๐—ท๐˜‚๐—ท๐˜‚๐˜๐˜€๐˜‚ ๐—ธ๐—ฎ๐—ถ๐˜€๐—ฒ๐—ป |...

By OliBanng

306K 9.2K 3K

Shots con el anime Jujutsu Kaisen^^ el mjr intento de historia cn tan bakan anime More

โฐยน
โฐยฒ
โฐยณ
โฐโด
โฐโต
โฐโถ
โฐโท
โฐโธ
โฐโน
ยนโฐ
ยนยน
ยนยฒ
ยนยณ
โ‘ โ‘ฃ
โ‘ โบ
โ‘ โ’Ž
โ‘ โฝ
๏ผ‘โ‘จ
โ‘ก0
โทโ‘ด

โถโ‘ฅ

9K 366 50
By OliBanng



– ay – te quejaste

no sabías coser, nadie nunca te enseñó.
Razón por la que te enterrabas la aguja todo el tiempo.

Llevabas casi 2 horas tratando de arreglar la polera de yuji.

Su favorita.

No daba resultado.

Otro pinchazo.

– ay – escupiste.

– si te vas a quedar sin dedos mejor no hagas una mierda

La ronca voz provocó un respingo de tu parte.
Sin embargo nada quitaba tu concentración en el acto.

Él no te daba miedo.

– si no rompieras todo el tiempo la ropa, no estaría haciendo esto – te quejabas

– si no estuviera en este cuerpo, no rompería la ropa.

– pues si no existieras no tendrías que sali-
– te vas a pinchar

– ay! – lloriqueaste – auch auch auch.

Esta vez llegó muy hondo.

Las gotas de sangre caían rápidamente al suelo mientras buscabas a tu alrededor una curita que te salvaguardara.

Sukuna chasqueó los dientes con frustración, desapareciendo de la mano de itadori.

Al poco trazo de tiempo ya estaba poseyendo el cuerpo completo y dormido del menor.

Tomando tu dedo herido comenzó a lamerlo, sin brusquedad.

– que puto asco – dijiste a su merced.

Sukuna sonrió burlesco de tus palabras.

– Soy yo el que debería decirlo – respondió aún con tu dedo en sus labios.

Dejaste que hiciera su show con tu sangre, sintiendo la tibieza de su boca.

De pronto comenzó a jugar con su tierna lengua, rozándola, dando círculos y extrañas formas.

Te dieron cosquillas.

– qué haces – preguntaste risueña.

– calla.

Se acomodó en el sofa, viéndose más grande que tu.

En ningún momento se quitó el dedo de la boca.
En ningún momento trataste de quitárselo.

– vas a sacarme el dedo – advertiste sonriente – eso quieres?

– lo hubiera hecho si quisiera – respondía incrédulo –

– ah, osea que admites querer otra cosa – remataste.

"Chistosita"

.
.
.
.

Qué era esto?
Película porno?
Cámara oculta?

Cual era la razón por la que esperabas un final feliz junto al rey de las maldiciones, dentro de esta situación?

Nah seamos mas sinceros que esto.

Sabías exactamente lo que querías.
Sabías exactamente lo que estabas haciendo.
Lo que estabas dispuesta a hacer
Y lo que ibas a hacer.

Pero.
Por qué demonios estabas tan caliente?

Qué fue?

Solo cocías una polera, como es que el rumbo de las cosas es tan imprescindible a este punto?

Tarde. Muy tarde para negarte.

Después de todo ya te estabas besando con Ryomen Sukuna.

Y no parecía molestarle.

Movía ágilmente su boca buscando más de la tuya, con una necesidad que no esperabas notar en él.

Como si se hubiera estado aguantando por mucho tiempo.

Irónica la manera en que es más veloz que todos nosotros juntos.

Tanto así que de un solo tirón te sentó encima suyo.

Y mierda que era grande.

Reíste por dentro.

– Qué está pasando-

– muévete – ordenó con agitación en su ronca voz.

Impaciente por el tacto, tomó de tus caderas con sus enormes manos, empezando a balancearte sobre sí mismo, de forma tortuosamente lenta.

Sin embargo profunda.

¿Ibas a follar con la maldad hecha persona, creador del infierno en vida?

Si, de cabeza.

La polera cocida a duras penas ya se encontraba tirada en el suelo.

Tambien tu polera, tirada en el suelo.
También su polera, tirada en el suelo.

Seguías buscando y de hecho sintiendo firmemente la brutal presión del miembro duro de Sukuna contra ti.

Era enorme.

Enorme.

– lo sientes, no? – preguntó en tu oído mientras con total brusquedad y excitación apretaba tus muslos – hazte cargo mocosa.

"Que si joder" respondiste mentalmente.

Pero era tanta tu tibieza hormonal que te sentías incapaz de responderle 100% cuerda.

Algo tenía.

Algo era extraño.

Es como si te hubiera caído un hechizo sexual. Algo por el estilo.

Pero te parecía imposible la brusquedad del cambio en tu temperatura o en tu actitud de un momento para otro.

No era natural.

Buscando más de su piel, besaste sus labios con delicadeza, sintiendo que te correspondía de la misma forma.

Él si entendía de esto.

Lo entendía tan bien que solito te desabrochó el sostén quedando piel contra piel a su pecho.

Seguiste besándolo.

Era adictivo.

Divertidamente Ryomen aceptaba cada uno de tus besos, como si el sentimiento de suavidad y delicia fuese totalmente recíproco.

Le gustabas?

O por qué otra razón no buscaba solo complacerse a si mismo?

Por qué quería que tú también te sintieras bien besándolo?

Dónde quedó el egoísmo de su personaje?

Poco te importaba.

Te tocaba tan bien ahí abajo que poco te interesaba si prendía tu cuerpo en una olla hirviendo.

Estaba extasiando todas tus necesidades sexuales tan jodidamente bien.

Buscabas aún más el tacto de sus enormes dedos masajeándote.

– mírate ____ – decía burlesco con aquel ronquido característico de su voz si es que sabes de lo que hablo – tanto querías esto?

Corrió tu braga para finalmente introducirlo en ti.

Generaba una corriente por tu espina dorsal que sentías desfallecer.
No evitaste gemir ante su lento movimiento en tu feminidad.

– eso es.. – sonreía cínico – grita para mí.

Imposible calmar tus impulsos y nah, tampoco luchabas por hacerlo.

Lo besaste mientras levantabas tus caderas levemente, para que de esa forma pudiera llegar mas profundo.

Gemías en medio de ello con total confianza, sabiendo que aquello lo ponía aún más.

Si, Sukuna podía hacerse el loco y todo lo que quisiera.

Pero solo tú sentías como su masculinidad palpitaba debajo tuyo.

Cada vez que mordisqueabas su labio, el muy desgraciado sonreía.

Se sentía tan bien hacerlo gotear.

– es todo – suspiro rendido ante ti – te daré lo que quieres.

Extrañamente tomó tu barbilla para brindar un lento beso en la boca.

Raro.

Pero no por eso desagradable.

Había un aura extraña en él.

En ti.

En ustedes.

Tanto necesitaban el sexo?


– te quiero muy ruidosa, oíste? – advirtió

– eso dependerá de cómo me des – respondiste atrevida.

Y vaya que lo eras a ojos del contrario.

atrevida.

Eras atrevida.

Significa que te atreves.

Atrevida. . . .

Por qué eras tan atrevida con él?

Atrevida, atrevida, atrevida.

Dios como le gustaba a sukuna esa palabra.

Le ponía tanto que te rieras en su puta cara.

Que fueras

– atrevida.. – susurró dejando la punta de su miembro en tu feminidad – Déjame preguntarte algo.

Lo miraste demandante.

– Si en estos momentos fuera itadori, sería lo mismo?

Negaste luego de pensarlo un poco.

– itadori no me trataría como lo haces tu.

Eso podría tomarse de muchas formas, tanto positivas como negativas.

Pero a nadie le importa, era la justa respuesta que el demonio esperaba.

– Eso es. .. tienes razón – puso un mechón de cabello detrás de tu oreja mirándote. . . enamorado? – Un mocoso como él jamás te tocaría como yo.

– mmm No lo sabemos – murmuraste en sus narices atrevida.

– no te dejaré averiguarlo – beso tu mejilla, mientras acariciaba levemente tus piernas – A partir de ahora, solo tendremos sexo tú y yo.. . solos, para siempre.

Un poco extremista para ser real, pero ¿qué mas esperabas? Era un rey y peor aún un demonio. . . sus palabras nunca tendrían sentido para una simple humana.

Dicho esto volvió a masajear tus labios inferiores y el abundante líquido en estos, para nuevamente meter la punta de su glande.

– eres tibia..

Reíste ante su comentario exhausta.

"Atrevida"

No necesitó meditarlo ni un segundo mas, para que toda su masculinidad entrara en ti y sentiste al instante un relleno inolvidable sobre el cual no pudiste evitar cerrar los ojos y fruncir tus cejas.

Yo te lo dije, era grande.

– me dirás tú – ofreció, sabiendo que podría llegar a dolerte si te daba como él quería.

Y al parecer solo por hoy, el rey de las maldiciones no quería hacer daño alguno a su "víctima".

– hazme lo que quieras – respondiste luego de unos segundos, mirándolo directamente a las pupilas, notando un brillo especial (y no por eso peligroso) en su mirada – Seré ruidosa..

Joder.

"Que pedazo de mujer" pensó la maldición.

– te condenas sola.

Con una mano en el respaldo del sillón y la otra en tu trasero, buscando con su deleitable fuerza unirte mas y mas a él, comenzó a mover su pelvis delicadamente.

Contemos unas pocas estocadas delicadas antes de que ni él mismo midiera su placer.

A pesar de todo, sukuna si era débil.

Su cabeza se fue para atrás y el rebote entre ustedes dos se hacía cada vez mas y mas notorio.

Dicho de otra forma, brincabas sin querer hacerlo en el ruidoso estándar que habían formado.

Porque si, eran ruidosos.

– mierda – gemías sintiéndolo llegar al punto culmine, sin entender como aquello  era siquiera posible – por favor.. . .

Delirabas.

Llevaban tan poco tiempo y ya estabas delirando.

– Aguántame un poco más, venga – te retaba con una sonrisa ladeada.

Hipócrita de su parte, pues el también estaba por terminar.

Inesperadamente lo sacó para sostenerte de la cintura.

– ponte en cuatro – insistió tomando delicadamente tu barbilla – hazlo.

"Qué mierda" te dijiste en lo mas profundo de tu mente después de oír sus palabras.
Pero tu cuerpo hacía oídos sordos y rápidamente hiciste caso ante los mandatos de ryomen.

Te silbó apenas obtuvo la vista amplia.

– soy la maldición más afortunada! – comentó sin vergüenza alguna – de dónde mierda has salido tú, eh?

Se acercó a ti, apegando toda su piel a la tuya, cerrando los ojos ante el tacto.

Eras atrevida.

Y le gustabas tanto.

Sin esperar un solo segundo más, por su bien y por el tuyo, volvió a introducirse en ti, sintiendo esta vez aún más ajuste que antes.

Se sentía tan bien.

Una dicha que el, como rey de las maldiciones, pocas veces podía sentir.

Con quién iba a follar así de nuevo. . .
con sus huesos?

El mas natural y instintivo placer de follar.

No.

De follarte.

De estar tan caliente como para hacértelo de un momento para otro.

O creías que Sukuna no te miraba mientras cocías la ropa de itadori?

– si es que eres perfecta – conversaba solo.

Cerrabas tus ojos sintiendo los leves movimientos volverse insaciablemente mas y mas bruscos.

Pero ahora si que los sentías.

Es que lo de antes era un juego?

incomprensible como consumía cada parte de tu interior, la manera en la que lubricaba incluso mas y aquella manía de obtener un ritmo tan pero tan veloz en el que ni siquiera sacaba del todo su miembro.

Eran una unión perfecta entre gritos y jadeos, buscando más uno del otro sin necesidad de siquiera comunicarse a palabras.

– Sukuna.. – gemiste – ya  – modulaste como tus fuerzas lo permitieron para darle a entender que ibas a venirte.

– joder, hazlo.. no me detendré – respondía con los ojos en blanco, dándote tan pero tan fuerte que incluso su cabello perdía forma – esto es.. tan bueno...

Jadeaba sintiendo tu orgasmo manchar parte suelo y sofa, sabiendo que, por tus gemidos, te había llevado al límite en corto tiempo.

Fue suficiente tu simple voz lloriqueándole para que el mismo pudiera liberar todo en tu interior, sintiéndose agradecido de haber estado vivo en la misma maldita época que tu.

Se tiró en el sofa, cubriendose con un cojín.
Te lanzaste a su lado.

– . . . . .

– . . . . .

– . . . . . .

– . . . . . .

– tengo frío.

– abrígate.

– si sukuna, créeme que lo pensé. – respondiste sarcástica – lo que pasa es que has molido toda mi puta ropa.

– pues mala suerte. . . .

Idiota.

– si, ahora me enfermaré y no podremos volver a repetirl-

Sin soportar nada y menos que nada te tenía a su lado abrazándote fuertemente, con un semblante serio.

– cerrarás la boca?

Asentiste sonriente.

Y sin poder controlarlo, le besaste con una delicadeza que ni el mismo supo contraatacar.

No pudiste separarte antes de que se uniera a ti de nuevo en busca de tus labios.

Era suave.

Por primera vez era suave.

– está despertando – murmuró cerca de tu rostro.

– pero si acabamos de terminar, cómo tan sensible – remataste en burla de sus palabras.

– no, pedazo de idiota, el mocoso está despertando – advirtió nuevamente en la misma posición.

– mierda.

Te levantaste en busca de una sucia manta tratando de cubrir las enormes manchas en el sillón.

Tomaste tus prendas ya despellejadas y las lanzaste a la basura con pena.

Recogiste la camiseta rota de yuji y dejaste solo la iluminación de la televisión reproduciendo los canales.

"Esto será divertido.. ."

– qué más qué más qué mas. . . .ah! El cond—

tu corazón se detuvo.

Es Sukuna.

Sukuna no usa condón.

Llevaste las manos a tu cabeza en paranoia.

– me cago en la-

– ____?

la tierna e inocente voz resonó en la sala.

El rostro entero del pelirosa se tiñó de rojo al mirar tu silueta sin mencionar a su pequeño yo, ya despierto.

estabas desnuda.

– Cierra los ojos! – exclamaste tirándole un cojín.

– ay!

– Pensé que estarías dormido!

Excusas falsas, eran tu único apoyo.

– lo siento lo siento lo siento! – buscaba cubrir ambas cabezas.

– con qué me cubro joerr – insistías intentando encontrar alguna manta o algo para ponerte.

– quieres mi polera?

Te diste la capacidad de analizar la situación patas arriba.

Le hubieses respondido que si, era lo mas. . . .

Lógico.

Aunque olvidaste que yuji también estaba desnudo.

Genial.

Dos poleras por arreglar.

Continue Reading

You'll Also Like

308K 43.3K 50
โ€ขโˆ˜หšห™โˆ˜โ€ขหšห™โˆ˜โ€ข๊•ฅ ๐๐”๐๐‚๐€ ๐…๐”๐ˆ ๐“๐”๐˜๐Ž ๊•ฅโ€ขโˆ˜ห™หšโ€ขโˆ˜ห™หšโ€ขโˆ˜ Park Jimin un joven que es obligado por su familia a contraer matrimonio con un hombre mayor que e...
367K 20.4K 120
*Estoy corrigiendo algunos capรญtulos* One Shot con este punto > โ€ข < en el nombre es por quรฉ ya estรก editado...
268K 20.9K 29
๐™‹๐™€๐˜ฟ๐™„๐˜ฟ๐™Š๐™Ž REABIERTOS En este libro encontrarรกs One shots de Child Reader. Vivirรกs diferentes escenarios donde convives con tus personajes favori...