— No saben lo mucho que me ayudarán. Mi cuñado es un bastardo y amenazó a mi hermana con la custodia de mi sobrina. Estoy muy nervioso, creía que no podía hacer algo más. Hablando con el abogado familiar, nos sugirió una alternativa que me pareció interesante —Harry hablaba frente a sus amigos en aquella oscura habitación de universidad— es una contracepción legal.
Zayn descansaba en su bata de color menta. Las complicaciones de su vida estudiando medicina para seguir el ejemplo de su padre y ser cardiólogo no competían con lo que escuchaba de su mejor amigo y mucho menos de Liam, quien se sentaba a su costado.
El joven Payne, por su parte. Sorbía de una lata de cerveza las últimas gotas del líquido amarillento. Eruptó sin pensarlo dos veces y cubrió su boca, sorprendido. —Discúlpenme.
Harry había puesto un montón de documentos frente a él, una serie de papeles legales que explicaban a fino detalle burocrático sobre las bajas y altas de toda la situación. En un resumen, su hermana se había visto forzada a una relación de abuso doméstico y en uno de los últimos actos de violencia física, se encontraba en estado crítico. La familia temía que su sobrina pudiese ser raptada por su padre biológico y apartada de ellos. Pero había una solución fortuita a todo ello.
— Necesito que se casen.
Zayn abrió los ojos como platos, Liam perdió el estado de ebriedad de forma inmediata.
— ¿Casarnos? —cuestionó el moreno.
— Yo, no puedo involucrarme legalmente con Louis por mi estatus de familiar directo. Pero ustedes sí. Si se casan y solicitan la adopción inmediata de Kelsey... no hay forma de que ningún papel lo impida. Ella les conoce y confía en ustedes. Yo también. Son mis amigos.
En un encuentro incómodo de vistas, Liam y Zayn toparon sus ojos. Harry comenzó a delegar un montón de consideraciones de aquel inmenso favor. Tendrían que mudarse juntos a un departamento en las orillas de la ciudad que le pertenecía a su madre, deberían tener una investidura civil y eventualmente pasar los exámenes de la Secretaría de Protección a la Infancia.
— N-no sé que decir, Harry. Esto me es muy sorpresivo. Honestamente necesita-
— Acepto —Liam comentó, contundentemente. Harry le tomó la mano, los ojos se le habían llenado de lágrimas. Aquella situación reflejaba crudamente que podía confiar en ellos como sus mejores amigos. Estaba seguro.
— E-entonces... creo que podría intentarlo, Harry. Por Kelsey. Por ustedes.
No pasó ni un día cuando todos los movimientos legales necesarios se hicieron. El primero fue el acto civil en el que firmaron para contraer nupcias. Posterior a ello atendieron al ayuntamiento y en caso de emergencia solicitaron la adopción de Kelsey. Esta fue inmediata, por las circunstancias específicas del caso. Posterior, sería estrenar su nuevo hogar.
Liam bajó del automóvil, dio un par de pasos con una mochila en su espalda y otra bolsa llena de ropa en su brazo derecho. Zayn bajó cuando notó que abogados del papá de Kelsey le acompañaban.
— Mi amor... —en un frívolo y seco acto de amor fingido, Zayn le dejó un beso en los labios. Que se sintió como una incandescente sorpresa en su corazón... ¿le había gustado?