plata. Un mareo me golpea y una punzada de dolor.
―Creo que no podremos ir por la información ―intento quitarme de encima de su regazo, pero un dolor inmenso en mi brazo me alerta.
Algo unta mi espalda y cadera, analizo a Kai quien tiene algunos impactos de bala, yo también tengo uno, por la cantidad de sangre deduzco que él tiene más. Pese a eso, no ha detenido el auto.
―¿Está bien? ―toco su pecho inconscientemente.
―Sí, no es nada, pero usted ha perdido mucha sangre, esa vena que hirieron es peligrosa, ya debe sentirse mareada, débil e incapaz de moverse, se llama vena cefálica ―con un trapo improvisa un torniquete, no le quito la mirada de encima.
No puedo seguir viéndolo, pierdo el conocimiento, no soy de las que duermen, ya que ello acarrea sumirme en mis demonios.
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¿Parte favorita?
¿Que opinan sobre la madre de D?
¿Yo veo algo de quimica entre D y alfa?, ¿no creen?
Siguiente cap sabremos algo nuevo.
Nos leemos pronto.