Epílogo
**Tres años después**
Kylie Hills
— Es un anillo increíble, Aria.
Mi amiga rubia no puede evitar ruborizarse cuando todas alabamos el impresionante anillo de compromiso que porta en su dedo.
Tanto ella como Hunter tuvieron una época bastante difícil en su relación luego de que Aria tuviera que volver a Francia para continuar con sus estudios y mi mejor amigo tuviera que quedarse aquí, en California.
Sin embargo, luego de varios meses bastante duros, lograron acoplarse para manejar su relación a distancia, hasta que Aria finalizó sus estudios y se mudó de manera oficial a California, donde puso su propia boutique con sus propias creaciones.
Luego, mi amigo rubio la sorprendió hace par de días donde oficialmente le propuso matrimonio, por lo que ahora están comprometidos.
— El tuyo también está increíble, Tiff — la alaga Hope.
La morena también está comprometida, con Cody.
Tal parece que tendremos dos bodas próximamente.
— Si mi boda no será como la de Axel y Kylie, Cody podría irse arrepintiendo — gruñe divertida la morena.
Hace dos años, cuando mi chico y yo finalmente nos casamos, Axel realmente se encargó de darme una boda de ensueño.
El vestido de mis sueños, la iglesia de mis sueños, el salón de mis sueños. Todo fue increíble. Sonrío cuando el recuerdo de Noah ingresando a la iglesia cargando la cola de mi vestido aparece de nuevo en mi mente. Recuerdo el camino hasta el altar de la mano del tío Grayson quien me dejó con lágrimas en los ojos en manos de quien ahora es mi esposo. Sonrío cuando recuerdo que lancé el ramo y cayó en manos de Tiffany, quien ahora está comprometida con Cody.
Recuerdo nuestra increíble luna de miel de vacaciones por Finlandia, con el impresionante invierto y el hermoso escenario blanco que nos pintó la nieve.
Recuerdo el discurso de Axel, cuando recitó sus votos y me prometió su amor frente a todos nuestros amigos.
Estos años han sido realmente increíbles.
— Hola hola — sonríe Erick ingresando a la terraza de nuestra casa, con un pequeño rubio en brazos de apenas unos meses — Creo que este pequeño quiere a su madre.
Hope no tarda en correr hacia su esposo para buscar a su pequeño hijo, Liam.
Luego de cargar a su hijo, quien rápidamente extiende los brazos hacia su madre, volvemos a reunirnos las cuatro, dejando que Erick desaparezca de nuevo hacia el interior de la casa, donde los gritos de todos nuestros chicos suenan en el interior.
Axel convirtió una habitación de nuestra casa en una impresionante sala de juegos, por lo que siempre que nos reunimos, no pasa mucho tiempo para que tanto Axel, Cody, Erick, Hunter e incluso Noah, se pierdan en la habitación.
Mi pequeño Noah, con sus seis años de edad, parece cada vez más apegado a su padre, siendo casi imposible separarlos por mucho tiempo.
— ¿Cuándo le dirás? — Hope me trae de nuevo al presente, mientras la veo entregarle a su pequeño hijo a Aria, quien sonríe nada más cargarlo.
— Esta noche — sonrío.
Las chicas chillan mientras se emocionan.
— Debes grabar su cara cuando lo sepa — chilla Aria.
— Tengo un poco de miedo a que no se sienta bien con la noticia — no puedo evitar preocuparme.
Mis amigas no tardan en poner muecas burlonas en su rostro mientras hacen gestos despreocupados con sus manos.
— Se volverá loco — sonríe Aria — En el buen sentido.
— ¿Qué opina Grayson de todo esto? — cuestiona Tiffany.
— Aún no se lo he dicho, creo que será mejor decírselo en persona.
El tío Grayson conoció a una bonita joven señora, soltera, dueña de una cadena hotelera, el año pasado, tal parece que se enamoraron perdidamente, aunque ninguno de los dos quiera admitirlo. Sin embargo, en este momento están de vacaciones por Europa, juntos.
— En eso tienes razón, puede que se vuelva loco cuando se entere que volverá a ser abuelo y que en este momento esté en Europa para perdérselo.
Sonrío ante la idea, espero que todos estén felices por la noticia.
La familia Cox tendrá un nuevo integrante.
֎
Me retuerzo las manos con nerviosismo mientras escucho como Axel termina de cepillar sus dientes en el baño de nuestra habitación antes de venir aquí a dormir, conmigo.
Apenas ingresa a la habitación, con apenas unos pantaloncillos cortos deportivos, me mira fijamente.
— Quiero hablar contigo.
No puedo evitar reír cuando ambos decimos la misma frase al mismo tiempo.
— Tu primero, chico duro.
Sonríe ante el apodo que ya no le digo mucho, se acerca a la cama, tomando asiento en uno de los bordes y tomando mis manos entre las suyas.
— Te voy a pedir algo — comienza, con un deje tembloroso en la voz — Y puedes decir que no, pero realmente deseo que digas que sí.
— ¿Qué pasa, Axel?
— Quiero darle, de manera oficial, mi apellido a Noah.
Me petrifico con sus palabras mientras siento como mi corazón se acelera con fuerza cuando detecto lo que me está pidiendo.
— Lo he hablado con Erick y con sus abogados, sería un proceso bastante rápido, deberíamos ir a los tribunales, tendrías que dar tu aprobación, y finalmente Noah podría llevar mi apellido — sonríe emocionado — Es mi hijo, Kylie, quiero que tenga mi apellido.
Mis ojos se llenan de lágrimas mientras no puedo evitar la enorme sonrisa que se postra en mi cara.
— Axel, Noah es tanto mi hijo como lo es tuyo — no puedo evitar colocar mis manos en sus mejillas — Si quieres que Noah lleve tu apellido, lo hará.
Chillo cuando no tarda en impactar sus labios con los míos, dejando que su cuerpo me aprisione cuando se postra sobre mí. Río cuando deja un camino de besos por todo mi rostro mientras la euforia lo invade.
— Gracias, gracias, gracias.
No sé cuánto tiempo duramos besándonos, pero la sonrisa en su rostro me acelera el corazón como si estuviera corriendo un maratón. Él ama a Noah, mi niño no pudo haber tenido un mejor padre.
— ¿Qué querías decirme? — se aparta finalmente.
El leve temblor en mis manos reaparece, busco en la mesita de noche la pequeña caja que tengo para él, el regalo que planee con las chicas.
Le entrego la pequeña caja, me mira entre divertido y confundido cuando la tiene en sus manos, sin embargo, abre finalmente la caja.
Dentro de ella, unos zapatitos de bebé están en el interior, con una frase escrita sobre ellos.
"Estoy en camino"
— ¿Tesoro...? — su voz titubea, con sus ojos fijos sobre la caja, no se mueve ni un sólo músculo, creo que ha dejado de respirar.
— Espero tengas espacio en tu corazón para un niño más — mi voz tiembla un poco — Estoy embarazada.
Sus ojos heterocromáticos se posan en mí lentamente, detecto el leve temblor en sus manos mientras deja la caja sobre un lado de la cama. Mi sonrisa se agranda un poco más cuando detecto el brillo en su mirada que baja lentamente a mi vientre.
— ¿Estás embarazada? — pregunta sin creerlo.
— Estoy muy embarazada, chico duro.
Esta vez, cuando vuelve a lanzarse sobre mí, no puedo evitar reír con lágrimas en los ojos mientras siento sus propias lágrimas en mi cuello cuando entierra su cabeza ahí y ríe incrédulo.
Vuelve a llenarme la cara a besos, me hace acostarme sobre la cama mientras no tarda en levantar un poco mi camiseta, que en realidad es una de sus camisas que siempre utilizo para dormir, y posar su vista fija sobre mi vientre, frunciendo el ceño cuando no detecta ningún cambio en mi abdomen.
— ¿De cuánto estás?
— Apenas de un mes — sonrío.
— ¿Y cuándo te harás como una pelota?
No tardo en golpear la parte trasera de su cabeza con mi mano lo que lo hace soltar una pequeña risa.
— Creo que, al tercer mes, o cuarto, no lo sé — sonrío — Con Noah no se notó mi embarazo hasta el quinto mes, algo así.
Asiente firmemente mientras mantiene sus ojos en mi vientre, y mi corazón tiene un vuelco cuando comienza a dejar un reguero de besos por todo mi abdomen.
— Hola entonces, pequeño o pequeña — le habla a mi vientre, con una sonrisa brillante ocupando su rostro — No tienes idea de las ganas que tengo por conocerte.
Sonrío cuando continúa hablándole a mi vientre, emocionado y fascinado con la idea, mientras yo me dedico a escucharlo mientras acaricio su cabello.
֎
**Meses después**
— ¡Noah Cox!
Escucho el pequeño quejido de mi hijo antes de escuchar sus pasos aproximarse hacia la cocina, tal como lo esperaba, no está listo.
No se ha arreglado en lo absoluto.
— ¿Cuándo piensas vestirte?
No carga nada más que su ropa interior y calcetines, cuando ya debería estar listo, su padre no tarda en venir a recogernos.
— Mamá, no quiero — se queja.
— Tu padre vendrá pronto a recogernos, es el baby shower, el cual dijiste que estabas más que emocionado por ir, ¿no quieres ir ahora?
Su rostro se contrae mientras medita mi sugerencia, Noah es quien más emocionado se ha mostrado por mi embarazo luego de Axel, por lo que ante la mención de la celebración no tarda en subir las escaleras de dos en dos directo a su habitación.
Como si lo hubiera invocado, la puerta de casa se abre, donde mi esposo entra con una mueca confundida.
— ¿Qué tal te fue? — nada más acercarme sus manos se posan sobre mi vientre crecido y una sonrisa en su rostro.
— Fue algo raro — frunce el ceño — Mike estaba algo extraño.
Axel va a visitar a Mike a la cárcel todos los miércoles, se ha vuelto una tradición entre ellos, al menos hasta dentro de tres años, cuando Mike finalmente saldrá de prisión.
Normalmente lo acompaño a sus visitas, a veces hasta incluso Noah me acompaña, donde parece reírse de las anécdotas que su tío Mike le cuenta. No tardó mucho en bautizar a Mike como su tío, y el fortachón no pudo estar más alagado por ello.
Mike se alegró bastante por la noticia de mi embarazo, y entiende que en mi condición se me dificulta bastante visitarlo, sin embargo, tanto Cody como Axel lo mantienen al tanto de mi estado cuando lo visitan.
— ¿Por qué lo dices? — le cuestiono.
— No sé, dijo que tiene una sorpresa especial para nosotros, es su regalo — me explica Axel — Sin embargo, fue extraño, como que no hablaba demasiado.
Frunzo el ceño.
— Es Mike, cariño, él es extraño — mi comentario lo hace reír, finalmente se agacha un poco para mantener su rostro a la altura de mi vientre.
— ¿Cómo está mi pequeña?
Sonrío cuando la pequeña niña en mi vientre no tarda en moverse, siempre lo hace. No tarda en escuchar la voz de Axel cuando ya empieza a moverse dentro de mi vientre.
Tendremos una niña.
Nathalie Cox.
Sonrío cuando escucho los pasos apresurados de Noah antes de saltar sobre su padre, quien es ágil y lo toma en el aire.
— ¿Listos?
Asiento, caminando hacia la camioneta.
֎
Miro el noticiero local totalmente inmóvil sobre el sofá de nuestro salón. Axel, a mi lado, también está petrificado.
Nadie se mueve, la parrillada que habíamos planeado este día ha quedado suspendida. Erick se escusa con nosotros mientras sigue a Hope, quien ha salido de casa. Aria, por otro lado, se encarga de consolar al pequeño Liam que llora, cuando ve a su madre salir corriendo.
Mis ojos continúan en el noticiero.
Informa sobre un pequeño motín que ocurrió en el centro penitenciario de California, que dejó a varios convictos heridos, y algunos, fallecidos.
Siguen pasando la lista de los convictos que fallecieron, pero en mi nombre sólo han quedado dos nombres.
Craig Jensen.
Michael Colleman.
Han fallecido en el motín.
Las palabras de Mike no tardan en volver a mi memoria.
"Un regalo"
¿Será este su regalo?
Volteo para mirar a mi esposo, que parece estar pensando lo mismo que yo, pero no lo comentamos.
No sé si debería sentirme mal, pero no lo hago.
Una sensación de paz me aborda nada más la noticia termina.
Ya no está.
֎
**Meses después**
Sonrío cuando la visión de Hope, con mi hija en brazos, hace que las lágrimas quieran salir de nuevo y derramarse sobre mis mejillas.
La muerte de Craig fue algo duro para Hope, aunque finalmente ha logrado seguir hacia adelante y continuar con su vida, con su matrimonio feliz al lado de Erick y criando al pequeño Liam, quien se encuentra sentado sobre el sofá y sigue con su mirada a su madre, quien carga a la pequeña Nath.
Al menos hasta que Hunter ingresa a casa y retira a la pequeña de los brazos de Hope.
Todos se pelean por la atención de la pequeña Nathalie.
Aunque, de ser el caso, todos pierden cuando es Axel quien la carga y la pequeña se tranquiliza de golpe, familiarizada y encantada por el calor de los brazos de su padre.
No puedo evitar sonreír cuando mi esposo se acerca hacia mí, con nuestra pequeña en brazos, y deja un casto beso en mis labios.
— Te amo, tesoro.
Noah chilla sobre algo que le dijo Hunter consiguiendo que todos rían, pero yo sólo tengo ojos para él, para mi esposo.
Mis ojos vagan por su brazo, envuelto en una especie de film, cuando detecto que tiene un nuevo tatuaje, que se une al que tiene en su brazo. Un nuevo tatuaje a color, con el nombre de nuestra hija, Nathalie.
— Te amo, chico duro.
Sonrío cuando me percato de que finalmente lo conseguí, conseguí a mi propio príncipe oscuro de la historia, tengo la familia que siempre soñé y al chico que siempre merecía. Estoy rodeada de todos mis amigos y personas que amo.
Y mi familia no hace más que crecer.
No importa lo que haya pasado, somos nosotros, hemos sobrevivido a todo, entre la familia, entre el amor, entre la amistad, entre la tinta, entre todas estas cosas.
Y cuando miro de nuevo a Axel, a esos preciosos ojos heterocromáticos que son idénticos a los de mi hija, es cuando sé finalmente que tengo todo lo que siempre quise.
FIN.
Preciosooos.
Soy lágrimas en este momento. No estoy lista para dejarlos ir :(
Muchas gracias por acompañarme hasta acá, la historia de Axel y Kylie es de mis favoritas, amé cada momento de escritura de esta historia tan bonita.
Gracias a todas las personas que me acompañaron desde que inició este viaje con mis chicos, gracias a las que llegaron hasta acá. Gracias a todas las que vendrás después.
Entre la Tinta no tendrá extras, me gusta la historia como quedó, me gusta este cierre.
Nos leeremos en otros proyectos.
No se olviden de votar.
Besos con diamantina.
֎BooksbyFabs֎