nunca me dejes ir »Taehyung...

By tokyojrm

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dime que me necesitas más y más todos los días. ¿puedo confiar en ti, mi amor? ¿más que en ninguno? solo quie... More

atención (!)
prólogo: La noche en que Suzume se marchaba
1: Taehyung y Jungkook
2: Okinawa, su tierra natal
3: Oración de amor

4: C'est l'histoire de nos passions juvéniles

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By tokyojrm

Taehyung

Luchaba con uñas y dientes para apartar su mirada de Suzume, quien bailaba con su hermano en medio del jardín. Pero era imposible, en realidad nadie podía quitar la mirada de ellos. Ella lucía un vestido blanco, parecía ser el centro de todo. Las cosas giraban alrededor de ella, tenía que ser así.

—Escuché que se casarán después de año nuevo.

—No sabía que su prometida era japonesa.

Las personas hablaban sobre la pareja más importante del momento, y casi se giraba para aclarar la realidad. "Ella es amiga de su infancia. Llegó hoy de París. Su prometida es coreana". Pero sabía que Suzume estaría complacida de escuchar que alguien la emparejaba con Jungkook.

Vio de reojo como su hermano se marchaba con prisa, dejando a Suzume sola en la pista. No pensó dos veces en ir a su rescate. Seguro aún no escuchaba la peor noticia que tenía para darle.

—Sigo esperando mi calendario de gatos, Suzume Hino —disfrutó de verla confundida cuando escuchó su voz. Era linda cuando actuaba no conocerlo lo suficiente como para bajar la guardia—. Jungkook tardará, seré su relevo mientras vuelve.

La tomó suave por la cintura, casi temiendo que ella huyera al primero intento de tocarla, pero no fue así. Ella dejó sus brazos sobre sus hombros en un gesto cercano.

—Siempre estás para rescatarme de momentos así, ¿cómo definiríamos nuestra relación, Taehyung?

Sintió una chispa de pies a cabeza solo por escuchar su nombre saliendo de sus labios. ¿Así había sido siempre con ella alrededor? Sí, siempre había estado tan a la deriva con Suzume cerca de él. Y aún Suzume estando lejos, seguía ejerciendo una fuerza que lo mantenía atado a ella.

—¿Cómo va tu plan de confesión? ¿Ya te rechazó?

Sintió un leve empujón, lo hizo reír lento.

—No planeo hacerlo hoy, para tu información. Ni siquiera estaba pensando en eso —dijo con la mirada filosa. «Ahí estás de nuevo»—. Estaba disfrutando alegremente de la fiesta sin meditar en nada.

—¿Sorprendiste a tu padre como querías? —seguía insistiendo, no tenía botón para callarse.

—Lo hice, se llevó una buena sorpresa. Le di todas las boinas francesas que me había pedido con tanto anhelo, seguramente dejó su bigote a propósito.

—Seguro que se alegró mucho al verte. Cada día me hablaba de tus aventuras parisinas —la miró de reojo como lo venía haciendo toda la noche, suspiró para sus adentros—. Supongo que conseguiste dominar el francés después de todo.

—Fue difícil al principio, pero me acoplé más rápido de lo que creí.

—Háblame en francés —pidió con la voz baja, celoso de que alguien le escuchara.

—Je ne me souvenais pas à quel point vous étiez curieux, je ne comprends pas votre insistance. Avez-vous toujours été comme ça?

No supo la fuente de energía que lo mantuvo de pie. Se derritió de manera inexplicable, y de pronto una violenta necesidad de besarla lo invadió. Era imposible. Alejó todos sus pensamientos enemigos, tratando de luchar hasta el final.

—¿Y? ¿Qué significa?

—Me dijiste que te hablara en francés, jamás que te tradujera lo que dijera.

Ambos rieron al compás, sintiendo su cuerpo vibrar junto a él. No quería sentirse celoso de su hermano, ni de los sentimientos que albergaba hacia él. Taehyung sabía más que nadie lo mucho que lo quería, y no solo por la confesión que accidentalmente terminó escuchando esa noche. Todos los podían deducir con el simple hecho de verla mirarlo. Hasta ahora no había sentido recelo a que él fuera el dueño, pero mientras la tomaba por la cintura, bailando sin preocuparse ni un poco por los demás, deseó ser el objeto de su afecto y locura. ¿Sería tan difícil para ella aceptar que él también se moría por un poco de su atención?

—¿No has venido con nadie? —inquirió Suzume cuando la melodía de la canción cambió por completo.

—No, solo soy yo esta noche.

—Creí que serías del tipo que trae consigue a una chica de revista —admitió, haciendo que Taehyung se revolviera un poco incómodo.

—No lo soy, Suzume Hino —aclaró sin poderse separarse de ella, aun cuando ya no estaban siguiendo el ritmo de la música. Él pararía cuando ella se lo dijera—. ¿Sacadas de una revista? No soy tan importante por aquí.

—Lo siento, fui un poco entrometida.

—No lo fuiste.

—Un poco. Admítelo.

—Jamás.

Y de nuevo ese sonido que lo hacía querer lanzarse a ella de la manera más intrépida posible, sin importarle que hace un rato la comenzaban a confundir con la prometida de Jungkook. Era una simple risa.

—¿No dejaste a ningún parisino esperando por ti? —inquirió, tratando de igualar condiciones.

—A ninguno que yo recuerde —admitió un poco sonrosada—. La escuela era muy demandante, más de lo que cualquiera crea. No tenía mucho tiempo para visitar y hacer amigos.

—Ya veo. Así que solo eran Francia y tú. Nadie más.

—Solo Francia y yo —confirmó sin mirarlo por completo—. ¿Tú también?

—¿Busan y yo? —preguntó y Suzume asintió delicadamente—. Sí, trabajar en la empresa es muy demandante, más de lo que cualquiera pueda crear. No tengo mucho tiempo para ir a las citas que mi madre arregla.

Suzume soltó un jadeo.

—¿Citas a ciegas? —balbuceó con una sonrisa en los labios—. Creí que eran demasiado anticuadas, veo que no.

—Nunca lo serán. Son medidas de rescate cuando tienes un hijo que pasa la mayoría del tiempo encerrado en una oficina —admitió, dejando que sus mejillas se tintaran un poco—. Jamás me he presentado en ninguna.

—Rompecorazones —exclamó—. Sabía que serías así.

Auch.

—¿Así como? —preguntó de inmediato.

—No un rompecorazones, si no alguien muy muy inalcanzable —divagó, haciendo que comenzara a exasperarse—. Y lo digo en el buen sentido. Tan solo ahora, todos te miran a ti. Eso era lo que quería decir. El presidente predilecto.

—No me llames así —masculló de manera directa, haciendo que Suzume se apartara de sus brazos de manera inmediata.

—De nuevo fui entrometida —dijo con la mirada en el suelo—. Lo siento mucho, no quise que te ofendieras por ningún motivo.

—Suzume —susurró más para sí en un intento desesperado.

—Creo que es hora de irme.

—Sí, será lo mejor.

Y sin más, la miró marcharse con rapidez, apenas deslumbrado su rostro. Siguió su figura hasta que desapareció entre la multitud. ¿Su voz habría sido muy dura? ¿Suzume jamás querrá bailar de nuevo? Se acomodó el cuello de la camisa tratando de disipar su tristeza.

—No la reconocí a primera vista —escuchó a su madre hablar a sus espaldas. Se giró para quedar frente a ella—. Escuché a alguien murmurar sobre lo bella que era la prometida de tu hermano.

Taehyung sabía a lo que se refería, pero una parte de él quería no saber nada. Era un alivio que Suzume y Jungkook no estuvieran cerca.

—No lo será, Jungkook jamás se ha sentido de esa manera con ella —dijo rápidamente, tratando de que su madre olvidara la asunto—. Ni siquiera cuando la visitó en Paris, madre.

—Hijo, no se trata de hace cuánto tiempo se conocen —explicó—. Solo quiero que tu hermano por primera vez se comprometa de verdad. Delilah es la mujer indicada, y sé que ahora mismo ambos están muy enamorados y tal vez dejarlos que se casen es un error pequeño, pero no te puedo asegurar que él no quiera ni un poco estar con la hija del señor Hino. Lo sabes mejor que yo, tú lo conoces mejor.

—Hace mucho que dejé de conocer sus intenciones.

—Asegúrate de que tu hermano no cometa ninguna tontería, ¿lo harás por mí?

El ciclo que continuaba aún Taehyung siendo mayor. De muy pequeño no había considerado que su madre pudiera usar eso en su contra para hacer cualquier pedido, pero conforme fue creciendo, se percató de que las cosas habían cambiado. Ya no se trataban de favores infantiles. "Anda, cepíllate los dientes, cariño. Hazlo por mí". "No dejes que tu hermano esté cerca de Suzume. Haz lo que sea para mantenerlos separados. Hazlo por mí, cariño".

—¿En qué debo ayudarte? —preguntó molesto y ofendido—. Jungkook tiene veinticinco años, madre. Deja de pedirme que ande tras de él como una niñera.

—No es así. Solo quiero que lo cuides de cerca, como un hermano mayor lo hace.

No quería decirlo en voz alta, trataba contra todos sus impulsos, y fue valiente. Se tragó sus palabras y dejó a su madre esperando por una repuesta.

«No puedes hacerlo, Taehyung. Ella debe ser alejada por el propio Jungkook». Comenzaba a debatirse entre hacerlo o no. No era para tanto, solo era mantenerla ocupada hasta que él le diera la noticia, ahí ella se iría por completo. Y al final del día, era una excusa para acercarse a Suzume.

No le diría a su madre, era mejor no mantenerla al tanto.

Suzume, ¿me querrás de esta forma?

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