Sí, lo admito, yo era débil
por eso me encontraba parada fuera de la cafetería aun hecha un mar de dudas pero la curiosidad, el deseo y la lujuria que sentía por William podían con todos mis miedos. Podía incluso romper mis "creencias"
-Dios mio! ¿qué estoy haciendo?- me repetí por lo que era la millonésima vez
-Te ves hermosa- la voz suave y profunda de William me llego desde atrás, su cálido aliento acariciaba mi nuca y creí que me derretiría
-Gracias- murmure
-¿que sucede?- pregunto, sabiendo que algo andaba mal conmigo. Conocía mi cuerpo lo suficientemente bien para saber que estaba tensa aunque yo estaba haciendo mi mejor esfuerzo por ocultarlo
-Yo... -¿que se suponía que le iba a decir? no quería sonar inmadura, pero al mismo tiempo quería decírselo -Argh!- gruñí todo con él tenia que desatar una dualidad en mi interior, me frustraba en cantidades industriales
Me giro lentamente así quedábamos frente a frente, pero no podía mirarlo. Sabia que si lo miraba el lograría disolver todas mis dudas, aquellos profundos ojos azules no me dejaban pensar ¿pero, no era eso lo que quería?
Una parte de mi si.
Pero otra parte no estaba preparada.
-Dime que sucede- me ordeno con calma
-Tu!- mi boca empezó a derramar las palabras y todo porque él me lo pidió. Aun no sabia si odia o si me gustaba aquel efecto que tenia en mi -Esto, lo que sea que sea. Me esta volviendo loca, lo que sea que me haces...- dios no podía parar, era como tener un ataque de vomito verbal -Empiezo a creer que mi cuerpo es mas tuyo que mio, porque de alguna forma tu solo tienes que ordenar y es como si no pudiera desobedecer-
Agache la cabeza no podía mirarlo, sentía mis mejillas arder. Me escuchaba ridícula.
Su mano fue a mi mentón y suavemente me forzó a mirarlo
Espere ver una expresión de decepción o algo así, no la increíble sonrisa que me estaba brindando en ese momento. Sus ojos brillaban con algo que no podía reconocer, pero esa sonrisa... Dios! a la mierda mis dudas y mi maldito cerebro, yo seria completa y absolutamente suya si él prometía sonreírme a si mas a menudo.
y solo a mi.
Ok, el pensamiento posesivo esta de mas, pero no podía evitarlo.
-Es porque te he reclamado- dijo con orgullo, sus ojos parecían brillar aun mas, si era posible, con aquellas palabras -Me perteneces ahora. Eres mía- Su sonrisa era la cosa mas hermosa que hubiera visto, me dio un casto beso en los labios como si no pudiera creerlo. Bueno, ya eramos dos -Las dudas -me dio dos toquesitos con su dedo en la frente -es porque tu mente se demora mas en procesar lo que tu cuerpo ya sabe-
Eso tenia sentido. Eso creo, o quería creerlo
-Okay- no dije nada mas, yo seguía embobada viéndolo. Es como si lo que le hubiera dicho hubiera sido el secreto de la vida.
Sus ojos se oscurecieron de repente y su boca se presiono contra la mía, su lengua era una demanda silenciosa para que lo dejara entrar y sin dudarlo lo hice. Mi lengua le dio la bienvenida a la suya y el familiar sabor de su boca (menta y un ligero toque de bourbon) eran un excelente afrodisíaco
-Necesito tenerte en mi cama. Ahora- dijo con énfasis en la ultima palabra.
y yo solo podía pensar:
Aleluya!
En menos de diez minutos, nos llevo a su casa.
Era un apartamento lujoso y muy hermoso en el centro de la ciudad y todo era la típica decoración masculina, todo a base de negro y blanco; el suelo era de una hermosa cerámica como el onix. El sofá de cuero blanco, con una alfombra negra a los pies.
No había televisión pero si libros regados en partes al azar.
Me quito el abrigo, dejándome solo con el modesto vestido marfil que llevaba puesto. El también se quito su abrigo y los colgó en un pequeño armario junto a la puerta de entrada.
Me quede embobada mirando alrededor, había pocas pinturas colgadas en una que otra pared, la decoración era escasa pero sobria. Todo en este lugar gritaba MASCULINO!
Una vez mas sentí su aliento acariciar mi nuca, y su mano recorrió mi espalda descubierta. Beso suavemente mi columna antes de alejarse y dar un paso frente a mi -vamos- dijo mientras extendía su mano, ofreciéndome que la tomara
Lo hice
Quiero decir, ¿en realidad tenia una opción?
Caminamos un par de metros por un pasillo, pasando varias habitaciones, en cuanto me vio curioseando dijo:-te daré un recorrido luego- sonrió, no era igual a su otra sonrisa pero eso no quería decir que me gustara menos, la sonrisa que me ofrecía ahora era una que prometía placer
Abrió la puerta al final del pasillo y me recibió una enorme habitación con una cama estilo medieval con postes pero sin dosel, sabanas de seda negra, dos nocheros a cada lado de la cama y dos puertas en la pared derecha, porque la pared izquierda en realidad no era una pared, era un gran ventanal con vidrios polarizados que daban a vista a un gran lago.
J.O.D.E.R!
Di varios pasos temblorosos dentro, la habitación no tenia mucho pero era imponente y de alguna forma inspiraba mucho mas que solo sexo, se sentía una extraña paz en este lugar y esa tonta sensación ayudo a que todos mis músculos se relajaran y mis pensamientos por fin se calmaran de una ruidosa multitud al nivel de un murmullo
-Desnúdate para mi- pidió
Me gire algo insegura-si, señor- respondí y el me dio un asentimiento y en sus ojos vi el brillo del orgullo
Lentamente encontré la cremallera invisible a un lado y la baje al ritmo de mi respiración, que era profunda y controlada
Inhala y exhala
Me repetía aquel mantra para no quedarme sin aliento.
El vestido se deslizo por mi cuerpo cayendo a mis pies sin ninguna dificultad
-MIERDA!- dijo en un gruñido cuando noto que debajo de mi vestido no usaba nada mas
Si, me sentía un poco zorra y atrevida pero valió la pena.
El hambre y la lujuria de sus ojos hicieron que mis pulmones colapsaran. Aquel azul era ahora negro y de su cuerpo parecía manar una fuerza electromagnética que me hacia ir hacia él, en estos momentos incluso en lo que quería huir. Ahora, no podría, su mirada me tenia cautiva.
Sin afanes se fue deshaciendo de su ropa y yo solo deleite a mis ojos golosos con la vista de su magnifica desnudes, todo en él era músculos firmes y si, duros....
Apoyando su mano en la parte baja de mi espalda me dijo: -ven-
Sin duda alguna lo seguí pero camine recatadamente, de repente tratando de ocultar mi desnudes, sintiéndome avergonzada. No era una modelo, era delgada pero Jesús! estar al lado de él era... podía dejar a un modelo de CK en vergüenza
Me recostó gentilmente en la cama y la sensación decadente de la seda se sentía exquisita contra mi febril y sensible piel
Mi torso quedo plenamente recostado en la cama pero mis piernas colgaban por el borde
-Has pasado la primera prueba- dijo con satisfacción -Seguir tus instintos... tus deseos sobre tu mente- Me acaricio los tobillos y subía hasta estar tan cerca de mi centro que me hacia temblar pero solo lo rozaba antes de volver a retirarse -Seras recompensada-
Mierda! Mierda! Mierda!
Me dio un vistazo de su sonrisa perversa antes de besar mis tobillos, luego mi pantorrilla, la parte interna de mi muslo
-Will...- suspire sin ser capaz de decir su nombre completo cuando su caliente y húmeda lengua rozo mis pliegues palpitantes
Su lengua me exploraba y parecía estar atento a mis gemidos y suspiros que iban en aumento cada vez que tocaba un punto en especifico que ni siquiera yo sabia identificar
-Tienes un sabor delicioso- dijo antes de dar un gran lametazo que me hizo arquear -podría comerte el coño todos los días-
Gemí, sus palabra sucias llevándome un paso mas cerca
Sus manos sujetaron mi cintura cuando ya no pude controlar mis movimientos y mi pelvis se restregaba contra su ávida lengua
Cuando comenzó a chupar mi clítoris agarre en mis puños la sabana, quería alejarme de su lengua, pero también quería que nunca se detuviera. Sentía una sobrecarga de placer de la cual mi cerebro parecía no poder soportar pero tampoco podía tener suficiente
Cuando su lengua me penetro de golpe me corrí con un grito, de forma gloriosa. Mi cuerpo parecía poseído, retorciéndose en la cama pero yo estaba en el nirvana.
Aun en el letargo de mi orgasmo lo sentí moverme al centro de la cama y con un beso profundo y concienzudo me penetro. Jadee su miembro dentro de mi sintiéndose de forma maravillosa en los restos de mi orgasmo
Mis muslos apretaban su cintura, su pene entrando y saliendo de mi, sus labios en mi cuello
Sus manos acariciaban mi cintura, luego amasaban mis pechos, estaban en todas partes
-No puedo tener suficiente- dijo expresando en voz estrangulada el pensamiento que estaba apunto de surgir en mi mente -cada vez que estoy dentro de ti pienso que voy a saciar este retorcido deseo, pero solo quiero mas- sus ojos me miraron con intensidad, con posesión...
y madre santa! me encantaba
Cuando se suponía que debería salir corriendo
Abrí mi boca para decir quien sabe que pero no me dejo musitar palabra antes de que su boca cubriera la mía, nuestras lenguas jugando, acariciando, tentando y mis manos recorriendo su espalda, clavando le las uñas cada vez que me sentía mas cerca.
Porque ya me había hecho saltar al abismo del placer una vez pero con él eso nunca parecía suficiente
Trataba de respirar, pero solo lograba jadear
-Toma respiraciones profundas- dijo con voz ronca, y como es costumbre mi cuerpo obedeció -eso es, siente como todo el placer se concentra en tu vientre- empezó a empujar mas fuerte, mas rápido y a rotar sus caderas rozando partes dentro de mi que hacían casi imposible respirar - Empieza a prepárate para correrte-
-Si, señor- dije en un gemido cuando volvió a rotar sus caderas mientras se empujaba profundamente dentro de mi
-Ahora!- rugió -Cum for me, baby-
Córrete para mi
Grite, dejándome ir, todo el placer en mi vientre estallando y viajando a todo mi cuerpo desde la punta de mis pies hasta mi cuero cabelludo. Mi visión se hizo borrosa y mis uñas se clavaron en su espalda aferrándome a él
Su cuerpo se tenso y con un ultimo empuje, se dejo ir, enterrando su rostro en la curva de mi cuello y luego sentí el pinchazo de dolor que provoco en cuanto me mordió
Aquella pequeña dosis de dolor solo hizo mas placentero mi orgasmo.
Los jadeos llenaban la habitación mientras tratábamos de controlar nuestras respiraciones y calmar el latido de nuestros corazones
Beso mi cuello, en el lugar que había mordido, antes de apoyarse en sus antebrazos y mirarme
-¿Como esta mi chica ahora?- dijo en tono juguetón
Mi chica
¿Por que sentía cosas raras en mi estomago cada vez que el me reconocía como suya?
-Satisfecha... MUY satisfecha- dije sonriendo
Él solo sonrió y se levanto
Una vez mas extendió su mano y una vez mas yo la tome sin dudar
Dios! todo con él se sentía como hacer algo malo, pero el pecado era irresistible, él era mi pecado y con gusto me iría al infierno por él ¿eso me hacia una estúpida y objetivo de las feministas? ¿era tan malo que mi deseo sexual se basara en la sumisión y rendición de mi cuerpo a voluntad de este hombre?
La paz dentro de mi cabeza duro poco mientras mas preguntas me bombardeaban
Aquí vamos otra vez.
Era una batalla eterna entre los deseos de mi cuerpo y mi cabeza