Habían pasado unos cuantos días de esos dos meses en que XGaster devolvería todo a la normalidad, dos largos meses... Que Geno estaba disfrutando y odiando a la vez.
Los disfrutaba porque su hijo ya no había estado tan a la defensiva y a veces por inercia volvía a su rutina de antes, lo cual era bastante cómodo pero...
—Papá, se me rasgó mi sueter... —Goth había ido corriendo a los brazos de Error, quien sin pensarlo empezó a enmendar aquella prenda, incluso dándose el lujo de hacer un pequeño gatito.
—Me quedó algo chueco... —gruñó Error, pero Goth se veía tan feliz.
—¡Gracias, papá! Me gustó mucho —su radiante sonrisa iba dirigida para aquel glitch, quien se ruborizó con orgullo.
—¿Hm? Vaya, que lindo~ —Reaper apareció con dos tazas de café en sus manos, dándole una a Error mientras le lanzaba un beso. —¿Sabes? Estoy desesperado por besarte, ¿intentamos hoy?
—¿Hoy? Bueno... Claro, p-por que no... —su rubor se extendió más, incluso escondió su rostro en su bufanda algo tímido.
Se estaba llevando a su familia en su cara.
—Reaper, hoy voy a lavar la ropa así que necesito que me dejen todo listo en el cuarto de lavado —Geno se acercó, Error, por supuesto, se puso un poco a la defensiva al verlo pero luego hizo como si ni ke diera importancia.
El Dios de la muerte sonrió mientras asentía, a pesar de todo seguían interactuando como si fueran amigos, ¿compañeros de piso? No le gustaba del todo, pero si con eso podía estar cerca de ellos suponía estaba bien.
No le importaba que sus sentimientos fueran heridos, porque maldita sea, no podía dejar de amar a Reaper de un momento para otro, pero entendía que luego de dos meses volvería a la nada en la que se encontraba, en la muerte que tanto había estado deseando desde hace bastantes años.