Horus

By bibliotecadorada

124K 10.8K 1.3K

¿Y si el amor de tu vida esta en otra galaxia? No todos los días te cruzabas con alguien como él: alto, muscu... More

Sinopsis
Capítulo 1: El misterioso chico
Capítulo 2: mitología egipcia
Capítulo 3: tropezones sin caídas
Capítulo 4: viajes acompañados de alucinaciones
Capítulo 5: biblioteca
Capítulo 6: heladería
Capítulo 7: la feria
Capítulo 8: la fiesta
Capítulo 9: estrella
Capítulo 10: Guiston
Capítulo 11: Guiston Park
Capítulo 12: inesperada visita
Capítulo 13: alucinaciones
Capítulo 14: menta granizada
Capítulo 15: ¿estoy loca?
Capitulo 16: la audición
Capítulo 17: el famoso número
Capítulo 18: nuevos cabellos
Capítulo 19: la barbacoa
Capítulo 20: la cabaña
Capítulo 21: celebración
Capítulo 22: verdades disfrazadas
Capítulo 23: miedo
Capítulo 24: playa
Capítulo 25: despertar
Capítulo 26: dura realidad
Capítulo 27: galaxia
Capítulo 28: orejas
Capítulo 29: el extraterrestre
Capítulo 30: visitas nocturnas
Capitulo 31: información
Capitulo 32: Dhimot
Capitulo 33: Daemon
Capítulo 34: visita sorpresa
Capítulo 35: nuevo mundo
Capítulo 36: Hator
Capítulo 37: verdades incómodas
Capítulo 38: el beso
Capítulo 39: el tiempo
Capitulo 40: Salix y Thorm
Capítulo 41: Guixis
Capítulo 42: información valiosa
Capítulo 43: volvió
Nota de autor
Capítulo 44: primer entrenamiento
Capítulo 45: baile celestial
Nota de autor
Capítulo 46: más cosas a la luz
Capítulo 47: una hermana normal
Capítulo 48: el entrenamiento
Capítulo 49: las habilidades fallaron...de una buena manera
Capítulo 50: Gretik
Capítulo 51: Trina
Capítulo 52: almas gemelas
Capítulo 54: charlas reveladoras
Capítulo 56: un mundo ideal
Epílogo
Nota de autor

Capítulo 55: elogios peligrosos

218 33 4
By bibliotecadorada

El año escolar había llegado a su fin.

Todavía no podía creer lo rápido que pasaba el tiempo. Estas últimas tres semanas habían pasado tantas cosas, pero a la vez no habían sido muy relevantes. Hacía exactamente 21 días que no pisaba Khracira, pero todas las noches recibía una visita especial de un extraterrestre con unos ojos muy exóticos.

Horus había tomado la costumbre de dormir conmigo. Y yo no era nadie para quejarme. Venía y se iba por medio de la teletransportación, y no tenía idea cómo hacía para que nunca lo descubrieran mis padres. Como amanecíamos juntos, también habíamos adoptado la costumbre de meditar al mismo tiempo, lo cual me ayudaba enormemente, porque me compartía un poco de su energía, que me ayudaba a conectarme más rápido. Me contó que la energía contaminada de la Tierra muchas veces me dificultaba la conexión, pero que con práctica se ponía más fácil, y que al mediar, justamente ayudabas a que esa energía se volviera más sutil y positiva.

Todos los días le preguntaba cuándo iba a volver a Khracira. Extrañaba la paz de ese lugar. Extrañaba a Hator, a Salix, a Thorm, a Dhimot... (Bueno, en realidad él había venido a visitarme un par de veces). Pero, todos los días, Horus me respondía lo mismo: "Volverás cuando estes lista". No sabía qué significaba eso, pero sospechaba que tenía algo que ver con la meditación. Si bien Jodeth no me siguió entrenando por una razón que desconocía, Horus realmente me hacía practicarla e incluso había notado muchos cambios desde que la había tomado como hábito. Ahora me sentía más tranquila, sin tantos pensamientos, con más paz... Mi timidez estaba aún mejor, y mis miedos más regulados. E incluso...Bueno, creo que veía las cosas un poco más claras. No necesitaba pensar todo miles de veces y darle vueltas para saber qué hacer.

Realmente no sabía cómo había vivido sin la meditación.

Esta mañana habíamos hecho la misma rutina de siempre: nos levantamos, mis padres se habían ido a trabajar, nos pusimos a meditar y luego le hice la pregunta de Khracira, y me respondió como las otras veces. Y en mi interior, al igual que las tres semanas anteriores, me preguntaba por qué rayos no me había besado de nuevo, por qué rayos dormía conmigo y por qué rayos no le preguntaba nada de eso.

Así que, aquí me encontraba, pensando en su sonrisa matutina, en esos abdominales increíbles, en que en la mañana no sabía cómo pero estaba aún más hermoso, y en que me encontraba a un suspiro de rogarle para que, por lo menos, me dejara tocar sus labios.

Lo cual sería preocupante.

Mientras miraba el escenario en donde se estaba llevando a cabo la ceremonia de graduación, en donde muchas personas se encontraban con sus togas puestas (yo incluida) y en donde ahora mismo la directora estaba dando su discurso, me puse a pensar en que tampoco había descubierto exactamente cuál era mi misión. Y era algo en lo que venía pensando hacía semanas, también. Porque sí, debía ayudar a la Tierra y ser una mensajera, ¿pero cómo? Lamentablemente, no había un manual que me indicara los pasos a seguir, y eso me frustraba un poco...y cada vez que me pasaba eso, Horus decía: "Confía en el proceso".

Había veces que quería mandar al proceso a...

—¡Vamos, levanta el birrete!

El grito de Emma me devolvió al presente. Miré alrededor, y vi que todos estaban a punto de lanzar el birrete al aire. Hice una mueca, lo levanté, y me enfoqué en disfrutar este momento. Miré a mi derecha, en donde Emma estaba sonriendo; a mi izquierda, en donde Trevor estaba lanzando groserías, y no pude evitar sentirme feliz.

Grité junto a Emma, y cuando la cuenta regresiva terminó, tiré mi birrete al cielo junto con todos los demás. Miré cómo flotaba durante unos instantes, y sentí como una parte de mi vida se iba con él.

—Realmente voy a extrañar esto.

Ese pensamiento llegó a mí, y miré a mi alrededor, pero todos eran alumnos, padres y hermanos. No había ningún extraterrestre. Lo cual quería decir que ese pensamiento había venido de alguien de por aquí, aunque no sabía de quién.

Al meditar, en especial con Horus, mis habilidades habían despertado más de prisa. Ahora escuchaba pensamientos más seguido, pero eso era todo. Horus me dijo que cuando empiece a ser habitual, me contará cómo bloquearlos para que no me molesten— aunque siempre alguno se filtra—, pero que por ahora los deje, para poder practicar con la habilidad y no bloquearme de nuevo.

Sip, oficialmente mi mente volvía a estar desbloqueada, y me estaba costando el mismo (sino más) trabajo mantenerla en blanco cuando estaba con Horus.

Estoy segura de que lo habré traumado un par de veces con mis pensamientos respecto a sus labios.

—¡Sonríe!

Trevor colocó su celular en frente a nuestras caras y sacó varias fotos, tomándome desprevenida.

—Cielos, Iris, parece que acabas de descubrir que en realidad las tangas son para los hombres, ¿estas bien?

Parpadeé y reí.

—¿Qué acabas de decir?

Se encogió de hombros, pero me abrazó y volvió a colocar el celular en frente nuestro.

—Solo finge que te causó gracia y ríete.

—¡Yo también quiero salir!—Emma gritó y se colocó a mi otro costado.

Reí al estar entre medio de ellos, y me sentí tan bien. Eran los mejores amigos del mundo, y necesitaba que lo supieran.

—¿Saben que los amo, verdad?—dije mientras Trevor revisaba las fotografías luego de sacarlas de nuevo.

Ambos se me quedaron mirando con el ceño fruncido.

—¿Has matado a alguien?—preguntó Emma.

—Tengo cinta en el auto—respondió Trevor.

Los miré, incrédula.

—¿Por qué siempre piensan que he matado a alguien?

Emma se encogió de hombros y miró el celular de Trevor por el rabillo del ojo.

—Llegas a subir esa foto, y sí que habrá un muerto.

Trevor puso los ojos en blanco, pero sonrió.

—No saliste tan mal.

.—Parece que mi ojo se esta derritiendo, Trev.

Trevor miró mejor la foto y soltó una carcajada.

—Sí, definitivamente tu ojo no esta bien. Ni siquiera parece un ojo...

Reí cuando giró el celular en mi dirección y vi la foto.

Luego de seguirnos sacando millones de fotos junto a mis padres, los de Emma y Trevor, fuimos a la casa de Emma a festejar. Solo estaban nuestras familias y nosotros, así que nos escabullimos al jardín en un momento y nos acostamos en las reposeras.

—Nunca pensé que diría esto, pero...extrañaré la escuela—dijo Emma y recogió su pelo en una coleta alta—. No a la escuela en sí, sino a ustedes.

Fruncí el ceño.

—Pero nos seguiremos viendo, Ems. De hecho...—miré a Trevor de reojo, y asintió con la cabeza.

Bien, este era uno de los momentos que más temía.

Incluso más que cuando Horus me dijo que no provenía de este planeta. O cuando me subí por primera vez a una nave espacial.

Estaba un poco aterrada.

—¿De hecho...?—Emma me miró, expectante.

Respiré hondo.

Emma, al final, se había decidido por estudiar literatura, porque quería ser escritora. Pero todavía no había decidido en qué universidad estudiar, aunque fue aceptada en varias, siendo la más importante la UPG. Así que, con Trevor y con nuestros padres habíamos planeado una especie de intervención, porque no sabía si Emma estaba insegura de a cuál ir debido a los programas (no creíamos que fuera el caso) o que le daba miedo elegir lo mismo que nosotros, porque con Trevor siempre dijimos que íbamos a vivir juntos, y el hecho de tener ese gran compromiso era algo grande.

Así que, le íbamos a dar un pequeño empujoncito.

—De hecho, esto es perfecto—dije, con una sonrisa, y Emma enarcó una ceja—. Piénsalo. Trevor, tu y yo, despertando juntos a los gritos y durmiéndonos con aliento a pizza, almorzando en la universidad y entrando en crisis por nuestras asignaturas...Sin tener que elegir un compañero de habitación que no conocemos, porque nos complementamos a la perfección...

—Excepto cuando Iris piensa que mis huevos son el despertador—murmuró Trevor, y reí muy fuerte al recordar ese embarazoso y asqueroso momento.

Emma rio entre dientes y miró al piso.

—Mira, la hemos elegido especialmente para ti—Trevor se levantó de su silla y le tendió su celular, en donde había una foto de una habitación que tenía un ventanal, en donde podías sentarte y mirar hacia afuera. Emma solía tener ese mismo lugar en su habitación de aquí, así que pensamos que sería algo lindo.—¿Qué dices? ¿Seguiremos irremediablemente unidos? ¿Tienes ganas de gritarme todos los días?

Emma agarró el celular y miró la foto. Luego me miró a mí y luego a Trevor.

—¿En serio? ¿Pensaron que con un ventanal me iban a convencer?

Tragué saliva y miré a Trevor, sin saber muy bien qué decir.

—Yo...Nosotros...

Emma negó con la cabeza, y para mi sorpresa, sus ojos se llenaron de lágrimas.

—Me convenciste con la primera frase, Iris.

♥♥

Horus me estaba mirando fijamente. Parecía que casi no respiraba.

Él no sabía que yo también lo estaba mirando a él.

Bueno, probablemente sí lo sabía debido a sus habilidades especiales, pero aun así, me gustaba pensar que era mi secreto.

Aunque seguro me estaba leyendo la mente.

—Eso es verdad—. Su voz llegó a mi mente y reí entre dientes.

—Pervertido.

Esta vez, él rio y se acercó un poco más a mí.

Estábamos acostados en mi cama, ambos enfrentados, colocados sobre nuestros hombros. Hacía un rato que nos estábamos solo mirando. O bueno, él me miraba a mí, y yo a él, porque nuestros ojos todavía no se habían encontrado. Los paseé por toda su cara, por cada poro, por su cuello y su pecho, pero sus ojos...sus ojos los estaba dejando para lo último.

Finalmente, me quedé sin lugar donde mirar, así que dirigí mis ojos a lo más hermoso del mundo: esa ventana a su alma que me hacía tan bien. Observé como aún en la oscuridad de la noche, se notaba que eran distintos, hermosos. Amables. Amorosos. Únicos.

—Mis ojos se sonrojaron ante tantos elogios.

Mis mejillas se volvieron rojas al instante en que Horus me transmitió esos pensamientos. Dios, había veces en que realmente olvidaba que mi mente no estaba bloqueada.

—Tienes que enseñarme a bloquearla—pensé y sacudí mi cabeza.

Negó con la cabeza.

—No sé si quiero hacerlo, la verdad. Tus pensamientos alimentan el ego que no tengo. De hecho, creo que se me ha empezado a formar uno por tu culpa.

Reí y en seguida cubrí mi boca con la mano, para que mis padres no me escucharan.

—No puedo creer que hayas dicho eso.

Tenía ganas de taparme la cara con toda mi mano y enterrar mi cabeza en la tierra.

—Yo no puedo creer que existan tantos adjetivos.

Puse los ojos en blanco.

—Oh, créeme, hay muchos más, pero no te los mereces.

Horus alzó sus cejas y acercó su cara un poco a la mía. Yo dejé de reírme al instante. Su cercanía desataba tantas sensaciones en mí, que al final se terminaba formando una gran bola en mi corazón, que no se iba...nunca.

—Yo creo que sí me los merezco—susurró, y sentí su aliento en mis labios. Olía a menta con chocolate, y no sabía cómo era eso posible.

Me decepcioné un poco con que hablara en voz alta, porque hablar por telepatía con él era algo tan íntimo que me hacía sentir que estábamos más cerca, más conectados.

—Yo creo que no—susurré en respuesta.

No quité mi mirada de la suya y él tampoco. Nos quedamos mirándonos, con mi corazón latiendo a mil por hora. Quería moverme, pero al mismo tiempo me daba miedo. Muchísimo miedo. Así que no podía avanzar.

—¿En serio piensas que no lo merezco?—dijo, juguetón.

Asentí.

Él suspiró.

—Realmente no me dejas otra opción, entonces.

Fruncí el ceño.

—¿Qué dices?

Se encogió de hombros, y en cámara lenta, se apoyó en uno de sus codos, y quedó más cerca de mí. Su bíceps apareció en mi campo de visión y tuve que tragar saliva.

Debía ser ilegal que un extraterrestre perfecto tenga incluso tan apetecibles músculos.

Y yo que me los imaginaba verdes y con babas...

—Tendré que remediar eso, Zhelig—susurró y acercó un poco más su cara a la mía—. Quiero merecer tus elogios.

Y sin previo aviso, acercó lentamente su cara a la mía, y nuestros labios quedaron juntos.

Decir que una bomba había explotado adentro mío era quedarse corto. Decir que estaba experimentando todas las sensaciones hermosas posibles también era corto. Era como si hubieran derribado una pared y una corriente de emociones se hubiera desparramado por todo mi cuerpo, en especial en la zona de mi pecho. Mi corazón ya no era un simple corazón, era una nube enorme que flotaba y flotaba, y se expandía y contraía, era algo tan grande y tan intenso que temía ser consumida completamente por él.

Mis huesos, mi mente, mi respiración, todo fue inundado por este sentimiento que parecía tener el poder de elevarme y hacerme flotar, y hacerme sentir así de grande e intensa.

Los labios de Horus eran los únicos que me podían hacer sentir así, y cuando su lengua entró en contacto con la mía, el torrente de emociones se desbordó completamente.

Ya no sabía en dónde estaba mi cuerpo, porque me había perdido en el de él.

Y cuando nos separamos y nos miramos con tanta ternura, sentí que me habían sacado una extremidad y se la habían puesto a él. Porque era más que deseo y necesidad...era...

Los ojos de Horus resplandecían en la oscuridad. Estaban brillando, más que otras veces. Ahora en vez de un resplandor blanco, tenía un resplandor celeste en un ojo y gris en el otro. Y el borde de su cuerpo... también brillaba, iluminando las estrellas que estaban en el techo.

Tenía ganas de llorar, y no sabía por qué. No podía dejar de mirarlo. No podía dejar de sentir. No podía entender qué estaba pasando. ¿Por qué me sentía así? ¿Por qué Horus estaba brillando?

—Brillas.

Esas palabras, sin embargo, no salieron de mi boca.

Miré a Horus con los ojos abiertos y me miré los brazos, pero no vi nada.

—Tus ojos—dijo, con la voz ronca—. Tus ojos brillan. Es lo más hermoso que vi en mi vida, Zhelig.

Tenía la voz tan intensa que temía que me diera electricidad.

No podía creer que mis ojos brillaran, porque no tenía sentido.

—¿Qué significa esto?—pregunté en un susurro—. ¿Por qué brillo?

Horus no respondió. Se quedó mirándome y luego de un rato dijo:

—No lo sé.

Aunque pude ver que en sus ojos, en realidad, no había ninguna duda.

♥♥♥

¡Aaaaaaaaaa! Ya casi estamos en el final de la novela, que emoción♥

¿Les gustó el capítulo? 

¿Cómo creen que terminará? 


Continue Reading

You'll Also Like

29.1K 2.3K 58
Kim sunoo un chico de 19 años que vive con su mejor amigo yang jungwon de 18 años quien fue despedido de su trabajo, sunoo lo ayudará a conseguir uno...
68.6K 7.9K 25
jeon Jungkook un príncipe heredero que va en busca de la princesa del reino enemigo para despojarla y asi poder convertirse en rey. kim taehyung es e...
14.4K 873 16
-𝘓𝘢 𝘤𝘩𝘪𝘤𝘢 𝘯𝘶𝘦𝘷𝘢 𝘦𝘴 𝘮𝘶𝘺 𝘭𝘪𝘯𝘥𝘢.. 𝘌𝘯𝘵𝘳𝘢 𝘶𝘯𝘢 𝘤𝘩𝘪𝘤𝘢 𝘯𝘶𝘦𝘷𝘢 𝘦𝘯 𝘭𝘢 𝘦𝘴𝘤𝘶𝘦𝘭𝘢 𝘧𝘶𝘯𝘥𝘢𝘮𝘦𝘯𝘵𝘢𝘭 𝘱𝘢𝘱𝘦...
171K 12.5K 48
Días después de su decimoctavo cumpleaños, Aurora Craton siente la atracción de apareamiento mientras trabaja como camarera en una fiesta de los líde...