Llegue al departamento de Chandler y Joe, abrí la puerta ya que tenía una llave, y llevaba conmigo un montón de comida.
Al abrir la puerta, una rafaga de aire golpeó en mi rostro, era efectivamente olor a cigarro, y ahí parado con una pierna sobre la mesita de la sala y con Joe mirandolo, estaba Chandler, soltando una bocanada de humo.
— Oh por dios— dijo al sentir el sabor del cigarro.
— ¿Estas bromeando, verdad?— cuestione atrayendo su atención.
— ¡Grantzilla!— exclamó Chandler escondiendo el cigarro detrás de su espalda.
Mire a Joe obvia.— Y pensé que el menos razonable eras tu— me encaminé a la mesita y deje la comida, para después extender mi mano— Por tu culpa acabo de perder 100 dolares.
— ¿Apostaste a que no volvería a fumar?— preguntó Chandler mirándome atento y solo asentir— Si, grave error.
Nos encontrabamos en la cafetería, yo sentada junto a Chandler, mire a Mónica en el sillón individual y la llame por lo bajo.
— Mon, ¿Quieres ver como logro que tres hombres duden de sus dotes?— evite reír y ella asintió.
Me levante por unos segundos y le susurre algo en el oido.
— Si no fueras mi amiga, diría que hay una buena vista ahora— emitió Joe, atrayendo nuestra atención.
— Cállate, Tribbiani— tomé un sobre de azúcar de la mesa y se lo lance.
— Respetala, o te ira mal— advirtió Chandler mirándome— A mi no fue tan bien en mi último halago— se encogió en el sillón y me hizo espacio.
— Sabían que el tamaño de su cosa, mide la misma distancia desde la punta de su pulgar, hasta la punta de su dedo índice— comentó Mónica haciendo la medida con su mano.
Yo repetí el movimiento, mirando mi mano.— Justo ahora desearía ser hombre, que semental— rei mirando a los chicos.
— Llamarte a ti misma semental, ¿no te molesta?— emitió Joe confundido.
Ellos miraron sus manos entre ellos, pero al mismo tiempo evitaban que las vieran.
— Es una ridiculez— soltó Joe mirando su mano.
— ¿Pue... puedo usar cualquier pulgar?— preguntó Ross mirando amabas manos.
Justo en ese momento, Rachel se hizo notar, venía con un bandeja llena con nuestras bebidas.
— De acuerdo, dejenme adivinar, café capuchino para Joe— Ross lo tomo y se lo extendió al mencionado— Cafe negro— Rachel le dio su café a Ross— Chocolate caliente— miro esta vez a Chandler— Té helado— se inclinó hasta monica— Y un expreso doble americano con mucha azúcar y leche— me extendió la taza y le sonreí.
Rachel se fue celebrando haberlo hecho bien, pero cuando se alejó, todos cambiaron sus bebidas, menos yo.
— ¿Un expresó doble americano con azúcar y leche?— preguntó Chandler mirándome— Quieres que te de diabetes acaso.
Rei, mientras Chandler daba un sorbo a su bebida.— No, pero busco estar despierta el día de hoy, tengo mucho trabajo y una cita esta noche— de inmediato, un poco de su café fue escupido.
— ¿Que te asombro más, el trabajo o la cita?— preguntó Mónica riendo levemente.
— Se que no e tenido una cita en un tiempo, pero, ¿porque no?— sonreí levemente.
— ¿Quién es el tipo, eh?— cureosio Joe.
— Si, ¿quien?— preguntó Chandler atento.
— Algún día lo sabran— emiti tomando mi expreso— Miren, ahí viene Phoebe.
Trate de buscar un distractor y lo logre, pues para mi suerte, la rubia tenía una historia con ella, como era de esperarse.
Se quejaba porque tenía quinientos dólares de más en su cuenta.
— La tentación del demonio esta atacando— emitió Chandler al escucharla.
— Si, porque ahora tengo que ir a hablar al banco— Phoebe se veía bastante estresada por eso.
Joe fruncio el ceño.— ¿De que estas hablando? Conservalos— emitió obvio.
— No son míos, ni los gane, si los conservo será un urto— aseguró la rubia.
— De hecho fue un error del banco, no los robaste tu directamente— comente obteniendo la aprobación de Rachel.
— Exacto, y si los gastas sera como ir de compras— Rachel podía entender mi manera de pensar un poco.
— De acuerdo, supongamos que compro unos zapatos geniales, ¿saben lo que oiria a cada paso que diera?. "No es mío, no es mío".
Mientras Phoebe seguía, note como Chandler se inclinaba para tapar el hecho de estar fumando, estaba casi torcido a la orilla del sillón.
— Bing, podemos parecer estúpidos, pero no somos ciegos— emiti palmeando su espalda.
— Chandler, ¿que haces?— cuestionó Monica, levantandoce para moverlo.
Chandler se reincorporó, y negó con la cabeza para segundos después, soltar una nube de humo.
Todos se quejaron antes eso de inmediato.
— Si, estoy fumando, estoy fumando— repitió sin problemas.
— No lo puedo creer, lo habías resistido 3 años— dijo Phoebe.
Después de convencerlo, Chandler apago el cigarro, lanzandolo en la tasa de Phoebe.
— Bien, suficiente para mi, tengo que irme, mi trabajo y mi cita no se iniciarán solas— tomé mi saco y me levanté.
— Espero hagan lindos bebes esta noche— exclamó Joe divertido.
— Grantzilla, no le hagas caso, es un idiota— recalco Chandler al instante.
El trabajo en la oficina fue de lo peor, habíamos hecho diseños de interiores para 25 departamentos distintos. Y mi cita habia sido una completa basura.
Llegaba al departamento de Mónica, toque la puerta y de inmediato Joe abrió.
— Acabo de ver a un tipo que parecía ser sacado de los Bee Gees— comente adentrandome.
— Ah, era la cita de Mónica— dijo Ross desde el sillón.
Iba a acercarme para sentarme, pero necesitaba hablar con Joe, a pesar de las cosas y como nos llevábamos, era un buen amigo. Le hice una seña y salimos al balcón del departamento.
Me senté en uno de los sillones y mire hacia los edificios de enfrente, mientras abría la bolsa de papel con sándwiches.
— ¿Estas bien, ____?— preguntó sentandose frente a mi.
— Toma— le extendi su sandwich y tome el mio.
— ¿No cenaste con tu cita?— Joe sonrió de un modo alegre— Bien hecho, _____— levantó su mano para chocar los cinco, pero sólo negué.
— Hoy no Joe— solté un suspiro.
— Esta bien, esto es serio, ¿el te hizo algo?— preguntó cambiando su semblante a uno molesto.
Lo mire y solo pude sentir que un nudo en mi garganta se formaba. Joe dejó su sandwich de lado y me miro atento.